INTRODUCCIÓN
La adecuación de la necrópolis de la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje como Cementerio General de Camagüey, culmina en 1814, tras 24 años de dilaciones. Este hecho lo convierte en uno de los más antiguos del país que presta aún servicio activo, en su totalidad. A pesar de su bien demostrado valor patrimonial, el sitio sufre de un proceso acelerado de degradación agravado por su ubicación dentro de la trama compacta de la ciudad tradicional que limita su crecimiento espacial y por la sobre explotación de sus recursos asociados a riesgos antrópicos, naturales y por la contaminación ambiental.
Desde 2017 se realizan intervenciones en el patrimonio construido por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad y de la Dirección Provincial de Patrimonio, con el objetivo expedito de rescatar su legado cultural. Preocupación avalada por el incremento de las acciones que, desde la experiencia internacional y cubana, ha llegado a importantes pronunciamientos, como los expresados en la Carta de Morelia en la que se reconoce “[…] toda la variedad de manifestaciones de ese tipo en distintas épocas y distintas culturas, y tiene por objeto reafirmar el derecho a la cultura en estos espacios funerarios y la conveniencia de combinar la preservación de su autenticidad con la gestión en el presente y el futuro”. 1) Asimismo: “Las construcciones funerarias, por sus manifestaciones artísticas y simbólicas permiten la preservación de identidades étnicas, religiosas e ideológicas de la sociedad en su conjunto”. 2
Como preámbulo necesario en estas labores en la necrópolis camagüeyana y con el apoyo de la investigación histórica, se diseñó una estrategia de conservación que estructurase las labores de intervención a desarrollar y que tiene como punto de partida, a la hora de implementar las acciones de conservación, la premisa del conocimiento histórico cultural del sitio, de manera general y de los bienes culturales, de manera particular.
El cementerio camagüeyano se encuentra incluido en la condición de Monumento Nacional que desde 1980 posee la ciudad, pero, por sus valores, amerita una declaratoria particular que facilite su valía como sitio patrimonial, de ahí que:
, 3 al constituir un testimonio de épocas anteriores y actuales que la comunidad reconoce y escoge como espacio para ser conservado.“(…) sea necesario incrementar las acciones investigativas como única acción para acometer de forma científica la preservación de los valores culturales, atendiendo a la importancia que asume el patrimonio”
En atención a lo anterior, el trabajo se encaminó a compilar las investigaciones existentes del Cementerio General de Camagüey que permitan el conocimiento de su evolución histórica, cultural, social, urbana, arquitectónica-morfotipológica, jurídica y artística como parte de su legado para la ciudad y que sirven de fundamento a las acciones de conservación de su patrimonio cultural.
Por primera vez se compilan resultados de investigaciones realizadas en la etapa 2002-2019, donde se incluyen aspectos históricos, sociales, económicos y ambientales. Los trabajos fueron determinantes para la elaboración del expediente como Monumento Nacional entregado a la Comisión Provincial de Monumentos, así como para la elaboración del Plan de Manejo y Gestión, actualmente en ejecución y para la estrategia de intervención y conservación implementada desde el año 2017 en las labores que se desarrollan en la necrópolis.
El desarrollo de estas investigaciones histórico culturales sobre el cementerio camagüeyano han dotado a su estrategia de conservación del patrimonio cultural cementerial de la articulación coherente de los elementos enunciados, para poder estructurar una secuencia lógica de acciones a desarrollar, en atención a las características específicas del Cementerio General de Camagüey, pero pueden ser válidos los enfoques de acercamiento según los rasgos particulares para otros cementerios patrimoniales del país.
