Introducción
El desarrollo de la ciencia se materializa a partir del constante trabajo de sus ejecutores. El proceso científico o investigativo enmarca una serie de etapas, que demandan de su correcto engranaje para permitir la correcta socialización del conocimiento científico a la comunidad científica y en general.
La comunicación o divulgación científica se ha convertido en un eslabón de vital importancia para la adquisición y divulgación del conocimiento generado a partir de las investigaciones. Comprende dos pilares fundamentales: la presentación en eventos científicos (a diferentes escalas: provinciales, nacionales e internacionales) y la publicación mediante revistas científicas.1,2 Por otra parte, se ha manifestado una tendencia al uso de redes académicas y de carácter social interactivo (Instagram, Facebook y Twitter), con el objetivo de llegar a un mayor público.3,4,5
Es válido destacar el innegable papel que desempeñan las revistas científicas, al permitir la rápida difusión del trabajo investigativo. Asimismo, constituyen medios oficiales para la divulgación y publicación de los resultados de las investigaciones; y permiten el fácil acceso a la información, en su mayoría, mediante políticas como Open Access. De igual manera, son instrumentos de validación de la información; previo a su publicación el trabajo es sometido a un proceso de revisión por expertos en la materia que mediante sus consideraciones exponen la relevancia y calidad del trabajo.6 Por tal motivo, la publicación científica se considera la etapa final del proceso investigativo.7
Las revistas científicas se estructuran a partir de un comité editorial (responsable de la dirección y el funcionamiento de las revistas; comprenden funciones clave como editor principal, editores de sección y en algunos casos revisores) y equipo editorial (involucra el resto de las funciones, que garantizan el cumplimiento de su misión: la divulgación científica).8
Cuba cuenta con un sistema de revistas científicas para estudiantes de pregrado y para profesionales en el ámbito de la salud. Las revistas científicas estudiantiles (RCE) fueron fundadas en 2018, a partir de los acuerdos emanados en el IX Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), a pesar de contar con dos RCE pioneras: 16 de Abril y Universidad Médica Pinareña.9
Estas operan bajo el sistema Open Journal System (OJS), que permite su gestión en línea. Dicho sistema define una serie de roles dentro de las RCE para su correcto funcionamiento: editor principal o director, editor ejecutivo, editores de sección, editor-corrector, revisores, maquetador o editor digital, árbitros, entre otros.10,11 Cada una de estas funciones son desempeñadas por estudiantes con notables resultados en materias de investigación científica, asesorados por un grupo de profesores.
En este sentido, la principal responsabilidad de la gestión del órgano científico estudiantil recae en el director o editor principal, quien debe contar con conocimientos referentes a las directrices de la publicación científica, el manejo de OJS y la importancia de la comunicación científica. Su gestión debe encaminarse a aumentar la visibilidad y el impacto de la RCE, a partir de la adquisición de trabajos novedosos, a la par de lograr la indexación en importantes bases de datos. Por tal motivo, la presente investigación tuvo como objetivo caracterizar la producción científica y gestión comunicacional de los directores de revistas científicas estudiantiles en Cuba.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal a los directores de revistas científicas estudiantiles en el área de la salud cubana. La población de estudio la constituyeron los directores de las 15 RCE registradas en el Registro Nacional de Publicaciones Científicas en Salud (RNPS-http://seriadas.sld.cu/index.php?P=AdvancedSearch&Q=Y&G82=798).
En el estudio se incluyeron los 11 directores de RCE que accedieron a responder la encuesta aplicada. Se procedió a contactar a cada uno de los directores vía WhatsApp; y, tras exponer su acuerdo para colaborar, se envió la encuesta, la cual se aplicó mediante un formulario de Google, al ser una plataforma web de fácil acceso y manejo. Las preguntas se configuraron de tal forma que fuese necesario completarlas todas para poder concluir el formulario.
