Introducción
El camino para la superación profesoral en la educación médica superior descansa fundamentalmente, junto con la autopreparación, en un sistema de actividades metodológicas que transitan por una lógica bien estructurada, y que incluye la reunión metodológica, la conferencia metodológica instructiva y la conferencia metodológica demostrativa (Cuba. Ministerio de Salud Pública, 2010).
Estas actividades tienen como propósito más elemental la identificación de problemas de naturaleza didáctica y su solución, lo cual se logra mediante acciones inicialmente instructivas y posteriormente demostativas, todas las cuales tributan a lograr la apropiada orientación del profesorado, para que, con la ejercitación sistemática y la retroalimentación que aportan las actividades de control a clases, se perfeccionen sus competencias docentes.
Recientemente, la Cátedra de Pediatría del Hospital Pediátrico “Paquito González Cueto”, de Cienfuegos, realizó un estudio exploratorio mediante encuestas a profesores de poco tiempo de experiencia docente, donde se constató la baja percepción de los docentes acerca del grado de orientación para la ejecución del pase de visita, al expresar sentirse poco o nada orientados. De igual manera, casi la totalidad de los encuestados consideró muy conveniente la existencia de algún modelo orientador que facilite la conformación de una adecuada representación mental de la actividad y que sirva de guía o referente para la labor cotidiana (Fonseca & Corona, 2021a b).
Este artículo está dirigido, como objetivo, a resaltar la importancia y utilidad que tienen la orientación profesoral y la modelación como método científico, en el camino a contribuir a la superación profesoral para la ejecución del pase de visita docente asistencial.
Desarrollo
La orientación como vía didáctica para la superación docente metodológica de los profesores en la ejecución del pase de visita docente asistencial.
En el hombre, antes de actuar, debe existir una representación anticipada, una imagen de lo que posteriormente va a realizar. Es por eso que la orientación, como acción profesoral que posibilita la conformación de esa representación, es un elemento esencial en la dirección del proceso formativo.
Abordar teóricamente lo relacionado con la orientación en la enseñanza y el aprendizaje conlleva a rememorar el papel de Galperin (1982), y su teoría del desarrollo psíquico, la cual dio origen a una teoría de la enseñanza conocida como Teoría de la Formación por Etapas de las Acciones Mentales; teoría que tiene en la orientación su principio esencial desde el punto de vista psicológico. Es por ello que se asume a la orientación como un pilar fundamental en el proceso formativo, al considerar que de su calidad dependerá la eficacia del aprendizaje (Talizina, 1988).
En esta teoría, fue desarrollada la categoría “base orientadora de la acción” (BOA), para referirse a las condiciones que garantizan la correcta ejecución de la acción, la cual clasificó en tres tipos (I, II y III), con sus correspondientes características e implicaciones en el aprendizaje. La orientación a recibir por el estudiante puede variar desde casi nula, donde el aprendizaje es por “ensayo y error” (BOA tipo 1); puede ser completa y dependiente, propia de la enseñanza tradicional (BOA tipo 2); o basada en cierto grado de elaboración por parte del alumno, con un carácter más productivo, aplicable a un conjunto de fenómenos y tareas de una determinada clase, que trae como resultado el aprendizaje de conocimientos con alto nivel de generalización pues implica asimilar conocimientos concretos sobre la base de esquemas generales (BOA tipo 3) (Domínguez, 2006).
La base orientadora de la acción, como sistema de condiciones en que se apoya el hombre para cumplir la actividad, constituye un elemento de dirección y control de la actividad de aprendizaje. Igualmente, se reconoce que el factor que favorece la orientación de la persona en su actuación es la claridad acerca de los objetivos a cumplir y de las tareas que debe realizar.
En el contexto cubano, y más recientemente, pedagogos como López Hurtado (2002); y Silvestre Oramas & Zilberstein (2002), han destacado el papel de la orientación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para estos autores, realizar una actividad sin orientación apropiada puede conducir a la improvisación, o a la utilización del ensayo y error; en cambio, una orientación que precede a la ejecución hace que esta sea más eficiente. La orientación posibilita una actividad cognoscitiva correctamente estructurada y dirigida. El valor fundamental de la etapa de orientación reside en que garantiza la comprensión de lo que se va a hacer, antes de iniciar su ejecución.
La modelación como método para el perfeccionamiento de la orientación profesoral dirigida a la superación en la ejecución del pase de visita docente asistencial.
La modelación es considerada un método científico general que, en esencia, penetra todas las esferas de la actividad cognoscitiva y transformadora del hombre. El crecimiento del papel del método de la modelación en el conocimiento científico está determinado, ante todo, por la lógica interna del desarrollo de la ciencia y, en particular, por la frecuente necesidad de un reflejo mediatizado de la realidad objetiva.
Según el concepto elaborado por la Academia de Ciencias de la extinta URSS, la modelación es el método que opera en forma práctica o teórica, con un objeto, no en forma directa sino utilizando cierto sistema intermedio auxiliar, natural o artificial. El resultado de la modelación como método es el modelo, el cual constituye una representación simplificada (e interpretación) de la realidad. El modelo se nos muestra como algo semejante al propio objeto investigado, como algo que lo copia en una determinada relación (Rosental & Iudin, 1985).
