Introducción
Los profesionales de enfermería tienen la atención y vigilancia del estado de las personas enfermas implícito en sus funciones. Los cuidados de enfermería son el despliegue de diversas acciones que el enfermero debe dedicar a estas personas desde las teorías que sustentan el conocimiento. Las características de este cuidado dependerán del estado y la gravedad del sujeto, aunque a nivel general puede considerarse que se orientan a monitorear la salud y a asistir de forma sanitaria al paciente.1
La teoría de Virginia Henderson considera a la persona como un ser biopsicosocial cuya mente y cuerpo son inseparables y donde la persona y su familia son considerados como una unidad indisoluble. Postuló 14 necesidades básicas, interrelacionadas entre sí, comunes para todas las personas y edades. Cada una de ellas contiene aspectos sociales, fisiológicos, culturales y afectivos. Lo que se altera no es la necesidad, sino la satisfacción y el grado de satisfacción es distinto para cada persona.2
Henderson pensó que una persona necesita asistencia para recuperar la salud, independencia o una muerte tranquila,2 lo que se ajusta a la situación clínica que viven las personas con lesiones por quemaduras.
A través de esta teoría se brinda una visión organicista al propiciar un reflejo de la persona como un ser total que no puede ser reducido a la suma de sus partes. A partir de estos postulados se desarrolla un espiral con componentes organizados de manera implícita y explícita que contribuye a ordenar la satisfacción de las necesidades afectadas a fin de mantener en estado óptimo su propia salud.
Alonso y otros,3 en septiembre de 2020 definieron quemadura como una “lesión traumática causada por un agente térmico, químico, eléctrico o radiactivo que produce la destrucción de tejido de variable extensión y profundidad. Sus consecuencias, el tratamiento y la rehabilitación generan en la persona un sufrimiento físico y psicológico”.
Las necesidades afectadas en la persona con lesiones por quemaduras se declara como un sistema de necesidades no satisfechas que, para su solución, se despliegan estrategias de satisfacción encaminadas a solucionarla a partir de intervenciones adecuadas de enfermería, capacidades y recursos reales que garanticen su estado de salud.4
Cuando dichas capacidades y recursos disminuyen parcial o totalmente, de modo temporal o permanente, aparece una dependencia que se relaciona con tres causas de dificultad a saber: falta de fuerza, falta de conocimiento o falta de voluntad, estas deberán ser valoradas para la planificación de intervenciones de enfermería.
Es entonces cuando se puede demostrar que la forma de realizar el proceso de cuidar, guiado por un modelo de enfermería, permite obtener una mayor calidad de vida en las personas a las que se atienden, al ser capaz de brindar una organización del proceso a partir de las fases que describen la relación enfermero-paciente: orientación, identificación, explotación y resolución.5 Como base de este estudio, los autores se apoyaron en las 14 Necesidades Humanas Básicas (NHB) de Virginia Henderson.6
Las actividades que las enfermeras asistenciales realizan para cubrir las necesidades del paciente, fueron denominadas por Henderson como cuidados básicos de enfermería, que se aplican a través de un plan de cuidados de acuerdo a las necesidades específicas afectadas en las personas. El proceso de enfermería, método científico aplicado a los cuidados, permite una conceptualización o visión fundamentada de la enfermería para definir su naturaleza, al centrar el pensamiento y actuación desde un determinado marco conceptual.7
De ahí que los cuidados de enfermería para la satisfacción de NHB en personas con lesiones por quemaduras sea un proceso individualizado de atención a cada persona, a partir de una valoración que se apoya en el razonamiento clínico y que contribuye a la toma de decisiones, para facilitar la selección de los diagnósticos, resultados e intervenciones de enfermería.
Es necesario definir las dimensiones de la investigación para lograr emitir juicios de valor metodológico acerca de la satisfacción de necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras.
Dimensión cognitiva
Comprende la formación y perfeccionamiento cognitivo. Es el dominio de las técnicas de enfermería en la atención al paciente quemado para promover el aprendizaje y la eficiencia en el cuidado, lo que implica el dominio del saber.
Dimensión laboral
Tiene en cuenta el contenido técnico y profesional, la experiencia en la atención al paciente quemado, lo que implica el dominio del saber hacer.
Dimensión axiológica
Se dirige al aspecto volitivo del ser humano, que no solo se limita al profesional con dominio de su especialidad, sino también a la persona que recibe la atención de enfermería, lo que implica el dominio del saber ser.
Por ser las lesiones por quemaduras un proceso complejo, que demandan cuidados específicos, se realizó la presente investigación cuyo objetivo fue parametrizar los cuidados de enfermería para satisfacer necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras.
Métodos
Estudio descriptivo, de corte transversal en el servicio de Caumatología y Cirugía Plástica del Hospital Universitario “Dr. Miguel Enríquez” del municipio 10 de octubre, La Habana, realizado durante el año 2019. Universo: 80 enfermeras asistenciales que brindan cuidados de enfermería a la persona con quemaduras.
Se realizó una parametrización de la variable cualitativa: cuidados para satisfacer necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras, fraccionada en tres dimensiones, ocho subdimensiones y 29 indicadores.
Se aplicaron tres instrumentos empíricos: la observación científica, directa, estructurada y participante apoyada en una guía de observación dividida en ocho acápites según las subdimensiones del estudio, aplicada por los autores en tres jornadas de trabajo, durante cuatro horas, con enfoque sistémico para evaluar el desarrollo de habilidades en enfermeras asistenciales que laboran con personas con lesiones por quemaduras. Se tuvieron en cuenta funciones, métodos y modos de actuación inherentes a su cargo. La guía se clasificó en correspondencia con la escala: se observa en todo momento, se observa en casi todo momento, se observa poco, no se observa.
