INTRODUCCIÓN
La formación del Licenciado en Educación, Pedagogía Psicología tiene gran importancia social, pues el perfil amplio con el que se forma lo prepara para insertarse en instituciones de todos los niveles educacionales, por eso en el Modelo del Profesional de la Carrera, vigente desde el 2016, se ratifican las funciones que ha de cumplir el egresado y el lugar que tienen los contenidos diseñados en todas las disciplinas del currículo para la ejecución de las tareas relacionadas con la orientación educativa de estudiantes, familiares y vecinos de la comunidad, la asesoría psicopedagógica a directivos y profesores y la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador de las asignaturas pedagógicas y psicológicas.
Entre las funciones que debe cumplir este profesional está la de asesoría psicopedagógica, que le atribuye gran pertinencia social por el rol que desempeña en la colaboración con otros profesionales en elevar la calidad del proceso educativo en el que se educa la personalidad de niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Sin embargo, las dificultades que encuentra el estudiantado en la realización de las tareas relacionadas con esta función, constituye hoy un inconveniente para que pueda dar respuesta a la altura de los retos del sector educacional.
El nivel de dominio que alcanza los estudiantes de esta carrera en la habilidad de asesorar está determinado por varios factores que involucran, tanto la modelación de las tareas de aprendizaje y las condiciones para su entrenamiento en la práctica laboral, como su protagonismo y compromiso con alcanzar alto nivel de desarrollo en sus habilidades profesionales pedagógicas.
Tal situación problemática demanda el perfeccionamiento de todas las vías posibles para que el estudiantado asimile un modo de actuación adecuado a la función de asesorar, en especial el trabajo metodológico que se realiza en la disciplina Formación Laboral Investigativa, pues cumple la función principal de concebir cómo se han de integrar todos los contenidos, por lo que coordina las influencias en torno al desarrollo ético y a las habilidades profesionales pedagógicas del estudiantado y perfila la preparación metodológica de los profesores que intervienen en el diseño, orientación, control y evaluación de la formación laboral e investigativa.
La comprensión de la asesoría como relación de ayuda entre profesionales plantea la necesidad de que los estudiantes logren alto nivel de dominio en su ejecución, por lo que este artículo tiene el objetivo de valorar, en el orden metodológico, la disciplina Formación Laboral Investigativa cómo vía que favorece la preparación del estudiantado para la asesoría psicopedagógica.
MÉTODOS
Las autoras siguen una metodología cualitativa que sistematiza los resultados del trabajo realizado, sobre la base del análisis crítico que hacen los profesores de su aporte en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas que surgen en el proceso de preparación del estudiante de Pedagogía-Psicología la asesoría psicopedagógica y de los registros de las actividades metodológicas implementadas en el colectivo de esta Disciplina.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la literatura consultada se reconoce la asesoría como parte de la orientación educativa. Al respecto Luna (2011) deja aclarado que: “la necesidad de que el profesorado cuente también con orientación para su tarea nace del ámbito profesional del asesoramiento psicopedagógico, desempeñado por los orientadores, que son psicólogos, pedagogos o psicopedagogos” (p. 47) y confirma que el trabajo que realizan los orientadores debe ser entendido como un recurso al servicio de las instituciones educativas útil en la prevención de dificultades, actuar sobre las que se hayan originado, ayudar al mejoramiento de sus individuos y sistemas, así como para favorecer la socialización de los estudiantes desde la estructuración integral del proceso de enseñanza y aprendizaje.
En ese contexto, la asesoría psicopedagógica al explicarse desde la orientación, adquiere también carácter legal, como tipo de actividad específica para la que se forman los orientadores; así este servicio no solo se solicita, sino que forma parte de las tareas y funciones que adquieren los que ocupan ese rol en las instituciones educativas.
