Introducción
Desde que los establecimientos en Chile volvieron a la presencialidad en el año 2022, el tema más recurrente entre los docentes ha sido que los estudiantes regresan muy carenciados en aspectos emocionales lo que impacta en la calidad de su bienestar personal y en la de sus aprendizajes, lo que en el caso de la Escuela Cadete Arturo Prat Chacón significó a partir del inicio de año, la gestión de programas y apoyos que faciliten la inclusión e integración de los estudiantes a esta modalidad de enseñanza, luego de dos años de la implementación de modelos híbridos de enseñanza y aprendizajes.
Es indudable que, en el proceso de enseñanza y aprendizaje, el refuerzo positivo es la consecuencia o estímulo que damos a una conducta que queremos mantener o aumentar en los estudiantes. Este término, procedente del mundo de la psicología conductista, está basado en el modelo del psicólogo estadounidense B.F. Skinner (1904-1990). Dado que el objetivo principal es, aumentar y/o mantener una conducta determinada, ese reforzador que presentamos, debe ser considerado positivo y agradable para el/la estudiante.
De esta manera, los niños y niñas desde que nacen van desarrollando sus emociones, responden a ciertos estímulos con agrado o desagrado, ya que están aprendiendo a manifestar sus propias emociones, a percibir y recibir las emociones de los otros. El cómo vaya aprendiendo y desarrollando sus emociones, incidirá en su bienestar y calidad de vida futura. (Heras Sevilla, et al., 2016).
Las emociones son básicas para lograr aprendizajes duraderos, por lo que son fundamentales para la neuro-didáctica, ya que esta ciencia en ciernes debe desarrollar estrategias de aprendizaje que tomen en cuenta el manejo y desarrollo de las emociones por parte de docentes y estudiantes. (Benavidez & Flores, 2019)
Es casi imposible no percatarse del aspecto sentimental de la emoción cuando enfrentamos una amenaza (temor) o logramos progresar hacia una meta (alegría). Pero de la misma manera que la nariz solo es una parte del rostro, los sentimientos son solo parte de la emoción (Reeve, 2010)
Ahora bien, si los estímulos y refuerzos positivos impactan en lo emocional, sea de carácter positivo, refuerza dicha conducta aportando al bienestar estudiantil, más aún si ese refuerzo está asociado a procesos de evaluación de aprendizajes, lo que podría traducirse en un mayor compromiso y motivación de los estudiantes con sus tareas.
Dentro de las emociones básicas percibidas en los procesos de enseñanza y aprendizajes, hacen referencia a la alegría, la tristeza, el enfado, el miedo, como las principales emociones que sienten los niños y niñas y es acorde a cómo han vivenciado esas primeras emociones, es como actuarán en su vida futura, por eso se hace necesario educar las emociones, ya que, si bien son respuestas a ciertos estímulos, estas pueden ir moldeándose desde la primera infancia, puesto que las emociones, especialmente las negativas, influyen significativamente en el desempeño académico de los niños, produciendo en ocasiones baja concentración y en otras reacciones agresivas que afectan la convivencia tanto en casa como en el colegio.
Otras de los efectos negativos que tienen las emociones es la baja autoestima en los estudiantes, lo que provoca sentirse excluido de los demás o aislarse por voluntad propia debido a experiencias negativas vividas en las primeras etapas de su niñez y vida escolar, lo que también afecta el rendimiento escolar, más aún si esto se refuerza con juicios evaluativos que exponen a los estudiantes luego de la evaluación de sus aprendizajes. Tal parece que se hace imprescindible, desarrollar en los estudiantes competencias emocionales, que les permitan insertarse adecuadamente entre sus pares, sentirse seguros, acogidos, por lo tanto, confiados en sus capacidades.
Las emociones son componentes esenciales en el funcionamiento de los seres humanos, son respuestas del organismo para adecuarse y apropiarse del medio que los rodea, y de esta forma contribuyen a la conformación de relaciones sociales y provocan los cambios necesarios para alcanzar aprendizajes y metas individuales. (Andrés, et al., 2014). Por su parte, (Milicic & Marchant, 2020), citando a O Elías (2003) plantean que:
“…la educación emocional debe tener como finalidad lograr que los estudiantes desarrollen una serie de competencias que les permitan asumir la responsabilidad de su bienestar socioemocional”. (p. 54)
Todo o anterior afecta el bienestar emocional de los estudiantes y su rendimiento escolar, es por ello, que el presente estudio, pretende investigar qué estrategias evaluativas utilizaron los docentes de la escuela cadete Arturo Prat Chacón para promover el Bienestar Emocional y la inclusión de sus estudiantes a través de una evaluación diversa que asegure el aprendizaje de sus estudiantes.
