Introducción
La prevención, en nuestro contexto social, desempeña un papel fundamental en tanto exige buscar métodos y estilos educativos que refuercen la formación de la personalidad de los adolescentes, con el fin de garantizar su preparación para enfrentar los riesgos actuales y cotidianos. Conducir la preparación de todos los contextos de actuación es una de las funciones esenciales de la escuela como institución cultural. En este sentido, la prevención desde la institución educativa tiene amplias potencialidades para la educación integral pues sería imposible seguir definiendo el desarrollo de la personalidad de los adolescentes dejando fuera lo anticipatorio, lo preventivo, lo transformador y lo sistemático independientemente de que manifiesten o no determinadas conductas irresponsables o de riesgo.
La formación integral de la personalidad del adolescente debe caracterizarse por cambios expresados en su forma de sentir, pensar y actuar de manera independiente, de acuerdo con su nivel de desarrollo y particularidades individuales. Estos cambios se deben evidenciar además en demostrar un estilo de vida saludable, expresado en una sexualidad responsable, así como correctos hábitos de prevención.
El tema de la sexualidad, desde la perspectiva de la educación integral, persigue el mejoramiento de la calidad de vida del hombre y la mujer. Por ello, es necesario contribuir desde el proceso educativo integral a la formación y desarrollo de la esfera psicosexual como dimensión de la personalidad. En el contexto nacional prevalecen algunas problemáticas, con más intensidad que en otros tiempos, relacionadas con la salud sexual y reproductiva de los adolescentes:
“Insuficiente preparación de los adolescentes y jóvenes para los procesos de maternidad y paternidad responsables; elevadas tasas de fecundidad en adolescentes; inicio temprano de relaciones sexuales desprotegidas; utilización inadecuada de la estructura de anticonceptivos. Dispositivo intrauterino (DIU), hormonales y condón; aumenta la tasa de aborto voluntario”. (MINED, 2016, p. 49)
Constituye prioridad la necesaria preparación al adolescente acerca de cómo prevenir para lograr una óptima calidad de vida, partiendo de que la educación sexual impartida en las aulas educativas es heterogénea y compleja, abarca todas las edades del desarrollo y permanece hasta la vejez, y constituye un ámbito fundamental de realización y satisfacción para las personas en el encuentro con otros y consigo mismo, además implica el derecho a habitar instituciones educativas en las que se respeten por igual los derechos de hembras y varones.
En el período de la adolescencia, la educación de la sexualidad encuentra grandes desafíos y enormes posibilidades, es aquí donde se forjan actitudes, valores y conductas frente a la vida y es responsabilidad de la familia y la escuela tomar la iniciativa y ayudar a orientar a las nuevas generaciones. Por ende, las actividades de carácter preventivo contribuyen a desarrollar una salud sexual y reproductiva responsable, donde los adolescentes reciban una serie de influencias desde todos los factores y contextos en aras de alcanzar una óptima calidad de vida a partir del cumplimiento de la función orientadora del docente.
En esta dirección, resultan perjudicados los adolescentes que por falta de información y responsabilidad no han entendido los riesgos de un embarazo precoz, a esto se une la necesidad de buscar una vía que los motive más a querer indagar en el mundo de la prevención en aras de una sexualidad responsable y que provoque en el desarrollo de los adolescentes, la capacidad de pensar, sentir, actuar y transformar su medio, de manera flexible y que se manifieste en el plano individual y grupal, aspecto fundamental en la educación sexual de los más jóvenes.
Las técnicas participativas de carácter preventivo, reflexivo y vivencial, contextualizado y desarrollado constituyen una herramienta de orientación y promoción para la prevención del embarazo precoz en los adolescentes y contribuyen a desarrollar capacidades, conocimientos y actitudes para manifestar conductas sexuales responsables en la prevención del embarazo precoz. De esta manera los adolescentes tendrán conocimientos más objetivos y menos tendencia a la formación y transmisión de tabúes respecto a la sexualidad, además de que se podrán prevenir muchas enfermedades, conocer el propio cuerpo y controlar la reproducción.