Se estudiaron como variables generales edad, sexo, año académico y carrera. Relacionados con la productividad, se evaluaron número de artículos publicados, número de artículos publicados como primer autor, número de artículos publicados como coautor, número de artículos publicados relacionados con ayudantía, número de artículos publicados relacionados con la gestión editorial, número de artículos publicados en la revista nacional de su especialidad o revista especializada afín, número de artículos publicados en la revista que dirige, número de artículos publicados en otras revistas científicas estudiantiles, y tipología de los artículos publicados.
Para determinar la presencia en redes sociales académicas se tomó el contar con una cuenta en Researchgate, Academia, LinkedIn, Google Scholar y otras. Se estudió el impacto propio y de sus revistas (índice h propio, índice h de la revista y las indexaciones de su revista).
Se analizó la presencia en capacitaciones (recibir/impartir cursos de investigación, gestión editorial, redacción científica, estadística, gestores de referencia, ética en la investigación y becas de investigación).
Los datos obtenidos se enlazaron y almacenaron en una Google Sheet; posteriormente, se procedió a su descarga en formato .xlsx; estos fueron importados en el software SPSS 21.0 para su procesamiento estadístico. Se empleó estadística descriptiva, mediante el cálculo de frecuencias absolutas y relativas porcentuales.
Resultados
Del total de directores encuestados, predominaron el sexo masculino (54 %) y las edades 21, 22 y 23 años (n = 3 en cada una). El 91 % de los directores fueron estudiantes de medicina (n = 10) y el 54 % cursaba el cuarto año.
Predominaron los directores que tenían publicados de uno a cinco artículos en cada una de los aspectos analizados, con una representación de tres a seis directores en dicho grupo (tabla 1).
1-5 | 6-10 | 11-15 | 16-20 | 21-25 | 26-30 | Más de 30 | |
Número de artículos publicados | 3 | 1 | 1 | 2 | 1 | 1 | 2 |
Número de artículos publicados como primer autor | 5 | 0 | 2 | 1 | 1 | 0 | 2 |
Número de artículos publicados como coautor | 5 | 4 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4 |
Número de artículos publicados relacionados a su ayudantía | 6 | 2 | 1 | 0 | 2 | 0 | 0 |
Número de artículos publicados relacionados a la gestión editorial | 5 | 1 | 1 | 0 | 0 | 1 | 0 |
Número de artículos publicados en su propia revista | 6 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Número de artículos publicados en otras revistas científicas estudiantiles | 3 | 5 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 |
Número de artículos publicados en la Revista nacional de su especialidad o revista especializada afín (revista especializada en su ayudantía o voluntariado) | 3 | 1 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Fuente: Encuesta.
Se destacó el grupo de artículos 1-5 dentro de las tipologías encuestadas. Sobresalió el artículo de revisión con el mayor número de directores (7 estudiantes para un 63,6 %) (tabla 2).
Tipo | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
1-5 | 6-10 | 11-15 | 16-20 | 21-25 | 26-30 | Más de 30 | |
Editorial | 4 | 0 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 |
Carta al editor | 3 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 |
Artículos de investigación | 3 | 1 | 3 | 0 | 1 | 1 | 0 |
Comunicación breve | 3 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Artículo de revisión | 7 | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Reportes de caso | 5 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Artículos históricos | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Imágenes en la medicina | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Otras tipologías | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Fuente: Encuesta.
Del total de directores encuestados, solo 5 se desempeñan como miembros del equipo editorial en otras revistas científicas estudiantiles; se destacó la función de revisor.
Sobresalió la Red Google Scholar con la mayor representación de directores de revistas (8; 72,7 %) (tabla 3).
No | % | |
¿Posee usted un perfil en Researchgate? | 3 | 27,2 |
¿Posee usted un perfil en Academia? | 2 | 18,1 |
¿Posee usted un perfil en LinkedIn? | 4 | 36,3 |
¿Posee usted un perfil en alguna otra red social académica? | 2 | 18,1 |
¿Posee usted un perfil en Google Scholar? | 8 | 72,7 |
Fuente: Encuesta.
Del total de directores solo 7 (63,6 %) tenían conocimiento de su índice h, con una media de 4. Por su parte, 7 (63,6 %) directores poseían conocimiento del índice h de la revista que dirigen; con una media de 5. Diez directores conocían las indexaciones de su revista, destacando Directory of Open Access Journals (DOAJ) y Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico (REDIB). Solo un director había cursado becas de investigación.