Al referirnos desarrollo emocional de los estudiantes para alcanzar su bienestar personal y emocional (Blanco & Blanco, 2021) citan a Goleman (2017), quien define la emoción como “un sentimiento particular que se relaciona a estados psicológicos y biológicos que estimulan a la actuación” (p. 23). Se refrenda que las emociones son un indicador de la necesidad de huir o de luchar, de igual manera, son relevantes en el establecimiento de las relaciones sociales, catalizando las transformaciones cuando son necesarias y posibilitan el aprendizaje.
La tarea de los docentes debe ser el “movilizar emociones positivas en relación en lo que se aprende, creando ambientes de aprendizaje seguros con efectos fortalecedores de todos los aprendizajes: los cognitivos y los emocionales” (García, 2019), práctica que también debe aplicar en las instancias evaluativas, ya que el estudiante podrá demostrar lo aprendido con una mayor confianza y por consiguiente con mejores resultados. (p. 55-56)
Por su parte, Varela, et al., (2020), indican que en cuanto a información que se dispone sobre estudiantes chilenos, un estudio encontró como predictores del bienestar emocional de los estudiantes dos componentes importantes: a) la percepción de apoyo e inclusión por parte de compañeros, y b) profesores disponibles y dispuestos a dialogar, que manifiesten preocupación por las dificultades académicas y personales de los estudiantes (Berger et al., 2009), ambos componentes importantes en el constructo de apego escolar (Chapman et al., 2013). Lo expuesto, fortalece la necesidad del estudio a realizar en el presente artículo, ya que la inclusión de los estudiantes con sus pares y la preocupación de los docentes en aplicar una diversidad de metodologías tanto en la implementación de la enseñanza como en la finalidad de la evaluación, inciden en el aprendizaje de los estudiantes.
La cantidad de tiempo que pasan los estudiantes en la escuela y la percepción que ellos tienen, considerándolo como un espacio de protección, contención y socialización donde van consolidando su identidad. Es aquí, donde coexisten múltiples ámbitos de la vida, no tan solo tienen un desarrollo académico, sino que fortalecen la socialización entre pares y establecen relaciones con adultos significativos, los cuales influyen de diferente forma en la vida presente y futura de los estudiantes. (Varela et al., 2020).
Razón fundamental para que la escuela sea un espacio, donde los estudiantes reciban una contención que promueva su bienestar emocional, permitiéndoles una inclusión que desarrolle su socialización y genere competencias académicas.
El Ministerio de Educación de Chile (Mineduc, 2003), plantea que la escuela es el lugar donde se aprenden códigos de convivencia que durarán por siempre, lo aprendido sobre las relaciones humanas en la convivencia escolar se convierten en el modelo de las relaciones sociales futuras. Por lo tanto, es relevante que la escuela no sea solo un espacio, donde se adquieren contenidos, sino también sea la instancia donde se aprende a convivir con lo otros. Es por esto, que la escuela debe potenciar el desarrollo socioemocional de los estudiantes, ya que es relevante tanto desde el punto de vista de la salud mental y el desarrollo social y emocional, como también desde el punto de vista académico.
El trabajar las emociones, junto al bienestar personal y emocional de los estudiantes durante el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje, hace referencia a un tema relevante, la inclusión, la que puede ser concebida como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo. Lo anterior implica cambios y modificaciones de contenidos, enfoques, estructuras y estrategias basados en una visión común que abarca a todos los niños en edad escolar y la convicción de que es responsabilidad del sistema educativo regular educar a todos los niños y niñas. (UNESCO, 2005, p. 14.)
De esta forma, la educación inclusiva, no es un tema que se debe tratar como un aspecto secundario, que tiene por finalidad la integración de determinados estudiantes a la educación formal, sino más bien, el poder adaptar, adecuar, convertir los sistemas educativos y todos sus componentes, para brindar oportunidades de aprendizaje a toda la diversidad de estudiantes existentes en las aulas, tema relevante en la escuela Cadete Arturo Prat Chacón cuyo porcentaje de estudiantes inmigrantes en el año 2022 es superior al 55 %.
El objetivo de la educación inclusiva es que los docentes, mediante un liderazgo pedagógico, no reconozcan la diversidad como una complicación al proceso de enseñanza aprendizaje, sino como, la posibilidad de fortalecer el cómo enseñar y cómo evaluar de acuerdo con cómo aprenden sus estudiantes, debido a sus dificultades, experiencias previas y multiculturalidad. (García, 2019)
La escuela y docentes, hace un tiempo tenían la idea que la inclusión estaba solo referida a los estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE), pero hoy sabemos que debe considerar las capacidades y talentos excepcionales de cada estudiante porque la inclusión debe ser un juicio de valor, es decir debe ser neutral a la hora de ofrecer una educación de calidad, por lo tanto, además debe incluir la multiculturalidad existente hoy en el país y que ha llegado a las salas de clases, o sea brindar oportunidades de aprendizaje a toda la diversidad estudiantil, aplicando prácticas pedagógicas inclusivas. (García, 2019)
Si bien la planificación y en especial la implementación de las prácticas pedagógicas inclusivas que aplican los docentes en las salas de clases, la implementación de prácticas de evaluación inclusiva y diversificada también tiene su impacto en la inclusión y aprendizaje de los estudiantes.
