Educación Médica Superior
ISSN 0864-2141
Índice Anterior Siguiente
Educ Med Sup 2005; 19 (4)
Facultad de Ciencias Médicas
Dr. Zoilo E. Marinello Vidaurreta
Las Tunas
La Inmunología en la formación de pregrado de la docencia médica
Dr. Orlando R. Serrano Barrera,1 Dra. Rosa J. Robinson Rodríguez,2 Dra. Rosa Castellanos Martínez 3 y Dra. Mercedes Guevara Rosales 4
Resumen
Actualmente, la inmunología puede aportar conocimientos y desarrollar habilidades que potencien la actuación de los profesionales de la salud. En el mundo y en Cuba se cuenta con productos inmunológicos en aplicación o en fase de ensayos clínicos para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, por lo que resulta imprescindible transformar la enseñanza actual de esta ciencia, aún incompleta. Las asignaturas que dedican más tiempo a los contenidos relacionados con la inmunología en la carrera de Medicina son Fisiología II, Agentes Biológicos y Anatomía Patológica, con lo cual no se logra la profundización, integración y habilidades requeridas en esta rama para que el futuro profesional tenga un modo de actuación acorde con los avances actuales de las ciencias biomédicas. Los principios, utilidad y aplicaciones de los métodos de diagnóstico y tratamiento inmunológico son conocimientos básicos para el futuro profesional de la salud. La inmunología también puede contribuir a la integración y la formación de valores y puede consolidar el pensamiento lógico, las habilidades de observación, abstracción, síntesis, generalización y aplicación. Su enseñanza requiere un enfoque más abarcador e integrador, que incluya valores y modelos de pensamiento y actuación.
Palabras clave: inmunología, educación médica superior, prevención, habilidades.
En los últimos años del pasado siglo se comenzó a asistir a la consolidación definitiva de un nuevo escenario en el campo de las ciencias biomédicas, fundamentalmente, el cambio de los patrones de salud y enfermedad, matizado por las diferentes condiciones socioeconómicas y reflejado en el envejecimiento continuo de la población. Desde el punto de vista de conocimientos básicos se ha logrado discernir muchos de los mecanismos moleculares que explican el proceso salud-enfermedad. El crecimiento explosivo de información y de conocimientos ha sido tal que se plantea que si en épocas anteriores un médico u otro profesional podía transitar por sus aproximadamente 40 años de vida profesional utilizando los conocimientos que obtuvo en la universidad, en los tiempos actuales ese mismo profesional deberá renovar más de una vez durante su vida laboral su arsenal de conocimientos y habilidades.1
La Inmunología es la ciencia que se encarga del estudio de los componentes del sistema inmune, sus interacciones entre sí y con otros elementos del organismo y del medio. Ocupa un lugar importante en el conjunto de las ciencias biomédicas por el avance acelerado que ha mostrado en las 3 últimas décadas, el aporte que ha hecho a otras disciplinas y por sus numerosas aplicaciones en beneficio de la salud humana. En el caso de la docencia médica cubana, la Inmunología ha transitado un camino que comenzó en la enseñanza de la asignatura Genética e Inmunología y en la actualidad sus contenidos se enseñan básicamente en las asignaturas de Agentes Biológicos y Anatomía Patológica, en la carrera de Medicina. La inclusión de la Inmunología en la enseñanza de las ciencias médicas ha respondido a los avances en este campo y a los logros que el país ha ido obteniendo en sus propias instituciones científicas y productivas, para los cuales debe prepararse el futuro profesional de la Medicina. Estos adelantos han permitido un conocimiento más profundo de numerosas afecciones y ha motivado el interés por la Inmunología en profesionales de todas las ramas de las ciencias biomédicas.
El encargo social que reciben las universidades se relaciona con la necesidad de formar a las nuevas generaciones de acuerdo con los intereses de la sociedad.2 En ese empeño se inserta el perfeccionamiento continuo de la enseñanza en función de las cambiantes necesidades sociales y en el entorno de una Medicina más comunitaria, con mayor influencia de factores socioambientales, mayor capacidad de diagnóstico, más preventiva y con una participación individual sin precedentes; a ello puede contribuir de manera significativa la Inmunología, pero ello requeriría la modificación del modo actual de su enseñanza.