MÉTODOS
El objeto de estudio lo constituye el Cementerio General de Camagüey como entidad patrimonial. Por eso parte de estudios socio-históricos, epistémicos y de análisis de contenido que permiten profundizar en la historia y valores del cementerio a partir de la indagación en fuentes primarias y su constatación práctica, desentrañar las interconexiones cultura-ciudad-cementerio, apoyados en un minucioso trabajo de observación y evaluación in situ, la graficación y el levantamiento fotográfico donde se elabora como instrumento una ficha para la recogida de la información necesaria. A la par que fue aprovechada la experiencia internacional relativa a los estudios cementeriales. Se aplicó la metodología de intervención de edificios patrimoniales, apoyada en la determinación de los grados de protección y las categorías de intervención permisibles, que facilita la ejecución correcta de las labores de intervención a la hora de la toma de decisiones. 4
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La necesidad de preservar los sitios históricos se convierte en un imperativo en la actualidad, como parte del proceso de construcción de la identidad cultural de las naciones, hecho que adquiere particular connotación desde la historiografía regional y local, máxime cuando, en ocasiones, estos espacios constituyen la expresión del devenir cultural de una sociedad dada. Según explica Oscar Prieto: “El conocimiento de los centros históricos sólo es posible tras un estudio sistemático e interdisciplinario capaz de explicar, en el devenir histórico, los cambios y transformaciones del espacio físico en relación con las coordenadas económicas, políticas, sociales y culturales en las que vivieron, y viven, sus moradores”. 3
La preocupación por la muerte ha condicionado la existencia de los espacios funerarios con una especial significación y su papel en la memoria social de los grupos humanos que los originan, con todas las implicaciones que conlleva la configuración de esta memoria como parte activa del patrimonio cultural; entre ellas su carácter performativo y selectivo. A partir de la construcción social se permite legitimar la percepción espacial del espacio funerario, sus relaciones contextuales y su construcción simbólica.
Investigaciones histórico-culturales
El Cementerio General de Camagüey puede ser entendido como una ciudad dentro de la ciudad, con un conjunto valioso de bienes culturales. Las investigaciones realizadas permiten su análisis como reflejo de las relaciones sociales de la ciudad, sus dinámicas y los cambios que se han dado a través del tiempo, en atención a las interrelaciones socioculturales, históricas, ambientales, artísticas, formales, espaciales, constructivas que definen su desarrollo. Sobre la necrópolis y a pesar de la existencia de abundante información dispersa y la presencia de fuentes documentales, muchas de ellas en muy mal estado, se hace necesario profundizar y sistematizar las investigaciones que de ella se realizan. La preservación identitaria debe hacer referencias a los hechos culturales y debe ser revelada según sus expresiones más concretas, tanto en la historia, la arquitectura, el urbanismo o las expresiones tangibles e intangibles del camposanto, pues estas expresiones “… cambian en función del tiempo, el momento histórico y las interpretaciones que coexisten en el marco de las relaciones inter generacionales”. 5
Los estudios desarrollados se basan en el criterio de reconocer y valorar los bienes culturales integrantes del patrimonio cementerial como parte del cumplimiento de exigencias vinculadas con las identidades nacionales y regionales; así como con la polifuncionalidad y diversidad representativa registradas en el patrimonio, incluidos los contextos natural, cultural y construido, referentes en el proceso de asunción, construcción y deconstrucción de nuestra historia cultural. 6
Se trabaja la memoria “(…) como constructo y facilitadora del hecho cultural-histórico, como la propia cultura está sujeta a un contexto histórico determinado, el cual le impone los límites en los que va a ser entendida y asimilada. Por estas razones, la memoria también está vinculada, de modo directo, con la muerte y el hecho funerario en sí mismo, quizás con ningún otro elemento se aprecia mayor la relación categorial: memoria-olvido, opuestos y duales. La memoria es parte de la necesidad de oponerse al olvido, de reafirmar momentos culturales en aras de no perderlos, se vincula de manera directa con la cultura popular y también con la elitista; como arte forma parte indiscutible del patrimonio cultural de las naciones”. 6 De este referente a la memoria se deriva entender al cementerio como una institución excepcional que es una representación de la cultura de grupos humanos, sus tradiciones y costumbres frente a la muerte, entre otros aspectos.
