Introducción
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las infecciones respiratorias agudas (IRA) son la causa de muerte de 4,3 millones de niños menores de cinco años, lo que representa el 30 % de todas las muertes anuales de niños en ese grupo de edad.1
La neumonía constituye la causa de muerte más frecuente en el curso de una IRA. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en colaboración con la OMS, calculó que unos 740 180 niños menores de cinco años murieron en 2019 debido a una neumonía.2
En América Latina, las IRA representan el 20 % de las muertes en niños de esa edad, una incidencia diez veces mayor que en los países desarrollados, además de motivar entre el 30 y el 40 % de las consultas médicas; mientras que en algunos países reportan entre el 20 y el 30 % de los ingresos hospitalarios clínicos.3
Las IRA de etiología viral conforman el 80 % de los casos. El 90 % de las muertes son causadas por una neumonía bacteriana, específicamente por las bacterias Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae.4
El grupo de factores que predisponen a adquirir una neumonía en el curso de una IRA son el bajo peso al nacer, la desnutrición, los factores ambientales (como las bajas temperaturas), la falta de inmunización o una inmunización inadecuada, una atención sanitaria deficiente e inadecuada, entre otros.2 Por tanto, se buscan medidas para prevenir o controlar estos factores de riesgo.
En 2019, según la Oficina de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud (MINSA), en Perú se registraron 2 501 436 casos de IRA en niños menores de cinco años. Las regiones con mayor incidencia fueron Ucayali, Arequipa, Moquegua, Callao y Tacna. Además, hubo 191 muertes por neumonía.5
El boletín epidemiológico del MINSA reportó que, entre la primera semana epidémica y la número 43 de 2021, el acumulado de notificaciones de infección respiratoria aguda sumó 682 028 episodios, lo que corresponde a una incidencia acumulada de 2515,8 episodios por cada diez mil niños menores de cinco años, un 7,2 % más alta que en el mismo período de 2020.6
En Perú, una investigación previa en el Hospital Nacional Sergio E. Bernales reportó entre doce y quince casos diarios de infecciones respiratorias agudas, lo que representó un promedio de 360 a 450 casos mensuales.7
El objetivo de este estudio fue determinar los factores materno-infantiles asociados con las infecciones respiratorias agudas en niños menores de cinco años en Perú.
Métodos
Se realizó un estudio transversal, analítico, descriptivo, observacional y retrospectivo de bases secundarias.
Se incluyeron 8366 hijos de mujeres en edad fértil entre 15 y 49 años, quienes contestaron completa y satisfactoriamente los módulos correspondientes de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de Perú y publicada en 2021.
La variable principal (infecciones respiratorias agudas) se ubicó en el archivo de datos “REC43” del módulo 1634.
Las demás variables evaluadas (edad de la madre, nivel de educación de la madre, región natural, tipo de lugar de residencia, consumo de cigarrillos, sexo del niño, edad del niño, prematuridad y desnutrición) se encontraron en los archivos de datos “REC 111”, módulo “1631”; “REC91”, módulo “1632”; “REC 42”, módulo “1634”; y “REC 94”, módulo “1633”.
Tras identificar las variables de interés, se elaboró un archivo de datos teniendo en cuenta los indicadores según la ENDES. Las variables fueron las siguientes:
Infección respiratoria aguda: infección del aparato respiratorio con diversas etiologías durante las dos semanas que precedieron a la ENDES y que presentó como síntoma característico la tos.6,8
Desnutrición crónica: condición en la cual los niños resultaron pequeños en comparación con una población de referencia por debajo de dos desviaciones estándar.
Prematuro: bebé nacido vivo antes de la semana 37 de embarazo.8
La información se analizó con el software Statistical Package Social (SPPS, por sus siglas en inglés), versión 21.0. Se empleó la opción de muestras complejas de acuerdo con los estratos, conglomerados y factores de ponderación de ENDES, 2021.
El análisis univariado se desarrolló mediante el cálculo de frecuencias absolutas y porcentajes a partir de variables cualitativas categóricas.
El análisis bivariado se realizó a través del cálculo de frecuencias absolutas y porcentajes. Se calcularon las razones de prevalencia (RP) crudas, acompañadas de sus intervalos de confianza, y se consideró un valor de p < 0,05 como estadísticamente significativo y un intervalo de confianza (IC) del 95 %.
