Introducción
La adolescencia es uno de los periodos sustanciales del ser humano, debido a que en este lapso de tiempo le ocurren diversos cambios y desarrollos biológicos, sociales y psicológicos. Es una etapa de crecimiento y búsqueda, pero también de exposición a diversos riesgos como inicio de vida sexual sin protección, embarazos no deseados y las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) como el VIH/SIDA (Organización Mundial de la Salud, 2016).
A nivel mundial, las complicaciones relacionadas con el embarazo y parto son la causa principal de muerte en las adolescentes de 15 a 19 años (Organización Mundial de la Salud, 2018). En tanto que las ETS, cada año son responsables de 357 millones de casos nuevos entre personas de 15 a 49 años en la región de las Américas (Organización Mundial de la Salud, 2016). Estos casos se suman a que los adolescentes presentan un conocimiento deficiente respecto a la prevención de las ETS. Investigaciones realizadas en Cuba (Linares, et al., 2017) y Perú (Segura, et al., 2015), han revelado que más de la tercera parte de los adolescentes tienen un conocimiento bajo sobre el tema. Mientras que en Costa Rica se demostró la deficiencia en los conocimientos sobre métodos anticonceptivos (Posada & Mora, 2015; y Deng & Mela, 2018).
Estos mismos estudios han evidenciado la eficacia de las intervenciones educativas, ya que han aumentado los conocimientos de los adolescentes que participaron en ellos. Al respecto, Singh, et al. (2005); y Zhou, et al. (2022), también ha puesto de manifiesto la necesidad que tienen de recibir educación sexual y reproductiva.
A pesar de esta conexión histórica, el marketing aún no ha adoptado la educación como un área principal de investigación y erudición. Cambiar esto es un objetivo clave del artículo
Por lo anterior, el propósito de esta investigación es diseñar, ejecutar y evaluar una estrategia mercadológica para aumentar los conocimientos y actitudes de los estudiantes de secundaria sobre los métodos anticonceptivos y las ETS, y de esta forma contribuir a la prevención de los embarazos no deseados y la transmisión de estas enfermedades.
Desarrollo
Se realizó una estrategia de marketing en 3 fases: a) diagnóstica b) diseño y ejecución y c) evaluación. Del total de 450 adolescentes inscritos en una escuela secundaria del turno vespertino de Nacajuca, Tabasco, México, se consideró una muestra no probabilística por conveniencia de 24 alumnos que cursaban el segundo grado.
Se incluyeron a los adolescentes que estuvieran matriculados en la institución educativa y tuvieran entre 13 y 15 años de edad al momento del estudio. Se excluyeron a los adolescentes cuyo padre o tutor no firmara el consentimiento informado para ser parte de la intervención. Se eliminaron a los participantes que no cumplieron como mínimo el 80% de asistencia a las sesiones educativas y a aquellos que completaran el llenado de los cuestionarios.
En la fase diagnóstica, se aplicó el instrumento denominado “Cuestionario sobre conocimientos y actitudes sobre prevención de Infecciones de Transmisión Sexual y métodos anticonceptivos”, el cual fue modificado por Rojas y Valle en el 2017. El instrumento cuenta con dos secciones, la primera está constituida por 20 ítems para evaluar el conocimiento sobre prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (10 ítems) y métodos anticonceptivos (10 ítems). La segunda sección está constituida por 30 ítems tipo Likert con 5 alternativas de respuesta (totalmente de acuerdo, de acuerdo, neutral, en desacuerdo, totalmente en desacuerdo). Y consta de 3 dimensiones: área cognitiva (10 ítems), área afectiva (10 ítems) y área conductual (10 ítems) para evaluar la actitud hacia las Enfermedades de Transmisión Sexual y los métodos anticonceptivos.
En la fase de diseño y ejecución, se consideraron las preferencias y necesidades manifestadas por los jóvenes, posteriormente se elaboró un plan de marketing. Se realizaron 24 sesiones interactivas dos veces a la semana, utilizando las tecnologías de la información y la comunicación, con una duración de dos horas cada una, por tres meses.
En la fase de evaluación, se aplicó el cuestionario utilizado en la fase diagnóstica al término de la estrategia.
Para el análisis de la información se elaboró una base de datos en programa SPSS versión 21 donde se capturaron el pre test y el pos test, obteniéndose las puntuaciones, frecuencias, porcentajes y significancias.