La asesoría educacional es una de las formas de capacitación muy utilizada en los centros educacionales como servicio que se brinda a los profesores y directivos de estos. Se dirige a la corrección, complementación y a la actualización de conocimientos, hábitos, habilidades, actitudes y valores que permiten el mejoramiento del modo de actuación de los profesionales. Aquí, aunque la asesoría se delimita al contexto de la dirección educacional (macronivel), el carácter de servicio puede interpretarse como apoyo, en calidad de cooperación y colaboración a sujetos que poseen preparación profesional, pero tienen ciertas carencias que pueden resolverse mediante una relación de ayuda entre profesionales en el puesto de trabajo. La asesoría pedagógica es un servicio institucional, cuya función principal es el tratamiento de problemáticas que se presentan en la práctica docente, a solicitud de los propios docentes, en la mayoría de los casos. En este (mesonivel) se benefician los procesos educativos, de enseñanza aprendizaje, de preparación profesional pedagógica, y trabajo preventivo a través de los cuales los docentes desempeñan su labor de dirección. La asesoría psicopedagógica es un servicio a profesionales, cuya función principal es el tratamiento a los contenidos psicopedagógicos que se presentan en el ejercicio de la actividad educativa. Relación de ayuda entre profesionales que busca el perfeccionamiento de las funciones (micronivel) y que requiere un acompañamiento directo en contenidos comprometidos con la calidad de la educación.
Desde la experiencia adquirida, en la tarea de asesoramiento educacional, en sus tres niveles jerárquicos de dirección, se establecen relaciones de trabajo que requieren de exigencias de carácter técnico y comunicativo, que propician la transmisión de ideas; tienen que ver con las actividades lógicas, de comunicación y con relaciones abiertas entre el asesorado y el asesor, que de mutuo acuerdo, mediante un proceso de negociación, logran saber en qué situación se encuentran y determinan fortalezas y debilidades que favorecen el tránsito hacia el nivel de desarrollo al que se aspira. (Ver cuadro comparativo de la asesoría por niveles jerárquicos de dirección en la tabla 1).
Tipo | Grado de generalidad | Grado de alcance | Niveles de intervención | Procesos |
Asesoría educacional | Integral, general. | Holística. | Macronivel. | Procesos institucionales. |
Asesoría pedagógica | Específica, particular. | Procesal. | Mesonivel. | Proceso educativo, de enseñanza aprendizaje, proceso de preparación profesional pedagógica. |
Asesoría psicopedagógica | Singular. | Situacional. | Micronivel. | Contenidos psicopedagógicos ej.: creatividad, comunicación, inclusión educativa, atención psicopedagógica, entre otros. |
La tarea de asesorar responde a modelos diferentes en dependencia de las concepciones que se han asumido durante muchas décadas de práctica de ayuda profesional. Montanero (2014), al sistematizar las investigaciones acerca de la asesoría realizadas por diferentes autores refiere el modelo técnico-prescriptivo, sustentado en concepciones clínicas y psicométricas, relegado y enriquecido por las corrientes constructivista, sistémica, ecológica y cultural, además explica que diferentes autores han adoptado el modelo colaborativo, que presta atención al significado del término colaborar, que quiere decir: “…trabajar con, en lugar de intervenir en, los profesores con la finalidad fundamental de proporcionarles herramientas y espacios que les permitan dirigir sus propios procesos de cambio” (Montanero, 2014, p. 525).
La concepción que subyace en el modelo colaborativo contempla que la experticia que se requiere para cumplimentar la tarea de asesoramiento no contradice el reconocimiento de los saberes que poseen los sujetos que reciben ayuda en un área dada del quehacer profesional. Por eso, resulta importante para el que lleva a cabo la tarea de asesorar que posea un desarrollo óptimo de la comunicación, que le permita escuchar con atención a los que reciben la ayuda profesional, que comparta sus iniciativas a la vez que se sitúe en el contexto y comprenda las expectativas que poseen los asesorados, solo así se podrá reducir la brecha, que con frecuencia se produce, entre asesor y asesorados.
Una de las formas del trabajo docente metodológico asumida en la disciplina Formación Laboral Investigativa para la preparación de los profesores que trabajan en la formación profesional de los estudiantes de la carrera Pedagogía Psicología, con énfasis en el desarrollo de la habilidad asesoría psicopedagógica, es el taller metodológico. El trabajo realizado se organizó en tres líneas de acción para el trabajo metodológico:
Clarificar los fundamentos que ofrecen diferentes autores cubanos y extranjeros acerca de la asesoría psicopedagógica y analizar los logros e insuficiencias que evidencian los resultados.
Determinar las dimensiones e indicadores que permitan perfeccionar la modelación y evaluación del desarrollo alcanzado por los estudiantes en la habilidad asesoría psicopedagógica.
Valorar la modelación de tareas de aprendizaje, desde los componentes académicos, laboral e investigativo, dirigido a desarrollar la habilidad asesoría psicopedagógica.
