Los cocomorfos, también conocidos como insectos escamas, en su mayoría son fitófagos, pero algunas especies son consideradas plagas porque sus daños pueden provocar pérdidas económicas en numerosos cultivos. Al alimentarse extraen la savia del floema o el parénquima y destruyen los tejidos por la acción de sus estiletes y la toxicidad de la saliva.
La acerola (Malpighia emarginata D.C.), es un cultivo de rápido crecimiento que produce frutos durante todo el año, sin embargo, en Cuba aún no se cultiva en grandes extensiones. Sus frutos poseen un alto contenido de vitamina C y son potencialmente útiles como antioxidante (Oliva et al., 2015). Para Malpighia glabra L., Bruner et al. (1975) informaron 19 plagas, entre ellas, siete especies de cocomorfos; no obstante, respecto a M. emarginata, la información en Cuba sobre las plagas es aún escasa.
Estévez y Castellón (2017) y González et al. (2016) expresan que las afectaciones en M. emarginata se deben al cocomorfo Icerya purchasi Mask y, los circuliónidos, Lachnopus hispidus Gyllenhal y Pachnaeus litus Germar, respectivamente. No obstante, Hernández et al. (2019) y Rodríguez et al. (2019) también informaron a la acerola como hospedante de los ácaros Tuckerella paviniformis Ewing. y Cosella decorata Britto y Navia.
Al considerar la necesidad de desarrollar para Cuba inventarios de los insectos y ácaros que afectan el cultivo de la acerola se han iniciado evaluaciones periódicas en plantas de M. emarginata. Este trabajo constituye el primer registro para Cuba sobre la presencia en M. emarginata de un ceracoccido.
Desde enero de 2015 a abril de 2016 se realizaron evaluaciones periódicas en una plantación de acerola perteneciente a la UCTB de Alquízar (22°48' de latitud norte y 82°35' de longitud oeste), La Lisa, Ciudad Habana. En los muestreos realizados se recolectaron, en 12 plantas fijas, cuatro brotes por planta. Los cuales fueron colocados en bolsas de polietileno transparente con cierre de seguridad y banda blanca para escritura (25 x 35 cm), debidamente identificadas y trasladadas posteriormente al laboratorio de entomología del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT). Los brotes fueron revisados bajo el lente 32x de un microscopio estereoscópico.
Las hembras adultas de un cocomorfo se extrajeron de las ramas de acerola y se conservaron en viales plásticos pequeños con alcohol al 70 %. Después, fueron seleccionados algunos especímenes del cocomorfo y colocados en KOH (10 %) durante 48 horas, para su posterior disección y montaje en preparaciones permanentes. Los ejemplares se colocaron bajo un microscopio estereoscópico Karl Zeiss y se les practicaron pequeños cortes; además, para remover el contenido del cuerpo con KOH (10 %) y luego con agua destilada. Consecutivamente fueron depositados en concentraciones crecientes de etanol (75 % a 90 %) y se transfirieron a doble colorante Essig. Se pasaron a etanol 90 % cuando se colorearon y de éste, a aceite de clavo. Finalmente, 21 ejemplares fueron montados en bálsamo de Canadá sobre portaobjetos. Las observaciones de las estructuras dérmicas se realizaron con un microscopio compuesto con contraste de fases (Carl Zeiss-Axioskop 2) y fueron tomadas imágenes digitales con cámara acoplada al microscopio (Axiocam). Para la identificación de la especie, se utilizó la clave de Hodgson y Williams (2016).
El insecto observado (causando afectaciones en el follaje de las plantas de acerola) se identificó como la escama granada Cerococcus deklei Kosztarab y Vest (Hemiptera: Cerococcidae) (Figura 1). La hembra adulta en vida presenta la forma del cuerpo ampliamente oval y convexa, que estrecha hacia su extremo caudal; de color salmón a gris oscuro; en el dorso con tres crestas de pliegues longitudinales cerosos dando una apariencia de granada explosiva de mano (Hodges, 2008; García et al., 2017).
Diagnosis hembra adulta en portaobjetos: poros en forma de 8 sobre el dorso formando patrón de enrejado o en forma de celosía; poros en 8 sobre el dorso de dos tallas, ambos pequeños; poros de mayor talla cerca de las bandas de poros espiraculares; poros pequeños dispersos por el dorso; placas cribriformis presentes en un grupo submedial de 5-16 sobre cada cara del segmento IV; conductos tubulares de una sola talla; discos de poros multiloculares ausentes de los segmentos abdominales y metatórax; ocasionalmente presentes asociados con poros espiraculares; bandas de poros espiraculares bifurcadas; bandas de poros espiraculares con escasos poros; y patas presentes reducidas a protuberancias (Hodgson y Williams, 2016) (Figuras 2a y b y 3 a, b, c, d, e, f, g).
C. deklei fue referida para Cuba por Kosztarab y Vest (1966), por lo cual la especie se incluyó en la lista de insectos escama en el país (Mestre et al., 2015). Pese a esto, los ejemplares recolectados en este trabajo constituyen los primeros identificados y depositados en una colección cubana (CZACC).
C. deklei está referida para Malpighiaceae solo en Malpighia glabra (García et al., 2017). Por tanto M. emarginata constituye un nuevo registro de planta hospedante para este ceracóccido en el mundo.
La escama granada constituye una especie polífaga con rango de distribución nativo Neotropical (Miller et al., 2005). En esta región está referida para Brasil, Cuba, Panamá, Puerto Rico e Islas Vírgenes (García et al., 2017). Para la región Neártica se reporta en Estados Unidos de América, donde es estimada como una especie introducida, establecida con status de plaga (Miller et al., 2005; García et al., 2017). En la Florida se considera de importancia económica para Hibiscus spp. Debido a que altas densidades de población pueden causar marchitez de sus ramas, pérdida prematura del follaje y muerte de la planta. Igualmente, en localidades del sur de la Florida C. deklei se ha encontrado junto a Paratachardina lobata lobata (Chamberlin) sobre Hibiscus sp. La presencia de ambas especies puede debilitar severamente las plantas hospedantes (Hodges, 2008).