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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.15 no.3 Cienfuegos mayo.-jun. 2023  Epub 30-Jun-2023

 

Artículo Original

Participación ciudadana a partir de los procesos de socialización en estudiantes de educación secundaria

Citizen participation based on socialization processes in secondary school students

0000-0001-7121-926XIrma Quintero López1  * 

1Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. México

RESUMEN

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2015), reconoce que la educación fortalece el ejercicio de la democracia y los derechos humanos, elementos clave para el desarrollo de una ciudadanía mundial, que en esencia permita a los sujetos que se encuentran en contextos educativos, formarse para ejercer una participación ciudadana efectiva y responsable, que coadyuve a transformar su sociedad, por lo tanto este trabajo tiene como propósito dar cuenta de la participación ciudadana a partir de los procesos de socialización de los alumnos de educación secundaria en una escuela de Pachuca Hidalgo, en la materia de Formación Cívica y Ética, y otra de Münster del estado de Norderhein-Wesfalen en la asignatura de Religión.

Palabras-clave: Participación; Ciudadanía; Educación

ABSTRACT

The United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO, 2015) recognizes that education strengthens the exercise of democracy and human rights, key elements for the development of global citizenship, which essentially allows to the subjects that are in educational contexts, to be trained to exercise an effective and responsible citizen participation, which helps to transform their society, therefore this work has the purpose of giving an account of citizen participation from the socialization processes of the secondary school students in a school in Pachuca Hidalgo, in the subject of Civic Education and Ethics, and another in Münster in the state of Norderhein-Wesfalen in the subject of Religion.

Key words: Participation; Citizenship; Education

Introducción

La sociedad actual se encuentra definiendo nuevas formas de pensar y actuar, y conlleva a formar hombres y mujeres situados en contextos donde la actuación social pasa por condiciones de producción, reproducción y legitimación, lo que permite revalorar la educación ciudadana. De acuerdo con Alfaro et al. (2008), no se puede seguir hablando de la ciudadanía de la misma manera que antes: “la ciudadanía necesita ser replanteada porque su noción clásica no ofrece herramientas para elaborar discursos ni desarrollar políticas orientadas a gestionar la diversidad cultural de las sociedades actuales” (pág. 55).

En consecuencia habrá que pensar en la ciudadanía que se requiere para el siglo XXI, ya que hablamos de sociedades complejas que exigen nuevas dimensiones, en las que se enfatice la diversidad de sus elementos (Bartolomé, 2004); por ejemplo referirse a una ciudadanía cosmopolita (trascender los marcos nacionales y trasnacionales), a una ciudadanía global y “glocal” (diversidad, equidad, interdependencia, identidad), ciudadanía responsable (compromiso y responsabilidad social), ciudadanía activa (praxis de la ciudadanía), a una ciudadanía crítica (construir una sociedad más justa), a una ciudadanía social responsable (democrática y social, intercultural, ambiental, paritaria) y una ciudadanía multicultural (compartir identidades, tolerancia).

Cabe señalar que el interés por la ciudadanía y por los componentes que la conforman, han sido constantes dentro de las políticas públicas de las últimas décadas, no sólo en México y Latinoamérica, sino también en buena parte del mundo. El debate sobre la ciudadanía no es nuevo, está en el centro del pensamiento moderno, por cuanto conlleva una toma de posición con respecto a la relación entre la sociedad y el Estado o más precisamente al individuo y las comunidades en su relación de derechos con el Estado, así como a las responsabilidades de estos con la comunidad política a la cual pertenecen, por lo tanto para que se pueda desarrollar una participación ciudadana, se debe garantizar el respeto a las garantías individuales y la confianza en las instituciones democráticas (Serrano, 2015).

Con base en lo anterior, el objetivo de este trabajo, radica en dar cuenta sobre cómo se construye la participación ciudadana en las prácticas educativas de estudiantes de educación secundaria en la materia de Formación Cívica y Ética en México, y Religión en Alemania a partir de los procesos de socialización. Cabe mencionar que desde el campo educativo que nos ocupa (educación secundaria), retomar y analizar los contenidos, actitudes, valores y virtudes cívicas que deben trabajarse en los diferentes espacios educativos (formales e informales), son aspectos que este trabajo recupera, ya que para aprender a ser ciudadanos en una sociedad cada vez más abierta, compleja y plural, nos permite vislumbrar las concepciones sobre ciudadanía que orientan los procesos de formación en los contextos sociales (Alcántara, 2017).