Por último, para el análisis multivariado, se analizaron las variables con significancia estadística en el análisis bivariado. Se aplicó un modelo de regresión de Poisson con varianza robusta calculando la RP ajustada junto con sus intervalos de confianza. Todas las valoraciones se realizaron utilizando muestras complejas.
La bondad de ajuste del modelo se obtuvo mediante una prueba ómnibus de contraste con un resultado de p < 0,05, lo que indica un ajuste razonable del modelo, es decir, que el modelo se ajusta bien a los datos.
El estudio recibió la aprobación del Comité de Ética en Investigación del Instituto de Investigación de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina Humana, Universidad Ricardo Palma.
Resultados
Tras el análisis univariado se encontró una incidencia de un 18,3 % de niños afectados por infecciones respiratorias agudas.
Además, se observó que el 78,5 % de las mujeres entrevistadas eran madres en edad adulta y que la mayoría (46,5 %) alcanzó el nivel educativo secundario.
Las entrevistadas manifestaron que sus viviendas se encontraban, sobre todo, en la región de la costa fuera de Lima Metropolitana (28,8 %) y la minoría en la región de la selva (17,8 %). Asimismo, predominó el área urbana (74,5 %).
Solo el 1,5 % de las madres entrevistadas tenía el hábito de fumar cigarrillos.
En cuanto al sexo de los infantes, los números de la población no distaron demasiado y predominó el masculino (50,4 %).
La población infantil estudiada tenía, en su mayoría, entre uno y menos de tres años (43,1 %).
El antecedente de nacimiento prematuro se dio en el 20,7 % de los niños; y la desnutrición crónica, en el 11,7 % de los casos (tabla 1).
Variables | No. | Porcentaje | |
---|---|---|---|
Infecciones respiratorias agudas | No | 6834 | 81,7 |
Sí | 1532 | 18,3 | |
Edad de la madre | Adolescente | 341 | 4,1 |
Joven | 1455 | 17,4 | |
Adulta | 6570 | 78,5 | |
Nivel educativo más alto de la madre | Sin educación | 97 | 1,2 |
Primaria | 1431 | 17,1 | |
Secundaria | 3888 | 46,5 | |
Superior | 2951 | 35,3 | |
Región natural de la madre | Lima Metropolitana | 2221 | 26,5 |
Costa fuera de Lima Metropolitana | 2413 | 28,8 | |
Sierra | 2245 | 26,8 | |
Selva | 1487 | 17,8 | |
Tipo de lugar de residencia de la madre | Urbano | 6230 | 74,5 |
Rural | 2136 | 25,5 | |
Madre fuma cigarrillos | No | 8237 | 98,5 |
Sí | 129 | 1,5 | |
Sexo del infante | Masculino | 4213 | 50,4 |
Femenino | 4153 | 49,6 | |
Edad del infante | < de 1 año | 2058 | 24,6 |
1 a < 3 años | 3608 | 43,1 | |
3 a < 5 años | 2700 | 32,3 | |
Infante con nacimiento prematuro | No | 6635 | 79,3 |
Sí | 1732 | 20,7 | |
Infante con desnutrición crónica | No | 7389 | 88,3 |
Sí | 977 | 11,7 |
Fuente: INEI-ENDES, 2021.
En el análisis bivariado se observó que las variables edad de la madre, nivel educativo de la madre y región natural fueron estadísticamente significativas (tabla 2).
