Introducción
La explotación de la cabra en el mundo está unida a la historia del hombre, quien desde siempre ha aprovechado su leche, carne y pelo; por ejemplo, en Etiopía, según Weldeyesus y Rohotash (2018), las principales fuentes de ingresos de los criadores eran la producción de carne, leche y estiércol. En Cuba las cabras han formado parte también del sistema de vida rural desde el comienzo de la colonización (La O et al., 2018).
Aunque la producción ovejas y cabras representa solo una pequeña parte de la producción mundial de leche, según Pulina et al. (2018) la mayoría de estos sistemas de producción son amigables con el medio ambiente y juegan un papel clave en el desarrollo de las comunidades rurales.
Debido al crecimiento de la población humana, la preocupación por la utilización de los recursos y los impactos ambientales, se espera que todos los sectores animales produzcan más con menos en el futuro. No será una excepción para las cabras (Lu y Miller, 2019).
Sin embargo, la crianza caprina no ha ocupado un lugar relevante como actividad productiva en Cuba, por tal motivo, esta se asocia a los sistemas tradicionales de crianza y forman parte de los modos de vida de las familias campesinas (La O, 2013 y Oficina Nacional de Estadísticas e Información, 2014); por tanto, de acuerdo con Dubeuf, Ruiz Morales y Guerrero (2018), la caracterización del funcionamiento de los sistemas de cabras sería el primer paso antes de proponer qué cambios emprender.
En este contexto la investigación tiene como objetivo presentar las características generales de sistemas familiares de producción caprina del municipio Camagüey, Cuba.
Materiales y métodos
Se visitaron 46 productores caprinos en áreas urbanas y suburbanas de la ciudad de Camagüey, Cuba (21° 23' 2'' N 77° 54' 27'' O), durante el periodo comprendido entre septiembre de 2017 y marzo de 2018. Se les realizó una entrevista estructurada, a partir de los criterios de Hernández et al. (2011) y Delgado (2016), que abarcó los aspectos socioeconómicos y zootécnicos siguientes: edad, sexo, nivel escolar, experiencia como criador, composición del núcleo familiar, familiares criando, tierras propias o arrendadas y equipos agrícolas.
Se realizó el análisis de la información con empleo de la estadística descriptiva y fueron seleccionadas las variables cuantitativas (total de cabras, horas de pastoreo, cabras en ordeño, años de experiencia, nivel educacional y familiares criando) para clasificar las unidades caprinas familiares (UCF) mediante un análisis de conglomerados jerárquicos. Todos los análisis se realizaron con el paquete estadístico IBM® SPSS® versión 23.0.
Resultados y discusión
De acuerdo con Dubeuf, Ruiz Morales y Guerrero (2018), los métodos participativos son necesarios para abrir un diálogo amplio entre los actores y dar direcciones sistémicas. Una coexistencia de varios modelos de producción de acuerdo con los recursos naturales y humanos disponibles podría ser posible para pensar estas transiciones.
Los 46 caprinocultores son adultos, el 52,2 % entre 20 y 49 años y el resto mayores de 50 años de edad; de ellos la mayoría hombres y el nivel de enseñanza secundaria es el predominante. Aproximadamente la mitad no está asociada a ninguna organización productiva, el resto pertenece a cooperativas; más de la mitad no tiene tierras propias o arrendadas (Tabla 1).
Criterio | Frecuencia (cantidad) | % del total |
---|---|---|
Edad del propietario (a): Más de 50 años 20 a 49 años | 22 24 | 47,8 52,2 |
Sexo: Femenino Masculino | 10 38 | 21,3 78,3 |
Nivel escolar: Primaria Secundaria Medio y Superior | 6 28 12 | 13,0 60,9 26,1 |
Experiencia como criador: De 1 a 10 años Más de 10 años | 33 13 | 71,7 28,3 |
Composición del núcleo familiar De 1 a 4 personas Más de 4 personas | 36 10 | 78,3 21,7 |
Familiares criando Hasta 2 personas Más de 2 personas | 41 5 | 89,1 10,9 |
Tierras propias y/o arrendadas No tiene tierras De 1 a 10 ha Más de 10 ha | 25 19 2 | 54,3 41,3 4,3 |
Equipos agrícolas No tiene Molino de martillo | 40 6 | 87,0 13,0 |
Uso de suplementos y otros alimentos No suplementa Caña y bagacillo miel/urea | 39 7 | 84,8 15,2 |
Tipo de crianza En patios y parcelas En fincas | 25 21 | 54,4 45,6 |
Pertenencia a asociaciones productivas No asociados Asociados a cooperativas | 22 24 | 47,8 52,2 |
En sistemas caprinos de más de 20 animales, en la Provincia de Ciego de Ávila, Delgado (2016) concluyó que el nivel escolar secundario es adecuado para asimilar un proceso de capacitación sobre esta especie. El 78,3 % de los entrevistados convive en núcleos familiares pequeños de uno a cuatro miembros; mientras el resto lo hace en núcleos familiares más numerosos. De manera general dos o más miembros de la familia se involucran en el cuidado y manejo de los animales, téngase en cuenta que este es básicamente un negocio familiar. En general, poseen pocos insumos e inversiones y realizan un trabajo familiar no asalariado. Su principal sustento no son las cabras.
Los resultados obtenidos son similares a los reportados por Delgado (2016) en cuanto a edad (90 % menor de 60 años), el predominio del sexo masculino, mayor experiencia en los productores de la periferia de la ciudad y el nivel escolar del propietario(a).
La familia la componen núcleos familiares pequeños quienes participan activamente en todo el proceso productivo, característica que ha sido reportada en otras regiones; por ejemplo, Barsa y Dana (2011) describe similitud en cuanto al modo de vida campesino, la crianza tradicional y la ausencia de trabajo asalariado.