Desarrollo

La socialización juega un papel fundamental para la formación ciudadana, ya que permite que el sujeto se construya en el ámbito social, escolar, familiar, entre otros a partir de la interacción que establezca con los demás. En este sentido se recuperan los procesos de socialización de Berger & Luckman (1998) a partir de la construcción social de la realidad, donde se rescatan dos elementos esenciales para el análisis del trabajo, la socialización primaria y la socialización secundaria. La socialización podría definirse como un proceso de interacción entre la sociedad y el individuo, se interiorizan las pautas, costumbres y valores compartidos por la mayoría de los integrantes de la comunidad (Berger & Lukcmann, 1998), se integra la persona en el grupo, se aprende a conducirse socialmente, se adapta el hombre a las instituciones, se abre a los demás, convive, con ellos y recibe la influencia de la cultura, de modo que se afirma el desarrollo de la personalidad.

Algunos ámbitos o agentes de socialización pueden ser los siguientes:

  • La Familia, es la unidad o sistema primario de socialización, principalmente en los dos primeros años de vida. Se trata de un contexto abierto en continuo cambio.

  • Otros adultos, pares e instituciones que actualmente se constituyen como instancias de socialización para el niño en edad temprana: son los profesores, monitores, parientes, compañeros de clase. La socialización que desarrolla permanentemente, se puede presentar dos direcciones: una vertical, que corresponde a las relaciones jerarquizadas y que tienen una dimensión formal (con los adultos) y otra horizontal, con interacciones más espontáneas y que tiene una dimensión informal (las relaciones entre iguales)

  • Los medios de Comunicación. Constituyen un agente socializador que inculca normas, ofrece modelos, da versiones y visiones del mundo, y están cada vez más presentes en todos y cada uno de los contextos educativos que influyen en el desarrollo social del niño.

La realidad se construye como parte de un proceso dialéctico entre relaciones sociales, hábitos “tipificados” y estructuras sociales, así como interpretaciones simbólicas, internalización de roles y formación de identidades individuales. Por otro lado; la realidad se construye de sentido y carácter de esta realidad y es comprendida y explicada por medio del conocimiento. En este sentido, Berger & Luckmann (1998) dan cuenta de cómo el ser humano se construye y reconstruye con relación a los demás, dando paso a la producción de sí mismo, pero siempre en interrelación con su ambiente, lo que da cuenta de la construcción de la identidad subjetiva (autoproducción) y la objetiva (orden social).

En este sentido, se considera una visión amplia de la “participación ciudadana en educación”, ya que implica aceptar que: la educación no se limita a la educación escolar, ni los aprendizajes necesarios para la vida, para el trabajo, para la participación, para la ciudadanía plena, ni puede limitarse a un período determinado de la vida de una persona. El aprendizaje se inicia con el nacimiento y se extiende a lo largo de toda la vida, arranca en el hogar, antecede y excede a la institución escolar, abarcando un amplio conjunto de instituciones, modalidades, relaciones y prácticas. La educación, la comunidad educativa y la política educativa son mucho más amplias, respectivamente, que la educación escolar, la comunidad escolar y la política escolar (García & Lukes, 1999)

La participación de acuerdo con Merino (2016) “…significa “tomar parte”: convertirse uno mismo en parte de una organización que reúne a más de una sola persona…” (p. 12.), y enfatiza que para ser considerada como efectiva debe implicar la voluntad del individuo que después de que analiza el escenario donde se encuentra, busca generar un cambio significativo para colaborar con la sociedad. Por lo tanto, para convertirse en instrumento de desarrollo, empoderamiento y equidad social, debe ser significativa y auténtica, involucrar a todos los actores, diferenciando pero sincronizando sus roles, y darse en los diversos ámbitos y dimensiones de lo educativo: desde el aula de clase hasta la política educativa, dentro de la educación escolar y también de la extra-escolar, en los aspectos administrativos y también en los relacionados con la enseñanza y el aprendizaje, a nivel local así como a nivel nacional y global. Esto implica el estudio, la definición y puesta en marcha de una estrategia de participación social imbricada dentro de la propia política educativa, y ella misma acordada participativamente, a fin de delimitar con claridad roles y responsabilidades de cada uno de los actores y asegurar las condiciones y los mecanismos para hacer efectiva dicha participación.

