Introducción
Los genotipos Siboney de Cuba (5/8 Holstein 3/8 Cebú) y Mambí de Cuba (3/4 Holstein 1/4 Cebú) surgen como resultado del programa de mejoramiento genético del ganado bovino en Cuba (Hernández, Ponce de León, García, Guzmán, Mora, 2011a), que permite obtener bovinos mestizos lecheros mejor adaptado a las condiciones de clima tropical (Portales, González-Peña, Guerra, Évora, Acosta, 2012). Ambos genotipos se emplean en rebaños de Empresa Pecuaria Genética de Matanzas (Simón, López, Álvarez, 2010).
Los parámetros genéticos constituyen la base de los programas de genética. En vacas Siboney y Mambí de Cuba la heredabilidad de los rasgos relacionados con la producción lechera, reproducción y longevidad fue estudiada ampliamente en la década pasada (Hernández, Ponce de León, de Bien, Mora, Guzmán, 2007; Hernández et al., 2011a). Sin embargo, los factores ambientales y el manejo inadecuado también influyen determinantemente en la eficiencia del comportamiento reproductivo y productivo (Álvarez, Hernández, Blanco, 2015; Balarezo, García-Díaz, Hernández-Barreto, García, 2016).
Los índices reproductivos permiten evaluar y conocer la eficiencia reproductiva del rebaño, los factores que la afectan y aplicar con éxito las medidas que faciliten su optimización. Estos índices evolucionan continuamente con el tiempo, las características de la explotación, su localización geográfica y la época del año, entre otros factores (González-Stagnaro, 2001, 2002).
En Cuba existen numerosos trabajos sobre el comportamiento de los principales indicadores reproductivos de las hembras bovinas de los genotipos Mambí (Sánchez, Lamela, López, 2005; López, Lamela, Sánchez, 2007) y Siboney de Cuba (García, Cuesta, García, Quiñones, Figueredo, Faure, Pedroso, Mollineda, 2010; Hernández, Silveira, Molina, Mendoza, Vallejo, 2010; Hernández, Contreras, Pérez, Vallejo, 2011b). Sin embargo, son escasas las publicaciones sobre los principales factores ambientales que los afectan, lo que limitan su valor científico.
Por esta razón el presente trabajo tiene como objetivo evaluar los principales indicadores reproductivos y factores ambientales que afectan a vacas de los genotipos Siboney y Mambí de Cuba en una empresa genética de la región Central de Cuba.
Materiales y métodos
Ubicación del área experimental y características de los animales
La investigación se realizó en el periodo comprendido entre los años 2007 y 2010 en unidades de la Empresa Pecuaria Genética de Matanzas. Predomina el suelo Ferralítico Rojo, según el sistema de clasificación de suelos FAO-UNESCO (Hernández, Ascanio, Morales, Cabrera, 2005).
El relieve ligeramente ondulado. La temperatura media anual fue de 25,6º C, con una media de 24,8 y 26,3º C en invierno y verano, respectivamente. La precipitación media anual fue de 1 427,60 mm, con un promedio de 1 096,6 mm en el período lluvioso (época de lluvia) y de 330,99 mm en el poco lluvioso.
La composición botánica de los pastos se determinó por el método de los pasos (t’Mannetje y Haydocky, 1963); el escenario de la investigación posee 30,10 % de pasto estrella (Cynodon nlemfuensis); 21,30 % de sacacebo (Paspalum notatum); 27,80 % de pitilla (Dichanthium spp); 6,10 % de espartillo (Sporobolus indicus); 11,30 % de otras gramíneas y 3,40 % de leguminosas herbáceas.
Los animales estaban en un sistema de pastoreo rotacional restringido en el tiempo, con una intensidad de 244,8 UGM ha-1 día-1, una carga global de 1,5 animales ha-1, pastoreando 16 h diarias; la ocupación y el reposo de los animales en los cuartones se manejaron según la disponibilidad de pastos y de acuerdo con la estación del año.
El alimento fundamental fue el pasto con una disponibilidad media por animal y día que oscilaba entre 8 y 27 kg de materia seca, con suplementación de fosfato dicálcico y caña de azúcar a razones de 10 kg/animal/día y miel final de caña de azúcar a voluntad. Las vacas se ordeñaban de forma manual, una vez al día, entre las 2 y 5 am., empleándose el sistema de amamantamiento artificial.