La evaluación, ha sido uno de los aspectos más críticos del trabajo de la docencia tanto a nivel escolar como superior, tanto en modalidad presencial y en pleno periodo de pandemia. Acorde a investigaciones realizadas en las últimas décadas, se señala que los profesores que tienen un conocimiento inadecuado en evaluación a nivel de aula o en medición para la rendición de cuentas al sistema, tienen a su vez menor eficacia en sus prácticas de enseñanza, lo que redunda en aprendizajes de menor calidad en sus estudiantes. (Förster, 2017).
La evaluación es un proceso dinámico y contextualizado, que recoge información válida y confiable, para luego emitir juicios fundados y posteriormente tomar decisiones pertinentes. El proceso de evaluación, entonces, deberá responder a preguntas claves que permitan una organización pertinente de sus elementos para alcanzar los propósitos establecidos en el proceso de enseñanza aprendizaje.
¿Qué se espera que el estudiante aprenda?
¿Qué evidencias se utilizarán para observar esos aprendizajes?
¿Qué significado se dará a esas evidencias?
¿Cómo se utilizará la información recopilada? (Castro, 2020)
Con todo, al referirnos a evaluación, implica la recopilación de información para la toma de decisiones, pero cuales son los momentos de la evaluación y la diversidad de instrumentos y formas de evaluar. “Toda la información que se recoge en los procesos evaluativos se utiliza en sus análisis para que los sujetos comprendan dónde se encuentran y qué necesitan hacer para avanzar”. (Ruz Herrera, 2018, p. 19)
La evaluación del aprendizaje es inherente al proceso de enseñanza, su finalidad es la de evidenciar los aprendizajes alcanzados por los estudiantes acordes al marco curricular, midiendo los conocimientos, habilidades y actitudes que los estudiantes van adquiriendo en el desarrollo del proceso enseñanza y aprendizaje, que permiten establecer procesos de retroalimentación y aseguramiento de los aprendizajes. (Michel Pérez Pino, José Eugenio Carbó Ayala, José Osvaldo Enrique Clavero, & Marisol González Falcón, 2017, p. 267)
La tarea del docente es entender que la evaluación es un proceso de acompañamiento del proceso enseñanza aprendizaje, conducente al desarrollo de las competencias de las y los estudiantes. El objetivo de la evaluación es que la o el docente recepcione la información sobre el progreso del estudiante de tal manera que se puedan identificar las limitaciones en el desarrollo de sus capacidades y de esta manera implementar la retroalimentación. Esta práctica impactará positivamente en el aprendizaje de las y los estudiantes, ya que recibirán una retroalimentación inmediata y oportuna que les permitirá generar confianza en su proceso y comprometerse con él. (Chávez, L.A., Peña, C.A., Gómez, S., & Huayta-Franco, Y., 2021).
La evaluación debe ser una herramienta que beneficie al proceso de enseñanza-aprendizaje, convirtiéndolo en una instancia más de aprendizaje y no solo en procesos de medición para la rendición de cuentas que solo generen estrés en los estudiantes, sino que debe orientar las acciones de niños y niñas, y las de su familia para contribuir a la obtención de aprendizajes significativos y de calidad. (Herrera, 2018)
La evaluación es útil cuando:
Se lleva a cabo en el momento adecuado.
Los métodos y técnicas que se utilizarán tienen que conseguir una discriminación suficiente del conocimiento.
Va acompañada de un exhaustivo diagnóstico del contexto donde se dan los fenómenos que se evalúan, para que se planteen parámetros acordes a la cultura de la institución y las comunidades.
Se sabe qué hacer con los resultados. (Ruz Herrera, 2018)
De esta manera, la evaluación, no sólo se trata de corregir errores, sino que tiene como principal objetivo involucrar y comprometer al estudiante en la revisión de sus aprendizajes, para reconocer lo que ha aprendido y lo que le falta por aprender. (Anijovich & Cappelletti, 2017)
Respecto de las funciones de la evaluación durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, debemos referirnos a la diagnóstica, que es la que permite conocer cuáles son los aprendizajes previos de los estudiantes, su análisis nos permite establecer desde dónde empezar a enseñar; luego la evaluación formativa y que es la que nos entrega la información de qué es lo que el estudiante va aprendiendo, qué es lo que falta por aprender, dónde están las mayores dificultades y qué remediales aplicar, es en esta instancia donde el docente debe retroalimentar permanentemente y entregar refuerzos positivos; y por último la evaluación sumativa, que resume lo aprendido por el estudiante, y su análisis lleva al docente a replantear sus próximas unidades y los reforzamientos correspondientes.
