INTRODUCCIÓN
El envejecimiento de la población conocido como “transición demográfica” se acompaña de una transición epidemiológica, donde las enfermedades no transmisibles, se convierten en las causas principales de muerte y contribuyen en mayor medida a la carga de enfermedad y discapacidad. 1
En el año 2019 la esperanza de vida al nacer en el mundo ascendía a 73,5 años y en Cuba a 78,7;2 y su población de 60 y más años ascendía a 2 331 091, que representó 20,7 % del total.3 Con el aumento de la esperanza de vida las personas viven más.4
Se confirmó por las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la tendencia a la longevidad, pero la discapacidad ha ido en aumento por las enfermedades del corazón y los accidentes cerebrovasculares que fueron responsables de gran número de años de vida saludables adicionales perdidos en el año 2019.4
El factor de riesgo principal de casi todos los trastornos geriátricos importantes lo constituye el envejecimiento biológico,5 que es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte.6
La pérdida de la elasticidad y la distensibilidad de las grandes y medianas arterias, con un aumento de su rigidez y una elevación de la resistencia vascular periférica es el mecanismo básico que origina el progresivo aumento de la presión arterial sistólica (PAS) con la edad.7,8
La hipertensión arterial (HTA), para los adultos, es definida como la elevación de la PAS a 140 mm Hg o más, la presión arterial diastólica (PAD) a 90 mm Hg o más, o ambos valores inclusive.9 La HTA duplica el riesgo de enfermedades cardiovasculares.10
En el mundo para todas las edades y ambos sexos, a la PAS elevada se le atribuyó 54,6 % de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) por enfermedades isquémicas del corazón y 55,54 % por las cerebrovasculares, en Cuba se le imputó 46,71 % por las primeras y 46,24 % por las segundas.11
Los adultos mayores se mantienen como grupo de riesgo para la HTA, que tiene como factores de riesgo más significativos, el consumo excesivo de sal y la obesidad.10,12 A medida que la población envejece, adoptan un estilo de vida más sedentario, y aumenta el peso corporal, por lo que la prevalencia de HTA seguirá incrementándose en el mundo.13
En los hipertensos de 60 años o más se recomienda iniciar el tratamiento farmacológico cuando la PAS sea mayor o igual a 150 mm Hg y en los menores de 80 años, si la presión arterial (PA) es de 140 a 149 mm Hg, si el tratamiento es bien tolerado.9 En pacientes tratados con edad de 70 y más años, se recomienda que PAS sea menor de 140 y hasta 130 mm Hg, si es bien admitido.14
La proporción de personas afectadas por múltiples enfermedades, aumenta con la edad,15 la HTA es una de ellas. El objetivo del trabajo es identificar la prevalencia y control de la enfermedad en ancianos en el país, según la Encuesta Nacional de Salud concluida en el año 2019.
MATERIAL Y MÉTODOS
Como parte de la Encuesta Nacional de Salud, Cuba 2018-2019, se realizó un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo, que incluyó a población de 65 y más años, residente en zonas urbanas y rurales.
La selección de la muestra partió de un diseño complejo: estratificación inicial y por conglomerados en etapas, con representación nacional, por sexo, grupos de edad, zona urbana y rural. El marco muestral estuvo dado por la población nacional atendida por el Médico y la Enfermera de la Familia en 2017. Se usaron ponderaciones de acuerdo al diseño mencionado y ajuste de población al cierre del año 2018.
El universo estuvo constituido por 3 638 individuos de 65 años y más, de provincias seleccionadas del país, que fueron entrevistados en sus hogares, realizándoseles las mediciones físicas (PAS y PAD), en el periodo enero de 2018 a diciembre de 2019, cumpliendo los procedimientos éticos establecidos.
Se utilizaron los paquetes estadísticos SPSS versión 21 y SAS versión 9.3 y para el análisis números absolutos, porcentajes, medias e intervalos de confianza de 95 %.
