Introducción
Datos emergentes indican la importancia de los síntomas vasomotores (SVM) también conocidos como sofocos o sudores nocturnos. Para la salud cardiovascular de las mujeres, pueden representar un factor de riesgo específico de enfermedad cardiovascular, se consideran el síntoma distintivo del climaterio y han recibido mucha atención debido a la evidencia acumulada que indica su asociación con un mayor riesgo de varias enfermedades crónicas, incluida la diabetes mellitus tipo 2, las enfermedades del hígado graso no alcohólico, valores altos de colesterol y triglicéridos en mujeres en etapa de perimenopausia y posmenopausia. 1,2,3,4
En el contexto mundial los SVM se consideran un marcador biológico de condiciones cardiometabólicas deterioradas en lugar de solo síntomas temporales en mujeres durante el climaterio, además, los SVM se asocian con deterioros en la calidad de vida y una mayor utilización de la atención médica. 1,3
Los sofocos se presentan entre el 70 y 80 % de las mujeres y una tercera parte de ellas los describen como muy frecuentes, de 5 a 10 episodios por día. Se caracterizan por periodos transitorios y recurrentes de enrojecimiento facial, que puede extenderse al cuello, los hombros y a la parte superior del tórax, asociados a: sudoración, sensación de calor, palpitaciones y sensación de ansiedad. En ocasiones van seguidos de escalofríos y cuando ocurren de noche, pueden perturbar el sueño. Todo este conjunto de síntomas y signos se ha denominado síndrome vasomotor. 5
Para su explicación varias teorías han sido propuestas. Una de las más aceptada es la hipótesis de la alteración de los procesos regulatorios de la temperatura por el hipotálamo, denominada teoría de la reducción de la zona termorreguladora, propuesta por Robert Freedman. En mujeres asintomáticas los cambios de la temperatura corporal central oscilan dentro de una franja de neutralidad térmica de 0,4 °C, por lo tanto no se activan mecanismos compensatorios de sudoración o escalofríos. La disminución de los estrógenos produce una deprivación hipotalámica de opioides, fundamentalmente de las betaendorfinas y un incremento de neurotensina y del péptido relacionado con el gen de la calcitonina, lo que provoca inestabilidad en el centro termorregulador hipotalámico.5,6,7
Uno de los trabajos más representativos para hablar de riesgo cardiovascular y síntomas vasomotores es el Estudio de la Salud de la Mujer o Study of Women's Health Across the Nation (SWAN) (por sus siglas en inglés), 1 entre otros 8,9 que han demostrado una asociación de los síntomas vasomotores con factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, no obstante, no todos los trabajos han logrado demostrar está probable asociación, por lo que se mantiene como un tema polémico.
A pesar de que en la literatura internacional se ha hecho evidente, en múltiples estudios, la asociación entre los síntomas vasomotores y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, aún queda mucho por investigar en Cuba, donde las investigaciones en general ven al síndrome climatérico en su conjunto y no a los síntomas vasomotores en particular y su asociación con los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Teniendo en cuenta lo antes expuesto cabe preguntarse: ¿Cómo influyen los factores de riesgo cardiovascular en la intensidad del síndrome vasomotor?, sería nuestra interrogante científica y el objetivo trazado para la investigación es: determinar la asociación entre la intensidad del síndrome vasomotor y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Métodos
Se realizó un estudio de corte transversal, con el objetivo de determinar la asociación entre la intensidad del síndrome vasomotor y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en mujeres de 40 a 64 años que acudieron a la consulta de climaterio y menopausia del Policlínico Universitario 19 de abril del municipio Plaza de la Revolución, en La Habana, en el periodo de enero 2018 a enero 2020.
El universo del estudio estuvo representado por 332 pacientes de 40 a 64 años, que acudieron a la consulta en ese periodo, aceptaron participar en la investigación y cumplieron los criterios de inclusión: residir en el área de salud del policlínico. Se consideraron como criterios de exclusión, padecer diabetes mellitus tipo 1 y estar o haber estado bajo tratamiento con terapia hormonal de reemplazo, ya que podía falsear la información sobre la frecuencia y la intensidad de los síntomas.
Se determinaron las variables de estudio:
Edad.
Factores de riesgo de la aterosclerosis (FRA): sobrepeso/obesidad, obesidad abdominal, hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus tipo 2 (DM2), hipercolesterolemia, tabaquismo y sedentarismo.
Indicadores antropométricos: índice de masa corporal (IMC). Circunferencia de la cintura (CC).
