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Revista Cubana de Anestesiología y Reanimación

versión On-line ISSN 1726-6718

Rev cuba anestesiol reanim v.10 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 2011

 

EDITORIAL INVITADO

 

Hospital Clínico Quirúrgico Universitario "Manuel Ascunce Domenech", Camagüey, Cuba

 

 

El arte de escribir en Vicente Antonio de Castro y Bermúdez

 

The art of writing present in Vicente Antonio de Castro y Bermudez

 

Dr. Carlos Antonio Vilaplana Santaló1, Dr. Sixto Fidel González Pérez2, Dr. Humberto Pedro Saínz Cabrera3

1Especialista de I y II Grado en Anestesiología y Reanimación. Profesor Asistente e Investigador Agregado del Centro de Humanidades de la Universidad Médica de Camagüey. Master en urgencias médicas en APS. Hospital Clínico Quirúrgico Universitario "Manuel Ascunce Domenech", Camagüey, Cuba. Email: vila@finlay.cmw.sld.cu
2Especialista de I y II Grado en Anestesiología y Reanimación. Profesor Auxiliar de la Universidad Médica de Sancti Spíritus. Master en urgencias médicas en APS. Hospital General Docente "Ricardo Santana Martínez", Fomento, Sancti Spiritus. Vicepresidente de la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación, Sección de Obstetricia.
3Especialista de I y II Grado en Anestesiología y Reanimación. Investigador Auxiliar. Profesor consultante del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Presidente de la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación.


RESUMEN

Introducción. El 11 de marzo de 1847, el Dr. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, por primera en vez en Cuba y Latinoamérica administró anestesia con vapores de éter para un procedimiento quirúrgico.
Objetivo.
Realizar una puesta al día sobre el actuar científico, intelectual y patriótico del sabio cubano quien administró la primera anestesia en Cuba. Desarrollo. Se realizó una minuciosa búsqueda de la vida y obra del Dr. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, de la cual se destacan detalles importantes de su vida; no sólo de su actividad médico científica, sino también, patriótica y literaria.
Conclusiones.
Sirva esta reseña histórica como homenaje al aniversario de la administración de la primera anestesia en Cuba y Latinoamérica.

Palabras clave. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez. Primera anestesia en Cuba.


ABSTRACT

The March 11, 1847, Vicente Antonio de Castro y Bermúdez M.D for the first time in Cuba and in Latin America, administered anesthesia with ether steams for a surgical procedure.
Objective: To made an update on the surgical, scientific, intellectual and patriotic act of the Cuban wise who administered the first anesthesia in Cuba.
Development: A deep search on the life and work of Vicente Antonio de Castro Bermúdez M.D. from which are emphasized significant details of his life, not only of his scientific and medical activity, but also, patriotic and literary.
Conclusions: This historical review is a tribute to anniversary of the administration of the first anesthesia in Cuba and in Latin America.

Key words: Vicente Antonio de Castro y Bermúdez First anesthesia in Cuba.


INTRODUCCIÓN

Con el Papel Periódico de la Habana y las Memorias de la Sociedad Económica Amigos del País, comenzó la publicación sistemática de artículos científicos, aunque esta comprobado de modo fehaciente por los bibliógrafos, particularmente por Pérez Beato, que la introducción de la imprenta en la Habana tuvo lugar alrededor del año 1720 admitiéndose como primer impreso conocido "La Tarifa General de Precios de la Medicina" y hasta ahora no hay evidencias que contradigan esta afirmación, al decir del distinguido profesor Dr. José López Sánchez 1, lo cual es reafirmado por la Dra. Elena López Serrano cuando en "Efemérides Médicas Cubanas". describió dicho suceso, con fecha de 3 de febrero de 1723 y quedó terminada la lista de precios, para la venta de medicinas en la Habana. Este trabajo lo realizó una comisión presidida por el protomédico Francisco Teneza, primera publicación médica en Cuba.2

El Dr. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, espirituano de nacimiento y gloria de la medicina cubana pues brilló su talento como docente y sus enseñanzas en la Cátedra de Clínica Médica fueron inmemorables y además de haber introducido por primera en vez en nuestro país y Latinoamérica la administración de la anestesia en procederes quirúrgicos 3, no solo fue un galeno capaz y precursor en nuestro país de innumerables temáticas en el ámbito científico, patriótico y literario 4 sino que dejó evidencia escrita de todo cuanto pudo.