Los trabajos de investigación histórico cultural se desarrollan en 3 fases: una primera de acercamiento al contexto urbano en el cual se inserta la necrópolis desde la construcción de la ermita del Santo Cristo del Buen Viaje en el siglo XVIII, donde quedó delimitado el espacio para un cementerio parroquial que prestó servicios como tal desde 1795, hasta que en 1814 se produce su reapertura como cementerio de villa. Se analizan las referencias de la etapa, los aspectos jurídicos, así como los entramados históricos de su adecuación a cementerio principal de la antigua villa de Puerto Príncipe, se profundizó en las relaciones entre cementerio y ciudad a lo largo de su desarrollo. La segunda fase de investigación se dirigió a determinar la evolución histórico cultural del cementerio durante los más de 2 siglos de uso intensivo, las particularidades urbano arquitectónicas, artísticas, sociales ya que: “Afrontar el estudio del patrimonio arquitectónico (de su arquitectura o de sus espacios urbanos) supone no solo ir más allá de la historia, buscando comprender en qué medida todo saber debe analizarse a la luz del pasado, puesto que de ignorar tal premisa el conocimiento y el entendimiento solo pueden ser parciales”. 7 Se analizan las etapas de crecimiento urbano del cementerio, lo que permitió ir configurando el espacio urbano, determinar las zonas de mayor antigüedad y como se corresponde a su vez con las de mayores valores patrimoniales, etapas en correspondencia, además, con el desarrollo de epidemias que asolaron a la ciudad durante los siglos XIX y XX, exceptuando el último crecimiento realizado por necesidades espaciales producto del crecimiento urbano. Fueron revisadas las regulaciones vigentes para el funcionamiento de la necrópolis, desde el primer reglamento implementado en el propio año de la fundación hasta la aplicación en el sitio de las ordenanzas municipales de 1856 y las de la policía urbana en 1881, hasta los actualmente vigentes. En la tercera fase se atendieron las investigaciones de los bienes culturales como base de las acciones de conservación que se ejecutan.
El camposanto responde al genius loci de la ciudad, espíritu asociado a cada sitio y cada lugar, que lo distinguen espacialmente de otros cementerios del país. La necrópolis principeña se vincula con la identificación y la orientación de las personas en relación con los sitios que habitan y mueren. Por esto es posible considerar, asumiendo una perspectiva culturológica, que el cementerio es en cierta medida una expresión identitaria de la zona a la que pertenece. Entre el camposanto y la ciudad se establece un diálogo de continuidad, que le permite al primero emplear en su lenguaje cultural, los códigos artísticos y de moda que la ciudad ha validado, o en momentos determinados, ser quien pruebe primero los estilos arquitectónicos en pequeña escala, dada la dimensión de sus edificaciones, de lo que luego será asimilado por la ciudad. El Cementerio General de Camagüey, responde en su trazado a una ciudad que se consolida culturalmente, en el siglo XIX. 6
En la expresión formal se aprecia desde un apego a la tradición y a la sobriedad, pues no se encuentra un despliegue ornamental, ni la presencia descollante de escultores de renombre o maestros de obras de gran mérito en el país o el empleo de materiales costosos o exóticos. 6
En la utilización más simplificada de los códigos estilísticos, se pueden percibir en el camposanto principeño tipologías constructivas cuyo uso se circunscribe solo a este sitio y no se localizan similares en el país, como el llamado panteón de 4 frentes (figura 1), que utiliza el neoclásico y el ecléctico como lenguajes estilísticos, o la presencia de los panteones adosados a panteones, el uso extendido de los panteones adosados a las paredes limítrofes del camposanto con el sistema de nichos como forma de enterramiento utilizado en otros cementerios decimonónicos como el Luz Caballero de Holguín o en la etapa final del cementerio de Espada.