Por lo que el ejercicio de la ciudadanía precisa de una participación activa, en la que estén presentes las actitudes y los valores ciudadanos, que desde una perspectiva individual y/o grupal, que se intensifica en el ámbito relacionado con asuntos públicos y relacionados con la vida política. En tal sentido Buenrostro (2012) refiere que:

El tipo de relación que establece el ciudadano con el espacio público y el Estado refiere la forma en que se asumen los derechos (sociales, políticos, cívicos), que no sólo se deben promover, sino también reconocer y activar en la vida social (p. 75).

De ahí la importancia de revitalizar en el contexto educativo estrategias que condicionen relaciones y procesos sociales, desde donde se generen prácticas ciudadanas que concienticen a las nuevas generaciones en el ejercicio de su actuación personal en el contexto social donde se desarrollan, que conectan los horizontes entre las expectativas y las prácticas de los ciudadanos que actúan en la esfera pública, desde donde se generan transformaciones en el fragmento social concreto donde interactúa (Yurén, 2013). En tal sentido es muy importante en el ámbito de la educación secundaria, generar espacios de inmersión sustentados en la discusión reflexiva de la realidad socioeducativa, en un ambiente de respeto a las opiniones diversas de todos los participantes (Salinas-Valdés, et al., 2021)

Metodología

El presente trabajo emana de una investigación amplia, donde se realizó un estudio comparado, retomando el método comparativo horizontal de Schneider ya que se analizaron los componentes de la formación ciudadana en dos naciones, México y Alemania, por lo que se toman las etapas de descripción, interpretación, yuxtaposición y comparación. Se utilizó la etnografía como herramienta metodológica que permitió describir e interpretar la realidad social revisada, apoyada de observaciones participantes y entrevistas semi-estructuradas. También se trabajó con una encuesta que se aplicó en ambos países la cual contempló las condiciones de educabilidad, procesos de socialización y participación en el espacio escolar y social.

Análisis de resultados

En el ejercicio de la ciudadanía se pretende que todas las personas tengan la oportunidad de participar; de hecho, la ciudadanía como proceso se construye a partir de la participación de todas las ciudadanas y ciudadanos como un elemento central para el desarrollo de la sociedad (Bartolomé, 2002, Valencia & Vivas, 2014). Por tanto, se reclama una participación activa, comprometida y responsable. Es por ello que la formación para la participación rebasa el marco escolar para avanzar en acciones colectivas que utilicen plataformas sociales de participación. Se analizaron la participación de los alumnos en el salón de clases y en lo social desde la familia, compañeros.

  1. Participación con sus compañeros

La participación en la escuela es un elemento primordial que permite preparar a los estudiantes para el ejercicio de una ciudadanía activa y comprometida con el bien común, a partir de sujetos críticos, con capacidad de indagación, con valores como el respeto y la tolerancia que son esenciales para la educación ciudadana (Valencia & Vivas, 2014). En la participación que tienen los alumnos con sus compañeros, Berger & Luckmann (1998) refieren que el ser humano se construye y reconstruye con relación a los demás, dando paso a la producción de sí mismo, pero siempre en interrelación con su ambiente, lo que da cuenta de la construcción de la identidad subjetiva (autoproducción) y la objetiva (orden social). En este sentido la participación que como sujetos pueden entablar con sus iguales permite dar sentido a lo que dichos autores comentan,

Para el caso de México se observa como los alumnos entablan conversaciones informales entre sus compañeros y varios de los diferentes grupos de amigos que se crean al interior del salón y participan de ellas. Algunos de los temas con que se comparten giran en torno a cuestiones de la escuela, el fútbol, actividades cotidianas que realizan fuera del salón de clases. Esto se reafirma cuando se les preguntó lo que tanto platicaba con sus compañeros de algunos temas, a lo que respondieron 73.3% que platican mucho sobre música. Otro tema que centra la atención de los alumnos son los programas de televisión con 62.2% y de la escuela con 48.9%. Cabe señalar que con temas que tiene que ver con lo que pasa en nuestro país los alumnos platican muy poco como lo comentan 53.3% y otro tema que no les interesa platicar al 60% es el referente a la familia.