Desarrollo
“El hombre conquista el futuro mediante la imaginación creadora, la orientación hacia el mañana (…) si la actividad del hombre se limitara a la producción de lo viejo, sería un ser volcado solo al pasado y sabría adaptarse al futuro únicamente en la medida que reprodujera ese pasado (…) Es precisamente la actividad creadora del humano la que hace de él un ser proyectado hacia el futuro, un ser que crea y transforma su presente”. (Vigotsky,1996, p. 135)
Teniendo en cuenta lo expresado por Vigotsky se considera que, en la vida del adolescente, se producen transformaciones constantes referido a la formación y desarrollo de su personalidad, partiendo del contexto histórico en el cual se desarrolla, el significado de las diferentes experiencias y acontecimientos que enfrenta el sujeto y las influencias de personas, grupos e instituciones, así como las características y el sistema de tareas correspondientes a la etapa, como lo asumen Collazo y Albá (1992)
La tarea de la atención y cuidado de la salud física y mental.
La tarea de conocerse y valoraras a sí mismo (El concepto y la valoración de sí mismo)
La tarea de lograr la independencia, el autodominio y la autorregulación.
La tarea de la formación de una jerarquía de valores y de objetivos, planes y proyectos de vida.
La tarea de la formación de una concepción científica del mundo.
Tareas que se relacionan con la actitud y actividades o conducta hacia los demás y los grupos (Convivencia interpersonal y grupal)
La tarea del aprendizaje de las normas sociales y de la convivencia prosocial, cooperativa, colectivista.
La tarea de convivir y llevarse bien con los pariguales (grupos de amigos y compañeros).
La tarea de la participación activa y creadora en la sociedad.
La tarea de la convivencia en la esfera familiar, de llevarse bien con la familia y del cumplimiento de los roles correspondientes a la familia.
La tarea de las relaciones heterosexuales, de la elección de pareja y del noviazgo, etc.
Tareas relativas al estudio, a las actividades escolares y extraescolares, al desarrollo de capacidades y habilidades y la elección y preparación profesional.
La tarea del aprendizaje escolar en la enseñanza media y de estudiar con eficiencia.
La tarea de la vinculación del estudio con el trabajo en sus variadas modalidades.
La tarea de la orientación profesional, de la elección y preparación para la profesión o el trabajo.
La tarea del empleo del tiempo libre.
Es evidente que resulta de interés en esta etapa las relaciones de pareja, donde relativamente se comienzan las primeras experiencias sexuales. En esta etapa se alcanza la madurez biológica, pero aún no está completada generalmente la madurez psicológica y social. La búsqueda de una identidad propia es la tarea central. Los conflictos con los padres son numerosos, ya que suelen presionarle y empujarle a tomar decisiones según sus definiciones. Hacen duras críticas a la sociedad y se crean amistades sólidas y comienzan a establecer relaciones de pareja.
Aparecen caracteres sexuales secundarios, esto refuerza la sensación de adultez, propio de la etapa, las hormonas sexuales se activan por lo que aparecen necesidades de índole sexual que traen consigo el enamoramiento, establecimiento de las relaciones de pareja, etc., encontrando para satisfacerla diferentes vías que pueden ir desde la masturbación, como primera forma de la actividad sexual, hasta el coito. Es en esta última donde están los mayores riesgos que conllevan a las conductas sexuales irresponsables y con ello a una inadecuada salud sexual y reproductiva.
Como resultado del proceso educativo, el hombre llega a comprender su época y a poseer el dinamismo y la creatividad necesarios para que no sea aplastado por las circunstancias. La escuela no es sólo el lugar donde se desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje, sino que constituye el marco general que propicia la formación y desarrollo de la personalidad y la apropiación de una cultura integral en el individuo, preparar al hombre para la vida significa trasmitir todos los conocimientos de forma actualizada y sin dejar atrás los sentimientos que nos han enseñado tomando el amor como motor impulsor de la labor educativa, desde lo que aprendemos en nuestro andar pero con planificación y responsabilidad, teniendo en cuenta nuestras vivencias y las de los demás.
Como bien se refirió uno de nuestros clásicos Lenin (1961) al camino del conocimiento, el cual va de la contemplación viva al pensamiento abstracto y de este a la práctica. A los adolescentes de estos tiempos hay que enseñarles objetivamente, y con todas las actualizaciones para que tome las decisiones adecuadas para obtener el máximo desarrollo personal, académico y social y para lograr su transición a la vida activa como un ciudadano responsable. Para contribuir a la prevención del embarazo precoz, es necesario partir de la formación integral de la personalidad como objetivo del maestro en formación inicial manifestado en su forma de sentir, pensar y actuar.