Constituye objetivo de esta investigación describir una síntesis biográfica como ejemplo a seguir por las futuras generaciones de anestesiólogos cubanos en la celebración por el Sexagésimo Aniversario de la fundación de la Sociedad Nacional de Anestesiología el 12 de Septiembre de 1950 en la ciudad de La Habana.

DESARROLLO

En el marco de las ciencias médicas, , Vicente Antonio de Castro, se título de Bachiller en Medicina el 31 de marzo de 1827 con solo 18 años de edad. Fue catalogado por sus profesores de poseer una cultura enciclopédica que le permitía conocer de: física, filosofía, lógica, botánica, matemáticas y química, además de dominar cuatro idiomas: latín, español, inglés y francés 5-7; todo lo cual le valió para estar entre los médicos que ocupa ron importantes cargos de dirección en esta etapa en la Real y Pontificia Universidad de San Cristóbal de la Habana (1728-1842), como los que enunciamos a continuación:4

1837: Maestro de Ceremonias.

1839: Sinodal de Latín.

1841: Sinodal de Latín.

Realizó la traducción, edición y agregó notas adicionales al "Tratado de Química de Lassaigne", texto oficial que sirvió para la enseñanza de esta disciplina en la Universidad. En la portada del mismo escribió:

"No dejaré la pluma sin aconsejar a los que me dijeron al emprender la traducción: no hay en la Habana amantes del país, ni protectores de las ciencias; se compone de entes apáticos que sólo quieren café y azúcar (…) que recorran la lista de suscriptores y verán que no sólo los hombres sino también el sexo hermoso busca los adelantos y honran la patria que los vio nacer…", 4, 7,8 ; lo cual da muestras de un pensamiento avanzado en la igualdad del hombre y la mujer y de un profundo patriotismo al que luego dedicó el resto de su vida.

Como evidencia de este suceso apareció un comunicado en el "Diario de la Habana" firmado por Bartolo Díaz en relación con el texto de Química Lassaigne traducido en Cuba por el doctor Vicente Antonio de Castro, el 22 de octubre de 1837.9

En el año 1840 se publicó en la Habana el primer número de la revista "Repertorio Médico Habanero", primera publicación dedicada a las ciencias médicas en Cuba. Fue su fundador Nicolás José Gutiérrez (1800-1890), médico cirujano introductor en nuestro país en el año 1848, del cloroformo. 10, 11

El Dr. De Castro en agosto de 1842, fue el fundador junto con el Licenciado Justino Valdés Castro (1823-1895) del "Boletín Científico" revista que se fusionó con el Repertorio Médico Habanero, que bajo la dirección del Dr. Manuel Valdés Miranda en 1843 gestionó la unión de ambas revistas. Esta decisión se fundamentó en la falta de recursos y en la pobre circulación de ambas publicaciones. (Figura 1).

La salvadora medida se materializó a partir del 1 ro de noviembre de 1843, en el que se amplió el círculo de materias que abrazaban por separado las dos revistas que le sirvieron de base. Cada número de la nueva publicación contaba de dos secciones. La primera divulgaba principalmente artículos de medicina, cirugía y farmacia, mientras la segunda se reservó para registrar aspectos relacionados con la física, la química, la botánica y otras ciencias naturales. Las medidas de esta publicación de periodicidad quincenal era de 22 por 16 centímetros, la cual dejó de publicarse en abril de 1845. 10

También en 1844 publicó una "Sinopsis Médica", la cual fue muy útil para sus alumnos de la cátedra de Clínica Médica.12

Su portada fue la siguiente:

Sinopsis Médica

Arreglada al estado actual de la medicina

Por

El Dr. D. Vicente Antonio de Castro

Catedrático de clínica médica y patología interna de esta Real Universidad

Literaria

"Extramuros de la Habana"