Mientras que la última fase se dedica a la investigación histórico cultural de los bienes culturales funerarios, con el objetivo de fundamentar las intervenciones específicas que se realizan. Es necesario aclarar que se produce una interrelación entre las fases 2 y 3, y se combinan procedimientos convencionales de investigación tomando elementos del método de investigación de las ciencias sociales y el método de investigación histórica de la arquitectura y el urbanismo. La concatenación y desarrollo, junto a la retroalimentación entre las fases, forman la esencia del trabajo. Esto permite el respeto a los elementos que lo constituyen e impiden los falsos históricos. Significativo resulta, igualmente la investigación histórica que avala las propuestas de nuevos proyectos como el monumento a los Mártires de 1851 y la Sala de Interpretación del Patrimonio Funerario de la necrópolis.
Estas investigaciones son fundamentales en la confección e implementación de la estrategia de conservación del patrimonio cultural del Cementerio, al aportar elementos claves para estructurar las acciones de los planes y facilitar la toma posterior de decisiones de intervención, así como en el conocimiento profundo sobre las problemáticas del camposanto.
Patrimonio cementerial: acercamiento a los estudios tipológicos
Las consideraciones sobre el patrimonio cultural cementerial están indisolublemente ligadas al respeto de la identidad de estos sitios exteriorizada con el mantenimiento de las costumbres y las tradiciones heredadas del pasado, pero con el diálogo y asunción de nuevos valores y hábitos, en correspondencia con el desarrollo de los pueblos que las contienen. El cementerio, al igual que la ciudad tienen estructuras de hábitat, en el primero la tumba que puede ser la célula mínima y que puede complejizar su diseño en virtud de posibilidades económicas o criterios culturales, en la segunda la vivienda con toda su distribución espacial en función de la vida, el cementerio como ciudad asume, por tanto, un trazado urbano generalmente resultado de una planificación inicial que crece y se renueva según circunstancias particulares (epidemias, aumentos poblacionales, etc.), incluye diseño de vialidad, vegetación, mobiliario urbano, iluminación, simbólica: a su vez contiene, en algunos casos de forma prediseñada, espacios para monumentos conmemorativos destinados a capillas particulares, mausoleos, obeliscos o la capilla central (como en el cementerio de Colón, en La Habana). Otra congruencia es que, a similitud de la ciudad, el cementerio posee regulaciones, de un lado los propios reglamentos, ordenanzas, limitaciones establecidas por el tipo de servicio que se brinda: del otro las disposiciones externas que extienden reglamentaciones o disposiciones de la ciudad, como las Ordenanzas de la policía urbana de Puerto Príncipe y su jurisdicción que datan de 1881, o las que rigen en la actualidad su funcionamiento, que regulaban desde el ornato, el comportamiento en el sitio, las construcciones, entre otras. Se necesita en el cementerio del mismo modo que en la ciudad, la solicitud de licencias de construcción, con las consiguientes aprobaciones por el arquitecto municipal, la presentación de planos con memoria descriptiva, el asentamiento en los libros: registros cementeriales, registros de propiedad y ayuntamiento. (8
Al igual que en la ciudad, en el cementerio, es posible establecer estudios tipológicos sobre sus construcciones. De este modo, permite tomar como tipo el panteón al asumir su definición a partir de sus rasgos esenciales y como de este se derivan nuevas estructuras tipológicas. En este caso los tipos están formados por el panteón, como la construcción funeraria que sirve para el enterramiento de varias personas, a lo cual es conveniente agregar que puede estar formado por más de una fosa y un osario, y se ubican por todo el cementerio. Se excluye de ese modo la sepultura en tierra, además de encontrarse el osario como tipo, entendido como la construcción que sirve para la inhumación de restos óseos y que no se encuentra asociada a panteones. A los efectos de este análisis, se tomaron como válidos los criterios emitidos por Oscar Prieto a la hora de enfrentar el análisis de los panteones colectivos institucionales, los cuales constituyen en sí una familia tipológica derivada del panteón. Igualmente, el otro tipo está formado por la tumba, que incluye la sepultura en tierra.
