La más reciente vacuna conjugada cubana, contra neumococo del Instituto Finlay de Vacunas (IFV) marca otro de los hitos de la vaccionología en Cuba (Galindo, 2015, comunicación personal). La estrategia de investigación, desarrollo y evaluación utiliza la perspectiva de dos enfoques: "Ciencia en Equipo"1 e “Introducción acelerada de nuevas vacunas,2 ambos adaptados al contexto cubano. Como se ha informado en varias publicaciones nacionales3 e internacionales,4 los esfuerzos actualmente en curso han venido documentando los satisfactorios resultados de seguridad e inmunogenicidad en los ensayos clínicos5-7 realizados hasta el momento en Cuba.
Ciencia en equipo, es un enfoque colaborativo y multidisciplinario que implica reunir a socios científicos, productores y gerente para trabajar en un objetivo o propósito compartido.1 Este ha sido el caso del “Proyecto Neumococo”, concebido desde su inicio para la investigación, el desarrollo, la evaluación, la producción y rápida introducción, de la nueva vacuna tras su registro en Cuba. El esfuerzo viene implicando la combinación de financiamientos públicos del gobierno cubano disponibles a través del Fondo para la Ciencia (FONCI) y del Instituto Finlay de Vacunas, perteneciente al Grupo Empresarial BioCubaFarma, con la asistencia técnica de instituciones del Sistema Nacional de Salud como el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP), los Servicios Provinciales de Salud (SPS) de Cienfuegos, La Habana y Santiago de Cuba y los Programas Nacionales de Ministerio de Salud Pública (MINSAP).8
Si bien Cuba no ha introducido todavía la vacunación antineumocócica debido, principalmente a los altos costos en el mercado internacional de las vacunas disponibles, el “Proyecto Neumococo” ha propuesto reducir los retrasos históricos que suelen tener los procesos de introducción de una nueva vacuna intentado minimizar la falta de reconocimiento que suele existir acerca del valor de vacuna como tecnología de salud, maximizar las fortalezas que exhiben los servicios de salud donde estas se evalúan y aplican y capitalizar las consideraciones y voluntad política en todas las fases de su desarrollo.
El enfoque de “Introducción acelerada de nuevas vacunas”, (2 ha sido recreado en la experiencia de implementación del “Proyecto Neumococo” desde su puesta en marcha en 2006. Los esfuerzos institucionales para apoyar el desarrollo de la nueva vacuna, ha venido proporcionando una estrategia que puede ser aplicada a nuevas vacunas, si tenemos en cuenta que el modelo propuesto puede ayudar a acelerar los procesos que tienen que ver con:
la toma de conciencia sobre la necesidad de disponer de evidencias sobre los problemas de salud que pueden ser prevenidos tras la introducción;
las actividades de investigación clínica, epidemiológica y de evaluación de impacto que buscan responder las preguntas clave que apoyan el uso de la vacuna y su sostenibilidad a largo plazo; y
la coordinación con las diversas partes interesadas a nivel nacional, territorial y local para garantizar la introducción exitosa en el Programa Nacional de Vacunación.
El cuerpo de evidencias científicas sobre seguridad, inmunogenicidad, eficacia y efectos directos e indirectos de las vacunas antineumocócica conjugadas (PCV, por sus siglas en ingles), especialmente las conocidas como PCV7, PCV10 y PCV13, ha sido revisado por diversos grupos de investigadores de diferentes partes del mundo y existe consenso en los resultados sobre: seguridad de la vacuna en niños y lactantes;9) inmunogenicidad relacionada con el uso de diferentes esquemas;10 efecto de diferentes esquemas de vacunación en la colonización nasofaríngea;11 eficacia del uso de diferentes esquemas de vacunación en la reducción de la enfermedad neumocócica invasiva en diferentes poblaciones blanco;12,13 efectos indirectos sobre la enfermedad neumocócica y el estado de portador en poblaciones no vacunadas;14 impacto diferencial de la administración de vacunas en diferentes regiones y frente a otras covariables asociadas a la inmunogenicidad de PCV15 y en los grupos pediátricos de edad avanzada en los países de ingresos bajos y medios;16 y el costo-efectividad de la vacunación antineumocócica en la población infantil de los países de ingresos medios.17
La nueva vacuna ha sido diseñada para ser utilizada en Cuba y en otros países, sigue un modelo de desarrollo de ciclo cerrado (investigación, desarrollo, evaluación, producción y comercialización) que apuesta en lo posible a su acelerada introducción a pesar del complejo proceso de aplicación tecnológica, las preocupaciones sobre la disponibilidad a largo plazo, las restricciones de oferta de materiales requeridos y a las escasas evidencias sobre la carga de enfermedad asociada a la infección por neumococo, vinculada a las dificultades en vigilancia microbiológica, clínica y epidemiológica. Esta última imprescindible para establecer la línea de base y monitorear los cambios de su efectividad e impacto en la salud la población infantil posterior a la introducción.
El impacto de los resultados esperados del “Proyecto Neumococo” se puede resumir en académicos, tecnológicos, sociales y económicos. Sin embargo, el principal aporte de este proyecto es sin dudas el social, pues al introducir la vacuna en el Sistema Nacional de Vacunación se reducirán la morbilidad y mortalidad producidas en niños por las enfermedades invasivas causadas por neumococos, así como por otras enfermedades asociadas en la población infantil cubana. De una forma indirecta, se protegerá también los adultos mayores de 65 años y otros grupos poblacionales no vacunados. El conocimiento que se genera en términos de investigación básica y aplicada, permitirá asumir nuevos proyectos de vacunas conjugadas en el futuro cercano. Desde el punto de vista económico estará relacionado con que puede producirse en condiciones de Buenas Prácticas, la vacuna conjugada, es un producto exportable que aportará dividendos al país tras su comercialización.
La aplicación de los enfoques de “Ciencia en Equipo"1) e “Introducción acelerada de nuevas vacunas”,2 en el marco del desarrollo de la nueva vacuna, ha contribuido a desarrollar una gran experiencia técnica en los campos de la investigación básica, el desarrollo farmacéutico y tecnológico, la evaluación clínica y de impacto en salud, las regulaciones sanitarias y en la producción y sienta las bases para la obtención de licencias sanitarias y de fabricación. El “Proyecto Neumococo” ha avanzado en la eliminación de obstáculos alrededor de la obtención de la vacuna de más alta complejidad científica y tecnológica hasta el momento desarrollada en Cuba, así como en la generación de las evidencias de seguridad, eficacia y costo-efectividad requeridas, para el registro y comercialización del novel producto en el país, como para la toma de decisiones por parte de las autoridades de salud para su introducción.8