Visto así, se coincide con el análisis realizado por la Dra. Beatriz Castellanos, al plantear que "la sexualidad, es entonces un aspecto propiamente psicológico de la vida sexual, donde se conjugan procesos, prioridades y formaciones psíquicas que están en la base del establecimiento de formas de conducta y de relación social interpersonal y que, en el transcurso de su desarrollo, adquiere el carácter de fenómeno personológico, de manifestación vital de la personalidad. De este modo, se asume que existe una relación orgánica e indisoluble entre sexualidad y personalidad". (Castellanos, 1997, p. 24).
González y Castellanos definen la Educación de la Sexualidad desde un enfoque Alternativo y Participativo " como el proceso activo que potencia al individuo para el encuentro libre, pleno y responsable con el otro sexo y con la propia sexualidad, en correspondencia con sus necesidades y la del contexto, garantizando el protagonismo y la capacidad de elegir los límites personales de la sexualidad, así como el respeto a la de las personas con que se relaciona". (González y Castellanos, 2006, p. 161)
En relación a la definición anterior, es evidente que en la medida en que seamos capaces de contribuir a la educación sexual de los adolescentes, estaremos aportando un granito de arena para que sean conscientes de la importancia de la prevención de embarazos precoces, además de las conocidas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)y VIH/SIDA.
González y Castellanos (2006), definen a la educación de la sexualidad desde un enfoque alternativo y participativo " como el proceso activo que potencia al individuo para el encuentro libre, pleno y responsable con el otro sexo y con la propia sexualidad, en correspondencia con sus necesidades y la del contexto, garantizando el protagonismo y la capacidad de elegir los límites personales de la sexualidad, así como el respeto a la de las personas con que se relaciona". (González y Castellanos, 2006, p. 161)
Visto así, se coincide con el análisis realizado por Castellanos (1997), al plantear que "la sexualidad, es entonces un aspecto propiamente psicológico de la vida sexual, donde se conjugan procesos, prioridades y formaciones psíquicas que están en la base del establecimiento de formas de conducta y de relación social interpersonal y que, en el transcurso de su desarrollo, adquiere el carácter de fenómeno personológico, de manifestación vital de la personalidad. De este modo, se asume que existe una relación orgánica e indisoluble entre sexualidad y personalidad". (Castellanos, 1997, p. 24).
No se puede privar al adolescente del mundo nuevo, de los cambios tratando de conservar viejas costumbres y reglas de la sociedad que los antecede, sólo hay que darle las herramientas necesarias para que aprenda a vivir en ella, donde lo anticipatorio, lo preventivo y la atención a la diversidad constituyen rasgos de la prevención en el trabajo contextualizado.
Cuando nos referimos a la educación sexual es necesario enfatizar en el conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza y promoción acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, incluyendo aspectos de interés como por ejemplo: el aparato reproductor femenino y masculino, la orientación sexual, en donde además resultan esenciales en la etapa de la adolescencia, las relaciones sexuales, la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, el sexo seguro, la reproducción -y, más específicamente, la reproducción humana-, los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los estudios de género y otros aspectos de la sexualidad humana, con el objetivo de alcanzar una satisfactoria salud sexual y reproductiva.
En esta dirección; prevención se utiliza, por lo general, para designar las estrategias que tienen el objetivo de reducir los factores de riesgo de enfermedades específicas, o bien reforzar factores personales que disminuyan la susceptibilidad a la enfermedad.
Se concibe además como:” proceso dialéctico de orientación sistemática, anticipado, continuo y que atiende a la diversidad, que parte del diagnóstico sistémico del sujeto, dirigido conscientemente a la formación y fortalecimiento de cualidades, motivos, intereses, sentimientos en los adolescentes, donde se integra lo curricular y familiar en un conecto interactivo socializador”. (Díaz, 2001, p.19)
En este sentido, se considera a la prevención como un proceso sistémico, sistemático, participativo, integrador, cooperativo, equitativo, flexible, combativo, transformador, vivencial, contextualizado y desarrollador que parte del diagnóstico y permite el crecimiento personal al anticiparse a la realidad, transformarla y disponer de los métodos y medios para solucionar futuras situaciones problémicas.
La prevención del embarazo en la adolescencia debe verse de forma integral en ambos sexos y constituye un reto de la sociedad actual, donde todos los contextos de actuación ejercen un papel fundamental en tanto la orientación del adulto hacia los adolescentes es imprescindible.
Embarazo adolescente o embarazo precoz es aquel embarazo que se produce en una mujer adolescente; entre la adolescencia inicial o pubertad -comienzo de la edad fértil- y el final de la adolescencia.