Factores | Infecciones respiratorias agudas | RP crudo | Crudo 95 % | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
No | Sí | |||||||
No. | % | No. | % | Inferior | Superior | |||
Madre adulta | 5431 | 82,7 | 1138 | 17,3 | 0,012 | 0,843 | 0,737 | 0,963 |
Madre adolescente | 249 | 73,0 | 92 | 27,0 | 0,002 | 1,432 | 1,138 | 1,802 |
Madre joven* | 1154 | 79,3 | 302 | 20,7 | - | - | - | - |
Madre sin educación | 82 | 84,5 | 15 | 15,5 | 0,507 | 0,819 | 0,453 | 1,478 |
Madre c/ primaria | 1126 | 78,7 | 305 | 21,3 | 0,000 | 1,486 | 1,277 | 1,730 |
Madre c/ secundaria | 3114 | 80,1 | 774 | 19,9 | 0,000 | 1,411 | 1,243 | 1,601 |
Madre c/ superior* | 2512 | 85,1 | 439 | 14,9 | - | 1 | - | - |
Madre de la selva | 1090 | 73,3 | 397 | 26,7 | 0,000 | 1,552 | 1,330 | 1,811 |
Madre de la sierra | 1912 | 85,2 | 333 | 14,8 | 0,013 | 0,827 | 0,712 | 0,961 |
Madre de Lima Metropolitana | 1821 | 82,0 | 399 | 18,0 | 0,955 | 1,004 | 0,875 | 1,152 |
Madre de la costa fuera de Lima Metropolitana* | 2011 | 83,3 | 403 | 16,7 | - | - | - | - |
Madre c/ vivencia rural | 1720 | 80,5 | 416 | 19,5 | 0,024 | 1,148 | 1,019 | 1,294 |
Madre c/ vivencia urbana* | 5114 | 82,1 | 1116 | 17,9 | - | - | - | - |
Madre sí fuma | 108 | 83,8 | 21 | 16,2 | 0,260 | 0,738 | 0,435 | 1,252 |
Madre no fuma* | 6726 | 81,7 | 1511 | 18,3 | - | - | - | - |
Infante de sexo masculino | 3413 | 81,0 | 800 | 19,0 | 0,048 | 1,114 | 1,001 | 1,239 |
Infante de sexo femenino* | 3421 | 82,4 | 732 | 17,6 | - | - | - | - |
Infante < de 1 año | 1679 | 81,6 | 379 | 18,4 | 0,296 | 1,081 | 0,934 | 1,250 |
Infante 1 a < 3 años | 2907 | 80,6 | 701 | 19,4 | 0,049 | 1,136 | 1,000 | 1,290 |
Infante 3 a < 5 años* | 2248 | 83,3 | 452 | 16,7 | - | - | - | - |
Infante con nacimiento prematuro | 1411 | 81,5 | 321 | 18,5 | 0,865 | 0,989 | 0,866 | 1,129 |
Infante sin nacimiento prematuro* | 5423 | 81,7 | 1211 | 18,3 | - | - | - | - |
Infante con desnutrición | 773 | 79,1 | 204 | 20,9 | 0,101 | 1,138 | 0,975 | 1,328 |
Infante sin desnutrición* | 6061 | 82,0 | 1328 | 18,0 | - | - | - | - |
Leyenda: *categoría de referencia; p: probabilidad (significancia estadística); RP: razón de prevalencia.
Fuente: INEI-ENDES, 2021.
El análisis multivariado puso en evidencia que el factor que disminuye la prevalencia de infecciones respiratorias agudas en niños menores de cinco años es el de madres en edad adulta, con -0,129 de factor de protección comparado con las madres jóvenes con RP = 0,871 e IC = 0,761-0,998, a diferencia de las madres adolescentes que acrecentaban la prevalencia en un 0,331 en comparación con las madres jóvenes (RP = 1,331 e IC = 1,057-1,677).
Con relación al nivel educativo de las madres, primaria y secundaria fueron los que adicionaron casos a la prevalencia. Para primaria el aumento fue de 0,418 (RP = 1,418 e IC = 1,197-1,681) y, en secundaria, de 0,326 (RP = 1,326 e IC = 1,164-1,512), en contraste con las madres que alcanzaron un nivel superior.
Hubo una elevación en la prevalencia de los casos de 0,487 en la región de la selva (RP = 1,487 e IC = 1,255-1,762) en relación con la región costera fuera de Lima Metropolitana.
El sexo masculino también constituyó un estímulo para incrementar la prevalencia de los casos en 0,120 en comparación con el sexo femenino (RP = 1,120 e IC = 1,008-1,245) (tabla 3).