Si bien todas las funciones de la evaluación son relevantes e importantes en el proceso enseñanza y aprendizaje, la más sustantiva y la que más aporta en el bienestar emocional de los estudiantes es la formativa, que como se indica con anterioridad permite la retroalimentación y el refuerzo positivo, asegurando aprendizajes profundos. Las prácticas de evaluación serán una forma más de aprender cuando el docente aplique, la evaluación formativa, la retroalimentación efectiva y el refuerzo positivo.
Talanquer (2015), cita a (Black y Wiliam, 1998, 2009; NRC, 2000, 2001, 2011). Quienes consideran a la evaluación formativa como una estrategia de evaluación relevante y esencial que incide en la calidad de los aprendizajes, ya que es esta práctica la que permite al docente tomar decisiones que promuevan el aprendizaje. (p. 177)
La retroalimentación es una práctica que debe acompañar todo el proceso enseñanza aprendizaje, para entregar la información a sus estudiantes de sus aciertos y errores en forma oportuna, para mejorar sus aprendizajes (Fonseca, 2009).
La retroalimentación, es relevante para conseguir aprendizajes significativos y de calidad. Las evaluaciones no retroalimentan si se comunica con solo una calificación. La retroalimentación expresa opiniones, juicios fundados sobre el proceso de aprendizaje, con los aciertos y errores, fortalezas y debilidades de los estudiantes. (Buendía, 2021)
La retroalimentación positiva y efectiva, impacta positivamente en el bienestar emocional de los estudiantes, ya que, al brindarles estímulos positivos, ante repuestas correctas ellos refuerzan su conducta al desarrollar mayor confianza en sus capacidades de aprendizaje. (García, 2019)
Canabal (2017), identifica cuatro tipos de retroalimentación centrada en:
la tarea, que brinda información sobre logros, aciertos, errores, entre otros;
el proceso de la tarea, que se refiere a información sobre el grado de comprensión, procesos cognitivos, estrategias utilizadas;
la autorregulación, que proporciona información para desarrollar la autonomía, el autocontrol y el aprendizaje autodirigido;
la propia persona, que destaca el desarrollo personal, el esfuerzo y el compromiso con el proceso de aprendizaje.
Por su parte Valdivia (2014), hace referencia a la necesidad que una retroalimentación sea efectiva y formativa, se dirija hacia la necesidad de identificar las falencias de los estudiantes y la necesidad de refuerzo a partir de esta información. Fonseca (2009), enfatiza en la necesidad que la retroalimentación deba acompañar al proceso enseñanza-aprendizaje con el propósito de dar inmediata y oportuna información al estudiante acerca de la calidad de su desempeño para que realice las correcciones necesarias con el objeto de mejorar su competencia.
Black y Wiliam (2009), plantean que la retroalimentación al realizarla como una práctica pedagógica permanente se sitúa en un enfoque de evaluación formativa, por lo que podemos afirmar que la retroalimentación es inherente a la evaluación formativa. La retroalimentación la/el estudiante, podría pensar que no necesita mejorar nada y desde nuestra concepción de la retroalimentación formativa, siempre es posible “subir un escalón más” en el aprendizaje. (Anijovich, 2019)
La retroalimentación positiva y permanente, va generando confianza y vínculos fortalecidos entre docentes y estudiantes, fomentando en ellos un gusto por aprender, estimulando así su autoestima, promoviendo la inclusión y bienestar emocional. De esta manera, la retroalimentación es un apoyo eficaz en el proceso de enseñanza aprendizaje promoviendo el crecimiento intelectual de los y las estudiantes, adquiriendo aprendizajes significativos, ya que, por medio de la guía y ayuda constante del docente, estos reflexionan sobre las fortalezas y debilidades de sus aprendizajes, logrando una mejor comprensión, alcanzando aprendizajes más profundos. (Cedeño & Moya, 2019).
Para la aplicación de una buena retroalimentación se hace necesario que, los docentes identifiquen con exactitud los distintos estilos de aprendizaje de los estudiantes y de esta forma planificar y emplear estrategias adecuadas y oportunas de retroalimentación, que permita que los educandos adquieran aprendizajes significativos. Estas estrategias de retroalimentación instauradas por el docente deben guiar a sus estudiantes a reflexionar sobre sus aprendizajes y junto a sus aprendizajes previos generar nuevos aprendizajes. (Cedeño & Moya, 2019). Así como la retroalimentación es inherente a la evaluación formativa, la retroalimentación no se puede pensar sin el refuerzo positivo.
El refuerzo positivo tiene mucho valor como señal que identifica las respuestas correctas y generalmente vuelve atractivas las diferentes actividades de aprendizaje; sin embargo, es recomendable aumentar el refuerzo positivo y las recompensas de manera gradual en el proceso para no desviar la atención, concentración e interés del estudiante en una búsqueda ciega y exclusiva de aprobación y recompensas, lo cual descuidaría ostensiblemente su crecimiento cognoscitivo. (Yáñez, 2016)
Finalmente, algo muy importante que se debe recalcar es que, la efectividad de una evaluación cualquiera depende directamente del momento en el que se la realice y de los medios que se utilicen para aplicarla. Si el momento y el medio son los adecuados, indudablemente los resultados de la evaluación reflejarán la nueva realidad conductual que el estudiante ha adoptado frente al proceso de aprendizaje que atravesó.