En el Cementerio General de Camagüey, existen varias familias tipológicas derivadas del tipo panteón, entre ellas se hallan los panteones colectivos institucionales, los panteones familiares y los panteones colectivos. En el cementerio camagüeyano constituyen una familia tipológica los panteones colectivos, puesto que parten de una derivación del tipo “panteón” y comparten rasgos comunes (figura 2). Desde el punto de vista funcional el hecho de todos asumir una función similar, es decir, sirven para la inhumación de restos humanos, ya de forma temporal (fosas), como definitiva (osario), mientras que, desde lo planimétrico, comparten en el diseño en planta al estar conformados por fosas, que pueden ser semisoterradas, en nichos o a nivel de terreno y los osarios, generalmente ubicados longitudinalmente y emplazados en forma de simetría bilateral. 9)
Esto permite agrupar a la familia tipológica de los panteones colectivos, a tenor de sus características y particularidades, en una tipología que se clasifica en:
los panteones formados por nichos en distintos niveles (donde se encuentran capacidades para inhumación y osarios);
la capilla, que en el caso del cementerio camagüeyano desarrolla 2 variantes. Una de la cuales se llamará: variante A, constituida por fosas extendidas y osarios en el exterior; es el caso de Nuestra Señora de la Soledad (que tiene la particularidad de la doble titularidad: el interior privado y el exterior estatal) y la de los Reverendos Padres Escolapios (que se incluye, además en la familia tipológica de los panteones colectivos institucionales). La variante B se desarrolla de forma cerrada, es decir, sin espacios exteriores.
los panteones extendidos formados por más de 2 fosas y osarios (se encuentran el resto de los inmuebles pertenecientes a esta clasificación).
los panteones individuales compuestos por una fosa de hasta 3 capacidades de enterramiento y osario (como ejemplo el panteón de las costureras ubicado en el cuarto tramo). 8
En esta tipología del panteón colectivo, independientemente de sus variaciones, es posible apreciar la presencia de distintos estilos arquitectónicos en su expresión formal que no modifica la esencia del tipo del cual se generan. Es decir, dentro de la clasificación panteón extendido es posible encontrar ejemplos que emplean en su planteo formal el Art Déco y otros que utilizan el racionalismo, sin embargo, esta expresión no sustenta un cambio en la esencia que los convierten en familia tipológica derivada del tipo “panteón”. 8
Se profundizó en el estudio de los panteones colectivos institucionales, por su significativa presencia en el camposanto. Comparten la característica de ser construidos por instituciones u asociaciones existentes en la ciudad de Camagüey durante la etapa de la República (1902-1958), como excepción se encuentra un panteón perteneciente a la iglesia católica ubicado en el primer tramo y que data de mediados del siglo xix.
Acciones de conservación del patrimonio cultural del Cementerio General de Camagüey
Como resultado de estos estudios, de la importancia del cementerio y del interés de la Oficina del Historiador de la Ciudad de conjunto con otras instituciones, entre ellas la Universidad de Camagüey, se inician las labores de conservación en el sitio. Para la realización de las acciones, se emitieron las regulaciones particularizadas para cada inmueble a intervenir, en atención a sus valores, características, estado de conservación, tipos de deterioros y posibles causas, compatibilidad de materiales y otros elementos (figura 3).
Como consecuencia se han rescatado, de forma gradual, inmuebles ubicados en la Calle Principal y en el primero, tercero y cuarto tramo, de conjunto con el mejoramiento del paisaje urbano histórico del sitio. De modo significativo se realizaron, entre otros, labores el traslado del túmulo dedicado a Dolores Rondón, se rehabilitaron panteones de personalidades culturales de la ciudad y del país como el historiador Torres Lasqueti, Amalia Simoni (figura 3), Salvador Cisneros Betancourt, Nené Álvarez, entre otros. A la par que se proyectan nuevas obras atendiendo a los criterios de integración y el respeto a la memoria histórica, como el Centro de Interpretación del Patrimonio Funerario (figura 4) y el Mausoleo a los Mártires de 1851, ambos de la autoría del Dr. C. Henry Mazorra.
