INTRODUCCIÓN
La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.1 Aunque la predisposición genética determina en parte la susceptibilidad individual a la diabetes mellitus tipo 2 (DM 2), dietas poco saludables y estilos de vida sedenta-rios constituyen reconocidos factores de riesgo responsables de la epidemia mundial actual de esta enfermedad.2
Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) se han convertido en un problema de salud pública debido al sufrimiento que ocasiona a la persona que las padece, a lo que se añade un perjuicio socioeconómico a nivel individual, familiar y social. La Guía Práctica Clínica de Diabetes Mellitus tipo 2 informa 56 millones de defunciones registradas en 2012: el 68% se asoció con ECNT y las dos terceras partes se produjeron en países de ingresos bajos y medios.3
La enfermedad se considera un problema de salud a nivel mundial, lo que se debe a sus crecientes y elevadas tasas de incidencia y prevalencia. Al mismo tiempo constituye una causa importante de morbilidad y mortalidad en la población adulta y un factor de riesgo para la aparición de otras enfermedades de origen vascular, que se sitúan entre las primeras causas de muerte en el mundo y en Cuba.
Se estima que uno de cada 11 adultos en el mundo actualmente padece la en-fermedad. Asia es el epicentro y China e Italia son los países que aportan el ma-yor número de personas afectadas. En cuanto al tipo de DM, en este grupo poblacional la DM 2 constituye el más frecuente.4
Los últimos datos publicados indican que 463 millones de adultos viven con dia-betes en la actualidad. Si no se toman las medidas necesarias para disminuir esta pandemia 578 millones de personas serán diabéticos en el año 2030. Para el año 2045 se estima un incremento, de manera abrumadora, de hasta 700 millones.5
A nivel global se destacan diez países con cifras elevadas de diabetes en las edades entre los 20 y los 79 años y un equilibrio en cuanto al sexo. Entre estos países se incluyen economías desarrolladas, emergentes y subdesarrolladas: China, India, Estados Unidos, Brasil, Rusia, México, Indonesia, Alemania, Egipto y Japón.6
Al finalizar el año 2022, según el Anuario estadístico, en Cuba hubo una prevalencia total de 66,5 pacientes con DM por cada 1 000 habitantes, con mayor predominio en el sexo femenino (76,8) y de los grupos de edades de 60 a 64 años y de 65 y más. La Provincia de Villa Clara informó una cifra de 61,4; de ellas la mayor representatividad de diabetes tipo 2.7
En el Municipio de Quemado de Güines hay una población total de 20 797 habi-tantes, 10 465 son del sexo femenino y 10 332 del masculino. Existe un total de 1 119 personas con DM, con una incidencia de 128 personas al cierre del año 2022,8 y predomina la diabetes tipo 2.
La DM ha constituido un problema prioritario de salud en este municipio, en especial la DM 2. Hay factores que constantemente ponen en riesgo la salud de las personas afectadas por esta enfermedad, entre ellos el desconocimiento y la desinformación (o ambos) acerca de ella y de su tratamiento (y peor aún la falta de adherencia al mismo), el autocuidado en relación a los hábitos alimentarios inadecuados, la obesidad y el sedentarismo, entre otros, relacionados con estilos de vida insanos.
El Consultorio del Médico de la Familia (CMF) 3-1 cuenta con un total de 101 per-sonas diagnosticados con DM, 14 con diabetes tipo I y 87 con diabetes tipo 2. Al cierre del año 2022 hubo una incidencia de seis pacientes diabéticos tipo 2, tres de cada sexo.8
Potenciar la interacción de la persona diabética compensada o no con los proveedores de salud en aras de mejorar su estado de salud y elevar su calidad de vida es un propósito a alcanzar en el área. Es primordial incentivar en los Licenciados en Enfermería la adecuada comunicación sobre la base de una relación interpersonal adecuada con las personas que facilite una mejor convivencia del enfermo con la enfermedad y su relación con el medio de una manera natural y efectiva.