Procedimiento del estudio
Se compararon dos genotipos de los cruzamientos Holstein x Cebú, para lo cual se procesaron en total 618 registros individuales de vacas consideradas como puras; de ellos, 260 de hembras del genotipo racial Siboney de Cuba (5/8 H x 3/8 C) procedentes de cuatro rebaños y 358 observaciones del Mambí de Cuba (– H x ¼ C), provenientes de seis rebaños. Los animales tenían entre tres y ocho años de edad, con uno a cuatro partos y libres de brucelosis y tuberculosis.
Se evaluaron los intervalos parto-primer servicio de inseminación (IPPS), intervalo parto-gestación (IPG), parto-parto (IPP), el anestro posparto (APP) y los servicios por gestación (S/G) según las metodologías descritas por Brito, Blanco, Calderón, Preval y Campo, 2010.
La detección del celo se realizó de 6 a 10 am y de 2 a 6 pm por un observador, auxiliado por toros receladores (toros con pene desviado) en una relación toro\vaca de 1:25. El período de espera voluntario (PEV) es de 60 días y la inseminación se efectuó aplicando el método cervical profundo con una eficiencia técnica entre 60 y 65 % en los últimos cuatro años, usando semen congelado en pajuelas de toros de fertilidad probada.
Análisis estadístico
Se calcularon los estadígrafos descriptivos para todas las variables. Se utilizó un modelo lineal general previa comprobación de los supuestos de este análisis, la linealidad, independencia y normalidad de la distribución de cada indicador. El modelo se ajustó incluyendo todas las interacciones de primer orden, las que no se consideraron porque no fueron estadísticamente significativas y se ajustó nuevamente el modelo considerando solo los factores con significación estadística (Duarte y Perrotta, 2007). De esta forma se adoptó el siguiente modelo:
Yijkl = ( + Ui + APj + TPk + ( UxTP)ik + eijkl
donde:
Yijkl = la l-ésima observación en la “i” ésima unidad, el “j” ésimo año de parto y el “k” ésimo trimestre de parto, para parto-primer servicio, intervalo parto-gestación e intervalo parto-partos.
( = media general
Ui = efecto del “i” ésima unidad (i = 1,2,….., 6)
APj = efecto del “j” ésimo año de parto (j = 1, 2…, 4)
TPk = efecto del “k” ésimo trimestre de parto (k = 1, 2…..,4)
(UxTP)ik = la interacción del “i” ésimo unidad con el “k” ésimo trimestre de parto
eijkl = error aleatorio normalmente distribuido con media ( y varianza σ²
En los casos en que encontraron diferencias significativas se aplicó la prueba de Bonferroni para comparar las medias.
Resultados y discusión
El comportamiento reproductivo de las vacas de ambos genotipos en las unidades objeto de estudio se encuentran muy deteriorados (Tabla 1). Nótese que los valores del IPPS, IPG e IPP en todas las vaquerías superan los 100 días, demasiado largos según los valores óptimos de este indicador para los dos genotipos (Blanco, 2000; Brito et al., 2010). Situación similar se aprecia en el IPG e IPP, donde los valores obtenidos son superiores a los deseables, según los autores mencionados.
El comportamiento de los indicadores reproductivos de las vacas Siboney de Cuba, es similar al reportado para este genotipo en empresas pecuarias de la región occidental (Rivas, Gutiérrez, Mora, Évora, González, 2004) y central (Hernández et al., 2011b) de Cuba. En las hembras Mambí coinciden con los reportados para este genotipo racial en el mismo escenario de producción por otros autores (Simón et al., 2010; Hernández et al., 2011a). Sin embargo, son más largos el IPPS, IPG e IPP que animales del mismo genotipo en La Habana (Hernández et al., 2007); la falta de correspondencia puede deberse a las diferencias en los sistemas de producción.
En el genotipo Siboney de Cuba el coeficiente de variación fluctuó entre 52,30 y 90,50 % para el IPPS, de 67,26 a 81,79 % para el IPG y de 23,98 a 33,92 % para el IPP; mientras que en Mambí de Cuba fluctuaron entre el 51,42 y 88,30 %; de 44,18 a 71,59 % y de 15,92 a 32,16 % en el IPPS, IPG y IPP, respectivamente. Estos valores coinciden con los publicados en estos genotipos (Hernández et al., 2007.; Hernández et al., 2011a) e indican la alta variabilidad de los indicadores reproductivos en los rebaños estudiados, lo que le confiere actualidad a la determinación de los factores ambientales y de manejo que sobre ellos influyen.