En sentido general, la contribución de estas investigaciones puede ser enunciadas a partir de los siguientes elementos:
La difusión de los valores del Cementerio General de Camagüey; permiten herramientas de análisis para entender la evolución histórico cultural del cementerio como resultado de la propia evolución de la ciudad, con la cual establece nexos indisolubles; desde lo metodológico permiten profundizar en el cementerio entendido como un espacio en el que confluyen multiplicidad de exponentes y bienes culturales, y donde se atiende la diversidad dentro de la particularidad, sin obviar la interdependencia entre ambos; Sirven de herramientas imprescindibles para la fundamentación de las tareas de conservación que se ejecutan en el camposanto, al permitir establecer prioridades de intervención a partir del conocimiento de los valores y la significación de los bienes culturales que lo componen.
Permiten el rescate de la memoria de este sitio funerario, sin descuidar en los componentes del patrimonio inmaterial que se desarrollan en torno al mismo; Los trabajos fueron determinantes para la elaboración del expediente de declaratoria como monumento nacional del cementerio y se trabaja en el plan de manejo y gestión del sitio.
La construcción de nuevo conocimiento en el nivel teórico y de mejora de los instrumentos metodológicos existentes, es un aporte científico fundamental de la presente investigación. El abordaje de nuevos conceptos, así como la redefinición de algunos de ellos a partir de las nuevas necesidades, tales como identidad cultural, patrimonio funerario y patrimonio cultural cementerial, ha permitido introducir y generalizar sus resultados en la práctica social y cuentan con un alto reconocimiento y prestigio en el área que atiende la investigación.
Conclusiones
El Cementerio General de Camagüey, portador de la memoria espiritual y material de la ciudad a lo largo de más de 2 siglos de uso intensivo, se yergue con particularidades y unicidades que lo distinguen dentro de los cementerios del país. Expresión indiscutible de la pluralidad cultural de la nación, por lo que se hace necesario su rescate al ser uno de los más antiguos del país y que presta servicios necrológicos en su totalidad.
En las investigaciones se constató la conformación de un entramado urbano regulado según los proyectos presentados en las diferentes fechas de ampliaciones, con 4 tramos formados por manzanas, de los cuales 3 se encuentran amurallados por panteones o paredes limítrofes del camposanto. De tal modo, y contrario a lo que la población ha aceptado, no se traslada de manera consciente la trama en plato roto de la ciudad, se construye atendiendo a proyectos presentados que ordenan sus espacios interiores, destinando parcelas para los distintos tipos de construcciones funerarias prácticamente desde sus orígenes. Queda así, estructurado un crecimiento planificado al menos en la proyección, pero que, debido al descontrol constructivo y la carencia espacial, se pierde y genera un desarrollo irregular hacia el interior de las manzanas.
Fue necesario en estas investigaciones precisar el desarrollo arquitectónico de la necrópolis camagüeyana, desde una expresión primigenia hasta la presencia de estilos arquitectónicos bien elaborados, lo cual no excluye una alta existencia de inmuebles con estilos de difícil definición. Se determinó la correspondencia epocal entre estos estilos arquitectónicos desarrollados en la ciudad de Camagüey y los ejecutados en el cementerio; coherencia que se adecúa a las nuevas funciones y dimensiones de los espacios funerarios, homogeneización que incluye las características identitarias citadinas: cierto conservadurismo, arcaísmo, marcado por el carácter de ciudad mediterránea alejada de los centros principales de poder estatal durante la colonia y la república.
Se realizaron estudios tipológicos que permitió establecer la presencia de familias tipológicas y sus características.
Todas estas investigaciones histórico culturales permiten, a su vez, la ejecución de acciones de conservación y rescate de la memoria histórica del cementerio ante los acelerados procesos de descualificación que sufre el sitio, pues es imposible hablar de patrimonio en ausencia, máxime cuando éste forma parte indiscutible de la cultura del país.