La PA se midió de acuerdo a lo establecido en la Guía Cubana de Diagnóstico, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial.9 Se consideraron hipertensos a las personas que lo refirieron en sus APP (antecedentes patológicos personales) y se consideró la PA elevada cuando las cifras registradas fueron de 140 mm Hg y más de PAS, y de 90 mm Hg de PAD. A cada paciente se le realizaron tres lecturas de la PA, con intervalos de dos a tres minutos entre estas, según la metodología descrita en la citada guía, se descartó la primera toma y se promediaron las dos últimas.
Para esto, se utilizaron equipos de monitoreo de PA automáticos marca HiperMax, modelo BF A7101 de fabricación cubana, por Combiomed Tecnología Médica Digital, certificados, con principio de medición por método oscilométrico, con rango de medición de 0- 280 mm Hg y una precisión de ±3 mm Hg.
Clasificación de los sujetos según las cifras de presión arterial determinadas en el momento del examen:
Presión arterial normal: PAS menos de 120 mm Hg y PAD menos de 80 mm Hg.9
Categorías identificadas:
Hipertenso conocido: persona diagnosticada como hipertensa y que está registrada en la institución de salud.16
Hipertenso nuevo: persona que declaró no ser hipertensa y a la que se le detectaron cifras de PAS ≥140 mm Hg y PAD ≥ 90 mm Hg en el momento de la aplicación del cuestionario.17
Hipertenso tratado: persona diagnosticada como hipertensa, registrada como paciente con tratamiento hipertensivo, en la institución de salud.16
Hipertenso controlado: persona diagnosticada como hipertensa, registrada como paciente con tratamiento antihipertensivo en la institución de salud, cuya PA esté controlada (PAS <140 mm Hg y PAD <90 mm Hg).16
Dispensarización: proceso organizado, continuo y dinámico, que permite la evaluación e intervención planificada y programada, sobre la situación de la salud de las personas y familias. Es liderado y coordinado por el equipo básico de salud.17
Consideraciones éticas:
Cada sujeto, incluido en el estudio, leyó el consentimiento informado, en el cual se le explicaron los objetivos de la investigación, se le informó la ausencia de riesgos, la confidencialidad y uso exclusivo de los datos obtenidos, con fines del estudio. Se les explicó la posibilidad de abandonar la investigación en el momento que lo deseen y a contactar con los miembros del equipo de trabajo, para aclarar cualquier duda, durante el período de estudio.
RESULTADOS
La prevalencia de HTA en las personas de 65 y más años de edad fue mayor en las mujeres en ambas zonas geográficas, con mayor porcentaje en las mujeres de la zona rural. Para los hombres, la prevalencia fue mayor en la zona urbana. (Tabla 1).
Tabla 1 Prevalencia de la hipertensión arterial en personas de 65 y más años según zonas geográficas, sexo y grupos de edad
Sexo y grupos de edad en años | Prevalencia | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Ambas zonas | Zona urbana | Zona rural | ||||
No. | % | No. | % | No. | % | |
Hombre - 65-74 | 293 815 | 64,4 | 235 235 | 66,9 | 58 580 | 56,1 |
Hombre - 75 y más | 199 984 | 62,7 | 152 347 | 65,1 | 47 637 | 56,0 |
Mujer - 65-74 | 372 781 | 72,8 | 305 017 | 72,3 | 67 764 | 75,2 |
Mujer - 75 y más | 293 546 | 73,9 | 243 222 | 74,3 | 50 324 | 72,1 |
Los hipertensos conocidos de 65 y más años de edad, representaron 89,1 %, y estuvieron controlados menos de la mitad, siendo mayor el control en la zona rural. Mayor proporción de nuevos hipertensos en la zona rural, y por sexos en el masculino de la zona urbana. El mayor porcentaje hipertensos conocidos correspondió a las mujeres de la zona urbana, las mujeres exhibieron control de la enfermedad superior a los hombres. (Figura 1).