El estudio sobre el tema no tiene precedentes en el área de salud. Nunca antes se ha investigado, por el personal de esta disciplina, la función del cuidado desde el principio de las relaciones interpersonales declarado por la teórica de la Enfermería Hildegart Elizabeth Peplau que, a pesar de haber creado este modelo por y para la Enfermería de salud mental, en la que trabajó durante toda su vida, no significa que también sea aplicable y extendido en cualquier contexto de la práctica de esta profesión.
El objetivo del estudio está encaminado a proponer un conjunto de acciones independientes de Enfermería dirigidas a la promoción y a los cuidados en personas con diabetes mellitus según la teoría de Hildegart Elizabeth Peplau.
MÉTODOS
Se realizó una investigación con un diseño no experimental de tipo observacional descriptivo transversal en el Consultorio del Médico de la Familia 3-1, pertene-ciente al Policlínico Docente “Mártires del 8 de abril” del Municipio de Quemado de Güines, de la Provincia de Villa Clara. La población de estudio estuvo conformada por 101 personas diabéticas dispensarizadas en ese Consultorio. Para conformar la muestra se aplicó un muestreo no probabilístico intencional por criterios, se tuvieron en cuenta los adultos mayores de 35 años diagnosticados con DM tipo 2 que residían de manera permanente en el área de salud, se contó con el consentimiento informado de la muestra para participar en el estudio y se excluyeron a los que alguna discapacidad física o mental les impedía participar en el estudio y, como criterio de salida, las personas que cambiaron de residencia fuera del municipio. La muestra quedó constituida por 84 adultos diabéticos tipo 2 del CMF 3-1.
Variables y recolección de datos
Las variables en estudio fueron: grupo de edades, sexo, escolaridad, factores de riesgo de descompensación de DM 2, nivel de información que poseen sobre so-bre factores de riesgo, cuidados y autocuidados y relación enfermero-paciente. Los indicadores de cada variable fueron evaluados mediante un modelo de reco-gida de datos confeccionado a través de las historias clínicas de las personas, una encuesta diagnóstica realizada a la muestra con preguntas abiertas y cerradas y una guía de observación aplicada al 50% de las personas de la muestra por decisión de los autores, que permitió determinar la relación enfermera/o-paciente a partir de la Teoría de las relaciones interpersonales de Hildegart Elizabeth Peplau.
Métodos, instrumentos y procedimientos empleados
Métodos empíricos:
Análisis documental: se utilizó una guía de revisión de las historias clínicas indivi-duales y se diseñó un modelo de recogida de datos con el objetivo de caracterizar la muestra según las variables sociodemográficas y los factores de riesgo. Se realizó una revisión documental sobre el tema a partir de bibliografía actualizada.
Encuesta: se aplicó con el objetivo de identificar el nivel de información de las personas con DM 2 del área seleccionada sobre la enfermedad, los factores de riesgo de descompensación, los cuidados y los autocuidados. Se utilizó como ins-trumento un cuestionario elaborado por los autores del estudio que constó de ocho preguntas, cinco cerradas y tres semiabiertas y fue aplicada durante las visitas de terreno y, en otros casos, en la visita a consulta médica. Luego de aplicada se confeccionó una escala por ciento de las respuestas correctas a través de la variable “nivel de información sobre factores de riesgo, cuidados y autocuidados”. Se utilizaron las categorías de adecuado si respondía de manera correcta más del 80% de las preguntas, o sea seis o más de ocho preguntas formuladas, e inadecuado si respondía correctamente menos del 80% de las preguntas.
Observación: se utilizó una guía de observación como instrumento con el objetivo de determinar la relación enfermera/o-paciente a partir de la Teoría de las relaciones interpersonales de Hildegart Elizabeth Peplau. La guía fue diseñada a partir de las cuatro fases concebidas por Peplau en la relación enfermera/o-paciente y que resultó de estimada ayudada al investigador para la confección de acciones independientes de Enfermería dirigidas al cuidado y a la promoción de personas con DM 2.