“Con respecto al embarazo adolescente, pueden manifestarse dos situaciones: primero, que el embarazo llegue a término (parto), generalmente sin estar preparada en lo biológico, psicológico o social para la maternidad y segundo, que se opte por la interrupción del mismo a través de un aborto, sin tener en cuenta, los riesgos y consecuencias de esta intervención.” Es evidente que el reto que representa el embarazo precoz para el desarrollo personal, escolar, familiar y social de la adolescente y el muchacho que también será afectado en este proceso que constituye un problema de dos y no individual de ella, compromete a todos los agentes socializadores a preparar en dirección a la prevención para desarrollar en los adolescentes que se forman, una salud reproductiva efectiva y en correspondencia con su etapa.
En correspondencia a lo anterior, todos los adolescentes tienen la oportunidad y derecho a disponer de servicios accesibles de planificación familiar y salud pública que permitan la adecuada asistencia profesional a la mujer embarazada y permitan que el parto se produzca de forma segura y garantice el nacimiento de hijos sanos, es decir, sin discapacidad alguna. Pero resulta imprescindible antes de llegar a convertirse en padres adolescentes, las vías de prevención hacia el embarazo precoz, simplemente porque las condiciones físicas, biológicas, psicológicas y económicas no son las más propicias para desarrollar la maternidad y paternidad.
La OMS y la mayoría de profesionales de la educación y la salud señalan que prevenir el embarazo precoz es tener una completa educación sexual, el acceso a los métodos anticonceptivos (tanto pre coitales, coitales como postcoitales) así como a los servicios de planificación familiar. (OMS, 2009)
Se considera a la prevención del embarazo precoz como: proceso vivencial desde la adolescencia y con la influencia de todos los contextos y factores que permite la adecuada planificación familiar, así como el conocimiento y actitudes acerca de métodos anticonceptivos y otras vías de protección con la finalidad de lograr una educación sexual responsable y con ello adecuada salud sexual y reproductiva.
El análisis de las anteriores consideraciones sobre la labor preventiva ante esta problemática evidencia que es necesario resguardar el desarrollo normal de los adolescentes; anteponernos y asegurar el desenvolvimiento y perfeccionamiento tanto físico como espiritual de la nueva generación adolescente. El desarrollo de estrategias de promoción y prevención tienen un papel significativo fundamentalmente en la formación de adolescentes, de quienes dependerá el triunfo de nuestra sociedad.
Técnicas Participativas para contribuir desde la orientación a la prevención del embarazo precoz.
La concepción educativa cubana asume el proceso de educación sexual con enfoque preventivo, de género y derechos sexuales desde una perspectiva integral, transversalizada, que promueva entre otros elementos esenciales: “el desarrollo de formas de reflexión y diálogo asertivo, participativo, equitativo y horizontal en el ámbito escolar, familiar y social como vía para el desarrollo de los conocimientos, las habilidades, los valores, las actitudes y los comportamientos que sustentan el desarrollo de una sexualidad sana, libre y responsable y de formas de relaciones humanas entre personas de ambos sexos sustentadas en el respeto, la igualdad de posibilidades y oportunidades, la autonomía, la solidaridad, la empatía, el autocuidado y la responsabilidad compartida”.
En esta dirección, las técnicas participativas se reconocen como un espacio socializador que permite intercambiar activa y vivencialmente y se reconocen las definiciones de:
Núñez (1996), plantea que las técnicas participativas sirven como herramientas educativas abiertas, provocadoras de participación para la reflexión y análisis sin cerrar un tema para siempre.
Mitjans (1993), quien las define desde un carácter creativo, como proceso de descubrimiento o producción de algo nuevo, valioso, original y adecuado, que cumple las exigencias de una determinada situación social en la cual se expresa el vínculo de los aspectos cognitivos y afectivo de la personalidad.
Guzmán (2009), define como técnicas participativas los instrumentos o herramientas empleados en el proceso de asimilación que estén en función de la formación de habilidades, donde se crea y recrea el conocimiento.
(Rivas, 2017) en función del crecimiento personal, la define como proceso de ayuda, participativo, dinámico, productivo, reflexivo y vivencial, que condiciona un aprendizaje formativo de la realidad objetiva y subjetiva, a partir de la regulación y autorregulación del comportamiento en función de alcanzar un crecimiento personal.
En correspondencia con los elementos que se relacionan en las definiciones anteriores, se comprende que las técnicas participativas de carácter preventivo, consciente, motivante, cooperativo, dinámico, productivo, reflexivo y vivencial constituyen una herramienta de orientación y promoción para la prevención del embarazo precoz en la adolescencia.