El pobre desempeño reproductivo de ambos genotipos está relacionado con el período de APP en este estudio que, considerando el IPPS en el Siboney de Cuba, osciló entre 42,30 y 106,40 días en las unidades uno y tres, respectivamente, y en el Mambí de Cuba entre 31,90 y 98,00 días en las unidades tres y cinco, por ese orden. En ambos grupos raciales fue muy largo según los valores óptimos para este indicador publicados por (Blanco, 2000 y Brito et al., 2010).
La baja eficiencia reproductiva de los rebaños estudiados también se debe a la repetición de servicios de inseminación artificial (IA) en los rebaños estudiados; en el Siboney de Cuba los S/G fluctuaron entre 1,83 y 2,28 en las unidades tres y cuatro, por igual orden y en el Mambí de Cuba, entre 2,20 y 3,36 en las unidades uno y dos, respectivamente. En ambos genotipos son altos considerando los valores óptimos (Blanco, 2000; Brito et al., 2010) y corroboran que la baja eficiencia de los servicios de IA es muy frecuente en similares sistemas de producción (Santiesteban, Bertot, Vázquez, Loyola, Garay, de Armas, Avilés y Honrach, 2007).
El APP y la repetición de servicios que se encontraron en estos rebaños y, consecuentemente, su baja eficiencia reproductiva pudo ser motivada por las deficiencias nutricionales, muy frecuentes en similares condiciones de producción en estos genotipos (Simón et al., 2010). El déficit nutricional provoca pérdida de condición corporal (CC) de las hembras, especialmente después del parto como consecuencia del balance energético negativo (Corea-Guillén, Alvarado, Leyton, 2008; Butler, 2005, 2013).
El análisis de varianza para los indicadores reproductivos en el genotipo Siboney de Cuba se expone en la Tabla 2; la unidad, el año de parto y trimestre de parto influyeron significativamente sobre el IPPS, IPG e IPP y la interacción de la unidad con el trimestre de parto, influyó significativamente sobre el IPPS e IPP.
En la Tabla 3 se exponen los valores de los indicadores reproductivos estudiados en el genotipo racial Siboney de Cuba. Los mejores IPPS IPP se obtienen en las unidades 1; 2 y 4, los que difieren significativamente (P < 0,05) con los de la unidad tres que mostró un peor comportamiento reproductivo. De suma importancia es la unidad, porque demuestra el efecto que pudieron tener los cambios en el sistema de producción que ocurren entre los rebaños en el comportamiento reproductivo (Rivas et al., 2004; García-Díaz, Scull, Sarria, Pérez-Bello, Hernández-Barreto, 2018).
Los años de parto de mejor desempeño reproductivo fueron 2009 y 2010, que difieren significativamente (P < 0,05) de 2007, donde se produjo un alargamiento excesivo de los tres indicadores. En cuanto al trimestre de parto, existieron diferencias estadísticas significativas (P < 0,05) a favor de trimestre julio-agosto-septiembre con los restantes trimestres.
En la Tabla 4 se expone la interacción del trimestre de parto por unidad sobre el IPPS e IPP; nótese que en todas las unidades se encontraron diferencias significativas (P < 0,05) en el efecto del trimestre de parto sobre el IPPS, al igual que sobre el IPP, exceptuando la unidad tres.
En el genotipo racial Mambí de Cuba la unidad influyó de manera significativa sobre el IPPS e IPG, en cambio, el año de parto y el trimestre de parto repercutieron de igual manera sobre todos los indicadores. El trimestre de parto no influyó significativamente en el IPPS, pero sí en la interacción con la unidad (Tabla 5).
En la Tabla 6 se exponen los valores de los indicadores reproductivos estudiados, apreciándose que los mejores resultados en cada uno de ellos se obtienen en la unidad 1, difiriendo de manera significativa (P < 0,05) con las unidades dos y cinco, que mostraron un peor comportamiento reproductivo. De suma importancia es la unidad, porque demuestra el efecto que pudieron tener los cambios en el sistema de producción en el comportamiento reproductivo.
ab: letras diferentes en la misma columna dentro de cada fuente de variación difieren para P < 0,05, Bonferroni. AP: año del parto. TP: trimestre del parto. E-F-M: enero, febrero, marzo. A-M-J: abril, mayo, junio. J-A-S: julio, agosto, septiembre. O-N-D: octubre, noviembre, diciembre
Los años de parto de mejor desempeño reproductivo fueron 2009 y 2010, que difieren significativamente (P < 0,05) de 2007, donde se produjo un alargamiento excesivo de los tres indicadores. En cuanto al trimestre de parto, existieron diferencias estadísticas significativas (P < 0,05) a favor de trimestre julio-agosto-septiembre con los restantes trimestres.
