INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud bucodental como la ausencia de dolor orofacial crónico, cáncer de boca o garganta, llagas bucales, defectos congénitos como labio leporino o paladar hendido, enfermedades periodontales, caries dental, pérdida de dientes; otras enfermedades y trastornos que afectan a la boca y la cavidad bucal.1
La caries dental es una de las enfermedades de mayor prevalencia e incidencia a nivel mundial (90 % de la población ha sido afectada);2 según la OMS cinco mil millones de personas en el mundo han padecido caries dental; un 60-90 % de los escolares asiáticos y latinoamericanos presentan lesiones de caries cavitadas, lo que afecta a más de la mitad de la población en los países industrializados y, por ser un proceso acumulativo incrementa la severidad del daño a medida que aumenta la edad.3,4
En las Américas, varios estudios5,6,7 reflejan una elevada presencia de la caries dental. Por su parte, en Cuba esta es una de las enfermedades bucales de mayor prevalencia, pues daña a más del 90 % de la población y la tendencia a padecerla en los menores de 15 años es un comportamiento similar al descrito por otros países. Afecta aproximadamente al 40 % de los infantes y entre el 60 y el 80 % de los adolescentes y jóvenes.8) En Sancti Spíritus, en un estudio realizado en adolescentes del Área Norte resultaron afectados por caries dental el 57,7 % de estos pacientes.9
El elevado costo de los tratamientos odontológicos puede evitarse al aplicar medidas eficaces de prevención y promoción de salud.10) Por tal motivo, se hace necesario inducir intervenciones educativas desde la niñez, debido a que en esta etapa se forman aspectos de la personalidad que se verán en la persona adulta. En la infancia se debe iniciar la creación de una conciencia de salud que permita el desarrollo integral de las personas, donde se incluye la salud bucal. De lo contrario, un déficit de estimulación educativa que ocurra en esta etapa tendrá sus repercusiones en el futuro.11
Al direccionar esta educación hacia la población infantil, la conjugación de los componentes recreativo, asociativo y lúdico, adquieren gran importancia, por ser factores inherentes a la cotidianeidad del niño, lo que contribuye a incorporar en su rutina hábitos protectores de su salud.11
En el municipio La Sierpe, pese a las acciones realizadas por el estomatólogo en su actuar diario, la población menor de 19 años presenta una afectación de caries dental elevada, esto evidenciado en el Análisis de la Situación de Salud realizado en dicho municipio, y corroborado por las estadísticas del Policlínico “Rosa Elena Simeón”. De manera que el presente estudio se propuso como objetivo principal evaluar el programa educativo sobre caries dental en escolares de quinto grado de la escuela primaria “Antonio Maceo Grajales” del municipio La Sierpe.
MÉTODOS
Se realizó un estudio no observacio nal, cuasi-experimental, antes-después sin grupo control, mediante una intervención educativa sobre caries dental en los niños de quinto grado de la escuela primaria “Antonio Maceo Grajales” en el municipio La Sierpe, en el período comprendido de septiembre del 2018 a junio del 2020.
El universo que coincidió con la muestra, estuvo conforma do por la totalidad de niños que se cursaban el quinto grado en el período establecido (alumnos), previo consentimiento informado de la directora de la escuela y de los padres de los niños; que contaran con las capacidades cognoscitivas y físicas que permitieran su partici pación, evaluadas con anterioridad por los autores.
Las variables estudiadas fueron: sexo, conocimientos generales sobre salud bucal, conocimientos específicos sobre salud bucal, actitudes sobre salud bucal, prácticas específicas sobre salud bucal, eficacia del cepillado bucodental y efectividad del programa educativo.
La investigación se desarrolló en tres etapas: diag nóstica, ejecución y evaluación.