Factores | RP ajustado | IC del 95 % del RP ajustado | ||
---|---|---|---|---|
Inferior | Superior | |||
Madre adulta | 0,046 | 0,871 | 0,761 | 0,998 |
Madre adolescente | 0,015 | 1,331 | 1,057 | 1,677 |
Madre joven* | - | - | - | - |
Madre sin educación | 0,478 | 0,802 | 0,437 | 1,474 |
Madre c/ primaria | 0,000 | 1,418 | 1,197 | 1,681 |
Madre c/ secundaria | 0,000 | 1,326 | 1,164 | 1,512 |
Madre c/ superior* | - | - | - | - |
Madre de la selva | 0,000 | 1,487 | 1,255 | 1,762 |
Madre de la sierra | 0,011 | 0,821 | 0,705 | 0,956 |
Madre de Lima Metropolitana | 0,362 | 1,068 | 0,927 | 1,230 |
Madre de la costa fuera de Lima Metropolitana* | - | - | - | - |
Madre c/ vivencia rural | 0,585 | 0,959 | 0,826 | 1,114 |
Madre c/ vivencia urbana* | - | - | - | - |
Madre sí fuma | 0,210 | 0,721 | 0,432 | 1,202 |
Madre no fuma* | - | - | - | - |
Infante de sexo masculino | 0,036 | 1,120 | 1,008 | 1,245 |
Infante de sexo femenino* | - | - | - | - |
Infante < de 1 año | 0,996 | 1,000 | 0,863 | 1,158 |
Infante 1 a < 3 años | 0,120 | 1,106 | 0,974 | 1,255 |
Infante 3 a < 5 años* | - | - | - | - |
Infante con nacimiento prematuro | 0,544 | 1,042 | 0,912 | 1,192 |
Infante sin nacimiento prematuro* | - | - | - | - |
Infante con desnutrición | 0,351 | 1,079 | 0,919 | 1,267 |
Infante sin desnutrición* | - | - | - | - |
Leyenda: *categoría de referencia; p: probabilidad (significancia estadística); RP: razón de prevalencia.
Fuente: INEI-ENDES, 2021.
Discusión
La investigación demostró que existen factores materno-infantiles asociados con las IRA en la población estudiada.
Las IRA en niños menores de cinco años se presentaron en un 18,3 %, resultado similar al reportado por Ramírez y otros,9 cuya población fue de 18 345 madres con hijos menores de cinco años según ENDES, 2017, y una prevalencia de 14,7 %, lo que indica un incremento de reportes en 2021.
Las investigaciones en un centro materno-infantil de Lima, Perú, mostraron una prevalencia de 30, 47 %.8 Esto concuerda con lo planteado por Bautista10 en un estudio poblacional en el distrito de Acopampa Ancash (25 %).
A nivel internacional, Apanga y Kumbeni,11 en Ghana, notificaron una prevalencia de 33,3 %.
Las variaciones con respecto a los resultados de este estudio pueden deberse a las características de las poblaciones estudiadas (estado inmunitario y nutricional, infecciones anteriores o recurrentes), las diferencias en los entornos (disponibilidad y eficacia de la atención médica, las medidas preventivas, las inmunizaciones, etcétera), las condiciones medioambientales (contaminantes atmosféricos, la temperatura, la humedad y el hacinamiento en los hogares), las características propias del agente patógeno y la forma de definición de los casos de infecciones respiratorias agudas.1
En el estudio se encontró que las madres adultas tienen una relación protectora significativa frente a las infecciones respiratorias agudas.
Mulambya y otros,12 en una población de 30 391 menores de cinco años en Zambia, señalaron que los niños cuyas madres tenían más de veinte años presentaron una menor probabilidad de sufrir de IRA (RR ajustado = 0,68; IC 95 % = 0,52-0,89; p = 0,005) en comparación con los niños cuyas madres eran más jóvenes.
De forma similar, Rivero y Alverez13 en una provincia del centro de Cuba, describieron que la prevalencia de casos disminuía conforme a la mayor edad de la madre. Estos resultados pueden estar relacionados con un mayor conocimiento de las madres adultas, la experiencia adquirida en la crianza de hijos previos y un mejor reconocimiento de los signos de alarma.7,14
Resultados similares halló Bautista10 en una población más pequeña, de 160 niños, donde la edad materna inferior a dieciocho años representó un riesgo significativamente mayor de IRA en sus hijos, con una OR de 3,572 (IC 95 % = 1,258-22,994). Esto pudiera obedecer a la inexperiencia, la falta de madurez fisiológica y emocional,14 y la no lactancia materna exclusiva frecuente en las adolescentes.15
El bajo nivel de escolaridad materno también es muy importante. Tazinya y otros,16 en un hospital de Camerún, describieron que los hijos de madres con bajos niveles de estudios presentaban tasas significativamente más altas de IRA, con una OR de 3,13 (IC 95 % = 2,11-4,64).
Grad y otros17 reportaron resultados semejantes en Buenos Aires, Argentina, con una OR de 1,35 (IC 95 % = 1,27-1,43) en las madres con estudios primarios incompletos.