El desarrollo de las concepciones sobre la modelación como método científico general es un factor muy significativo de la ciencia contemporánea que tiene como resultado el crecimiento ininterrumpido de la diversidad de formas, tipos y funciones de los modelos. Para la solución del problema identificado, por ejemplo, la construcción de un modelo como objetivo tiene, más que una función cognoscitiva, una función informativa, una función didáctica, pues con dicho modelo se pretende facilitar el aprendizaje del profesor de Pediatría de cómo ejecutar una actividad consciente y compleja como es el pase de visita docente asistencial.
La propuesta de modelos no es infrecuente como resultado de las investigaciones en el campo educacional (Blanco Aspiazu, et al., 2006; Travieso Ramos, 2012; Oramas González, et al., 2012; Morales Villavicencio, et al., 2015; Ortiz García, et al., 2018). A manera de otros ejemplos, una revisión del repositorio de tesis doctorales de la biblioteca virtual de salud, a la cual se puede acceder a través del portal de redes de Salud Pública INFOMED, permite identificar un aproximado de veinte trabajos cuyo título hace referencia explícita a la elaboración de modelos, dirigidos estos a variados propósitos.
En estos trabajos se hacen reiteradas referencias a los aportes realizados al tema de la modelación en la investigación científica en general, y en la investigación educativa en particular, por varios autores como Ruiz (2002); Reyes Piña & Bringas Linares (2006); Valle Lima (2010); Marimón Carrazana & Guelmes Valdés (2005); aportes que abarcan la conceptualización, la identificación de principios que la fundamentan (principio del ascenso de lo concreto a lo abstracto), la precisión de las funciones lógicas del pensamiento que intervienen en el proceso (análisis, síntesis, inducción, deducción, generalización), así como características y cualidades.
Por su utilidad, se comparte la definición brindada por el primero de los investigadores mencionados (Ruiz, 2002) para quien la modelación es considerada como “el método del nivel teórico que permite reproducir, analizar los nexos y las relaciones de los elementos que están inmersos en un fenómeno determinado y que es objeto de estudio".
Independientemente de todos los elementos teóricos desarrollados por los investigadores citados, los autores le conceden capital importancia en el proceso de construcción de un modelo, a la delimitación de los componentes de su estructura con total correspondencia con la naturaleza y las funciones del objeto que se pretende modelar, lo cual posibilitaría precisar la ubicación de esos componentes dentro del modelo, con sus correspondientes interrelaciones; o sea, precisar la organización interna del modelo. De esta forma, el modelo constituiría una representación apropiada de las cualidades y características esenciales del objeto que se modela; cualidad esta que garantizaría el cumplimiento del principio de la analogía estructural y funcional entre el modelo y el objeto de estudio, entre la realidad y su representación.
Modelar el pase de visita docente asistencial significa entonces, abstraer de la actividad en cuestión sus elementos constituyentes más esenciales (y sus relaciones) a partir de los dos procesos conscientes que en ella se dan: el proceso asistencial y el proceso docente educativo; esencialidades que garanticen el cumplimiento de ambas funciones, y con ello, ofrecer una representación externa de la actividad que posteriormente durante el ejercicio y la práctica cotidiana pueda ser adecuadamente “interiorizada” por el profesor, redundando en un mejor desempeño profesoral en esta actividad de capital importancia para la formación médica, tanto de pregrado como de posgrado.
Igualmente, entre otros elementos importantes a considerar, los autores asumen que el modelo debe ser diseñado de la manera más elemental y sencilla posible, de forma tal que permita su comprensión (y con ello cumplir su función didáctica, su operatividad) pero sin desconocer en lo más mínimo la esencia del objeto que dicho modelo pretende representar. El logro del equilibrio entre estos dos elementos aparentemente contradictorios constituye el reto fundamental en el proceso de modelación de una actividad tan compleja como es el pase de visita docente asistencial.
Para lograr esa analogía entre el modelo del pase de visita que se construya por una parte, y el pase de visita en sí como objeto de estudio (y de aprendizaje para el profesor, en este caso) por la otra, y lograr además un diseño operativo, que haga comprensible y asequible un objeto tan complejo, se hace necesario tener en cuenta algunas ideas que, en calidad de presupuestos teóricos, han sido propuestas para la elaboración de un modelo de pase de visita docente asistencial (Corona & Fonseca, 2013a b).
Conclusiones
Aunque está bien reconocida la importancia y necesidad de la orientación del estudiante, se debe reconocer también que la orientación de los profesores es una condición necesaria para lograr una orientación adecuada de los educandos, lo cual constituye un planteamiento esencial de cualquier estategia dirigida a la superación profesoral para la ejecución del pase de visita docente asistencial. En la medida que el profesor sabe lo que va a hacer, y cómo ha de proceder, qué acciones debe realizar y el orden de ejecución, mayor será después la calidad de dicha ejecución y del producto o resultado que se obtenga de esta.
La necesidad de contribuir a la configuración en los profesores de una representación mental del pase de visita docente asistencial, mediante el perfeccionamiento de la orientación como vía didáctica para la superación profesoral, y la identificación de carencias en los referentes teóricos existentes acerca del tema (Fonseca & Corona, 2021b) conducen al reconocimiento de la modelación como método para el cumplimiento del objetivo propuesto.