Desarrollo de la Inmunología
La escuela es un sistema dentro de otro de orden mayor que es la sociedad,3 en el caso de las universidades médicas cubanas, se cuenta con un sistema intermedio constituido por el Ministerio de Salud Pública que rige la enseñanza de estas ciencias en Cuba. El proceso educativo está dirigido a la formación de personalidades integrales en todos sus aspectos y persigue el desarrollo de habilidades profesionales que se correspondan con el modelo de actuación del profesional determinado.3
Se ha afirmado que todo debate sobre la formación del personal de salud está precedido de una reflexión sobre hacia dónde se dirige la Medicina.1 En las ciencias médicas, desde el punto de vista del diagnóstico, el panorama actual está configurado por la aparición continua de nuevos ensayos y la mejoría sostenida de las pruebas ya existentes, todas con capacidad, especificidad y sensibilidad crecientes. Se ha llegado al punto de disponerse de tecnologías que permiten el pesquisaje de comunidades y poblaciones enteras y han aparecido disciplinas nuevas como la Epidemiología molecular; en las terapias es cada vez mayor el refinamiento en el diseño, el desarrollo y la producción de fármacos, que han llevado a una explosión en el uso de biomoléculas, los ensayos sobre terapias celulares y las manipulaciones genéticas. Se da una interesante dualidad: universalidad del diagnóstico e individualización de los tratamientos.
En todos los fenómenos señalados, la Inmunología ocupa un lugar protagónico. De los 371 productos biotecnológicos en fase de desarrollo en Estados Unidos en el 2002, los productos inmunológicos constituían el 53 % 4 y de los medicamentos contra enfermedades infecciosas, 137 en total en el año 2000, los relacionados con el sistema inmune representaban el 39,4 %.5 Cuba no ha quedado fuera de esta situación en modo alguno; el país cuenta con numerosos productos inmunológicos novedosos o exclusivos en aplicación o en fase de ensayo clínico para la prevención, diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades: vacunas profilácticas y terapéuticas,6 citocinas, proteínas recombinantes y otros. La premisa fundamental de la industria biotecnológica cubana es la introducción de sus resultados en la práctica médica cubana para elevar el nivel de salud de la población.
Los planes de estudios deben satisfacer las necesidades actuales y perspectivas de trabajo del profesional y, por tanto, reflejar la realidad que presenta la ciencia contemporánea.2 La enseñanza de la Inmunología en la carrera de Medicina en Cuba aún no cumple con tales expectativas, pues parece aún insuficiente. Son 3 las asignaturas que abordan con mayor detalle los contenidos relacionados con la inmunología en la carrera de Medicina e insertados en temas que incluyen otros contenidos: Fisiología II (18 h), Agentes Biológicos (18 h) y Anatomía Patológica (28 h), distribuidas según se muestra en la tabla 1. Otras asignaturas, de manera tangencial, abordan temas relacionados, particularmente Medicina Interna en el VI semestre, y Medicina General Integral, en las cuales deben ser incluidos en los contenidos propios de la asignatura.