En este sentido se observa como los sujetos de esta escuela en la relación con los otros tratan de ir conformando su realidad, y cada uno de los integrantes aportan algo que sirve para el desarrollo del otro y de ambos, aunque para lograr una participación genuina en el espacio escolar, Pérez & Ochoa (2017) refieren que debería transformar las prácticas docentes y políticas de gestión, mediante el cambio de roles y la democratización en las actividades. Llama la atención que temas como lo que sucede en el país cobran poca relevancia en las conversaciones de los jóvenes, puesto que de ahí podría ser un punto de desarrollo hacia una ciudadanía comunitaria.

En Alemania la participación entre compañeros es muy importante y esta se ve reflejada en la plática que tienen con respecto a lo que sucede en la escuela (77.5%), la familia (55%), los hermanos y padres (62.5%). Si bien esta sociedad se identifica porque el sentido de pertenencia a la familia no es muy marcado debido a que los jóvenes se desprenden del núcleo familiar desde edades muy tempranas, este ocupa un espacio importante en la charla que entablan con sus amigos. Hay que mencionar que en el caso de Alemania los programas de televisión (60%), la música (50%), el deporte (47.5%) y lo que acontece en el país (57.5%) cobra poca importancia en los diálogos de los alumnos, si contextualizamos la formación de estos se encamina más al hábito de lectura que al mirar televisión, caso contrario a lo que respecta a México. De ahí el sentido de pertenencia a una institución, organización o club fuera de la escuela, que para el caso mexicano el 88.9% no pertenece a ninguno de éstos mientras que el 55% de los alemanes sí.

Cabe señalar que estos escenarios son donde los alumnos pueden participar y comenzar a interiorizar aspectos que como ciudadanos les corresponde ejercer. Cobra sentido entonces porque 57.8% de los alumnos mexicanos opinan que no hay mucha razón en discutir con los compañeros, solo se termina en desacuerdo en comparación con 90% de alumnos alemanes que opinan que normalmente obtienen algo al discutir con sus compañeros, aunque no estén de acuerdo. Si bien cada persona es un ser social y también es un ser de conflictos, en este sentido de participación habrá que solucionar las contradicciones y los conflictos entre los miembros de la comunidad cultural.

  1. Participación con padres de familia

En el caso de los padres y de acuerdo con Berger & Luckmann (1998) la familia es la unidad o sistema primario de socialización, principalmente en los dos primeros años de vida. Se trata de un contexto abierto en continuo cambio. En este sentido desde este espacio de socialización el impulso de la participación, permite a los sujetos la apertura para participar en otros escenarios de socialización. Por ello los procesos de externalización, objetivación e internalización deberían de estar presentes.

Coincide que en ambos contextos los padres mexicanos (80%) y alemanes (50%) no pertenecen a partidos políticos. Para el caso de México 26.7% forman parte de una agrupación religiosa mientras que 11.1% pertenece a un sindicato y 11.1% a un partido político; mientras que para Alemania 55.5% pertenecen a un club deportivo y 25% también pertenecen a una agrupación religiosa. Si esto lo relacionamos con la formación de sus ciudadanos en esta sociedad donde se tiene muy inculcada la cultura del deporte y la religión como algo que tiene cabida hasta en los espacios escolares, da sentido porque en los padres de familia prevalece esto. Además de que se observa parte de su cultura que de acuerdo con Pérez (1998) es el conjunto de significados, expectativas y comportamientos compartidos por un determinado grupo social, en este caso por esta sociedad alemana y mexicana, que es resultado de la construcción social a lo largo del tiempo.

