INTRODUCCIÓN
La soya (Glycine max Merril) originaria del norte y centro de China, ha sido un alimento milenario de los pueblos del Oriente. Es considerada como un cultivo estratégico por su elevado contenido de proteína y aceite vegetal; de gran importancia para la alimentación humana y animal. Esta especie tiene la ventaja de poder fijar el nitrógeno atmosférico, por lo que es menos dependiente de los fertilizantes químicos.
Teniendo en cuenta la alta demanda de soya en nuestro país y la necesidad de reducir las importaciones de la misma, se desarrolló un programa de mejora por selección para la obtención de variedades cubanas de alto potencial productivo en nuestras condiciones edafoclimáticas.
ORIGEN Y DESCRIPCIÓN
Semillas de la variedad DT-02 procedentes del Banco de Germoplasma del Instituto de Genética Agrícola de Vietnam (AGI) fueron sembradas en el año 2006, en el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA). Durante tres años se realizaron siembras en diferentes meses del año (abril, mayo, junio, agosto, septiembre) y se seleccionaron plantas individuales de alto potencial productivo en nuestras condiciones. Se identificó una planta asintomática al geminivirus que había afectado la plantación en condiciones naturales y tras cuatro ciclos de selección, se obtuvo el cultivar CUVI 02, el cual fue validado durante tres años en Mayabeque, Holguín, Pinar del Río y Matanzas y se registró como variedad comercial.
Esta variedad se caracteriza por su alto potencial productivo (2,9-3,7 t ha-1) y tolerancia a geminivirus. La época óptima de siembra es de mayo a julio, pero puede cultivarse durante todo el año. Tiene un ciclo de 85 a 90 días, una altura de la planta de 90-105 cm y una altura a la primera vaina de 10-12 cm, adecuada para la cosecha mecanizada. Sus flores son moradas y tiene granos grandes de color crema e hilium carmelita (Figura 1).