Figura 1 Prevalencia de hipertensión arterial según el momento del diagnóstico y el control, por sexos
La media de las PAS de las personas hipertensas de 65 y más años de edad en general fue mayor en las mujeres de 75 y más años con 134,9 mm Hg y la de la PAD fue más elevada en los hombres de 65 a 74 años de edad con 80,7 mm Hg. Según las zonas geográficas las medias de la PAS resultaron más altas en la urbana, excepto en las mujeres del grupo de edad de 65 a 74 años. La media de la PAD fue mayor en las personas de la zona rural, excepto en los hombres de 75 y más años (Figura 2).

Figura 2 Presión arterial sistólica y diastólica en personas de 65 años y más, tomada por profesional de la salud en los últimos 12 meses. Cuba, 2019.
Más de la mitad de los hombres hipertensos de 65 a 74 años de edad presentaron PAS elevada, predominando en la zona rural, y cerca de la mitad en los otros grupos, excepto en las mujeres de 65 a 74 años que tuvieron la menor frecuencia con 38, 5 %. La PAD estuvo elevada entre el 16,2 y el 28,4 de las personas hipertensas, la frecuencia más alta estuvo en los hombres de 65 a 74 años en la zona rural (Figura 3).
DISCUSIÓN
La prevalencia de HTA en Cuba según la ENS, en los individuos de 65 años y más de edad fue de 37,3 %, superior en las mujeres con 40,2 %. Resultaron hipertensos 1 160 126 individuos de 65 y más años, 493 799 (42,6 % hombres) y 666 327 (57,4 % mujeres). En estas edades, representó una prevalencia de 68,9 %; que supera la encontrada en la III ENFR de casi 64 % para individuos de 65 y más años17 y coincide con el estimado en el mundo para esa población, que es superior al 50 %. El incremento de la población mayor de 65 años, unido a la mayor prevalencia de HTA que la acompaña, aumentará el riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.8
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Medio Camino la prevalencia de la HTA fue 25,5 %, en el caso de los adultos mayores de 60 años fue 42,9 %.7 En Estados Unidos de América la posibilidad de esta enfermedad, aumenta con el envejecimiento y en sujetos que tienen mayor o igual de 60 años, la prevalencia es de 65,4 %. Se considera que la probabilidad de que una persona de edad madura o avanzada desarrolle hipertensión durante su vida es de 90 %.10
En estudio realizado en Cuenca, Ecuador, la frecuencia de HTA en los adultos mayores fue del 52,5 %, fueron mujeres 65,1%, las medias fueron PAS 137 y PAD 83 mm Hg. La HTA fue más frecuente entre los de 65 a 74 años de edad (57,6%).18
Según un estudio poblacional con datos de la Pesquisa Nacional de Salud de Brasil, la prevalencia de HTA autorreferida en los adultos mayores brasileños de 65 y más años fue 54,1%, en los hombres 48,6 % y en las mujeres 58,4 %. Usaron medicación para esta enfermedad 91,7 % de los pacientes.19
En un estudio realizado en Sao Paulo, Brasil la prevalencia de hipertensión fue del 67,3 % en individuos de 60 años o más. Los participantes con hipertensión mostraron una PAS media de 132,88 mm Hg y una PAD media de 84,17 mm Hg.20
La prevalencia de HTA en personas de 65 y más años en Cuba, según la dispensarización del año 2019, fue para el sexo masculino 47,66 %, para el femenino 53, 50 % y en ambos sexos 50,81 %;21 que se sitúa alrededor de 18 puntos porcentuales por debajo de la prevalencia resultante de la ENS, para estas edades. Sin embargo, esta prevalencia no es a expensas de los casos nuevos 10,9 %, sino de los hipertensos conocidos 89,1 %, lo que sugiere la existencia de subregistros de pacientes hipertensos, que no se conocen y, por tanto, no se tratan y no se controlan.
