Al Director:
La neutropenia febril (NF) es una frecuente y seria complicación de la quimioterapia antineoplásica, principalmente en pacientes con neoplasias hematológicas, con una prevalencia alrededor del 80 %.1Los pacientes con NF posquimioterapia sufren largos periodos de ingreso lo que supone un importante costo para el sistema nacional de salud, tanto en costes directos como indirectos.2
La consecuencia más importante es la aparición de infecciones, que puede llevar incluso a la muerte.3Las infecciones más comunes se localizan en el torrente sanguíneo, tracto respiratorio, cavidad orofaríngea, la piel y mucosas, y el área perianal.4Los factores de riesgo más frecuentes son: aplasia medular, cateterizaciones temporales o permanentes, transfusiones múltiples, aféresis y plasmaféresis, exanguínotransfusión y pruebas diagnósticas invasivas.5 ) Los bacilos gramnegativos son los que más frecuentemente se asocian a infecciones en estos pacientes seguidos de las bacterias grampositivas, dentro de los cuales S. aureus es el principal agente etiológico.6
En los pacientes neutropénicos la fiebre puede aparecer como el único signo de infección,6por tal motivo, es importante mantener una vigilancia epidemiológica de los episodios de NF de cada servicio para plantear adaptaciones, en el contexto institucional, a las recomendaciones nacionales o internacionales de manejo anti-infeccioso para estos pacientes.7
El aislamiento de los microorganismos (MO) suele ser difícil y se estima que solo del 20 al 30 % de los casos pueden ser documentados.8El índice de positividad de las muestras procesadas por microbiología en el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI) está por debajo del estándar, esto se debe a que muchas veces los pacientes están recibiendo antibióticos de amplio espectro debido a los protocolos de tratamiento de sus enfermedades hematológicas. Para mejorar el diagnóstico clínico de los pacientes con NF resulta útil usar otras variables con valor pronóstico como la proteína C reactiva y la prolactina.
Resulta vital que la terapia con antibióticos de amplio espectro se inicie preferiblemente en la primera hora luego del comienzo de los síntomas.6Por tal motivo, es importante la realización del mapa microbiológico para conocer los MO identificados con mayor frecuencia y sus patrones de susceptibilidad a antimicrobianos.
En nuestro centro predominan las infecciones causadas por Pseudomona spp., estafilococos coagulasa negativos, E. coli, Klebsiella spp. y Enterobacter spp., con elevada resistencia frente a cefalosporinas de tercera y cuarta generación.
En el IHI se establecen e implementan los lineamientos de la vigilancia, prevención y control de las Infecciones Asociadas a la Asistencia Sanitaria (IAAS) en el marco de la seguridad del paciente. Existe una estructura física adecuada y un programa de aislamiento hospitalario que se ejecuta por categoría de enfermedad. En el Programa Local de Prevención y Control de las IAAS de la institución, los indicadores epidemiológicos se han adecuado a estándares internacionales en el paciente oncológico con infección. Además, la tasa global de infección se adecuó en el estándar 20-25 % con la aprobación del nivel superior.9
La vigilancia epidemiológica de los pacientes hematológicos con NF en la institución se establece a través de una sección integrada por un especialista en Higiene y Epidemiología, un especialista en Microbiología y un licenciado o técnico en Enfermería, capacitados para hacer una vigilancia exhaustiva, con el objetivo de determinar la incidencia y prevalencia de las IAAS. Para ello existe una guía de definiciones de infecciones, en el contexto de las neutropenias, analizados en el Comité de Infecciones.
La vigilancia de las IAAS en el centro, incluye conducta del personal de salud, adecuadas medidas de contención primaria, desinfección y/o esterilización del instrumental y ambiente protegido que incluye habitación individual con un acompañante durante todo el ingreso.
La vigilancia epidemiológica es más exigente en los pacientes trasplantados. La prevención de la infección en estos pacientes, mediante medidas de aislamiento y profilaxis medicamentosa previa al trasplante es usado en el 100 % de los casos.9
Una vigilancia selectiva, fortalecida con recursos humanos y materiales, con capacidad resolutiva de los laboratorios clínico y microbiológico que ofrezcan resultados oportunos de apoyo al diagnóstico, son las estrategias para un mejor resultado.10