Técnica grupal: grupo nominal: se utilizó para la confección de las acciones inde-pendientes de Enfermería. Esta técnica permitió obtener información sobre los problemas existentes y consenso entre los participantes respecto a su prioriza-ción. Es muy utilizada para detectar y priorizar problemas en servicios, organiza-ciones e instituciones.
Se emplearon como instrumentos el de recolección de datos, el cuestionario y la guía de observación.
Los resultados fueron triangulados para proceder al análisis estadístico.
Procesamiento estadístico:
Se realizó con técnicas de la estadística descriptiva e inferencial para el cálculo de las distribuciones de frecuencia, absolutas y relativas. De la estadística inferencial se empleó la prueba no paramétrica de Chi cuadrado para determinar si las diferencias encontradas en las distribuciones de variables muestran asociación. Se aceptó un nivel de significación del 95% (p<0,05), de ahí que se consideraron los resultados de asociación significativa cuando la significación estadística “p” fue menor que 0,05
Aspectos éticos
Previo a la aplicación del instrumento se contó con el consentimiento informado de los participantes y con la aprobación del Comité Ético de la Investigación (CEI) y Consejo Científico del área de salud. Se respetaron los principios de las investigaciones en sus normas emitidas por la Declaración de Helsinki.
RESULTADOS
Como resultado primario de la investigación se destacó en la muestra de estudio el grupo de edad de 55 a 64 años (47,61%) y predominaron los diabéticos del sexo femenino (66,66%). Según el nivel de escolaridad y el sexo prevaleció el técnico medio terminado (34,52%); para las féminas fue el 19,04% y para los hombres el 15,47%. No hubo diferencias significativas. Estos datos se reflejan en la Tabla 1.
La Tabla 2 muestra que entre los factores de riesgo de descompensación de la enfermedad existió un predominio del sedentarismo (84,52%), seguido de los hábitos nutricionales inadecuados (77,38%). Resulta significativa la relación entre las variables.
En relación al nivel de información sobre la enfermedad, los factores de riesgo y los autocuidados expuestos en la Tabla 3 se destacó un nivel de información inadecuado en todos los temas abordados en más de la mitad de los encuestados; se enfatizó en relación a la definición de la enfermedad (94,04%) y a las complicaciones de la diabetes (91,66%) y los factores de riesgo (89,28).
La Tabla 4 muestra los resultados percibidos en cuanto a las relaciones interper-sonales entre enfermera/o-paciente según las fases aplicadas e identificadas por Hildegart Elizabeth Peplau en su teoría del cuidado aplicado al 50% de la muestra para ese grupo; predominaron las relaciones evaluadas de aceptables en un 52,38%. Las mayores dificultades se observaron en las fases de explotación o trabajo (85,71%) y en la última fase de resolución (69,04%). Hubo diferencias estadísticas significativas.
Luego de identificar las carencias cognitivas de la muestra estudio sobre la enfermedad y las brechas existentes en las relaciones interpersonales entre enfermera-paciente se procedió a trabajar con el grupo nominal y se llegó a conclusiones certeras al final de la actividad que orientaron la necesidad de proponer acciones independientes de Enfermería dirigidas al cuidado y promoción de la DM 2 desde la teoría de las relaciones interpersonales de Hildegart Elizabeth Peplau. Esas acciones aparecen registradas en el Cuadro 1.
DISCUSIÓN
La educación de una persona diabética constituye un aspecto esencial para el manejo y el control de la enfermedad. Su apoyo y cuidado es tarea esencial de la enfermera en la Atención Primaria de Salud.9
Un estudio titulado “Caracterización clínico epidemiológica de pacientes diabéticos en un área de salud”10 muestra que la frecuencia de la afección aumenta a medida que se incrementa la edad de las personas, sobre todo en mayores de 60 años, lo que resulta más frecuente en el sexo femenino. Datos que aseveran los autores del estudio y concuerdan con los obtenidos.