Imprenta de Barcina, calle de la Reina, primera cuadra o calzada de S. Luis Gonzaga, número 8. 1844

Al respecto, esta publicación fue juzgada favorablemente por muchos médicos distinguidos de la época, uno de ellos el Dr. Ramón Zambrana que dejó sus impresiones al respecto:13

"Hacer una clasificación nosológica con arreglo al estado actual de la ciencia y por supuesto superior a las conocidas hasta el día, es el objeto que el autor de esta obra se propone y si para alcanzarlo debidamente se necesita de una grande erudición y de talento lógico, prendas son estas que todos sus comprofesores reconocen en el Sr. Dr. Castro y por lo tanto su nombre es garantía de la excelencia de su trabajo. El autor para dar cima a su trabajo ha tenido a vista numerosas obras, las más escogidas, las más recientes, las más clásicas y de ellas ha tomado muchos de los elementos de su sinopsis, pero la clasificación completa y ordenada es suya, exclusivamente suya y una vez concluida su publicación formará para su autor un bello título de estimación general y buena fama".

En el año 1847 como evidencia escrita de algunas de sus experiencias con la administración de éter, en el "Diario de la Habana" se enunciaron los siguientes titulares:

  • Aplicación de la fumigación del éter para no producir dolores en las operaciones quirúrgicas. No. 65, 12 de marzo de 1847.
  • Aplicación del éter a la cirugía. No. 69, 17 de marzo de 1847.
  • Aspiraciones del éter para evitar el dolor en las operaciones. No. 80, 30 de marzo de 1847
  • Fumigación de éter. No.81, marzo de 1847.
  • Amputación de una pierna, vapores de éter. No. 176, 17 de noviembre de 1847.

La descripción inicial de este suceso constituyó, el primer artículo original propio sobre anestesia en Cuba, el cual reveló que Castro no hizo un uso accidental del descubrimiento, sino en la medida de sus posibilidades, conocía todo cuanto se relacionaba con este problema y que no bastándole esa experiencia ajena, decidió por su propia cuenta formular opiniones, que denotan una clara intuición clínica de su parte, como es señalar la excitación nerviosa que puede producir y su mas importante contraindicación: la de las enfermedades de las vías respiratorias.14,15

En el marco literario: El 18 de abril de 1838 el Dr. De Castro solicitó autorización para publicar "El instructor Habanero"; no se le concedió el permiso por lo cual varió el plan y el título de la obra y fue entonces que fundó y dirigió "La Cartera Cubana" (Figura 2). Esta fue su más notable aporte literario, pues en la misma se dieron a conocer algunas de las obras más destacadas de autores de renombre como: Cirilo Villaverde, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido) y José Jacinto Milanés, entre otros destacados escritores del siglo XIX. "La Cartera Cubana" empezó a editarse con carácter mensual; la misma se editó en 5 tomos con un total de 30 entregas.

En el "Diario de la Habana" del 30 de junio de 1838, órgano que respondía al poder colonial español comentaron al respecto:

"Esperamos que dicha revista no sea un vehículo de escándalo sino por el contrario, un auxiliar eficaz del orden, de las leyes y de la apropiación de los buenos principios de literatura y moral que tanto contribuyeron a la dicha y prosperidad de las naciones". 3, 5, 7,16

La misma contaba de cinco secciones:

  • Sección primera: Ciencias.
  • Sección segunda: Literatura.
  • Sección tercera: Costumbres.
  • Sección cuarta: Poesía.
  • Sección quinta: Variedades.

En la sección de las ciencias se publicó por primera vez en nuestro país las observacio nes meteorológicas de cada día y el resumen de las enfermedades existentes en los hospitales de la ciudad.

Un artículo sobre fisiología. (Extractos de las lecciones orales de Mr. Magendie, año 1837). Tema: "La permeabilidad de las membranas en los gases y los líquidos", hace que De Castro escriba el siguiente comentario:17

"Por esto el estudio de la acústica, de la óptica, de la electricidad, lo mismo que el de la mecánica, es utilísimo y en ciertos casos indispensables, para la inteligencia de la mayor parte de las funciones de la vida", del cual suponemos que las lecciones de fisiología le sirvieron de base para la administración de la anestesia etérea.