Etapa diagnóstica: se aplicó la encuesta de conocimientos, la entrevista estructurada para la identificación de las prácticas y la entrevista estructurada para las actitudes. Los instrumentos de recogida de información fueron confeccionados por los autores, los cuales se confeccionaron sobre la base de la encuesta que aparece en el Programa Nacional de Atención Estomatológica,12 donde se seleccionaron y adaptaron preguntas acordes con la población, las que fueron validadas por expertos.
Para evaluar la eficiencia del cepillado, se aplicó una guía de observación, se les realizó el control de placa dentobacteriana a los pacientes, se determinó además, la eficiencia a través del Índice de Love13, para lo cual se procedió de la siguiente forma:
Primero, para detectar la placa dentobacteriana se utilizaron las tabletas de Plac-Dent, se le indicó al niño triturarla con todas las superficies oclusales y con la lengua expandir por toda la superficie dentales y después se le indicó enjuagarse.
Segundo, con ayuda del espejo se comprobaron las caras de los dientes que se colorearon con la sustancia reveladora y se anotaron en registros el número de estas y el número de dientes presentes ayudado por la luz solar.
Número de superficies teñidas
Índice de Love = ________________________________ x 100
Número de superficies examinadas
Cuando este Índice es mayor del 20 % se considerará el cepillado como deficiente.
Cuando este índice es menor o igual que el 20% se considerará el cepillado como eficiente.
Etapa de ejecución: una vez obtenida la información inicial, se aplicó a los niños el programa educativo de salud bucodental, denominado “Protectores de la Sonrisa”, confeccionado por los autores y validado posteriormente por criterio de expertos.
Previo a la aplicación del programa educativo de realizaron dos capacitaciones dirigidas a los maestros(as) de quinto grado escolar con el objetivo de elevar su nivel de información sobre salud bucal e incorporarlos a la ejecución del programa.
El programa educativo “Protectores de la Sonrisa” consta de cinco sesiones, este se aplicó en los grupos constituidos de quinto grado. Cada sesión duró aproximadamente una hora con frecuencia semanal o quincenal.
Programa Educativo: “Protectores de la Sonrisa”
1ra Sesión: Todos vamos a conocernos
2da Sesión: ¿Están sanos mis dientes?
3ra Sesión: Soy responsable del cuidado de mis dientes
4ta Sesión: El cepillo, mi mejor amigo
5ta Sesión: Despedida valiente con una enorme sonrisa
La ejecución de las actividades se llevó a cabo por la investigadora con la colaboración de los maestros(as).
Etapa de evaluación: se repitió el mismo procedimiento y técnicas de la etapa inicial, una vez terminado la ejecución del Programa Educativo para la evaluación del mismo. Para lo cual se empleó en cada ocasión un día.
Se consideró:
Efectivo: si los niños con nivel de información, actitudes y prácticas se elevan en un 60 % y el índice de Love se eleva al 50 %.
No efectivo: si los niños con nivel de información, actitudes y prácticas se elevan en menos de un 60% y el índice de Love se encuentra por debajo de 50 %.
Se aplicaron métodos de la estadística descriptiva con procedimientos matemáticos, para organizar, clasificar e interpretar los indicadores cualitativos obtenidos en la investigación empírica que se presentaron en forma de tablas, con el cálculo de frecuencias absoluta y relativa.
Se contó con el consentimiento oral y escrito de las personas que resultaron seleccionadas. Además, se garantizó la confidencialidad de los datos que se recogieron, que se utilizaron con fines científicos que cumplieron con los parámetros éticos.
RESULTADOS
Existió un predominio del sexo femenino con 52,7 %. (Tabla 1)
Sexo | No. | % |
---|---|---|
Masculino | 26 | 47,3 |
Femenino | 29 | 52,7 |
Total | 55 | 100,0 |
Fuente: Modelo de recolección de datos.
Acerca de los conocimientos específicos sobre salud bucodental, antes de la intervención los peores resultados estuvieron centrados en la importancia del flúor y las causas de pérdida de los dientes, con un 12,7 % y 27,3 % de respuestas acertadas, dentro de estas el sexo masculino demostró menor conocimientos relacionados con lo anteriormente planteado (5,5 % y 10,9 %).