La escolaridad, sin lugar a dudas, constituye una de las variables sociodemográficas de implicación en el proceso salud enfermedad al asumir que facilita la adquisición de conocimientos y permite dar cuenta, con prontitud, de afectaciones observadas. Según un estudio de intervención educativa11 efectuado en la Ciudad de Santa Clara, de la Provincia de Villa Clara, la escolaridad no es un factor determinante en la aparición de enfermedades crónicas, con lo que coinciden estos autores, pero no dejan de señalar la importancia de cierto nivel cultural para asimilar los conocimientos sobre la enfermedad y, sobre todo, las formas más saludables de convivir con ella.
En relación a los factores de riesgo modificables se presenta un predominio de los estilos de vida inadecuados. Un estudio realizado en Chile sobre los factores asociados al desarrollo de diabetes mellitus tipo 212 destaca que el exceso de peso se considera uno de los factores de riesgo modificables más importantes para DM 2 y que tanto la inactividad física como el sedentarismo contribuyen al aumento del riesgo de la enfermedad. De un 20 a un 40% de incremento de riesgo se presenta en personas con DM que son fumadores; el por ciento de personas diabéticas fumadoras se presenta en un 30,0% y de los que ingerían bebidas alcohólicas en un 28,0%.13 En esta investigación se encontró asociación entre el hábito de fumar y la ingesta de bebidas alcohólicas.
El predominio de las actividades sedentarias, sumadas a los malos hábitos ali-mentarios, han incidido de manera notable en el aumento de la prevalencia de obesidad y DM 2 en la población, destacan los autores de este estudio. En una investigación sobre hábitos alimentarios y riesgo de diabetes mellitus tipo 2 en individuos con diagnóstico de obesidad14 se expone un alto por ciento de perso-nas que consumen mucha sal y emplean grasa animal para cocinar y, por otra parte, un bajo consumo diario de frutas, verduras y hortalizas, resultados que coinciden con los del presente estudio.
Los autores de la presente investigación aseveran que reconocer los factores de riesgo conforma el elemento esencial para un abordaje integral de las ECNT, en-tre ellas la DM. Estos factores amenazan de manera constante la salud de las personas; trabajar sobre ellos desde la prevención y la promoción de salud es la principal solución.
Según el nivel de información sobre la enfermedad, los factores de riesgo y los autocuidados los resultados obtenidos concuerdan con los de un trabajo en el que se destaca el inadecuado nivel de conocimientos de los enfermos sobre las medidas de autocuidado: la ingesta adecuada de líquidos (83,3%), higiene y cuidado de los pies (76,7%) y práctica del aseo bucal en un 70%,15 resultados que coinciden con los del presente estudio.
En las personas con DM 2 el nivel de conocimiento sobre su enfermedad fue evaluado de malo en el 72,2% de los encuestados,16 hallazgos similares a los de la presente investigación. Esto refleja la dificultad que tienen las personas para mantener un adecuado control y ratifica la baja percepción de riesgos que presentan.
Al analizar la relación enfermera-paciente a través de las teorías de las relaciones interpersonales, su importancia y los aspectos que marcan este tipo de relación dentro de la terapéutica de Enfermería, se tienen en cuenta los elementos de la comunicación que favorecen la relación, de modo que permiten la relación recíproca y contribuye con la función profesional de la Enfermería,17 análisis que se tuvo en cuenta en el presente estudio, que no mostró los resultados más adecuados. Un artículo de revisión18 que publica sobre el tema describe la importancia de la relación enfermera/o-paciente como un proceso interpersonal significativo y terapéutico.
A través del fortalecimiento de las relaciones interpersonales, orientado por la Teoría de Hildegart Elizabeth Peplau, la enfermera y el paciente identifican las necesidades de cuidado con el propósito de atenderlas y crear conductas preventivas para evitar complicaciones por la enfermedad. De esta forma, tanto las personas como el profesional de Enfermería, alcanzan tener un mayor nivel de autonomía. 19
Resultan necesarias las acciones dirigidas al cuidado y a la promoción de salud en las personas con DM en la Atención Primaria de Salud que partan del principio de las relaciones interpersonales entre la enfermera/o-paciente. Una enfermera instruida, con conocimientos científicos y calificada, demostrará con acciones independientes que no existe un tratamiento eficaz de la DM sin educación.