Otro espacio para la participación en la familia es cuando a los alumnos discuten con sus papás sobre ciertos temas que les permitan tomar decisiones. En alumnos mexicanos 46.7% comenta que, si hay algo que quieren, normalmente lo discuten y llegan a un acuerdo común, 42.2% opina que aun cuando hay algo que quieren, son papá y mi mamá quienes deciden y 11.1% no tienen que discutir mucho, ellos mismo pueden decidir lo que hacen. Esto da cuenta que dentro del núcleo familiar existe participación tanto de padres como de hijos en la discusión de temas para la toma de decisiones, aunque también existen casos donde la participación de los hijos no se permite, puesto que los padres de familia terminan tomando decisiones. El punto de partida de este proceso lo constituye la internalización que constituye la base, primero para la comprensión de los propios semejantes y segundo, para la aprehensión del mundo en cuanto a realidad significativa y social (Berger & Luckmann, 1998)

En el caso de los alumnos de Alemania 50% comenta que si hay algo que quieren normalmente lo discuten y llegan a un acuerdo común, 21 % aun cuando hay algo que quieren, papá y mamá son quienes deciden y 15% no tienen que discutir mucho, ellos mismos pueden decidir lo que hacen. Aunque en el orden se parece a lo que opinan los alumnos mexicanos, los porcentajes permiten visualizar que predomina cierta autonomía en la que no se ven en la necesidad de defender los intereses que ellos tienen al interior de su familia. Es importante entonces que cuando se produce la identificación el niño se identifica con los otros significantes, la internalización se produce sólo cuando se produce la identificación, por lo que el niño, acepta los roles y actitudes de los otros significantes o sea que los internaliza y se apropia de ellos

Cabe señalar que respecto a los estudiantes mexicanos sus padres tienen ocupaciones diversas, ya que 11% de los padres son trabajadores del gobierno, 10% trabaja por cuenta propia, el 6% trabaja en el sector privado, el 5% es profesionista independiente, 2% no tiene papá, 1% es desempleado y está buscando trabajo, 6% trabaja en otro diferente y 4% no contestó. Llama la atención que hubo algunos alumnos que no contestaron en esta dimensión, lo que denota un desconocimiento de las actividades a las que se dedican sus padres.

Con respecto a Alemania en el caso de los padres, el 20% de los papás trabajan en el sector privado, 17.5% trabajador por cuenta propia, 7.5% profesionista independiente, 5% trabajador del gobierno 2.5% está desempleado y buscando trabajando y 2.5% está jubilado y 35% tiene otro trabajo diferente y 2.5% no contesto

Como se puede apreciar tanto en Pachuca como en Münster los padres tiene una formación que les da la posibilidad de acceder al sector laboral, se nota como en el primer caso el sector del gobierno y el trabajo por cuenta propia tiene mayor presencia, con respecto al segundo caso donde el sector privado y las actividades independientes son las que los caracterizan.

En algunas entrevistas con las profesoras de las escuelas refieren que en México la relación con los padres de familia es buena. Ellos participan en juntas para la entrega de las calificaciones, aunque en ocasiones no vienen todos por sus trabajos. Cabe mencionar que la profesora también menciona que con los alumnos que se tienen problemas constantes los papás tienen que venir a hablar con ella, pero hay ocasiones en que ni siquiera se presentan, por lo que no deja pasar a los alumnos hasta que este accede a presentarse a la escuela y es hasta entonces cuando vienen y hablan con la profesora.

Si bien se pretende despertar una ciudadanía activa en los alumnos, se observa como desde actores que son importantes para la socialización primaria de los alumnos no la asumen como tal, sino se asume como una ciudadanía pasiva donde no es importante participar. Por ello la realidad objetiva en la que el alumno se desarrolla en su ambiente cultural crea ciertas habituaciones donde se reproduce lo que se vive en casa, no participar.

Con respecto a la participación de los padres de familia en Alemania, se participa mucho, existen talleres de educación para los padres, hay reuniones y jornadas de consulta y se reúnen para determinar los programas educativos que sus hijos llevarán. A dichas reuniones asisten padres de familia, alumnos y directivos. A diferencia de México donde los alumnos ni padres tienen injerencia en la toma de decisiones curriculares, en este escenario se da cabida para ser sujetos activos. Esto es importante porque la escuela como cualquier otra institución social, desarrolla y produce su propia cultura, en donde las formas de relación de hacer y de transmisión de contenidos, obedecen a ciertos rituales escolares.