En la primera línea de acción para el trabajo metodológico, el taller se centró en la clarificaron de los fundamentos teóricos. Se problematizó acerca de la asesoría, sobre la base de la lectura de un material de estudio y que favoreció tener un Esquema Conceptual Referencial Operativo común que guie el trabajo que el profesorado tiene que acometer en el proceso formativo. Se consensuó asumir que el asesoramiento psicopedagógico, según Serra y Leyva tiene la “[…] finalidad del centro; promover el desarrollo y crecimiento personal de los educandos, a través del aprendizaje significativo, activo, cooperativo, mediante la selección de contenidos culturales que les permita ser miembros activos en su marco sociocultural de referencia” (2018, p. 7) y explican además, el carácter estratégico de este, pues se usan cuando el éxito del trabajo educativo depende de estrategias intencionadas y ajustadas a las necesidades del alumnado o sus familiares, de ahí que sugieren que durante el mismo se atiendan tres elementos esenciales:
Trabajar desde el “acompañamiento” pues la intención es provocar cambios en los asesorados; basado en la apropiación de condiciones y compromisos internos asumidos de manera protagónica.
El dominio por parte del asesor de los contenidos de su área: métodos, técnicas, procedimientos y de las habilidades para animar las situaciones de mejora.
Un estilo de asesoría colaborativo, para guiar al asesorado se apoya en el consenso y se ejercita la igualdad de estatus y la responsabilidad compartida (Serra y Leyva, 2018, p. 7-8).
Los implicados en el proceso de asesoría psicopedagógica han de compartir el significado del cambio que se propone, que tiene mucho que ver con el para qué de la actividad conjunta y de la comprensión de la necesidad de mejorar, el cómo llevar a cabo las tareas para elevar su eficacia. Esta idea es clave en la realización de la tarea, porque garantiza la comprensión mutua y la aceptación del rol del asesor como colaborador en la implementación de estrategias innovadoras, de ahí que revela la importancia de tener en cuenta las etapas de la asesoría desde el inicio del proceso de desarrollo de esta habilidad.
En el proceso de desarrollo de la habilidad asesorar a los estudiantes de la carrera Pedagogía Psicología se les orientan tareas que se relacionan con acciones que se corresponden con las distintas etapas de la asesoría. Estas etapas son: la negociación, que supone el establecimiento de las reglas de códigos ético, las necesidades del servicio y posibilidades reales; la exploración, que supone la recogida de información previa, la realización de instrumentos, el procesamiento estadístico y la determinación de las irregularidades, la determinación de necesidades y problemas de las personas o instituciones; la elaboración del plan de acción, expresado en metas que se propone para desarrollar acciones correctivas o preventivas transitando de la modelación hasta la demostración; el control del trabajo, que contempla tener en cuenta los resultados obtenidos por etapas en correspondencia con los objetivos propuesto y los resultados alcanzados; la evaluación, que de acuerdo con su propósito, pueden ser de efectividad, de eficiencia, de resultados o de impacto; y la corrección que conduce a la relaboración del plan de acción
En la segunda línea de acción para el trabajo metodológico, el taller estuvo dirigido a determinar las dimensiones e indicadores que permiten el perfeccionamiento de la evaluación del desarrollo alcanzado en el estudiantado en la habilidad asesoría psicopedagógica. Se centró la atención en la elaboración de un procedimiento didáctico para que los estudiantes aprendan a asesorar a sujetos individuales y colectivos, inmersos en diversas situaciones educativas, con énfasis en la valoración de las dimensiones de la habilidad asesorar, sus indicadores y descriptores del desarrollo alcanzado.
Todo el proceso condujo a la elaboración de un procedimiento que sirve de guía a la modelación de las tareas a realizar en todos los componentes del currículo y a la evaluación de los resultados que los estudiantes alcanzan en su desempeño en los diferentes años de la carrera. El instrumento empleado aparece en la tabla 2 que se presenta a continuación.