El objetivo de este estudio es describir de qué manera los docentes de la escuela Cadete Arturo Prat Chacón (Chile) diseñaron e implementaron en sus clases, estrategias de evaluación para los aprendizajes estudiantiles resguardando en ello, la promoción del bienestar estudiantil e inclusión.
Materiales y métodos
La investigación se asume desde un estudio intrínseco de casos, con el propósito de indagar cómo los docentes de la escuela cadete Arturo Prat Chacón aplican estrategias evaluativas que promuevan la inclusión y bienestar emocional de los estudiantes y su inclusión.
La muestra quedó conformada por seis docentes que de manera voluntaria quisieron participar, accediendo a las seis preguntas a través de un software de administración de encuestas utilizando cuestionarios de Google, ellos tuvieron algunas semanas para responder y enviar sus aportes a través del mismo medio, luego se profundizó a través de entrevistas.
De las preguntas formuladas señalar lo siguiente:
¿Considera usted que sus estudiantes presentan una falta de bienestar emocional?
¿La ausencia de bienestar emocional tiene incidencia en la inclusión de los estudiantes?
¿Cuáles cree usted que son las causas de una falta de bienestar emocional en sus estudiantes?
¿Esta situación emocional ha impactado en el resultado de aprendizaje de sus estudiantes? ¿De qué manera?
¿Cree usted que las emociones pueden educarse, para generar un bienestar emocional en los estudiantes?
¿Qué tipo de estrategias evaluativas ha utilizado para superar y generar en sus estudiantes un bienestar emocional?
A partir del levantamiento de datos empíricos, se procedió a la interpretación, reconstrucción de datos y generación de categorías, resguardando los criterios de credibilidad, transferibilidad, dependencia y confiabilidad.
Resultados
A partir de la entrevista realizada a cada uno de los docentes, y considerando el análisis de las preguntas formuladas referidas al bienestar emocional. Se debe señalar que, para lograr un bienestar emocional e inclusión a partir de estímulos positivos que surgen desde la evaluación, fue necesario previamente, generar instancias de confianza y afecto, iniciando con los estudiantes, y luego con su núcleo familiar, lo que se logró, mediante reuniones individuales con aquellos niños que no expresaban lo que están sintiendo, ni qué les pasa, falta de autorregulación, baja tolerancia a la frustración e importantes carencias afectivas, y en algunos casos, los menos con problemas emocionales serios, los que se abordaron con cariños y contención junto a los apoyos de nuestra dupla psicosocial, y equipo Programa de Integración Escolar (PIE) esto debido a la situación que se estaba viviendo en tiempos de pandemia y que en muchas ocasiones había afectado también a la familia.
Junto a lo anterior, la ausencia de bienestar emocional incidió en la inclusión de los estudiantes, debido a que les impide ser más empáticos, entender al otro e incluirlo. Del mismo modo, los expone a sensibilidades frente a temáticas relacionadas con su malestar emocional (abandono familiar, amor, falta de apego, etc.). Así como el apoyo hacia el otro y como consecuencia se aprecia un rechazo entre los pares, y gran inseguridad hacia la obtención de aprendizaje.
La falta de bienestar emocional, los docentes lo atribuyen a la falta de sociabilización en el aula en periodo de pandemia, y la falta de herramientas de contención al interior de la familia, el encierro, la falta de normas en el hogar, lo que puede ser explicado por algunos factores como: falta de apego emocional con hijos y/o padres, abandono familiar, poco tiempo debido al trabajo.
La situación emocional de los estudiantes ha impactado en sus aprendizajes, puesto que, en algunos casos, no lo logran regularse ni encontrase emocionalmente estable, no logran generar un buen clima de aula, ni ambiente propicio para el aprendizaje. Ha repercutido en las inasistencias y poca continuidad en los procesos educativos de los niños y niñas, en donde los rezagos pedagógicos han sido evidentes y son estos estudiantes los que presentan mayor deficiencia en su rendimiento. La falta de sistematicidad en hábitos de estudio.
Con todo, las emociones y el bienestar emocional desde la percepción de los docentes pueden ser educadas para que los niños las identifiquen, las dominen y las regulen. Cuando los niños son capaces de saber qué les pasa logran una estabilidad que favorece su bienestar. Dichas emociones a través de estímulos positivos desde la evaluación de aprendizajes se pueden ir trabajando a través de estrategias de juegos, dinámicas entre otros. Siendo un factor fundamental para mejorar el rendimiento académico, el clima de aula y la salud mental de todos los integrantes de la institución educativa, de ahí que, focalizándonos en los estudiantes, el apego familiar y la contención de una red de apoyo efectiva y afectiva, resulta altamente necesaria y relevante. El apoyo interdisciplinario entre los profesionales que forman la comunidad educativa es sustantivo, iniciando por el docente como profesional de la educación, en cuyo quehacer cabe la responsabilidad de todos sus estudiantes como sujetos integrales y trascendentes en el tiempo.