  1. Participación en el espacio escolar

En el espacio escolar la educación intercultural precisa estrategias pedagógicas fundadas en el respeto por el otro y en la permanente apertura al diálogo, lo que implica participación de los miembros que conforman este escenario. En México y Alemania 44.4% y 47.5% respectivamente opina que cuando trabaja con un problema en la escuela lo más importante no es hacerlo correctamente, si no lo mejor que se pueda. Esto se ve reflejado en el acuerdo que los compañeros toman en las formas de trabajo para abordar los contenidos, las cuales en el caso de México se discuten mientras que en Alemania no se da este caso. Hay que recordar que la discusión que se pueda generar para el trabajo, permite hacer partícipes a los actores principales donde se compartan ideas, valores, emociones, acuerdos desacuerdos, pensando que todo lo que se dice, forma parte del sujeto que se ha conformado en su cultura y que cuenta con tendencias, facultades y disposiciones con las que nace (Geertz, 1997).

Otra forma de participación que encuentran los alumnos es en la elección del jefe de grupo. En el caso de México 55.6% opina que dicha elección debería ser con el voto de todos los niños del salón, caso en el que Alemania coincide con 80%. Se observa el interés de los alumnos por participar en eventos que forman parte de su vida escolar, y que sin duda son espacios que impulsaran la participación ciudadana, debido a que desarrollar la participación en las personas requiere propiciar espacios de formación, especialmente en aquellas sociedades donde existen personas y comunidades en situación de injusticia social.

En el espacio escolar, existe un trabajo de cooperación entre los compañeros debido a que ellos se organizan para exponer, en salón existe un ambiente de organización de acuerdo a la opinión de los alumnos (48.9% en México y 40% en Alemania), pero cuando se trata de discutir cómo ha sido el trabajo de los profesores en México no se lleva a cabo, mientras que en Alemania si, esto dista de la participación activa que los alumnos pueden tener dentro del salón de clase. Bartolomé (2002) comenta que la clase cooperativa puede proporcionar un espacio en el que se aprendan las dinámicas participativas y situaciones comunicativas que hacen posible una democracia, a través de Consejos escolares, de responsabilidades, de la elaboración de leyes y reglas y de su apropiación, así como de la distribución de responsabilidades. En el caso de ambos contextos existen propuestas y estrategias de desarrollo de la participación (Cuadro 1) donde se dan nociones de la capacidad de autodeterminación, de expresión y de representación de intereses de los alumnos.

Cuadro 1 - Participación ciudadana 

Categoría de análisis Compañeros Padres de familia Salón de clases Interpretación y comparación
México

Socializan mucho de música, programas de televisión y la escuela y poco de lo que pasa en el país y la familia

No hay mucho interés por discutir con los compañeros

Forman parte de agrupaciones religiosas, partidos políticos y sindicatos

Participación y discusión para la toma de decisiones en conjunto, aunque en ocasiones también no participan.

Participación pasiva de los alumnos con padres

Participación pasiva en toma de decisiones curriculares

Elaboración de tareas, opiniones de temas.

Elección de jefe de grupo

Acuerdos en la forma de trabajar

Trabajo colaborativo

Organización en trabajo escolar

No opinan en el trabajo del profesor

Existen nociones de autonomía, pero disipa con actores socializadores tanto en la familia como en la escuela.

Participación activa

Alemania

Socializan mucho sobre la familia, los hermanos y los padres, la escuela, pero muy poco de programas de televisión, música y lo que acontece en el país.

Interés por discutir entre compañeros

Forman parte de Club´s deportivos y organizaciones religiosas

Participación y discusión para la toma de decisiones en conjunto, aunque en ocasiones también no participa.

Participación activa de alumnos con sus padres

Participación en toma de decisiones curriculares

Aportan elementos de opinión a lo que se revisa en la clase

Elección del jefe de grupo

No hay acuerdos en la forma de trabajar.

Organización en trabajo escolar

Opinan sobre trabajo de profesor

Mayor autonomía en toma de decisiones, escolares y familiares.