Asesorar a sujetos individuales y colectivos del contexto escolar (Los descriptores de los niveles de dominio se ajustan para tercer y cuarto años en dependencia de los tipos de actividades que se realicen) | |||
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Dimensiones | Niveles de dominio: (Muy Alto 5, Alto 4, Medio 3, Bajo 2, Muy Bajo1) | Sin dominio | |
Asimilación consciente del modo de actuación Conocimientos de: | Conocimientos acerca de: ¿Qué es asesorar, por qué, para qué, cómo, a quiénes, cuándo, cuáles problemas…? | ||
Invariantes funcionales: diagnosticar, modelar, demostrar y controlar | |||
Exigencias psicopedagógicas para asesorar | |||
Eficacia de la ejecución del modo de actuación. Dominio | Correcta ejecución de las invariantes | Diagnosticar | |
Modelar | |||
Demostrar | |||
Controlar | |||
Rapidez | |||
Independencia | |||
Flexibilidad | |||
Expresiones motivacional- afectivas y actitudinales | Interés por realizar las tareas con calidad. | ||
Disposición por afrontar los obstáculos que limitan la realización de sus tareas. | |||
Respeto por la experiencia ajena. | |||
Disposición para aprender contenidos nuevos y para aceptar la crítica constructiva. |
Fuente: Elaboración propia.
El procedimiento forma parte de los planes de práctica laboral y se ha ido ajustando en el proceso de su implementación. En un primer momento se tomaron como invariante de la habilidad asesorar: diagnosticar, modelar, demostrar y controlar, las que se analizan en las dos dimensiones que expresan el nivel desarrollo de la habilidad: la asimilación consciente del modo de actuación de la habilidad y la eficacia de la ejecución del modo de actuación. Resultado de la valoración crítica se agregó, la dimensión afectivo motivacional que integra indicadores como: el interés por realizar las tareas con calidad, la disposición por afrontar los obstáculos, respeto por la experiencia de los otros profesionales, entre otros, consciente del valor de los aspectos afines a la ética de la profesión.
La tercera línea de acción para el trabajo metodológico se dirigió a valorar la modelación de tareas de aprendizaje, desde los componentes académicos, laboral e investigativo, en función del desarrollo de la habilidad asesoría psicopedagógica. Para lograrlo los profesores de cada año someten a consideración el trabajo que realizan para favorecer la habilidad asesorar, a partir de los aspectos siguientes: objetivos del año, tareas a realizar, formas de control y evaluación Indicadores a evaluar, resultados obtenidos: logros e insuficiencias.
Las tareas que se realizan en cada año fueron concebidas como aporte al desarrollo de la habilidad asesorar y las valoraciones constatan que si bien en lo académico todas las asignaturas, de un modo u otro, favorecen el desarrollo de esta habilidad, porque se trabaja desde el propio contenido muchas de las áreas de la labor del psicopedagogo, no se modelan, en la medida requerida, las tareas con carácter integrador para garantizar la sistematización de la acción. Se analizaron tareas para el trabajo independiente como, la búsqueda y procesamiento de información acerca de la asesoría, tareas de exploración de problemas en la práctica educativa, que realizan con especialistas en los centros de diagnóstico y orientación, que les ayuda a familiarizarse con las experiencias de asesorías que tienen los psicopedagogos y psicólogos.
Para favorecer el dominio de la acción modelar resulta valiosa la alternativa didáctica (Imbert & Sierra, 2020) de emplear una carpeta de modelación, tarea de aprendizaje en la que los estudiantes deben integrar y resumir lo aprendido desde primero a tercer año de la carrera y presentar una alternativa de solución a un problema por él identificado en la institución en la que realiza la práctica laboral. Es una tarea integradora (Addine, 2011) que sirve de demostración a otras personas de cómo hay que modelar pedagógicamente y cómo se controla el proceso y el resultado de la ejecución propia y ajena. La tarea se ejecuta en un período de práctica concentrada, con un tiempo de duración de tres semanas y consiste en:
Vivenciar en diferentes esferas de actuación las exigencias que plantean la dirección, la orientación, la comunicación y el asesoramiento en los entornos educativos.
Seleccionar un problema identificado en la práctica que de unidad a las modelaciones.
Fundamentar teóricamente el problema y la modelación.
Revelar las relaciones y la manera de abordar la modelación de diferentes procesos (educativo, de enseñanza aprendizaje, de preparación profesional, de orientación y de comunicación), de los contextos para buscar solución al problema y la identificación de las perspectivas de asesoramiento.
Confeccionar la carpeta de modelación, justificar su diseño y presentación original.