El estudio fue aprobado por el comité de ética institucional y se desarrolló cumpliendo los principios científicos y éticos conforme a lo establecido en la ley general de salud del Estado mexicano y su reglamento en materia de investigación, así como la Declaración de Helsinki.
Fase I. Diagnóstico
La población en estudio, el 41.7% eran hombres y el 58.3% mujeres, con una media de edad de 13.4 años. El 33.3% (8) refirió tener novia (o), el 8.3% (2) respondieron haber mantenido relaciones sexuales a los 13 y 14 años de edad. En cuanto a las fuentes de información sobre métodos anticonceptivos y ETS, la mayoría la obtuvo de los padres (58%) y de los profesionales de la salud (58%).
El 91.7% (22) obtuvo un bajo conocimiento sobre este tema, destacando que el 87.5% (21) respondió que el VIH se transmite por los abrazos y el contacto con una persona infectada. El 33.3% (8) afirmó que las úlceras, verrugas, llagas y heridas en la zona genital no son síntomas que corresponden a una Enfermedad de Transmisión Sexual. El 37.5% (9) contestó que cualquier método anticonceptivo previene las Enfermedades de Transmisión Sexual. El 75% (18) respondió que el VIH lo contraen únicamente las personas homosexuales.
El 91.7% (22) de los adolescentes reportaron un bajo conocimiento sobre métodos anticonceptivos, donde el 70.8% (17) negó que el método de abstinencia sexual consiste en no tener relaciones sexuales. El 58.3% (14) no considera al preservativo como un método de planificación familiar. El 66.7% (16) afirmó que interrumpir el coito evita el embarazo. El 62.5% (15) respondió afirmativamente que solo se puede quedar embarazada si la mujer tiene un orgasmo durante la relación sexual.
La variable actitud estuvo conformada por tres áreas, una cognitiva, una afectiva y una conductual.
En el área cognitiva, el 79.2% (19) tuvo una actitud poco favorable; en la que el 33.4% (8) están de acuerdo y totalmente de acuerdo en que las ETS no son dañinas porque pueden ser curadas. El 50% (12) de los adolescentes están de acuerdo y totalmente de acuerdo con que todos los métodos anticonceptivos son para mujeres que no han tenido hijos. El 45.8% (11) de los encuestados está de acuerdo y totalmente de acuerdo en que todas las ETS tienen cura.
En el área afectiva, se obtuvo que el 79.2% (19) tuvieron una actitud poco favorable; ya que el 45.9% (11) no se siente cómodo al opinar sobre los métodos anticonceptivos cuando se habla del tema. El 25% (6) está de acuerdo y totalmente de acuerdo en que el usar preservativo disminuye el placer sexual.
En el área conductual, el 33.3% (8) presentó una actitud poco favorable y el 45.8% (11) medio favorable. Donde el 50% (12) está de acuerdo y totalmente de acuerdo que sospecha que tiene una ETS, no se lo mencionaría a su pareja. El 75% (18) está de acuerdo y totalmente de acuerdo en que si su pareja le pide que no use un método anticonceptivo le hará caso, aunque no estuviera de acuerdo. El 58.3% (14) está de acuerdo y totalmente de acuerdo en que, si no tuvieran al alcance un preservativo al momento de tener relaciones sexuales, continuarían sin el preservativo.
Fase II. Diseño y aplicación de la intervención
En esta fase se estableció el número de sesiones educativas las cuales se llevaron a cabo en el aula asignada dentro de la Escuela Secundaria y cada una tuvo una duración de 100 minutos en horarios de 14:20 a 16:00 horas, durante 12 semanas (del 9 de enero al 14 de marzo del 2019). Los temas que fueron considerados para la estrategia de marketing educativo se centraron en el conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual, métodos anticonceptivos, actitudes hacia los métodos anticonceptivos y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.
Fase III. Evaluación final
Después de diagnosticar, diseñar y aplicar la intervención, se realizó una evaluación final haciendo uso del mismo cuestionario de la evaluación diagnóstica, posteriormente se realizó una comparación de los resultados del pre test con el post test, así como, de sus medias.