Después de la intervención el 100 % de los estudiantes logró responder correctamente las preguntas relacionadas con la identificación de alimentos cariogénicos y la importancia del flúor.
Por otra parte, respecto a lo referido por los escolares sobre identificación de la dentición y las causas de pérdida de los dientes, se modificaron positivamente de un 67,3 % a un 92,7 % y de un 27,3 % a un 89,1 %.
Antes de la intervención el 67,3 % de los niños no identificaban correctamente su tipo de dentición, el 46,3 % identificaba algún alimento cariogénico, el 27,3 % conocía por qué se pierden los dientes y como peor resultado se encontró que solo el 12,7 % conocía sobre los efectos positivos del flúor. Luego de aplicado el programa educativo se logró mejorar los conocimientos acerca de estos aspectos en más del 89 % de los escolares. (Tabla 2)
Respecto a las prácticas específicas de los escolares, el 100 % de los niños practicaban el cepillado dental. Antes de la aplicación del programa lo relacionado con el cepillado después de ingerir alimentos dulces, fue respondido acertadamente por el 41,8 %, seguido de la frecuencia de ingestión de alimentos dulces (38,2 %), lo que fue revertido en ambos casos al 92,7 %.
El mayor impacto se logró en la forma del cepillado, antes solo el 25,5 % lo realizaba adecuadamente, posterior a la intervención se logró que el 100 % se cepillara según la forma estipulada en Cuba. La frecuencia del cepillado se incrementó en el 58,2 % luego de la aplicación del programa educativo. (Tabla 3)
En todos los ítems evaluados, el sexo femenino obtuvo mejores resultados luego de la intervención educativa.
Con relación a los conocimientos generales sobre salud bucodental en los niños de quinto grado, antes de la intervención mostraron resultados desfavorables, con conocimientos medios el 61,8 %, lo cual fue revertido al finalizar el mismo pues adquirieron conocimientos suficientes un 87,3 % de ellos. (Tabla 4)
La intervención educativa fue efectiva en el 98,2 %, sobre todo en el sexo femenino para un 52,7 %. (Tabla 5)
DISCUSIÓN
En el estudio predominó el sexo femenino similar a los resultados obtenidos por de Siqueira Sigaud CH y col.,14 quienes encontraron en su estudio que el 52,3 % de la muestra pertenecía al sexo femenino.
Por su parte Páez González Y y col.,15 reportaron en su estudio que de los escolares afectados con caries dental el 53,4 % pertenecían al sexo masculino, con predominio sobre el femenino, con lo que se discrepa.
Con relación a los conocimientos específicos sobre salud bucodental los resultados son similares a lo encontrado por Méndez M,16 quien con la realización de la intervención educativa en los escolares de su estudio, logró que identificaran la dieta cariogénica, cómo controlarla, así como dominar la utilización del flúor para prevenir la aparición de las caries dentales, antes de la intervención solo seis personas conocían sobre el tema, mientras que ya al final 56 estudiantes (93,3 %) lo dominaban.
Se asemejan también a lo referido por Páez González Y. y col.,15) quienes al analizar lo referente a la dieta cariogénica y dieta protectora, observaron que al inicio de la intervención solo 11 estudiantes presentaban un conocimiento adecuado del tema en cuestión, al aplicar el programa 48 escolares (82,8 %) tuvieron una apreciación correcta del tema.
Referente a las prácticas sobre salud bucal los resultados son similares a lo encontrado por Méndez M,16 quien en su estudio valoró el cepillado dental y su importancia, inicialmente 53 de los encuestados tenían conocimientos escasos e inadecuados, se logró modificar con posterioridad a la intervención, donde solo un 3 % (n=2) de los participantes mantuvieron dificultades en cuanto al tema, por lo que hubo un incremento de los conocimientos en un 96,23 %.