La mayoría de los directores tenía conocimiento o habían recibido cursos de preparación. Destacó el aspecto relacionado con los cursos de metodología de la investigación (10 estudiantes; 90 %) (tabla 4).
Sí | No | |
Usted ha recibido cursos de metodología de la investigación | 10 | 1 |
Usted ha recibido cursos de redacción científica | 8 | 3 |
Usted ha recibido cursos para la publicación en revistas biomédicas | 8 | 3 |
Usted ha recibido cursos de estadística aplicada a la investigación | 6 | 5 |
Usted ha recibido cursos de ética en la investigación | 6 | 5 |
Usted ha recibido cursos para el manejo del SPSS u otro software estadístico | 2 | 9 |
Usted ha recibido cursos sobre gestores de referencias | 7 | 4 |
Usted ha impartido cursos de metodología de la investigación | 9 | 2 |
Usted ha impartido cursos de redacción científica | 7 | 4 |
Usted ha impartido cursos para la publicación en revistas biomédicas | 7 | 4 |
Fuente: Encuesta.
Discusión
Las revistas científicas estudiantiles (RCE) desempeñan un papel protagónico en la gestión y socialización del quehacer científico de los estudiantes. Resulta responsabilidad del director cumplir con tan importante misión. En Cuba los directores de RCE son estudiantes de la misma institución editora de la revista, que se caracterizan por tener facilidades y conocimientos, tanto para la investigación como para la redacción científica, en su mayoría miembros de grupos científicos estudiantiles, con experiencia en el proceso editorial, al formar parte de los comités editoriales de RCE y profesionales.
En la investigación científica existe un claro dominio masculino, a pesar de que en algunos países existe mayor proporción de féminas universitarias, principalmente en carreras de las ciencias médicas.11 En la gestión editorial de las RCE cubanas Jiménez y Díaz12 describieron predominio del sexo masculino.
Un estudio sobre los factores asociados a la publicación por miembros de grupos científicos estudiantiles en universidades médicas cubanas13 encontró igual resultado; ambos coinciden con la presente investigación. Sin embargo, Piñera-Castro y otros14 discrepan con los resultados alcanzados por los investigadores.
Las revistas estudiantiles aportan al estudiante la experiencia de los procesos de publicación formales, conocimientos sobre redacción científica, la búsqueda bibliográfica y la metodología de investigación, lo que motiva su interés por la publicación científica y el aporte a su formación; además, representan la cantera de revistas de la propia institución, o externas de mayor prestigio y trayectoria.15
Vitón y otros13 señalaron como factor asociado a la publicación de artículos científicos ser editor de una revista científica. El 21,4 % de los editores de una revista biomédica editada por estudiantes de medicina en el Perú ha publicado en alguna revista.16
En el presente estudio se encontró elevada producción científica en los directores de revista, que en su mayoría habían publicado diversas tipologías de artículos. Se demuestra la versatilidad de sus conocimientos y habilidades en la redacción científica.
La sobrecarga de estudio de las carreras de ciencias médicas, el escaso tiempo para el desarrollo de actividades extracurriculares y la responsabilidad de liderear una revista científica pueden provocar dificultades para el desempeño curricular de los estudiantes. Arias y otros16 obtuvieron en su estudio que el 64,2 % de los editores consideró que su carga académica era una dificultad dentro de su trabajo como editor; además, el 50 % lo valoró como el principal motivo para retirarse de la revista.
Sin embargo, cinco de los directores encuestados se desempeñaron como miembros del equipo editorial en otras RCE; principalmente como revisor científico. Para los autores representaría una interrogante para próximas investigaciones el verdadero impacto que tiene en los estudiantes desempeñarse en más de un rol, lo que, por un lado, puede incrementar sus conocimientos y el espacio para perfeccionar sus habilidades, pero también afectar sus jornadas docentes-asistenciales.
