Estimada Dra. Josefa Dolores Miranda Tarragó
Editora Jefe de la Revista Cubana de Estomatología
Estimada editora:
Dentro del trabajo odontológico, una de las principales causas de que el paciente acuda a consulta es el dolor, por lo que el odontólogo está íntimamente relacionado con el uso frecuente de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para controlar este síntoma.
Por su mecanismo de acción, los AINEs presentan efectos adversos frecuentes, como trastornos digestivos (gastritis o úlceras digestivas) y trastornos renales (insuficiencia renal aguda). De igual manera, también se considera que están contraindicados en pacientes que presentan trastornos respiratorios, ya que se le ha relacionado con el infarto agudo de miocardio.1)
En la actualidad, la preocupación ha aumentado respecto al uso de los AINEs, porque algunos estudios consideran que pueden exacerbar la infección por COVID-19. Se piensa que aumentan el riesgo de complicaciones de la neumonía, bajo la hipótesis de que los AINEs pueden inducir cascadas proinflamatorias que magnifican la respuesta inflamatoria dentro de los pulmones. Por otro lado, también se puede dar el aumento de los receptores de la enzima convertidora de angiotensina-2 (ECA-2), haciendo que haya mayor susceptibilidad al virus o que empeoren los síntomas si ya existe la infección.2) Esta correlación entre el nivel de expresión de ECA-2 y el riesgo de infección ha sido ampliamente establecida, aunque no se ha aclarado la función exacta de los AINEs en esta situación; pero si tomarlos aumentan la presencia de estos receptores, se va a desarrollar una mayor acción perjudicial durante la fase de contaminación viral para que se establezca la infección por COVID-19.
También se ha sugerido que el uso de ibuprofeno en pacientes con COVID-19 es perjudicial para el estado y la recuperación del paciente, de ahí que tomar AINEs para los síntomas que se relacionan con la COVID-19 puede ser más dañino que beneficioso.3) Durante la fase grave de infección por SARS-CoV-2, el daño pulmonar parece estar relacionado con una reacción inmunitaria aguda y una tormenta de citocinas, lo que puede justificar el uso de AINEs en esta etapa.4) Sin embargo, a la par se manifiesta que no hay evidencia de que el tratamiento con estos medicamentos brinde algún beneficio en los pacientes con infecciones complicadas por SARS-CoV-2.
Por otro lado, no se han encontrado evidencias a favor o en contra del uso de AINEs en pacientes con COVID-19, ni que su ingesta estuviera asociada a una mayor mortalidad o que este tipo de infecciones empeoren.3,5) Entendiendo que hasta que no existan pruebas fehacientes y sólidas, los pacientes que presenten algún síntoma de dolor deberían seguir tomando sus AINEs de forma regular.
Por cuanto aún no existe evidencia concluyente a favor o en contra del uso de los AINEs, el odontólogo deberá prescribir estos fármacos con precaución y cautela si se diera el caso de indicarlos para controlar el dolor dental en pacientes con COVID-19, ya que aún no están claro los daños asociados con su uso.