Se concuerda además con De Luca E y col.,11 que encontraron en su investigación un cambio en el nivel de conocimiento de los niños acerca de los medios de higiene bucal, en una primera medición 29 de los participantes desconocían la totalidad de los medios de higiene bucal, en contraste con los 22 participantes que conocía la totalidad de los medios de higiene bucal en la segunda medición. En cuanto a la frecuencia del cepillado dental en una primera medición predominó la frecuencia de cepillado dispersa con 11 menciones, se obtuvo un bajo nivel en frecuencia de cepillado adecuada. Posterior a la aplicación del programa educativo, la frecuencia de cepillado dental predominante fue la adecuada con 25 menciones lo cual establece un progreso evidente.
Páez González Y y col.,15 hallaron que el 84,5 % de los participantes de su estudio poseían conocimientos inadecuados en lo que respecta al correcto cepillado y su frecuencia; al realizar la intervención, el 91,4 % logró un conocimiento adecuado; con lo que se coincide.
Relacionado con los conocimientos generales sobre salud bucodental, se coincide con el estudio realizado por Hernández Suárez A y col.,8 donde se evaluó de mal en el 62 % de los niños al inicio de la intervención, mientras que al final de la misma se ubicó en el rango de bien el 88 % de los niños.
Páez González Y y col.,15 plantearon que antes de aplicar el programa educativo, 43 escolares (74,1 %) presentaron conocimientos inadecuados sobre generalidades de caries y algunos factores de riesgo; luego el 52 (89,7 %) de los escolares tuvieron un conocimiento adecuado, con lo que se concuerda.
Las actitudes fueron evaluadas en el estudio como desfavorables en más de la mitad de los niños estudiados antes de la aplicación del programa, al término de este, se evaluaron de favorables en casi la totalidad.
Se coincide con lo investigado por Herrera Serna BY y col.,17 quienes en su estudio “Evaluación a 72 meses de una estrategia de prevención en salud oral en escolares”, obtuvieron un cambio positivo en las actitudes de los niños con respecto a la salud bucal, lo que en la etapa diagnóstica arrojó resultados negativos.
Referente a la eficacia del cepillado dental el 80 % de los niños mostró un cepillado ineficiente antes, lo que al finalizar la intervención mejoró pues el 89,1 % realizó un cepillado eficiente. Esto coincide con lo planteado por Hernández Suárez A y col.,8 los que al inicio de la investigación encontraron que el 84 % de los niños tenían una evaluación de mal y al finalizar el estudio los resultados fueron positivos, pues el 88 % logró la calificación de bien y solo seis niños conservaron la calificación de mal, para un 12 %.
Los resultados son semejantes a lo obtenido por Crespo Cuenca L y col.,18 quienes al comienzo de la intervención obtuvieron un cepillado dental no eficaz en el 64 %, después el 72 % exhibió un cepillado dental eficiente.
Los resultados son similares además a lo planteado por Páez González Y y col.,15 De Luca E y col.,11 Nicot Navarro AM y col.,19 y Crespo Cuenca L y col.,18 puesto que la aplicación de programas educativos en los escolares, arrojó resultados positivos en cuanto a conocimientos se refiere.
Los resultados a consideración de los autores se deben analizar desde diferentes aristas como el pobre trabajo educativo que se realiza en las escuelas, a pesar de ser los menores de 19 años un grupo priorizado por el país, así como una falta de proyección comunitaria de la consejería bucal y el no cumplimiento a cabalidad de los convenios MIMED-MINSAP.
Se considera que esta intervención logró los objetivos propuestos, pues propició un cambio en los estilos de vida de los escolares, que influenciarán en su salud bucal y en la calidad de vida de los mismos.
Se concluye que el sexo predominante fue el femenino; en cuanto a conocimientos, actitudes y prácticas sobre salud bucodental, fueron deficientes en más de las dos terceras partes de los niños lo cual fue revertido al término de la aplicación del programa educativo. La intervención resultó ser efectiva, ya que se modificaron los estilos de vida de los escolares.