De la labor poética de Vicente Antonio, comentó el Dr. Antonio González Curquejo en "Médicos poetas de Cuba":18

(…) dotado de una inteligencia superior y de una loable acometividad, adquirió grandes conocimientos (…) Vicente Antonio de Castro tocó la mayor parte de las formas poéticas y queremos referirnos a un particular digno de nota. Algunos de sus romances traen a la memoria los que muchos años después escribieron Nápoles Fajardo y Fornaris (…) de modo que debe considerársele como uno de los precursores de los Cantos Populares (…)

En el marco histórico: Desde la segunda mitad del siglo XIX, está probado que De Castro fue un activo conspirador contra el poder colonial español en su estrecha vinculación con Anacleto Bermúdez (padre) y en las declaraciones ofrecidas por el catalán Ramón Pintó Llinás en febrero de 1855 en el juicio por una conspiración organizada por este último. Cuando se dictó la sentencia de Pintó a pena de muerte, se promulga un segundo veredicto al investigado el cual consistió a 10 años de presidio ultramarino. Para esta fecha ya se encontraba en México y estaba catalogado de "Presidente de los Enemigos del Gobierno de su Majestad". 3,5-7

A partir de entonces y cronológicamente desde 1853 hasta 1856, asumió una labor intensa conspirativa entre México y los Estados Unidos de Norteamérica, donde además para su sustento económico y de la familia ejerció como médico y volvió a las labores docentes donde imprimió las "Lecciones Históricas", que muestran las clases que impartió en la Academia Cubana de Historia de Nueva York.5,7

Ya en 1859 comenzó a crear logias con ideales independentistas, pues las conspiraciones hasta entonces tenían un marcado carácter esencialmente anexionista.

Fundó el 28 de marzo de 1862, un cuerpo irregular masónico, el Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA). El carácter secreto de la organización y el proyecto patriótico, democrático, laico y republicano contenido en sus textos, que no eran los de las organizaciones masónicas, garantizó un medio para la generalización y cohesión del movimiento en toda la isla.5-8

El fundador ocupó los más altos cargos de la organización: Gran Maestro de la Gran Logia y Gran Comendador del Supremo Consejo y con el nombre masón de Viriato Alfonso de Covadonga. Sus célebres liturgias de los treinta y tres grados, constituyen una joya masónica.8,19

Es evidente que una lectura cuidadosa de las liturgias del Gran Oriente de Cuba y las Antillas permite ubicar al proyecto masón de Vicente Antonio de Castro, su gestor y autor intelectual, en el polo opuesto de la burguesía esclavista, o lo que es lo mismo del liberalismo conservador de 1868, para ubicarse, con todo derecho, en el liberalismo más radical.7

Como se puede observar, Vicente Antonio de Castro incurrió en casi todos los marcos literarios de la época pues tenía una personalidad característica de la cual los siguientes historiadores comentan:

De su labor como profesor universitario y de algunos rasgos de su carácter, el Dr. Rafael A. Cowley Valdés-Machado quien fuera su discípulo nos dejó su impresión:20

"En el concurrían profundos conocimientos anatómicos y no menos extensos de los otros ramos médicos, constituyendo un profesor sagaz y observador….Alcanzamos al doctor Castro de catedrático de clínica, y no había tarde que no fuera al anfiteatro a hacer inspecciones cadavéricas. Ávido de ciencia, estaba al corriente de todos los progresos de su ramo, y aunque por algunos se le criticara que siempre pertenecía á la última opinión emitida, es un cargo injusto; el catedrático Castro emitía en el aula la última expresión de la ciencia, la aplaudía o la censuraba; pero de esto a decir que las últimas impresiones borrasen las que ya eran verdades incontrovertibles, es una falsa suposición".