Es complejo lograr que los adolescentes autogestión en el aprendizaje en todas las esferas de la vida a partir de su propio interés y motivación. Aun cuando ha resultado tema de interés en varios espacios informales, incluso a través de la enseñanza de un determinado contenido; los adolescentes de hoy exigen que los espacios de orientación que se dan en las instituciones educativas sean motivadores, vivenciales y cooperativos, así sentirán más conciencia e interés de cómo enfrentarse a los retos actuales y cotidianos.
Rodríguez (2008), aborda sobre las oportunidades que brindan estas técnicas para la verbalización y contribución al análisis más detallado de los problemas y su instrumentación.
Las técnicas participativas dirigidas a la prevención del embarazo precoz no deben ser aplicables nunca de forma mecánica, su aplicación depende en gran medida de las características del grupo en el que se aplica las técnicas, las condiciones objetivas y materiales en que se desarrolla el proceso y la selección del contenido teniendo en cuenta los temas y, sobre todo, los objetivos que se quieren alcanzar.
Teniendo en cuenta la estructura para la elaboración y aplicación de técnicas participativas propuestas y aplicadas por Rodríguez (2008) y Rivas (2017), se considera la siguiente estructura: título, clasificación, objetivo, tiempo, materiales, procedimiento, punto de discusión.
Técnica participativa# 1
Título: Yo me atrevo. Clasificación: técnica de presentación.
Objetivo: conocer los miembros del grupo mediante la presentación individual donde prevalezca la confianza y aceptación entre todos.
Tiempo: 45 minutos. Materiales: tirillas de papel, caja pequeña.
Procedimiento: el coordinador hace alusión a la necesidad de conocerse y a la importancia que repercute al establecer respeto, confianza, empatía y adecuadas relaciones interpersonales. Luego orienta que repartirá en una cajita pequeña algunas tirillas de papel en blanco, dentro de las cuales solo una está escrita y se identifica con la frase “yo me atrevo”; el que coja este papel será el primero en presentarse con las preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cómo soy? ¿Qué deseo en la vida?, al terminar este participante le hará las mismas preguntas a otro miembro del grupo que desee, pero en segunda persona.
Puntos de discusión: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cómo soy? ¿Qué deseo en la vida?
Técnica participativa # 2
Título: Yo adolescente Clasificación: técnica de animación.
Objetivo: motivar a los miembros del grupo hacia el intercambio de experiencias donde expresen sus principales necesidades y motivos.
Tiempo: 60 minutos. Materiales: Dos sillas.
Procedimiento: el coordinador inicia explicando acerca de la importancia de intercambiar experiencias porque sean positivas o negativas son vivencias que enseñan; en algunos casos alternativas de solución y en otros, valoraciones que permiten crecer e incorporar nuevas conductas a nuestras vidas. Luego de organizar las dos sillas al frente, explica que la primera silla se identificará como “adolescente del ayer” y la segunda silla estará identificada como “yo adolescente”, al sentarse en ambas sillas cada miembro tendrá un minuto y medio para expresar las necesidades y motivos que lo identifica y rápidamente se parará y solicitará sentarse en la silla del próximo que vendrá al frente a manera de relevo y sucesivamente así se realizará con el resto del grupo.
Puntos de discusión: ¿Cómo era antes? ¿Quién soy? ¿Qué experiencia recuerdo de antes? ¿Qué experiencia significativa tengo hasta el momento de mi adolescencia?
Técnica participativa# 3
Título: Mis dudas. Clasificación: técnica de reflexión.
Objetivo: motivar a los miembros del grupo a que expresen sus dudas por escrito y anónimamente.
Tiempo: 60 minutos. Materiales: lápiz y papel.
Procedimiento: El coordinador aborda que a veces para los adolescentes es difícil preguntar inquietudes y vías de solución ante un problema que ya se manifiesta entre ellos, en ocasiones por temor a la reacción de alguien, por falta de confianza o de comunicación. Luego propone que cada participante exprese por escrito y de forma anónima en un tiempo de 5 minutos, las preguntas que a diario se hacen y que constituyen dudas necesarias de aclarar para luego dar respuesta porque quizás la duda de uno es duda de todos.
Puntos de discusión: ¿Qué preocupaciones son comunes para todos? ¿Cómo pueden solucionarse?