En Ecuador, Alomia y otros18 encontraron una prevalencia de IRA en el 55,5 % de los casos cuyas madres o tutores solo tenían estudios primarios. Concluyeron que un alto nivel de educación es bueno para la salud, aún más en el caso de las madres, puesto que facilita una correcta comprensión de las indicaciones médicas, además de contribuir a una mejor asimilación de las actividades de prevención y educación preventiva.19
Los niños menores de cinco años que viven en la región de la selva tienen más probabilidades de adquirir infecciones respiratorias agudas (RP = 1,487 e IC = 1,255-1,762), resultado que concuerda con los obtenidos por Ramírez y otros.9
Entre los factores que influyen en que esta sea la zona con mayor riesgo, se encuentran los bajos porcentajes de inmunizaciones completas para la edad (en el departamento de Loreto menos de la mitad de la población de interés estaba vacunada, con un 42,4 %) y una menor proporción de controles prenatales adecuados (más de seis), que se reportó en Loreto y Ucayali.
Esta es una zona con muchos relieves geográficos, lo que dificulta el acceso de la población al personal de salud.
También puede contribuir la diferencia de lenguaje, que mengua la eficiencia de las campañas de prevención (higiene de manos, el uso adecuado de fuentes de energía para cocinar los alimentos, las consecuencias de la exposición de los menores al humo del cigarrillo, la ventilación adecuada de los ambientes, la crianza de animales intradomiciliarios, entre otras). La suma de estos factores puede influir en el aumento de la incidencia de los casos de IRA.6,9
El sexo masculino parece ser un factor predisponente en las enfermedades respiratorias a largo plazo, con resultados similares en otros autores.8,18,20
Dos teorías principales respaldan la influencia de las hormonas sexuales en el desarrollo y la maduración de los pulmones, así como las diferencias anatómicas en el desarrollo de estos durante la vida fetal masculina. Desde una etapa temprana de gestación, los fetos masculinos crecen más rápido que los femeninos.
Se ha demostrado que, incluso antes de la implantación, los embriones de cariotipo masculino se desarrollan antes que los del femenino. Esta distinción los hace más vulnerables en condiciones nutricionales comprometidas. Los recién nacidos varones sufren de restricción del crecimiento y patologías placentarias en mayor medida que las recién nacidas mujeres. Además, mueren más recién nacidos varones durante el período perinatal.21
El antecedente de nacimiento prematuro se dio en el 20,7 % de los niños y la desnutrición crónica en el 11,7 % de los casos. Aunque no fueron significativos estadísticamente, revelaron un alto porcentaje y constituyen factores biológicos de riesgo importantes para desarrollar una neumonía o morir a causa de IRA. Esto pudiera estar relacionado con contexto peruano y sus características socioepidemiológicas.9
Constituyó una limitación del estudio el no poder analizar algunas variables de interés: niños expuestos al humo del tabaco por otros miembros de la familia, infecciones respiratorias agudas que se complicaron, tiempo que tardaron para acudir a un servicio de salud y presencia de signos de alarma en las IRA.
Estas limitantes de la investigación se debieron al propio trabajo con una base de datos secundaria (la calidad de la respuesta, la exactitud de datos y su adecuada recolección), ya que la encuesta analizada no se realizó con la finalidad de identificar los factores que intervienen en las infecciones respiratorias agudas.
Este estudio destacó la importancia de contar con información actualizada para comprender los factores asociados a la salud infantil y acometer programas preventivos (mejora de las estrategias educativas en grupos de madres adolescentes y en madres de bajo nivel educativo, medidas de intervención para madres y niños que vivan en zonas de riesgo y preparación adecuada para concepción).
Estas prácticas contribuyen a disminuir las probabilidades de complicaciones de IRA y los casos en la morbimortalidad durante la etapa infantil, además de intervenir en el nivel de conocimientos de los padres de niños en edad preescolar sobre las infecciones respiratorias agudas.8,19,22
Se concluye que se encontró una asociación positiva entre las IRA y la edad materna adolescente, el nivel de conocimiento alcanzado por la madre, la región donde se localiza la vivienda de la madre y el niño, y el sexo masculino del infante.
Se recomienda continuar investigando estos y otros factores no evaluados por la mencionada encuesta nacional, así como la realización de nuevos estudios analíticos prospectivos y su réplica en diferentes contextos, para contribuir al desarrollo de políticas públicas relacionadas con este aspecto de la salud infantil.