El aporte de esta asignatura al desarrollo de las habilidades profesionales pedagógicas relacionadas con las tareas que deben realizar los estudiantes es innegable, pero ha sucedido que algunos de ellos no logran, en la medida que se espera, la flexibilidad para extrapolar lo aprendido a nuevas tareas en la que afrontan un problema de mayor complejidad, como es cooperar con un profesional que tiene como fortaleza la experiencia de trabajo y que no siempre reconoce algunas de sus insuficiencias, o modelar alternativas para problemas poco frecuentes. Esta dificultad se ha hecho notable en la modelación de sus propuestas para la orientación individual y grupal y para la asesoría, pues asumen elementos de la metodología de las formas de organización de la enseñanza para resolver problemas que no son específicos del aprendizaje de las asignaturas del currículo escolar.
La preparación de los estudiantes para la asesoría psicopedagógica comienza desde el primer año con el inicio de las disciplinas que fundamentan el ejercicio de la profesión aportando directamente a la dimensión asimilación consciente de la habilidad, se sistematiza con las disciplinas del ejercicio de la profesión vinculadas directamente con la dimensión eficacia de la ejecución y se consolida con la disciplina Formación Laboral Investigativa que favorece la integración de las tres dimensiones que expresan el dominio de la habilidad. En los colectivos de año los profesores analizan el trabajo metodológico realizado en sus asignaturas para contribuir al desarrollo de esta habilidad, en función de generalizar las experiencias más valiosas.
En el momento de preparación de los estudiantes para iniciar la práctica laboral se enfatiza y comprueba el conocimiento que tienen de estas invariantes y una vez en la institución educativa son acompañados por los profesores para brindar la ayuda oportuna. Los estudiantes planifican con independencia el diagnóstico de problemas de diferentes áreas y para ello han de profundizar teóricamente en los principales conceptos que les permitan delimitar las dimensiones, indicadores, los métodos a utilizar, el procesamiento y análisis de los resultados de los problemas identificados: vocacionales, prevención de la drogadicción, del tabaquismo, de las ITS, de la violencia, el clima sociopsicológico del grupo, de la relación profesor alumno, de aprendizaje, entre otros.
Otras tareas están relacionadas con la modelación para dar seguimiento a los resultados del diagnóstico realizado. Lo más significativo es la creatividad, independencia y rapidez con la que los estudiantes tienen que ejecutar las tareas de modelación del proceso pedagógico, que incluye la asesoría al profesorado, le exige el dominio de conocimientos integrados. El carácter inter y multidisciplinario de la formación sirve para dar respuesta a los problemas de optimización de la investigación, del proceso educativo y de enseñanza aprendizaje.
La comprensión del significado de la modelación como proceso que permite prever es fundamental para la asesoría, dado por el carácter pronóstico y predictivo de la dirección del proceso pedagógico y porque el servicio que brinda de corrección, complementación y de actualización de conocimientos, habilidades y modo de actuación está relacionado con condiciones específicas del contexto, favorables o desfavorables. Es condición para la preparación del profesor en la dirección de varios procesos dados en el contexto escolar, familiar o comunitario. La modelación se centra en elaborar un plan de acción, que ayude al asesorado a hacer predicciones, a tomar las medidas para aprovechar las oportunidades y contrarrestar las amenazas que se presentan en su trabajo.
De la adecuada modelación de la alternativa elegida para ayudar a resolver el problema objeto de asesoría dependerá, en cierta medida, el éxito de la misma, porque es expresión de la cuidadosa selección y creación de los procedimientos más valiosos para demostrar un modo de actuación de alta profesionalidad. Así podrá exhibir, aun con su poca experiencia, su preparación para cooperar, desde el contenido psicopedagógico, con otros profesionales.
Durante este período la mayor dificultad se les presenta con las tareas de la asesoría psicopedagógica y el principal reto que tendrán, será gestionar la labor de asesoría, aun cuando esta tarea aparece en el convenio interinstitucional universidad- institución Educativa. El reto principal es vencer el recelo de algunos profesores, que por sus años de experiencia expresan preocupación por cómo pueden ser percibidos por un estudiante que realiza su práctica laboral, aun cuando necesitan la asesoría psicopedagógica y reconocen la preparación del estudiante en esta área. Esta contradicción impide que el asesorado cumpla las acciones pactadas, retrasa el proceso de aprendizaje, limita la oportunidad del estudiante de tener experiencias positivas y de reafirmar la confianza en sus potencialidades, así como de ganarse el reconocimiento de los otros por el resultado de su trabajo.