En una encuesta aplicada por Hernández (2011) en la Mixteca Poblana, México las familias de criadores no pertenecen a ninguna asociación de caprinocultores, el 31 % no posee sus tierras propias y los finqueros cuentan además en un 95 % con sistemas de riego y equipos agrícolas, también reporta que no existe arrendamiento ni modalidad comunal en su región de estudio.
Los resultados obtenidos en cuanto a los sistemas de cría coinciden con los de La O (2013) que reporta el 54 % de los productores cría en patios y vecindario, y el 46 % en sistemas de fincas, caracterizándose porque su producción principal la constituye el rebaño, que es un capital fraccionable donde el criador puede vender uno o varios animales en dependencia de sus necesidades.
El análisis de clúster (Tabla 2) permitió distribuir a los criadores en tres grupos de la siguiente forma:
Grupo I. Constituido por seis criadores, caracterizados por tener un nivel de escolaridad alto, entre 9 y 12 grado, realizan el pastoreo de sus animales durante ocho horas y cuenta con un número superior de cabras en relación al resto de los grupos.
Grupo II. Compuesto por 13 miembros, criando entre 17 y 29 cabras, pero con valores muy dispersos, entre dos y ocho horas de pastoreo y nivel escolar promedio de octavo grado y experiencia de trabajo desde dos hasta 20 años.
Grupo III. Compuesto por 27 miembros con muy pocas cabras, entre una y 18 cabezas, 10.33, tienen un nivel de escolaridad promedio de décimo grado y un nivel de experiencia de seis a 12 años.
El primer y segundo grupo están más asociados a cooperativas, no siendo así con el tercer grupo, que son los de mayor interés por el autoconsumo y los menos interesados en producir leche, siendo su dedicación mayor la producción de carne.
Con relación a la venta de leche y carne, el primer y segundo grupo son más favorables a comercializar la leche, mientras el tercer grupo es el que menos animales ordeña, utiliza más leche para el autoconsumo y aunque tiene la masa de animales más reducida y realizan más ventas de animales.
Criterio | GRUPOS | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
I (n= 6) | II (n= 13) | III (n= 27) | |||||||
n | Media | Mediana | n | Media | Mediana | n | Media | Mediana | |
Total de animales | 260 | 43,3 | 44 | 323 | 24,8 | 27 | 279 | 10,3 | 12 |
Horas de pastoreo | 48 | 8 | 8 | 75 | 5,8 | 8 | 118 | 4,4 | 4 |
Cabras en ordeño al año | 40 | 6,7 | 6 | 85 | 8,5 | 5 | 21 | 0,8 | 0 |
Años de experiencia | 46 | 7,7 | 7 | 134 | 10,3 | 9 | 184 | 6,8 | 5 |
Personas criando | 11 | 1,8 | 2 | 26 | 2,0 | 2 | 38 | 1,4 | 1 |
Los grupos en general son diferentes a los de criadores más especializados de la provincia de Ciego de Ávila (Delgado, 2016).
La O (2013) identificó dos tipologías de sistemas familiares caprinos en una región del Valle del Cauto en Cuba: los que crían en patios y parcelas y los que hacen la crianza en fincas. En este trabajo también se observaron ambas variantes, pero predominan los que crían en patios y usan tierras de compensación, como bordes de los caminos y carreteras, que no son arrendadas o de su propiedad.
En todos los casos el sistema de reproducción utilizado es la monta natural durante todo el año y no un sistema estacional como lo exige esta especie. La garantía de una adecuada alimentación y preparación de los sementales y las hembras antes del periodo de apareamiento, permiten aprovechar la inducción natural de la actividad sexual en las cabras y potenciar el “efecto del macho” facilita concentrar los partos para obtener crías más uniformes, un mejor aprovechamiento de los pastos y mayor producción de leche (Bidot, 2013). Otra opción para el manejo de la temporada de cría es la adopción de la tecnología de IA a tiempo fijo. En un estudio reciente Alvarado-Espino et al. (2019) recomiendan un protocolo basado en una inyección de 20 mg de progesterona seguido de 100 UI de hCG 24 h después, el cual fue exitoso para sincronizar el estro y la ovulación en cabras multíparas y nulíparas durante la temporada anovulatoria.
En sistemas caprinos de la Mixteca Poblana, México, las diferencias entre los sistemas de producción dependen en gran medida de aspectos socioeconómicos y culturales (Hernández et al., 2011) y la producción de leche de pequeños rumiantes se concentra en países en los que está fuertemente relacionada con aspectos socioculturales y disponibilidad de recursos (Pulina et al., 2018).
De acuerdo con Mataveia et al. (2018), existe la necesidad de estrategias de intervención apropiadas para mejorar la producción de cabras, a través de la educación de los agricultores sobre buenas prácticas de cría, como mejores prácticas de cría y alimentación, así como estrategias de control de enfermedades.
Conclusiones
La producción caprina familiar del municipio Camagüey se caracterizó como mercantil, de autoconsumo y no asalariada; con un sistema de crianza rústico, con animales mestizos, sin manejo de tierras ni control pecuario.
Los propietarios (as) son en su mayoría masculinos, menores de 50 años y el 54 % sin tierras, pastorean en zonas neutrales, con mercadeo mínimo, en contraste con los productores que poseen tierras que cuentan con otros tipos de ganado, más áreas, más cabras, mejores instalaciones y dedican más tiempo al pastoreo.
Recomendamos realizar estudios en nuestro país sobre agricultura familiar en cabras; diseñar un programa de capacitación en la agricultura para productores de cabras.
Los resultados obtenidos permitirán el diseño de proyectos de trabajo estratégicos que contribuyan al desarrollo local sostenible de la especie caprina