Los beneficios anticipados del control de la PA (140 mm Hg de PAS en la población general y 130 en una población de alto riesgo) fueron la reducción de la mortalidad general, la cardiovascular, el accidente cerebrovascular, infarto de miocardio y eventos de insuficiencia cardíaca.22 No se consiguió el control de la PA es más de la mitad de los hipertensos evaluados de 65 y más años en la ENS. En los hipertensos conocidos según la III ENFR, solo estuvieron controlados 49,2 %.17 Un estudio en Jalisco, México de personas mayores de 60 años con diagnóstico de HTA, mostró que 82,7 % presentaron cifras de PA menores de 140/90 mm Hg.23 En una población ambulatoria de Roma, Italia, cerca del 40% de los pacientes hipertensos mayores de 65 años, una vez tratados, alcanzaron una PAS menor de 140 mm Hg, y más del 20 % una PAS menor de 130 mm Hg.24
Los estudios epidemiológicos y los de intervención ponen de manifiesto que tanto la HTA como la HTA sistólica aislada deben tratarse independientemente de la edad del paciente, reducir la PA por debajo de 140/90 mm Hg, y en los pacientes ancianos con más de 80 años de edad y en aquellos con antecedentes de enfermedad cardiovascular previa, hay que individualizar el tratamiento y el grado de control,8,25 que se asocia con una reducción de muertes y eventos cardiovasculares.22
Les fue medida la PA a 89,9 % de todos los pacientes hipertensos en Cuba por un profesional de la salud, en los últimos 12 meses, y dentro de estos a casi a 92 % de los de 65 y más años, según la ENS. No se les medió la PA a casi el 10 % de los hipertensos en general y aproximadamente 8 % de los de 65 años y más. En la III ENFR se le midió la PA en los últimos 12 meses a 46,2 % del total de entrevistados.17
Según la III ENFR, en el grupo de edad de 65- 74, la media de PAS fue de 131,3 y la de la PAD 79,6 y en el de 75 y más años 131,4 y 77,4 mm Hg, respectivamente,17 en el presente estudio la media de PAS fue mayor entre 2 y 3 mm Hg, excepto en las mujeres de 65-74 años que casi se igualó. La media de la PAD estuvo 1 mm Hg superior en los hombres de 65- 74 años y en el resto por debajo de la encontrada en la III ENFR.17
Las modificaciones arteriales estructurales y funcionales en los ancianos conducen a un deterioro de la distensibilidad de los vasos y a un aumento PAS, y a menudo con una reducción de la PAD.24 En las personas hipertensas de 65 y más años encuestadas, alrededor de 50 % presentaron la PAS elevada, esto constituye un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad arterial coronaria, cerebrovascular, arterial de las extremidades inferiores, renal crónica, insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular.26
En pacientes con diagnóstico confirmado de HTA, con PAS mayor o igual a 140 mm Hg o PAD mayor o igual a 90 mm Hg se recomienda el inicio del tratamiento antihipertensivo farmacológico,22 con el objetivo de bajar la PA por debajo de esas cifras. En pacientes tratados, mayores de 70 años, se recomienda que la PAS debe ser reducida a menos de 140 mm Hg, y si se tolera a menos de 130 mm Hg y la PAD a menos de 80 mm Hg.27 El tratamiento intensivo para disminuir la PAS resultó en una menor incidencia de eventos cardiovasculares.28 En la edad de 65 y más años, la piedra angular del tratamiento antihipertensivo, será su individualización y adecuación a las condiciones particulares de cada paciente.7
El tratamiento combinado consigue un control más adecuado de la PA y, por tanto, una mayor reducción del riesgo cardiovascular. Las medidas no farmacológicas comprenden la reducción del peso, de la ingesta de sal y del consumo de alcohol, así como el aumento de la actividad física.8,18
A nivel global en el año 2019 la PAS alta fue el principal factor de riesgo para los AVAD en personas de 70 y más años. Las estrategias de salud pública requerirán una política coherente para el envejecimiento saludable.29
Como limitaciones de este trabajo declaramos el autoreporte y las inherentes al diseño del estudio, al no tener en cuenta las variaciones en el tiempo de los eventos de salud explorados.
CONCLUSIONES
La prevalencia de hipertensión arterial de Cuba en las personas de 65 y más años de edad concuerda con la estimada del mundo. Fue mayor que la registrada por la dispensarización, en el primer nivel de atención de salud en el país, en el año 2019. De los hipertensos conocidos de este grupo de edad, menos de la mitad estuvieron controlados.