Participación activa

Fuente: Construcción propia a partir de las categorías de los componentes de la investigación

En concordancia con esto, la formación ciudadana en los contextos educativos debe ser un proceso continuo que se fortalece en los espacios de socialización del ser humano, tanto formales como informales; es por esto que la escuela se convierte en un lugar privilegiado, desde donde se promueva el desarrollo de una cultura escolar que favorezca la promoción de habilidades como la participación, discusión, autonomía y lo más importante construir estrategias que permitan la convivencia sana, armónica, empática en la que toda la comunidad se sienta comprometida con el cambio social en función de las problemáticas emergentes.

En tal sentido la participación ciudadana, según las aportaciones de Gómez Rodríguez & García Ruiz (2019), debe sustentarse en la formación de valores de respeto, tolerancia, solidaridad, participación y libertad, que en esencia deben constituir aspectos esenciales a considerar en todo proyecto educativo de centro, en función de consolidar la formación de una ciudadanía democrática, congruente con las exigencias de la sociedad contemporánea, por lo que el docente debe promover adaptaciones curriculares, a partir de las cuales se promueva una participación activa de estudiantes, padres familia y todos los miembros de la comunidad escolar. En tal sentido a partir de los fundamentos emitidos por Ramírez Giraldo & Palacio-Mesa (2022), es importante considerar la formación de la ciudadanía, como una oportunidad de transformación propia en aras de aportar a la construcción de un mundo mejor.

De acuerdo con Quintero (2020) este es un espacio donde confluyen personas de diversos contextos y culturas, formas de pensar, entre otras. Los alumnos de México se caracterizan por tener una participación activa en cuestiones escolares, pero con lo que respecta a aspectos del país no se muestra mucho interés. Caso contrario a los alumnos de Alemania que sí se interesan por estas cuestiones. Cabe señalar que en ambos países se participa en el espacio escolar en elecciones del jefe de grupo (lo que varían son los procesos), opiniones acerca de los temas, sólo en el caso alemán pueden opinar sobre algunos elementos para los contenidos que se revisaran. Hay mayor participación de los padres de familia en Alemania donde se desarrollan talleres especiales para ellos, en comparación de México.

Cabe señalar que los procesos de socialización tanto primaria como secundaria estuvieron presentes, y estás en ambos casos, permitieron a los alumnos reconstruirse a partir de la externalización, objetivación e internalización. De igual forma podría concluirse que el salón de clases es el espacio donde convergen diversas culturas escolares, sociales, públicas, académicas, que crean esquemas de conducta y que hasta cierto punto son elementos de control. Si bien la Formación Cívica y Ética da cabida a la participación ciudadanía, los alumnos y la maestra no son conscientes de ello, mientras que la clase de religión en Alemania, desde que se da oportunidad de tomar religión católica, evangélica, islámica o ética, se da la apertura toma de decisiones y participación activa.

Conclusiones

A partir de los resultados se puede observar que la formación de ciudadanos desde el discurso político en ambos países, vislumbra una ciudadanía como estatus, ya que los estudiantes al ser parte de una nación confieren derechos y obligaciones, pero también se pudo identificar que en el caso mexicano en la práctica se aprecia una ciudadanía liberal, mientras que en Alemania se trabaja por una ciudadanía comunitaria.

En cuanto a la participación ciudadana, la escuela se observa como un espacio privilegiado en el que se deben aprender dinámicas participativas y situaciones comunicativas entre los sujetos. Por lo que, desde las exigencias curriculares, la escuela secundaria de promover espacios de socialización como seres humanos responsables con un modelo de actuación ciudadana, a partir de la comprensión de las responsabilidades y derechos, congruentes con los principios de participación social, todo ello demanda un alto sentido de responsabilidad de la escuela, en función de favorecer una educación ciudadana que favorezca una participación actividad de la comunidad estudiantil en la vida social y política de la comunidad escolar.

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Recibido: 02 de Abril de 2023; Aprobado: 07 de Junio de 2023

*Autor para correspondencia E-mail: irmaquinlo@uaeh.edu.mx

La autora declara no tener conflictos de intereses.

La autora participó en el diseño y redacción del artículo, en la búsqueda y análisis de la información contenida en la bibliografía consultada.

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