El 54.2% (13) obtuvo un conocimiento alto en esta área, donde el 100% (24) afirmó que las vías de transmisión del VIH están dadas por vía sanguínea, relación sexual y de madre a hijo. El 95.8% (23) contestó que el VIH no se transmite por abrazos y contacto con una persona infectada. El 95.8% (23) refirió que las úlceras, verrugas, llagas y heridas en la zona genital son síntomas que corresponden a una Enfermedad de Transmisión Sexual. El 100% (24) de los adolescentes respondió que tener una relación sexual oral o anal implica riesgo de contagio de alguna Enfermedad de Transmisión Sexual. Al comparar los aciertos de la pre intervención con la post intervención, se puede apreciar que el valor más bajo antes de la intervención fue 3 de 10 posibles a alcanzar. Mientras que después de la intervención, el valor más bajo fue de 8 (figura 1).
El 70.8% (17) obtuvo conocimientos alto, mientras que el 29.2% (7) obtuvo conocimientos medios sobre los métodos anticonceptivos. En este apartado, el 100% (24) de los estudiantes afirmó que una mujer puede quedar embarazada en su primera relación sexual, que el preservativo es un método de planificación familiar, que interrumpir el coito no evita el embarazo, que la píldora del día siguiente es más efectiva dentro de las primeras 72 horas después de tener relaciones sexuales e igualmente el 100% (24) respondió negativamente que solo se puede quedar embarazada si la mujer tiene un orgasmo durante la relación sexual.
Al realizar una comparación visual de los aciertos obtenidos antes y después de la intervención en el apartado de métodos anticonceptivos (figura 2), se evidencia que el valor mínimo pre intervención fue de 1, en tanto que en la post intervención fue de 8.
En el área cognitiva, el 70.8% (17) obtuvo una actitud muy favorable, donde el 100% (24) estuvo totalmente de acuerdo en que al iniciar por primera vez las relaciones sexuales se debe usar un método anticonceptivo sino se desea procrear. El 91.7% (22) estuvo totalmente de acuerdo en que es necesario recibir información sobre métodos anticonceptivos y que la infidelidad puede ser un factor de riesgo para contraer alguna ETS y que los métodos anticonceptivos son solo para las mujeres que no han tenido hijos. Al contrastar los resultados del área cognitiva de la pre intervención con la pos intervención (Tabla 1), se muestra que antes de la intervención no había adolescentes con una actitud muy favorable, después de la intervención aumentó al 70.8% (17).
Antes de la intervención | Después de la intervención | |||
---|---|---|---|---|
% | % | |||
Poco favorable | 19 | 79.2 | 2 | 8.3 |
Medio favorable | 5 | 20.8 | 5 | 20.8 |
Muy favorable | 0 | 0 | 17 | 70.8 |
Total | 24 | 100 | 24 | 100 |
En cuanto al área afectiva, se encontró que el 45.8% (11) de los adolescentes están totalmente de acuerdo en no sentirse cómodos al opinar sobre métodos anticonceptivos cuando hablan del tema. El 91.7% (22) refirió que están totalmente de acuerdo en que al tener relaciones sexuales sin protección se preocupan por contraer una ETS. El 83.3% (20) contestó que están totalmente de acuerdo en sentir que al tener relaciones sexuales sin protección pueden quedar embarazadas o dejar embarazada a su pareja. El 87.5% (21) está totalmente de acuerdo en sentirse protegido con ellos o su pareja usan algún método anticonceptivo. El 54.2% (13) está totalmente de acuerdo en sentirse cómodos al hablar con sus amistades sobre métodos anticonceptivos. Respecto a los resultados de la pre y post intervención de esta misma área (tabla 2), se muestra que al final de la intervención se aumentó el número de adolescentes con actitud muy favorable de 0% (0) a 37.5% (9).
Antes de la intervención | Después de la intervención | |||
---|---|---|---|---|
% | % | |||
Poco favorable | 19 | 79.2 | 5 | 20.8 |
Medio favorable | 5 | 20.8 | 10 | 41.7 |
Muy favorable | 0 | 0 | 9 | 37.5 |
Total | 24 | 100 | 24 | 100 |
En el área conductual, se halló que el 95.8% (23) de los encuestados están totalmente de acuerdo en si sospechan que tienen una ETS, acudirían a un establecimiento de salud de inmediato. El 91.7% (22) refirió que está totalmente de acuerdo en usar preservativos para protegerse de una ETS si sospechan tener una ETS, no le mencionarían a su pareja sobre ello. En cuanto a si tuvieran la oportunidad de recibir charlas por un profesional de la salud sobre el correcto uso del preservativo, el 91.7% (22) contestó estar totalmente de acuerdo en que sí asistirían. En lo referente a la pre intervención y post intervención del área conductual (tabla 3) se aprecia que el 20.8% (5) de los adolescentes presentaban una actitud muy favorable antes de la intervención, después de esta, aumentó al 87.5% (21).