La técnica para la recolección de la información fue la encuesta. A las mujeres que aceptaron participar en el estudio, se les aplicó en la consulta el modelo de recolección del dato primario validado por el Centro de Investigaciones y Referencia de Aterosclerosis de la Habana (CIRAH), empleada para facilitar las investigaciones de aterosclerosis en investigaciones en la comunidad.
Las variables estudiadas fueron:
Hipertensión arterial.
Diabetes mellitus tipo 2.
Hipercolesterolemia.
Tabaquismo (se exploraron según antecedentes personales).
Sobrepeso.
Obesidad, obesidad abdominal (según medidas antropométricas) y sedentarismo (se consideraron sedentarias aquellas mujeres que trabajaban sentadas o de pie y no realizaban ninguna actividad física complementaria, el cálculo no estuvo exento de errores, pero brindó una idea de aquellas mujeres que tenían poca o ninguna actividad física, es decir, sedentarias e hipokinéticas).
Para la evaluación de la acumulación y distribución de tejido adiposo se utilizó el IMC o índice de Quetelet, que se define como el peso en kg dividido por la talla expresada en metros y elevada al cuadrado. Según Garrow, se pueden clasificar a los sujetos en cuatro grados, de acuerdo al IMC:
Normopeso grado 0: (IMC: de 20 a 24,9 kg/m2).
Sobrepeso grado I: (IMC: de 25 a 29,9 kg/m2).
Obesidad grado II: (IMC:≥ de 30 a 39,9 kg/m2).
Obesidad grado III (IMC > 40 kg/m2). 10)
Las mediciones antropométricas se realizaron por la investigadora principal, con equipos calibrados y supervisados antes de comenzar el estudio y durante este.
La CC se tomó con una cinta métrica flexible, se solicitó a la paciente despejar esta zona. Se marcó un punto intermedio, entre el margen costal inferior y la espina ilíaca anterosuperior, en bipedestación y en un plano paralelo al suelo tras una espiración poco profunda y luego se colocó la cinta métrica en el punto intermedio, alrededor de la cintura y se midió la circunferencia. Se consideraron como valores normales aquellos que fueron ≤ 88 cm, según los criterios del National Colesterol Education Program /Adult Treatment Panel III (NCEP/ATP III), (por sus siglas en inglés).
Se aplicó un instrumento cubano para medir la intensidad de síndrome vasomotor: Intensidad del síndrome climatérico, validado por Pérez, 11) que está subdividido en varias subescalas, se escogió la subescala síntomas circulatorios. Los síntomas vasomotores se clasificaron como: asintomáticos, leve, moderado y muy molesto con base en los siguientes parámetros:
Asintomático: de 0 a 6 puntos.
Leve: de 7 a 14 puntos.
Moderado: de 15 a 23 puntos.
Muy molesto: de 24 puntos o más.
Con la información obtenida se creó una base de datos en Microsoft Excel que fue posteriormente exportada a Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) (por sus siglas en inglés) versión 20.0, para Microsoft Windows. Se crearon tablas de distribución de frecuencia con valores absolutos (número de casos) y relativos (porcentajes). Se determinó la media y la desviación estándar en las variables que lo requerían para su presentación resumida en la población de mujeres de 40 a 64 años y las típicas medidas de asociación (odds ratios y coeficientes de contingencia) para evaluar las asociaciones binarias entre las variables.
El estudio fue aprobado por el comité de ética del área de salud, se tomaron en consideración los criterios éticos para la investigación en seres humanos. Se le solicitó a cada paciente su consentimiento informado, antes de ser incluida en la investigación. Se explicaron los objetivos del estudio y la garantía de la confidencialidad de los datos, así como la posibilidad de abandonarlo, sin consecuencia para su atención posterior en el área de salud.
Resultados
Mediante la encuesta se pudo caracterizar el grupo de estudio con las principales variables sociodemográficas. La mayor cantidad de pacientes estuvo en el grupo etáreo de 50 a 54 años. En la muestra (n=332) predominaron las pacientes de color de piel blanca, el 62 % del total. La mayoría de las encuestadas tenían un nivel educacional universitario, un 31,3 %, seguido del 28 % con nivel de técnico medio. (Tabla 1).
Tabla 1 Descripción de la población estudiada según variables demográficas
Edad | Cantidad | % |
---|---|---|
De 40 a 44 años | 6 | 1,8 |
De 45 a 49 años | 63 | 19,0 |
De 50 a 54 años | 135 | 40,7 |
De 55 a 59 años | 82 | 24,7 |
De 60 a 64 años | 46 | 13,9 |
Blanca | 206 | 62,0 |
Negra | 57 | 17,2 |
Mestiza | 69 | 20,8 |
Primaria | 9 | 2,7 |
Secundaria | 41 | 12,3 |
Preuniversitario | 85 | 25,6 |
Técnico medio | 93 | 28,0 |
Universitario | 104 | 31,3 |
El 66,2 de las pacientes presentó síntomas vasomotores valores de intensidad de leve a muy molesto, con un predominio de los síntomas moderados en 97 casos para un 29,2 % del total. (Tabla 2).