En la Tabla 7 se expone la interacción del trimestre de parto por unidad sobre el IPPS, véase que en todas las unidades se encontraron diferencias significativas (P < 0,05) en el efecto del trimestre de parto.
Estudios precedentes reportaron influencias de factores ambientales como la unidad en varias razas y genotipos de ganado bovino en diferentes condiciones de manejo (Rivas et al., 2004; 28; García-Díaz et al., 2018). También se han publicado diferencias en el comportamiento reproductivo entre unidades de un mismo territorio, atribuidas a la infestación parasitaria, problemas alimentarios, desordenes metabólicos, problemas en la detección del celo y el no secado oportuno de las vacas (Bertot, Madruga, Álvarez, Avilés, 2005).
El efecto del año y trimestre de parto se explica por la tendencia a la estacionalidad que tiene el bovino para la presentación celos y mayor fertilidad, debido a las variaciones en la disponibilidad de nutrientes y las prácticas de manejo que ocurren en el transcurso de los mismos; este efecto se ha encontrado en otros genotipos (De la Torre, Bertot, Collantes, y Vázquez, 2006; Santiesteban et al., 2007; Viamonte, 2010; García-Díaz et al., 2018).
La influencia del año y trimestre de parto puede estar influenciada por las diferencias en las condiciones climáticas, la organización y manejo del rebaño y cambios en el sistema de produción que ocurren durante los mismos (Viamonte, 2010). Esta autora demostró una sensible disminución de las fuentes de alimentación debido a las variaciones climáticas en años diferentes y que el déficit de nutrientes constituyó la principal causa del alargamiento de los IPPS y IPG.
Las condiciones climáticas desfavorables que generan deficiencias nutricionales y problemas reproductivos, conducen a la adopción de medidas de manejo (Roche, 2006) y organizativas (Loyola, Bertot, Guevara, 2012), que cuando son adecuadas incrementan significativamente la eficiencia reproductiva de rebaños bovinos.
Al respecto, (Pérez y Moreno, 2009) explicaron que el efecto de año sobre la actividad reproductiva del bovino se debe a los cambios en las condiciones medioambientales de un año a otro, las cuales influyen directamente en la disponibilidad y calidad de los pastos, así como de las condiciones de manejo de las vacas.
El efecto del año y su época no solo influyen sobre el comportamiento reproductivo; también lo hace sobre los aspectos productivos. Al respecto, la producción de leche del genotipo Mambí varió por bimestre de parto y de producción láctea (Sánchez et al., 2005).
La diferencia encontrada entre los trimestres de parto, con los menores valores de IPPS, IPG e IPP en las vacas que paren en el trimestre julio-agosto-septiembre, pueden ser consecuencia de que el último tercio de la gestación transcurre en los meses del año de mayor disponibilidad del pasto, lo que asegura un mejor plano nutricional a la hembra gestante y, con ello, su arribo al parto con una mejor CC.
Las hembras que llegan al parto con una CC desfavorable, inferior a tres en la escala de cinco puntos, pierden más peso corporal, tienen un balance energético negativo más pronunciado, reinician la actividad ovárica más tardíamente y en ellas es superior el promedio de días vacíos y el por ciento de hembras en este estado, que las que paren con una CC favorable (Viamonte, 2010). Esta autora encontró que el trimestre de parto solo o interactuando con el período del año de parto y la paridad influyó significativamente sobre los indicadores reproductivos de la vaca criolla cubana.
Conclusiones
Los dos genotipos tienen un marcado deterioro de los principales indicadores reproductivos evaluados; con una influencia significativa de la unidad en el del IPPS y el IPG; del año de parto en el IPPS, IPG y el IPP; del trimestre de parto en el IPPS en el Siboney de Cuba y en el IPG e IPP en ambos raciales y de la interacción unidad por trimestre de parto lo hizo en el IPPS en los dos genotipos y el IPP en el 5/8 Holstein 3/8 Cebú.