Desde las estrategias evaluativas que han utilizado los docentes para superar y generar en sus estudiantes un bienestar emocional y la inclusión, debemos señalar, tal como se ilustra en tabla 1.
Categorías | Codificación | Percepciones de los docentes |
---|---|---|
Trabajo desde las emocionalidades | TRE |
“…Hemos desarrollado estrategias de trabajo más que evaluativas. Donde la prioridad en los primeros meses del año se enfocó en el conocimiento de distintas emociones, y la entrega de herramientas para expresar y superar cada una de ellas….” “….Diariamente se ha establecido una dinámica institucional llamada “10 minutos cadetianos” donde se abordan las emociones ejemplificando situaciones. Aquí los estudiantes vivencian y observan distintas formas de reaccionar por cada emoción, y determinan cómo y de qué forma solucionan lo que ocurre…” “…Flexibilización de exigencias, basadas en conversaciones con profesores jefe, entrevistas, equipo socioeducativo, etc…” “…La escucha permanente, la observación y entrega de espacios donde se puedan expresar los estudiantes con temas de su interés…”. “…Realizar intervenciones cuantas veces sean necesarias para modelar e instaurar prácticas valóricas entregando la misma relevancia que si fuera una asignatura. Dejar tiempos y espacios para el diálogo.” “…Tratando de contener y pudiendo tener la empatía con sus emociones y estados de ánimo…” |
Implementación de estrategias evaluativas | IEE |
Trabajos prácticos y colaborativos Frases Motivacionales Tickets de salida Gamificación (juegos) Desafíos. Frases escritas de refuerzo positivo con un emojis Uso de celulares.
“…Evaluaciones de trabajos prácticos, trabajos colaborativos entre pares y grupales…” “…Se aplica estrategia del ticket de salida...” “-…Utilización de juegos que refuerzan los aprendizajes tratados…” “…Uso de la ruleta mágica, se gira la ruleta y el estudiante contesta la pregunta donde se detiene la flecha indicaba la pregunta que debía resolver, la que estaba relacionadas con los objetivos de aprendizaje de la clase…” “…Trabajaban con material concreto, con desechos que encontraban en la casa y formaban figuras geométricas, transformándolas en figuras entretenidas, como medios de transportes, arboles, animales y otros…” “Observaban ejercicios que el docente proyectaba y luego la incógnita que iba mostrando el profesor…. “Uso del celular en juegos electrónicos que reforzaban los aprendizajes…” |
Apoyo interdisciplinario Retroalimentación realizada en aula por equipo PIE. | AIP |
“…Al inicio de la intervención se entregan palabras y elogios de lo inteligente y capaz que es el niño y niña, se visualizan los logros alcanzados hasta la fecha, entregando seguridad y confianza para continuar...” “…Se trabajó dos horas continuas con actividades cortas de 10 minutos y viene un refuerzo, estos refuerzos son con aplausos, palabras de felicitaciones (palabras que se encuentren vigentes en el vocabulario de los niños y niñas) con la intención de generar la emoción en el estudiante …” “…El profesional al iniciar la intervención intenciona una conversación para identificar su estado emocional, generando condiciones para lograr tener la confianza de los estudiantes..”. “…las intervenciones individuales las cuales se encuentran con foco en estudiantes con necesidades educativas permanentes, se realiza acompañamiento desde la coordinadora del programa en el diseño de la planificación, la que tiene como objetivos mantener el interés y atención de nuestros niños y niñas…” “…Cuando el estudiante se encuentra desbordado no termina la intervención, entrega el espacio para que se calme, posteriormente verbalice la situación que le está molestando y luego busque soluciones posibles para sentirse mejor, nunca abandonar la intervención por estos motivos, de ser así el niño o niña entenderá que es él quien pone termino…” |
Fuente. Elaboración propia (2022)
El bienestar emocional e inclusión antes referenciados, y a las estrategias de evaluación implementadas que aportan en este sentido, se suman como otra fuente de información secundaria, los resultados entregados por la Agencia de Calidad de la Educación, a partir de Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), cuyo objetivo fue diagnosticar a los estudiantes de cuarto a octavo año de enseñanza básica de la escuela Cadete Arturo Prat Chacón en el área académica y socioemocional, con el propósito de contribuir con un insumo que oriente al director y a su equipo en la toma de decisiones en el área de gestión. (Agencia de la Calidad, 2021)
Los resultados se ven reflejados por dimensiones, a saber: Vinculación afectiva (gráfico 1 y 2); Vinculación con el aprendizaje (gráfico 3 y 4); Seguridad y autocuidado (gráfico 5 y 6) y Resultados socioemocionales por nivel (Tabla 2), presentándose los porcentajes promedio de respuestas favorables de los 366 estudiantes del establecimiento que participaron del diagnóstico, distribuidos desde cuarto a octavo año de enseñanza básica.