Tabla 2 Distribución según intensidad del síndrome vasomotor
Intensidad del SVM | Cantidad | % |
---|---|---|
Asintomático | 112 | 33,7 |
Leve | 94 | 28,3 |
Moderado | 97 | 29,2 |
Muy molesto | 29 | 8,7 |
En la frecuencia de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular se comprobó que el sedentarismo era el factor de riesgo más frecuente con un 77,4 % del total. (Tabla 3).
Tabla 3 Distribución de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
Factores de riesgo | Cantidad | % |
---|---|---|
Hipertensión arterial | 176 | 53,01 |
Diabetes mellitus | 47 | 14,2 |
Exceso de peso (sobrepeso más obesidad) | 213 | 64,2 |
Obesidad abdominal (CC) ≥ 88 cm | 165 | 49,7 |
Hipercolesterolemia | 125 | 37,7 |
Tabaquismo | 180 | 54,2 |
Sedentarismo | 257 | 77,4 |
La sumatoria de los factores de riesgo mostró una clara tendencia de carácter creciente con respecto a la relación directa del síndrome y los factores de riesgo, pues a mayor cantidad de factores de riesgo, fue más frecuente el SVM moderado y muy molesto. (Tabla 4).
Tabla 4 Distribución de los factores de riesgo según intensidad de los síntomas vasomotores
Pacientes con SVM según intensidad | ||||||
|
|
|||||
|
||||||
0 | 5 | 100 | 0 | 0 | ||
1 | 18 | 85,7 | 3 | 14,3 | ||
2 | 31 | 73,8 | 11 | 26,2 | ||
3 | 54 | 70,1 | 23 | 29,9 | ||
4 | 48 | 54,5 | 40 | 45,5 | ||
5 | 40 | 54,1 | 34 | 45,9 | ||
6 | 9 | 42,9 | 12 | 57,1 | ||
7 | 1 | 25 | 3 | 75,0 | ||
* Porciento dentro del rango del factor de riesgo
La determinación del índice de masa corporal en los pacientes mostró que en los asintomáticos y con leve intensidad la cantidad fue equivalente con respecto al sobrepeso y el normopeso con una proporción por encima del 50 %, semejante a la cantidad, un tanto menor, con 52 casos, de pacientes obesas. En el caso de moderado y muy molesto, los valores de 35,3 % y 40,8 % correspondieron a los pacientes en condiciones de normopeso y sobrepeso, respectivamente. (Tabla 5).
Tabla 5 Distribución según el índice de masa corporal
Pacientes con SVM según intensidad | ||||||
|
|
|||||
|
||||||
Normopeso | 77 | 64,7 | 42 | 35,3 | ||
Sobrepeso | 77 | 59,2 | 53 | 40,8 | ||
Obesa | 52 | 64,2 | 29 | 35,8 | ||
Obesidad mórbida | 0 | 0 | 2 | 100 | ||
* Porciento dentro del rango del IMC
Al analizar los coeficientes de contingencia, que aportan una medida de la asociación, para ordenar esas asociaciones con el SVM, se observó la mayor asociación en la hipercolesterolemia. (Tabla 6).
Discusión
Los síntomas vasomotores son la manifestación característica de la menopausia y la mayoría de las mujeres los experimentan en algún momento durante la transición de la menopausia. El estudio prospectivo de cohorte multiétnico de mujeres estadounidenses, SWAN, 12 reportó una prevalencia entre el 60 % y el 80 % que variaron según el grupo racial o étnico. Sariol 5 en su estudio mostró una frecuencia del 63 %, que coincidió con la presente investigación. Zhu y cols. 4) conformaron datos a nivel individual de 23 365 mujeres en seis estudios prospectivos que contribuyeron al consorcio InterLACE, el 59,5 % de las mujeres informaron SVM de inicio temprano.
