Introducción
La actualización del modelo económico y social cubano requiere de una participación activa de las universidades en su integración con las sociedades, sectores productivos, territorios y comunidades. 1,2
Los proyectos comunitarios se encuentran dirigidos fundamentalmente hacia la transformación de la realidad, orientados a la solución de problemas concretos, al mejoramiento de la calidad de vida, y a la creación, en sentido general, de mejores condiciones para la satisfacción de las necesidades de la población. De esta forma el vínculo con las diferentes manifestaciones del arte constituye una alternativa para propiciar mayores niveles de participación, integración y sentido de pertenencia. (3
El proyecto social cubano posee las cualidades para potenciar el desarrollo comunitario, dado por la participación social, justicia y equidad, que se asientan en una ética de la solidaridad muy arraigada en estas comunidades; además por contar con un capital humano que se ha caracterizado por sus altos niveles de conocimientos y capacitación; además de la disponibilidad de una infraestructura social que comprende a las organizaciones sociales, a los gobiernos locales y a sus representantes, así como a diferentes instituciones con una vocación de trabajo comunitario.4
El megaproyecto comunitario universitario ¨Vidas¨, que significa fuerza, vigor, fortaleza, está concebido mediante la participación activa de estudiantes, profesores y vecinos de la propia comunidad; entre sus principios establece acciones comunitarias integradas ya que considera a la comunidad como un sistema, con el propósito de aprovechar sus potencialidades, favorecer su desarrollo y transformación.
El megaproyecto se desenvuelve en tres dimensiones: salud, político ideológico-cultural y medio ambiental, cuyas tareas a ejecutar están encaminadas a mejorar el estado de salud, elevar el nivel político e ideológico y cultural y minimizar el daño por el cambio climático como consecuencias de enfermedades trasmitidas por el Aedes aegypti, en particular el dengue.
Estas dimensiones son interdependientes, pero condicionadas por el carácter sistémico del objeto, por lo que no se puede avanzar demasiado en el propósito del megaproyecto, si todas no avanzan en igual medida.
La evaluación de impacto trata de medir el resultado o la consecuencia de una determinada acción en una comunidad. La evaluación del impacto social de proyectos comunitarios se encuentra orientada a una nueva perspectiva de análisis, al considerar el impacto social como: “los resultados o efectos observables en los destinatarios, en cuanto a su contribución para satisfacer necesidades básicas o no básicas, propiciar el mejoramiento de las condiciones de vida, promover cambios de actitudes, condicionantes, aptitudes, y comportamientos a través de la prestación de nuevos servicios y la ampliación de la cobertura de los ya existentes. (5
El objetivo de este estudio es evaluar el impacto social del megaproyecto comunitario¨ Vidas¨ en la comunidad Orestes Gutiérrez de Manzanillo.
Método
La investigación responde fundamentalmente a la metodología cualitativa, cuyo universo de trabajo está formado por 863 habitantes, distribuidos en 7 manzanas, de ellos: 66 adolescentes de 12-19 años, además de una escuela primaria enclavada en el consejo con: 721 estudiantes, de ellos 94 de 6to grado.
Se utilizaron como métodos teóricos los siguientes:
Histórico- Lógico: posibilitó un acercamiento a los antecedentes teóricos del tema, a la profundización en cuanto a los diferentes criterios relacionados con la evaluación del impacto del megaproyecto, además, conocer la evolución y desarrollo del objeto o fenómeno de investigación.
Analítico- Sintético: permitió abordar el objeto de la investigación mediante la determinación de los elementos básicos que conforman las acciones de intervención comunitaria para evaluar el impacto del proyecto.
Se emplearon técnicas cualitativas como la observación participante, entrevistas en profundidad y entrevistas grupales, que permitió hallar respuesta sobre las opiniones, percepciones, motivaciones y medir nivel de conocimientos vaciados en encuestas diseñadas según finalidad.
Se delimitaron las siguientes etapas:
Primera etapa:
Diagnóstico: permitió identificar los problemas y necesidades de la comunidad según dimensiones de trabajo, como punto de partida para la jerarquización de las necesidades y el orden de prioridad de las acciones en cada tarea a desarrollar.
Segunda Etapa:
Elaboración del plan de acción: permitió organizar y ordenar en el tiempo las acciones en base a los objetivos.
Tercera Etapa:
Seguimiento y evaluación del impacto.
Resultados
Las dimensiones de trabajo a partir de la intervención comunitaria durante el curso académico 2018-2109, evidenciaron cambios cualitativos en cuanto al nivel de conocimientos, conductas, percepciones, valores y acciones prácticas de la comunidad.
En cuanto a su salud bucal, los adolescentes en estudio (N = 66) mostraron prevalencia de gingivitis (12, 5 %) y de caries dental (14, 6 %), las encías afectadas durante la intervención regresaron a su normalidad, las caries dentales fueron tratadas; se elevó el nivel de conocimientos sobre la importancia del cepillado dental, la higiene bucal y su relación con la caries dental, gingivitis y el índice normal de la misma mediante el control de la placa dentobacteriana. (Tabla 1)
En la prevención del embarazo en los adolescentes, se elevaron los conocimientos en cuanto al uso de métodos eficaces de anticoncepción para prevenir el embarazo, el uso del condón para protegerse contra enfermedades de transmisión sexual, así como las complicaciones durante el embarazo y sus riesgos, en este sentido se promovieron cambios de comportamiento para el ejercicio de sexualidad responsable y orientación respecto a sexualidad. (Tabla 2)
La dimensión política-ideológica estuvo sustentada en el trabajo de la Cátedra Celia Sánchez Manduley que contribuyó a elevar el nivel de conocimientos de los alumnos del 6to grado (N= 94), sobre la vida y obra de la heroína que da nombre a la cátedra, reforzando valores como: colectivismo, amor al trabajo, justicia social, equidad, relaciones fraternales, honestidad y responsabilidad.