Antes de la intervención | Después de la intervención | |||
---|---|---|---|---|
% | % | |||
Poco favorable | 8 | 33.3 | 0 | 0 |
Medio favorable | 11 | 45.8 | 3 | 12.5 |
Muy favorable | 5 | 20.8 | 21 | 87.5 |
Total | 24 | 100 | 24 | 100 |
Al realizar la prueba T de student para muestras relacionadas, se encontró diferencias estadísticamente significativas entre los dos momentos de la intervención educativa, al mostrar un valor de p menor que el establecido en el nivel de significancia estadística (0,05) en las dimensiones de conocimientos de Enfermedades de Transmisión Sexual (p= 0.0001), conocimientos de métodos anticonceptivos (p= 0.0001) y en la dimensión actitud, en las áreas cognitiva, afectiva y conductual (p=0.0001).
Como se apuntó anteriormente, este estudio muestra la eficacia de las intervenciones educativas, ya que los conocimientos sobre las ETS aumentan. En este caso, el 91.7% de los adolescentes tenían un conocimiento bajo previo a la intervención, y en la post intervención, este porcentaje disminuyó a cero. Los resultados de la evaluación diagnóstica refieren que el 87.5% de los encuestados tenían la idea que el VIH se transmite por el contacto y los abrazos, que las úlceras, verrugas, llagas y heridas en los genitales no son síntomas de una ETS (33.3%), así como que el VIH solo lo contraen los homosexuales (75%). Estos porcentajes disminuyeron considerablemente al 4.2% en la evaluación final (post intervención).
Otros estudios similares en adolescentes latinoamericanos igualmente han demostrado que el conocimiento sobre las ETS aumenta posterior a la intervención (Angulo, et al., 2014). Uno de ellos es el realizado por Marrodán, et al. (2018), quienes informaron que el conocimiento de que los besos y los abrazos no son una vía de riesgo para la transmisión del VIH se incrementó del 66 al 93% en la post intervención.
En cuanto los conocimientos sobre métodos anticonceptivos, el 91.7% de los adolescentes reportaron un conocimiento bajo en la pre-intervención, en la post intervención el 70.8% obtuvo un conocimiento alto, esto en concordancia con los resultados de Posada & Mora (2015); y De los Santos, et al. (2020), quienes encontraron que los presaberes de los adolescentes eran deficientes, mientras que los post saberes cambiaron a regulares.
En relación con las actitudes de los adolescentes hacia los métodos anticonceptivos y la prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual, presentaron un cambio significativo, esto de manera general; donde en la pre-intervención las actitudes referidas por los estudiantes estuvieron en mayoría (62.5%) como poco favorable y medio favorable (37.5%), mientras que al realizar la evaluación post intervención, estos resultados cambiaron a medio favorable (25%) y muy favorable (75%).
Resultados de estudios similares muestran que antes de la intervención el 36% de los adolescentes declararon que las personas homo o bisexuales tienen mayor riesgo de adquirir VIH/SIDA y el 15% refirieron que no compartirían un curso con un compañero con VIH. Estos porcentajes disminuyeron a 30% y 6%, respectivamente.
Conclusiones
Con los resultados de la intervención educativa, a través del uso de las estrategias del marketing se logró impactar en los aspectos cognitivos, generar actitudes y desarrollar acciones preventivas para prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados en este grupo de jóvenes.
Se concluye que la intervención fue exitosa, ya que se cumplieron los objetivos planteados, aunado a que los resultados mostraron que antes de la intervención, los conocimientos de los adolescentes eran bajos, y las actitudes poco favorables, y al término de la estrategia estos conocimientos aumentaron y las actitudes fueron muy favorables, además que, al comparar las medias de la pre y post intervención, se encontraron diferencias estadísticamente significativas.