En los últimos años las redes sociales académicas han acompañado a los investigadores. El incremento de su uso puede deberse a la necesidad de los científicos de divulgar sus investigaciones, aumentar las citaciones de sus artículos y ser reconocidos en la comunidad científica. La Red Google Scholar se destacó con la mayor representación de directores de revistas. Ayala y otros17 identificaron en el 82,3 % de estudiantes universitarios paraguayos el uso de Google Académico.
El H index o índice h, de Hirsch,18 se ha venido usando con mayor fuerza. Es un sistema de medición de la calidad profesional científica, que se basa en la cantidad de citas que recibe un artículo científico; siendo importante el conocimiento por parte de los investigadores, las instituciones y las revistas del comportamiento de su índice h. En el presente estudio solo 7 estudiantes tenían conocimiento de su índice h y el de la revista que dirigen.
Según Vargas y Alarcón,19 las indizaciones a bases de datos biomédicas dan la oportunidad de que el artículo publicado en una revista pueda citarse en nuevos artículos científicos. El prestigio que han adquirido las revistas científicas estudiantiles en Latinoamérica se debe en parte a las indizaciones obtenidas en el transcurso de los años. Las RCE cubanas han avanzado en este sentido y han alcanzado indexaciones en bases de datos como DOAJ y REDIB, resultado del esfuerzo de los comités editoriales y el apoyo de las instituciones patrocinadoras.
González-Argote y Vitón20 destacaron como logro la inclusión de los directores de revistas científicas estudiantiles por parte de ECIMED (entidad encargada de las publicaciones en ciencias médicas del país( en las últimas ediciones de la Reunión Nacional de Directores y Editores de Revistas Médicas, Publicient. Proponen la implementación de cursos sobre gestión editorial y redacción científica por parte de ECIMED, que pueden ofertarse en forma de becas de investigación para el pregrado.
En Cuba se desarrollan dos becas de investigación para estudiantes de pregrado: la Beca Internacional de Investigación en Psicofisiología Cardiovascular Iván Pávlov y la Beca de investigación Heinrich Quincke, los cuales son espacios científicos donde se ofrecen talleres y sesiones de trabajo que transmiten sus experiencias y conocimientos a las nuevas generaciones.21 Según Vitón,22 se hace necesario el desarrollo por parte de los especialistas de ECIMED de las escuelas para editores estudiantiles.
La mayoría de los directores tenía conocimiento o habían recibido cursos de preparación: se destacaron los cursos de metodología de la investigación. En la investigación de Arias y otros16 el 85,7 % los editores contaba como mínimo con un curso relacionado con metodología de la investigación dentro de su malla curricular; en lo referente a la publicación científica y el proceso editorial, solo el 28,6 % manifestó tener, como mínimo, un curso de este tipo dentro de su currículo.
La capacitación de los comités editoriales estudiantiles, en especial del director como rector del desarrollo de la revista, debe ser prioridad, al tener las revistas profesionales un rol importante. La experiencia de la Revista Información Científica y Gaceta Médica Estudiantil en Guantánamo demuestra lo anterior. El equipo editorial de la revista Gaceta Médica Estudiantil recibe capacitación de la Revista Información Científica mediante cursos, fórum-debate y talleres emprendidos.23
Según Dominguez-Omonte,24 en ocasiones se subestima el papel de los estudiantes sobre el manejo y la edición de una revista científica. El autor convoca a los comités científicos a ser más objetivos con los procesos de edición y publicación de revistas sin menospreciar el rol que realizan las revistas estudiantiles en todas las partes del mundo.
Para concluir, la producción científica y gestión comunicacional de los directores de revistas científicas estudiantiles en Cuba se muestra influenciada por las tendencias actuales a nivel mundial en la esfera científico-investigativa. Pertenecer al comité editorial de una revista científica, principalmente llevar el rol de director, tiene un efecto positivo: los estudiantes adquieren conocimientos sobre el trabajo editorial, las tecnologías de la información y la comunicación, la metodología de la investigación y la redacción científica. A pesar de las demandantes jornadas docentes-asistenciales y el escaso tiempo para actividades extracurriculares, los estudiantes desempeñan un rol importante, y lideran la gestión y socialización de la ciencia estudiantil.