Desde el punto de vista del aprendizaje personal que considera aspectos socioemocionales, se deben entender por respuestas favorables, aquellas donde los estudiantes evidencian un adecuado desarrollo en sus habilidades socioemocionales, o que el establecimiento cuenta con buenas prácticas para apoyarlos en su aprendizaje socioemocional. (Agencia de la Calidad, 2021)
En las preguntas sobre Percepción de seguridad, el porcentaje de respuestas favorables (%RF) se calcula considerando a todos los estudiantes, hayan o no regresado a clases presenciales. Excepcionalmente, en estas preguntas, los estudiantes tuvieron la opción de marcar que no habían regresado a clases presenciales (%NA), en cuyo caso no responderían ni favorable ni desfavorablemente. Se suman a lo anterior, los aspectos descriptivos cualitativos que los estudiantes formalizan frente a cada pregunta enunciada en el DIA.
Con todo, a continuación, se presentan los resultados por dimensión:
Vinculación afectiva
A partir de la percepción de los estudiantes de cuarto a octavo año básico, se confirma que existe un porcentaje mayor al 80% de involucramiento de los docentes durante el periodo de pandemia, reconociéndose la vinculación afectiva y contención de los docentes hacia sus estudiantes, tal como se ilustra en gráfico 1. Estos porcentajes fueron confirmados por los estudiantes, los que reconocen el acompañamiento, contención positiva y presencia virtual permanente de sus docentes.
Junto a lo anterior, los estudiantes reconocen con un porcentaje igual o superior al 85%, el sentido de pertenencia con su escuela, tal como se ilustra en gráfico 2. Lo anterior podría explicarse a partir de la contención, retroalimentación y refuerzo positivos de sus docentes, lo cual fue reconocido por los estudiantes.
Vinculación con el aprendizaje
Respecto a la vinculación de los estudiantes con su propio aprendizaje, a partir de su percepción, estos valoran las actividades escolares con un porcentaje igual o superior al 70%, tal como se ilustra en gráfico 3. Este alto porcentaje, podría ser explicado por la contención y acompañamiento con estímulos positivos que confirman haber dado los docentes a sus estudiantes, siendo confirmado por estos últimos.
En cuanto, al nivel de involucramiento de los estudiantes con sus actividades escolares en casa, los resultados dan cuenta de un porcentaje mayor o igual al 54%, tal como se ilustra en gráfico 4. Dicho porcentaje podría explicarse por las condiciones en que la mayoría de los estudiantes han tenido que asumir sus tareas en situación de pandemia, mucho de ellos en condiciones de vulnerabilidad, con problemas de conexión, falta de equipos computacionales, entre otras variables.
Seguridad y Autocuidado
Respecto a la percepción de los estudiantes sobre su seguridad, estos son los resultados más descendidos, bajo el 50%, lo que podría explicarse por las condiciones de vulnerabilidad de la mayoría de los estudiantes, sin tener contención familiar que les pueda brindar seguridad, sintiéndose expuestos y frágiles, ante la situación de pandemia, tal como se ilustra en gráfico 5.
De igual manera, tal como se ilustra en gráfico 6, los estudiantes en un porcentaje mayor o igual al 93% le dan mucha importancia a su autocuidado, este dato puede ser explicado pues los estudiantes reconocen la preocupación de la escuela por profundizar, y acompañarlos en estos temas, a través de talleres, dinámicas, acompañamiento psico-socioemocional y el apoyo de los propios docentes.
Resumen de los resultados socioemocionales por nivel
Finalmente, y a modo de síntesis, la Tabla 2 presenta un resumen del porcentaje promedio de respuestas favorables de cada nivel en los temas y subtemas que fueron consultados y que se consideran clave para el aprendizaje integral, considerando los aspectos socioemocionales y académicos, en el actual contexto sanitario. Conforme a los datos expuestos, el tema y subtema que alcanza el mayor porcentaje de aprobación por parte de los estudiantes desde cuarto hasta octavo año se enseñanza básica, la vinculación afectiva y particularmente el involucramiento docente, es reconocido y confirmado por los propios estudiantes, como el aspecto más relevante, particularmente en las asignaturas de lenguaje y matemática.