La labor extensionista permitió el desarrollo de habilidades y conocimientos asociados a manifestaciones culturales de teatro y canto en niños identificados con aptitudes (n =12); contribuyó al impulso del talento artístico y al conocimiento del lenguaje corporal en función del arte, favoreció, además, un entorno agradable de los estudiantes en el plano de su disfrute cultural.
La dimensión ambiental encaminada a minimizar las enfermedades trasmitidas por vectores se desarrolló en todos los hogares de las 7 manzanas, con cambios de conductas de la población en el control más efectivo del Aedes aegypti para la prevención del dengue incrementándose los conocimientos sobre la percepción del riesgo ante el problema. Es meritorio destacar que durante el periodo de intervención se evidenció la usencia de focos. (Tabla 3)
Discusión
El proceso interactivo con las comunidades permite hacer llegar mensajes adaptados a una determinada comunidad mediante diferentes canales de comunicación con el objetivo de desarrollar conductas positivas, promover y sostener el cambio individual, comunitario y social. (6
El área geográfica que ocupa la comunidad debe quedar bien definida en los diagnósticos; como escenario de la vida de un grupo mayor o menor de individuos, el profesional o estudiante que asuma su atención debe considerar cuáles son las particularidades de esa comunidad, sus pobladores, los riesgos que se perciben, y qué capacidad y facilidad tienen esos individuos y el colectivo para arribar a la solución de esos riesgos. (7
La educación para la salud está encaminada a comprender las oportunidades de aprendizaje creadas conscientemente, destinadas a mejorar la alfabetización sanitaria, incluida la mejora del conocimiento de la población en relación con la salud y el desarrollo de habilidades personales que conducen a la salud individual y de la comunidad. La prevención de enfermedades abarca medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, la reducción de los factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias.
No es posible valorar la cultura proyectada hacia la salud sin tener en cuenta un enfoque integrador. Este criterio se fundamenta sobre la base de que para la formación y desarrollo de la cultura en salud bucal y la sexualidad en la adolescencia no es suficiente el componente biológico que hace a la persona preocuparse por mantenerse saludable, lo cual evita que se desencadenen procesos patológicos que pongan en peligro la salud. En consecuencia, la vida y la salud de adolescentes y en particular la alta fecundidad, solo puede mejorarse si al mismo tiempo se sensibiliza a los varones adolescentes y jóvenes. (8,9
Mientras más involucrados se sientan los miembros de una comunidad en la solución de los problemas habitacionales y de salud que los atañen, mayor y mejor será su participación en ellos. A menudo se habla de participación comunitaria como un proceso que incluye los momentos de identificación, análisis y período de ejecución de las estrategias adoptadas. 10
La formación y desarrollo de valores a partir de la cultura en su interacción con la sociedad deben favorecer un entorno donde el estudiante se sienta y comparta en el plano de su disfrute cultural e ideológico, con un alto nivel de sensibilidad y de identidad con su centro. Al mismo tiempo resulta de este proceso el desarrollo y consolidación del sentido de responsabilidad social, de valoración científico-tecnológica, económica, social, política y cultural que refuerza su formación educativa. 11) La cultura como proceso de producción social tiene como finalidad entonces, comprender, reproducir y transformar las estructuras sociales, y en este caso particular generar desde la identidad personal, un pensamiento y obra auténticos.
El éxito del autofocal realizado desde el megaproyecto en la prevención del dengue estuvo basado en la educación para la salud y en la participación comunitaria. La población junto a profesores y estudiantes pudo controlar los criaderos mediante la eliminación de recipientes no útiles, los tapados de los tanques, recogida de residuales sólidos y tapado de fosas sépticas, logrando que el mosquito Aedes no pueda establecer sus criaderos, además del fortalecimiento de las estructuras intersectoriales de la comunidad.
Estudios realizados abogan que, para alcanzar mejores resultados en el control vectorial, es necesaria una participación comunitaria activa y realizar actividades de promoción de la salud, el conocimiento y la actitud de la población juegan un papel clave en la implementación de medidas de control de las enfermedades transmitidas por vectores de mosquitos mediante su empoderamiento. (12-14)
Las intervenciones comunitarias deben valorar en todo momento, el contexto en el que se llevan a cabo sus intervenciones, respetando la multiculturalidad y participando de forma activa y consensuada en la toma de decisiones de las personas y sus familias. Las iniciativas para promover el cuidado del medio ambiente ante las consecuencias del cambio climático y el enfrentamiento a las enfermedades producidas por el Aedes aegypti permiten rescatar las tradiciones locales en diversos ámbitos, promover valores éticos y estéticos y normas de conductas. (15
Conclusiones
El megaproyecto constituye una alternativa de participación comunitaria, en el que estudiantes, profesores y miembros de la comunidad desarrollan de forma activa procesos, programas o actividades que permiten dinamizar la vida, resolver problemas y elevar el bienestar y calidad de vida de la población.