Los resultados obtenidos por los estudiantes en la asesoría revelan las mayores oportunidades de cumplir las tareas con calidad en los que alcanzan niveles alto en sus habilidades comunicativas y de autogestión, además los que reciben un mayor acompañamiento durante la práctica, pues para la asesoría tienen mayores obstáculos en comparación con otras tareas.
Otra arista de interés es el trabajo con la autoevaluación, en su nexo con la evaluación y la coevaluación, para que el estudiante controle sus avances durante la realización de las tareas de la práctica. Lo más significativo es el acompañamiento que recibe del tutor en cuanto al uso correcto del procedimiento de autoevaluación propuesto para que sea un estímulo al desarrollo de la autovaloración y la metacognición, por la utilidad en la toma de conciencia, de que los conocimientos y procedimientos que domina han de acompañarse del compromiso personal con el cumplimento eficaz de las tareas.
Se reconoce la necesidad de ampliar progresivamente las tareas prácticas asociadas a los objetivos de las asignaturas, orientadas a los diferentes niveles educacionales, con el fin de elevar la frecuencia y periodicidad en la ejecución de la acción asesorar, pues cuando se ubica a un estudiante para realizar su práctica laboral investigativa en un nivel educacional en el que ha tenido poca experiencia le cuesta más trabajo ser independiente y flexible y mucho más si se insertan en centros con profesores de mucha experiencia.
Esta insuficiencia coloca la mirada crítica en todas las asignaturas, en particular en las de la disciplina Orientación Educativa y Fundamentos Generales de la Pedagógica, pues queda mucho por perfilar en lo que concierne a la integración de saberes diversos, sobre todo porque en sus aportes está el sistema de procedimientos que permiten un mejor desempeño en la asesoría.
El diseño de la práctica laboral investigativa dirigido al desarrollo de las habilidades profesionales delimitadas en el Modelo del Profesional de la Carrera ha de concebirse con carácter integrador, creativo y científicamente fundamentado para cada año, en función de garantizar la calidad de la formación del estudiantado y ha de dar prioridad al desarrollo de la habilidad asesoría psicopedagógica, dada su complejidad y los obstáculos que se presentan durante la realización de las tareas de asesoría.
El resultado del análisis crítico del trabajo realizado que se presenta en los diferentes niveles organizativos en los que se valoran los resultados de la formación del estudiante, desde todas las disciplinas y años académicos, toma en consideración la calidad del plan de práctica diseñado, el análisis de las observaciones de los profesores que atienden a los estudiantes en la práctica laboral y en sus tareas investigativas, así como las opiniones de los estudiantes de su satisfacción con su inserción en la práctica laboral, obtenidas por diferentes vías: encuesta de satisfacción que realiza la dirección de la carrera, participación de los líderes estudiantiles en los colectivos de año, los informes autovalorativos de su desempeño en la práctica, entre otras vías permiten hacer algunas consideraciones.
Desde el año académico se prepara a los estudiantes para asumir la asesoría en la práctica laboral investigativa, con énfasis en el último año de la carrera, pues insertados en una institución educativa durante un curso académico reelaboran las tareas planificadas para que respondan a las necesidades del contexto de actuación y han de integrar el sistema de contenidos, lo que revela su independencia para afrontar su cada vez más cercana vida laboral.
CONCLUSIONES
La formación de los estudiantes de la carrera de Pedagogía Psicología considera la necesidad de las instituciones educativas cubanas de recibir asesoría psicopedagógica y de contar con un especialista para que, en actividad colaborativa, sirva al resto de los profesionales de marco sociocultural de referencia en la dirección de los cambios que sus funciones les demandan.
El diseño de la práctica laboral investigativa ha de tomar en consideración la complejidad de las tareas de asesoría y las mejores alternativas didácticas y organizativas para que el estudiantado desarrolle la habilidad asesoría psicopedagógica.
El trabajo metodológico planificado en la disciplina Formación Laboral Investigativa constituye una vía esencial que favorece el desarrollo de la habilidad asesoría psicopedagógica, a partir del aumento de la preparación del profesorado para la dirección eficaz de este proceso y del análisis crítico valorativo sistemático del quehacer didáctico y educativo en cada año académico