Técnica participativa# 4
Título: El globo inflado. Clasificación: técnica de animación.
Objetivo: motivar a los miembros del grupo a que expresen cómo se sienten al tener un globo inflado en el abdomen.
Tiempo:45 minutos. Materiales: preservativo o condón.
Procedimiento: El coordinador procederá a repartir preservativos o condones entre todos, luego orientará a que los inflen y se los coloquen en el abdomen por debajo de la prenda de vestir, incluyendo hembras y varones; cuando todos estén organizados el coordinador realizará las preguntas necesarias para que los adolescentes comprendan el papel de hembras y varones ante un embarazo a esta edad.
Puntos de discusión: ¿Cómo te sientes con un globo inflado en tu abdomen? ¿Cómo te sentirías si el que estuviera inflado fuera tu abdomen y en su interior hubiera un bebé? ¿Cuál es la diferencia entre la hembra y el varón ante un embarazo?
Técnica participativa#5
Título: Voy por mi folleto Clasificación: técnica de animación.
Objetivo: animar al grupo en condiciones de juego a través de respuestas a interrogantes sobre las relaciones de pareja en la adolescencia.
Tiempo: 45 minutos. Materiales: folletos de educación sexual.
Procedimiento: El coordinador hace alusión a la importancia de la confianza y el respeto en las relaciones entre novios adolescentes. Luego explica que teniendo en cuenta lo anterior se realizarán algunas preguntas y el que se sepa la respuesta vendrá al frente de forma rápida y competitiva para responder, si lo hace correctamente se llevará un folleto de educación sexual.
Puntos de discusión: ¿Cómo debe ser las relaciones de pareja en la adolescencia? ¿En qué deben diferenciarse de las relaciones de parejas adultas? ¿Por qué el respeto es importante? ¿Qué importancia tiene la confianza y la comunicación para ti en tu relación de pareja? Y ¿Cuáles son los límites que no debes sobrepasar?
Técnica participativa # 6
Título: Yo te elijo. Clasificación: técnica de animación.
Objetivo: animar al grupo en condiciones de juego para comprender la importancia de la elección de pareja en la adolescencia.
Tiempo: 45 minutos. Materiales: -
Procedimiento: El coordinador hace alusión a la importancia de la elección de pareja en la adolescencia. Luego orienta que el grupo se organizará en círculo y a la cuenta de tres se formarán dúos, este explica que no se trata de dúos cualquieras solo por competir, sino que compartan cualidades que consideren necesarias poseer para educar juntos un bebé, se enfatiza que no influye en que sean elegidas participantes del mismo sexo porque se tendrá en cuenta las cualidades no las condiciones físicas.
Puntos de discusión: ¿Por qué se eligieron? ¿Qué cualidades deben tener mamá y papá para que sea efectiva la educación de los hijos entre dos? Y ¿Cómo te gustaría que fueran tus padres o tutores?
Técnica participativa # 7
Título: La maqueta Clasificación: técnica de animación.
Objetivo: animar al grupo en condiciones de juego donde todos demuestren cómo se usa el preservativo o condón.
Tiempo: 60 minutos. Materiales: preservativo o condón, maqueta de madera.
Procedimiento: el coordinador aborda acerca de la importancia de protegerse no sólo de un embarazo, sino de enfermedades e infecciones de transmisión sexual, luego en una maqueta hecha de madera demuestra cómo se usa el preservativo o condón; seguidamente propone que cada participante demuestre de forma competitiva cómo se usa el preservativo.
Puntos de discusión: ¿Por qué es importante usar preservativo? ¿Qué riesgos tiene el mal uso del preservativo o condón?
Conclusiones
La sistematización de los referentes teóricos demostró que la educación sexual favorece la prevención del embarazo precoz, en tanto se cumple con su carácter sistémico e integrador, para enfrentarlos retos de la sociedad y que, en esta dirección, conduce a la formación integral de la personalidad manifestado en una óptima calidad de vida a partir de la sexualidad responsable.
Las técnicas participativas contribuyen a desarrollar el nivel de conocimiento sobre los métodos y vías de prevención, nivel de comunicación con padres o tutores para prevenir el embarazo precoz, sus consecuencias, y significación personal que le conceden a la maternidad y la paternidad responsables.
Las técnicas participativas, elaboradas y aplicadas, sustentadas en un carácter preventivo, reflexivo y vivencial constituyen una herramienta de orientación y promoción para la prevención del embarazo precoz y a su vez una vía para la educación sexual de los adolescentes.