Tabla 1. Distribución de horas en la enseñanza de la Inmunología en Medicina
Tema | Conferencias | Seminarios | Clases Prácticas | Otras | Total (h) |
Fisiología II | |||||
Sangre | 12 | 2 | - | 4 | 18 |
Agentes Biológicos | |||||
Agresión y respuesta | 12 | 2 | 2 | 2 | 18 |
Anatomía Patológica | |||||
Inflamación y reparación | 8 | 2 | 6 | - | 16 |
Trastornos inmunológicos | 8 | 2 | 2 | - | 12 |
Conocimientos básicos que permitan la comprensión de los complejos fenómenos implicados en los mecanismos de defensa del organismo ante agentes extraños, se imparten con escasa profundización en los procesos que a nivel molecular tienen lugar y que son la base para el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de numerosas enfermedades, es decir, de la aplicación de la Iinmunología a la práctica médica, incluso en la atención primaria de salud. El enfoque molecular de la enseñanza de la Inmunología es muy importante, toda vez que ya existen en el mercado y en nuestro medio pruebas y medicamentos cuyo empleo sigue los principios del funcionamiento del sistema inmune, además de un número creciente en desarrollo que sin duda serán parte del escenario a que se enfrentarán los médicos en poco más de una década, es decir, en el momento de mayor rendimiento de su práctica profesional. La Medicina de hoy es una Medicina molecular 7 y el médico general integral cubano debe dominar estos conocimientos.
La Inmunología, a pesar de enseñarse como contenido básico, no es una ciencia abstracta. El inmunodiagnóstico es un campo en expansión continua y es extremadamente escaso (2 h por asignatura) el tiempo asignado en el plan actual para describir los principios de los métodos existentes. La exquisita capacidad de reconocimiento del sistema inmune ha permitido desarrollar técnicas para un sinnúmero de enfermedades. Los principios, utilidades y aplicaciones son ineludiblemente habilidades básicas para el profesional de la salud, y hoy ya se cuenta con pruebas para diagnóstico (incluido el autodiagnóstico), seguimiento, detección de factores de riesgo y evaluación de pronóstico. Igualmente, ya se emplean moléculas e incluso, células del sistema inmune como alternativas terapéuticas de algunas enfermedades, además de las halagüeñas perspectivas en cuanto a la inmunoterapia: inmunoestimulantes, inmunosupresores, vacunas terapéuticas y terapias de apoyo. Cuándo indicarlos, cómo administrarlos y cómo vigilar sus efectos adversos son conocimientos elementales para quienes dispondrán en un futuro de tales armas. La hipótesis básica de todos los sistemas docentes es que se puede prever y especificar el conocimiento que requerirán los educandos para sus funciones sociales futuras.2 Cabría preguntarse si se está aportando el conocimiento de que dependerán los médicos para emplear lo que el mercado y la industria biotecnológica cubana y la extranjera pondrán a su disposición.
Nada se enseña en pregrado sobre la respuesta inmune a los tumores malignos, los mecanismos de escape de las células cancerosas, el diagnóstico de estas afecciones y los recursos terapéuticos que se han obtenido y se desarrollan a partir del sistema inmunitario para enfrentar tales enfermedades. No debe perderse de vista que en Cuba y muchos otros países del mundo, el cáncer se ubica entre las 3 primeras causas de muerte, y que el país trabaja en ensayos clínicos para vacunas terapéuticas que se muestran promisorias como alternativas en tal sentido.6
Aportes de la Inmunología
La Inmunología no solo aporta conocimientos indispensables en la comprensión de la interacción hombre-ambiente, en lo relativo a la dicotomía resistencia versus susceptibilidad a infecciones bajo el supuesto de que toda enfermedad infecciosa es una enfermedad del sistema inmune, también puede aportar elementos y ejemplos de valor a los estudiantes acerca de las influencias del medio sobre la salud: la importancia de la adecuada nutrición en la integridad de la capacidad defensiva del organismo y la calidad de la vida en general. Además, la inmunotoxicidad, efecto dañino sobre la inmunidad, es un ejemplo válido del papel que desempeñan los efectos nocivos de los contaminantes sobre la salud humana. De todo ello se derivan importantes medidas preventivas para la salud comunitaria. No debe olvidarse que la prevención es la más eficaz de las acciones médicas, aspecto en el que la vacunación es sin duda el aporte más notable de la Inmunología a la sanidad.
Una pregunta aún más trascendente puede ser una guía útil en esta línea de razonamientos:¿cuál es el estudiante de Medicina que debe formarse? Entre las características que no deben faltar, ya mencionada la primera, están:
- Conocimiento de las bases moleculares