"Alumnos éramos aún de primer año de medicina y lo oímos y vimos en una de las tardes demostrando experimentalmente la función glicogénica del hígado y las alteraciones biliares en la fiebre amarilla; el que va á la losa y al reactivo, no es impresionable por la última lectura que ha hecho, es el que busca demostraciones porque no le satisfacen las exposiciones….Poseía además una palabra fácil y correcta, que á no ser por una cadencia habitual al verterla y por la manía de arrastrar ciertas letras, lo hubieran colocado como uno de nuestros más completos oradores, con todo, los leves defectos que hemos señalado jamás cansaron los oídos de quienes lo escuchaban".

El profesor de mérito Dr. José López Sánchez, nos dejó una opinión interesante entre los introductores de la anestesia en Cuba15, Drs. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez (1809-1869, éter 1847) y Nicolás J. Gutiérrez Hernández (1800-1890, cloroformo 1848):

Entre los operados con anestesia con éter no figura ninguno del Dr. Nicolás J. Gutiérrez, en cambio entre los de cloroformo está la ligadura de la artería iliaca externa izquierda, ejecutada el 7 de abril de 1848, en la cual a pesar de haberse negado al principio el doctor De Castro a usar cloroformo porque no la creía dolorosa, accedió al fin. Lo que ratificó la opinión de que Castro tenía una mente abierta a toda innovación, a todo nuevo descubrimiento o teoría.

Entre los reconocimientos a su memoria se destacan en el Museo Nacional de Historia de las Ciencias "Carlos J. Finlay" (Figura 3).

El Dr. Bello Hernández en su texto "Las ciencias médicas en la filatelia cubana" nombró cubanos ilustres (Grupo Médico) y escribió al respecto: 21

"Por decreto presidencial No. 1839, de 9 de julio de 1956, se ordenó la impresión de las efigies de cuatro abogados, médicos y músicos para honrar a nuestras figuras cimeras del campo intelectual."

Puesto en circulación el 27 de junio de 1958, por la orden No. 6 de fecha 31 de marzo (Figura 4).

Se concluye que este médico cubano pudo conformarse con sus éxitos profesionales y sociales, pero él era ante todo un hombre de profundos sentimientos humanos y patrióticos, razón de ser de su carrera y de su afán creador y científico, por lo cual tiene que merecer un lugar en la historia patriótica, científica y literaria de nuestro país.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA

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4. Vilaplana Santaló CA. El precursor. Sección 1. Registro de obras literarias. Derecho de autor y derechos conexos. En línea. Revisado: 9 de mayo de 2007. URL disponible en: www.senapi.org

5. Torres-Cuevas, E. Vicente Antonio de Castro, el Gran Oriente de Cuba y las Antillas y la Ruptura del 68. Rev. Santiago 1978; 32: 125-178.

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11. Delgado García G. Nicolás J. Gutiérrez Hernández 1800-1890. Cuad Hist Sal Pub No. 67. Ed. Ciencias Médicas. C Habana. 1983. pp 102-110.

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16. Diccionario de la Literatura Cubana. Editorial Letras Cubanas, Ciudad de la Habana, Cuba. Tomo I. 1980. pp 195-196.

17. De Castro y Bermúdez V A. Director. Sección Ciencias. La Cartera Cubana. Tomo 2. Primer cuaderno. Enero 1839. Habana. Imprenta Literaria. Don Domingo Patiño, calle del Obispo Núm. 89. Disponible en: www. google.com

18. González Curquejo A. Médicos poetas de Cuba. Cuba Contemporánea. La Habana1913; 4: 286

19. Rodríguez Expósito C. Índice de Médicos, Dentistas, Farmacéuticos y estudiantes en la Guerra de los Diez Años. Cuad Hist Sal Pub No 40. Ed. Ciencias Médicas 1968: 157-161.

20. Cowley Valdés-Machado R. Vicente Antonio de Castro. En: Breves noticias sobre la enseñanza de la medicina en la Real y Pontificia Universidad del Máximo Doctor San Jerónimo. La Habana 1876: 292-293.

21. Bello Hernández E. Las ciencias médicas en la filatelia cubana. Cuad Hist Sal Pub No 49. Ed. Ciencias Médicas 1970: 46-48.

Recibido: Octubre 3, 2010.
Aprobado: Noviembre 2, 2010.

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