Tema | Subtema (aspecto evaluado) | % promedio de respuestas favorable | ||||||||
4.0 básico | 5.0 básico | 6.0 básico | 7.0 básico | 8.0 básico | I medio | II medio | III medio | IV medio | ||
Vinculación afectiva | Involucramiento docente | 80.00 | 87.27 | 84.55 | 88.00 | 92.00 | ||||
Sentido de pertenencia | 89.00 | 91.31 | 84.95 | 83.64 | 88.33 | |||||
Vinculación con el aprendizaje | Valoración de las actividades escolares en el aula | 79.00 | 76.16 | 69.70 | 73.45 | 73.67 | ||||
Involucramiento con las actividades escolares en casa | 61.67 | 54.14 | 54.26 | 62.60 | 68.10 | |||||
Percepción de seguridad | 45.56 | 28.28 | 24.75 | 14.55 | 28.89 |
Fuente. (Agencia de Calidad, 2021)
Discusión
Los resultados del estudio confirman los planteamientos de Benavidez & Flores (2019), en cuanto a la necesidad de impactar positivamente en las emociones de los estudiantes, desarrollando estrategias de aprendizaje que tomen en cuenta el manejo y desarrollo de las emociones, lo que incluye los evaluativo. Del mismo modo, se confirman los planteamientos de García (2019), la relevancia de trabajar en el aula aspectos cognitivos y emocionales con los estudiantes, iniciando con un proceso de contención lo que implica al inicio de las clases destinar un tiempo, tal vez diez minutos para implementar estrategias que promuevan en los estudiantes la confianza y apertura requerida. Los refuerzos positivos, que se ha evidenciado desde el relato de los docentes confirman los planteamientos de Yáñez (2016), respecto que incorporar en las clases refuerzo positivo desde lo evaluativo, tiene mucho valor como señal que identifica las respuestas correctas y generalmente vuelve atractivas las diferentes actividades de aprendizaje; sin embargo, es recomendable aumentar el refuerzo positivo y las recompensas de manera gradual en el proceso para no desviar la atención.
Del mismo modo, los resultados confirman los planteamientos de Berger et al., (2009), la necesidad que los profesores estén disponibles y dispuestos a dialogar con sus estudiantes, que manifiesten preocupación por las dificultades académicas y personales de los estudiantes, así como estos aspectos son muy relevantes para promocionar el apego escolar, conforme lo plantea (Chapman et al., 2013). Del mismo modo, y a partir de los discursos docentes, y tal como lo señala Herrera (2018), la evaluación y particularmente la formativa, se constituye en una valiosa herramienta que beneficia al proceso de enseñanza-aprendizaje, orientando las acciones de niños y niñas, y las de su familia para contribuir a la obtención de aprendizajes significativos y de calidad.
Ahora bien, conforme a Fonseca (2009), se enfatiza en necesidad que la retroalimentación acompañe el proceso enseñanza-aprendizaje con la intención de dar inmediata y oportuna información al alumno acerca de la calidad de su desempeño para que realice las correcciones necesarias con el objeto de mejorar los resultados de aprendizajes, sustentándose en evidencias y juicios argumentados referidos a las fortalezas y oportunidades de mejora de los aprendizajes conforme a Buendía (2021).
El impacto emocional de la retroalimentación y estímulos positivos fue reconocido por los docentes y estudiantes que formaron parte del estudio, confirmando los planteamientos de Valdivia (2014), respecto al impacto emocional en el estudiante, y como la retroalimentación efectiva y formativa, los dirigirá hacia el aprendizaje a fin de que vean los errores como parte del aprendizaje y la necesidad del esfuerzo para mejorar. Los estudiantes que recibieron refuerzos positivos adecuados desarrollaron confianza en sí mismos, compromiso con la tarea, mejoraron su autoestima, tal como lo declaran O’Connor y McCartney (2007).
La retroalimentación desde la evaluación formativa a partir de la implementación de diversas estrategias implementadas por los docentes, tales como: ticket de salida, frases motivadoras, reconocimiento de avances, incorporación de aplausos al logro de objetivos de aprendizajes, de juegos (gamificación), refuerza los planteamientos de Anijovich (2019), en la medida que los procedimientos de evaluación, promuevan en los estudiantes la comprensión, apropiación, participación, y seguridad desde los aspectos emocionales.
Tal como lo formula Canabal (2017), la utilización de procedimientos de evaluación con énfasis comprensivos y formativos aportan al desarrollo personal de los estudiantes, el esfuerzo y el compromiso con el proceso de aprendizaje.
Con todo, es dable destacar la importancia de la evaluación y su impacto en la autoestima, seguridad y compromiso de los estudiantes con su tarea. En efecto, la base del éxito académico refrendado en datos cuantitativos, desde una mirada más bien instrumental como lo son las calificaciones que pueden promover a un estudiante, está íntimamente relacionado con el bienestar personal y la dimensión emocional del estudiante, un proceso evaluativo inclusivo, que le da la oportunidad a los estudiantes de asumir sus errores como una posibilidad de mejora continua, en un contexto de retroalimentación, con procesos de evaluación formativos y de acompañamiento, evidentemente generará una mayor participación de los estudiantes, con probabilidades de un mayor compromiso con la tarea y de éxito académico de los estudiantes, esto indudablemente implica una nueva distribución del poder en los procesos evaluativos, movilizando a los estudiantes hacia una mayor participación y compromiso evaluativo, mientras que el docente facilita y acompaña dichos procesos.