La enfermedad cardiovascular (ECV) en las mujeres tiene características únicas, que incluyen asociaciones con factores reproductivos que no se comprenden completamente. Los SVM están relacionados con factores de riesgo de ECV y ECV subclínica. 8
Un estudio de cohorte prospectivo de 11 725 mujeres de 45 a 50 años, observadas a intervalos de 3 años, demostró que las mujeres con SVM frecuente estaban en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria 14 años después, incluso después de tener en cuenta los efectos de la edad, el estado de la menopausia, el estilo de vida y otros factores de riesgo de enfermedades crónicas. 2
En una revisión sistemática y un metaanálisis de los estudios observacionales que evaluaban la asociación de los SVM con diversos marcadores de riesgo cardiovascular, se identificaron once estudios únicos con datos disponibles no superpuestos acerca de 19 667 participantes. El análisis combinado mostró que las mujeres con sofocos, en comparación con las que no los presentaban, tendían a presentar niveles significativamente más altos de presión arterial sistólica y mayores probabilidades de padecer hipertensión arterial. Del mismo modo, las mujeres que reportaron sudores nocturnos en comparación con aquellas que no lo hicieron, tenían niveles significativamente más altos de presión arterial sistólica y diastólica, colesterol total y mayor índice de masa corporal. 13
En el estudio SWAN, 1) estuvieron representados 5 grupos raciales/étnicos, observados durante un máximo de 22 años en el transcurso de la transición menopaúsica. Este estudio mostró que el SVM frecuente o persistente, se asocia con un 50 hasta un 77 % de riesgo aumentado de futuros eventos cardiovasculares y este es justo el punto central para pensar en el riesgo de sintomatología vasomotora y riesgo cardiovascular.
Zhu y cols. 4) en su estudio mostraron que la gravedad de los sofocos y los sudores nocturnos se relacionó con un aumento de riesgo de ECV. Los SVM antes de la menopausia o después de la menopausia se asociaron con un mayor riesgo de incidencia de ECV. Los hallazgos implicaron que la identificación de mujeres con SVM molestos durante la transición menopáusica ofrece una ventana de oportunidad de implementar el manejo activo de otros factores de riesgo de ECV en estas mujeres para mejorar su salud cardiovascular general.
En el estudio de Sariol, 5 la intensidad del síndrome vasomotor no se relacionó con la disfunción endotelial en mujeres de edad mediana, se planteó la necesidad de ampliar la muestra y realizar estudios prospectivos para identificar el daño vascular en ese grupo de mujeres.
El estudio de Hyvärinen y cols. 14 mostró que los síntomas de la menopausia estuvieron asociados con niveles más altos de colesterol y adiposidad corporal en mujeres de mediana edad, aspecto con el que coincidió la investigación realizada, sin embargo, en las asociaciones entre los síntomas de la menopausia y el colesterol los niveles disminuyeron después de controlar los factores de confusión, lo que indica que estas asociaciones se explican, al menos parcialmente, por diferencias en edad, estado menopáusico, IMC, nivel socioeconómico y hábitos de vida, los síntomas de la menopausia no se asocian con la glucosa en sangre, los triglicéridos, la presión arterial, los niveles de actividad y no predicen cambios en los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular durante la transición menopáusica.
Según el criterio de los autores, los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, las condiciones de vida, el nivel socioeconómico y el entorno pueden tener un impacto en la frecuencia e intensidad de los síntomas vasomotores durante el climaterio.
Hernández 15 halló que las pacientes posmenopáusicas obesas tenían mayor posibilidad de sufrir síntomas vasomotores moderados/severos y Figueroa 16) planteó que existe relación entre la obesidad y la presencia de síntomas vasomotores en mujeres climatéricas, también halló, que el promedio de índice de masa corporal y la frecuencia de obesidad eran significativamente superiores en el grupo de pacientes con síntomas vasomotores con un 46,5 %. En el estudio realizado se encontró que el 40,8 % de pacientes con exceso de peso (sobrepeso más obesidad) tenían síntomas moderados y muy molestos en comparación con un 35,3 % en pacientes normopeso.
En la Iniciativa de Salud de las Mujeres (WHI), (por sus siglas en inglés), los eventos cardiovasculares en féminas en etapa de posmenopausia tardía fueron más altos en el subgrupo de mujeres mayores que al inicio tenían síntomas vasomotores moderados a severos, 5
Algunos estudios sugieren, que aunque no existe una relación directa entre los síntomas vasomotores y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, las mujeres que experimentan síntomas vasomotores más intensos o persistentes podrían tener un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con aquellas que no los experimentan, sin embargo, es importante tener en cuenta que estos síntomas no son necesariamente indicativos de enfermedad cardiovascular y la relación exacta entre ambos sigue siendo objeto de investigación.
Los síntomas vasomotores se asociaron con los factores de riesgo cardiovascular, aunque se necesitan más estudios de corte longitudinal, para esclarecer el papel de los síntomas vasomotores y la enfermedad cardiovascular. Hay una clara tendencia creciente en esta relación, pues a más factores de riesgo, más frecuente es la aparición del SVM moderado y muy molesto en las pacientes en el climaterio.