Se aplicó una encuesta descriptiva a partir de un cuestionario diseñado según los resultados de la observación y constituido por seis preguntas relacionadas con el modelo de Virginia Herdenson, necesidades humanas, proceso de valoración, diagnósticos de enfermería NANDA, Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC) y Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC), con opciones de respuestas abiertas y cerradas. Los autores aplicaron la encuesta a todas las enfermeras que acudieron el día designado para valorar el nivel de conocimientos sobre los cuidados de enfermería para satisfacer necesidades humanas. Su evaluación se estableció por la siguiente escala, según las respuestas emitidas: muy adecuado 95 - 100 puntos, bastante adecuado 90 - 94 puntos, adecuado 85 - 89 puntos, poco adecuado 80 - 84 puntos, inadecuado < 80 puntos.
Se realizó una entrevista en profundidad (sin guión prefijado) y grupal a los directivos del servicio, quienes fueron entrevistados por el autor principal de la investigación para identificar las principales dificultades en el quehacer cotidiano del personal de enfermería, relacionados con los cuidados. Los temas propuestos coincidieron con las subdimensiones estudiadas.
Todos los instrumentos fueron confeccionados por los autores y su validación se realizó en dos momentos. Primero, se realizó a una prueba piloto en un grupo de 30 enfermeras con iguales características de la muestra estudio para comprobar la claridad de su confección. Segundo, fueron validados por criterio de expertos a través del método Delphy; los expertos fueron seleccionados por los autores para constatar la viabilidad teórica de los instrumentos (nueve profesionales de enfermería, doctores o máster en ciencias con conocimientos, experiencias e investigaciones sobre el tema).
Se utilizó el coeficiente alfa (α) de Cronbach para medir la confiabilidad de los instrumentos aplicados. Los resultados arrojaron un valor promedio de 0,8235 para la guía de observación y 0,8069 para la encuesta, lo que permitió declarar los instrumentos como buenos.
Se realizó, además, una triangulación metodológica simultánea tipo within-method, de los instrumentos aplicados que permitió agrupar y comparar los datos obtenidos. Se combinaron los métodos cualitativos y cuantitativos bajo los principios de interpretación de resultados divergentes, así como el peso de la información de diferentes fuentes de datos.8
La información se vació en una planilla creada al efecto y se procesó a través del sistema estadístico para Windows, IBM SPSS versión 22. Se utilizaron técnicas estadísticas de distribución de frecuencia absoluta (Fa) y valor porcentual (%). La valoración de las dimensiones, subdimensión e indicadores se obtuvo por el cálculo de la media ponderada, se consideró un nivel de desarrollo alto si el índice promedio de las subdimensiones estuvo entre 3,00 - 5,00; medio si alcanzó valores entre 1,31 - 2,99 y bajo entre 0,00 - 1,30. La comparación de proporciones se realizó a través del análisis de contingencia, en los casos que no tuvieron efectos significativos se utilizaron procederes de análisis estadístico divariado mediante el estadígrafo chi-cuadrado (X2) de Pearson y la dócima de Duncan, considerándose un nivel de significación para p < 0,05.
Los autores coordinaron con los directivos de salud del servicio de Caumatología y Cirugía Plástica del Hospital de referencia para darles a conocer los propósitos de la investigación como parte del proceso dirigido a enfermeras asistenciales.
Se tuvieron en cuenta los estándares éticos y científicos para investigaciones biomédicas según los preceptos de la Declaración de Helsinki y a todas las enfermeras se les solicitó por escrito su consentimiento, informándoles sobre el objetivo del estudio, la posibilidad de salir del mismo y la utilización de los resultados obtenidos.
Resultados
En la tabla 1 se observa la parametrización de la variable, donde en la dimensión cognitiva la subdimensión comunicación es la que más se destaca con un índice ponderado de 1,49, lo que facilita la labor educativa. En la dimensión laboral, el modo de actuación es la subdimensión de mayor relevancia, con una media ponderada de 2,65, mientras en la dimensión axiológica, la subdimensiones ética y formación de valores fueron las que más se destacaron, con valores de 4,99 y 4,98 en cada caso. Este análisis evidencia que las subdimensiones con bajo nivel de desarrollo fueron: necesidades humanas, razonamiento clínico, toma de decisiones y juicio clínico.
En la tabla 2 se exponen los resultados de la guía de observación, donde se constata que las subdimensiones que se observaron en todo momento corresponden a ética (97,50 %) y formación de valores (95,00 %), mientras las subdimensiones que no se observaron equivalen a la toma de decisiones (97,50 %), juicio clínico (96,25 %), necesidades humanas (93,75 %), razonamiento clínico (80,00 %), modo de actuación (80,00 %) y comunicación (51,25 %). Nótese la relación estadística significativa entre las subdimensiones y las categorías de la guía de observación para p < 0,01.
Los resultados de la encuesta se analizan en la tabla 3; los parámetros de conocimientos evaluados en cuanto a diagnósticos NANDA (47,50 %), resultados NOC (58,75 %) e intervenciones NIC (66,25 %) fueron los que mostraron mayores deficiencias en el conocimiento inadecuado de las enfermeras asistenciales, pero a la vez, los que clasificaron como muy adecuado (18,75 %, 13,75 % y 12,50 %). Al aplicar el chi2 se evidencia alta significación estadística en el nivel de conocimientos de las enfermeras para p < 0,001.
En la entrevista a los directivos del servicio se identificaron las siguientes dificultades en el quehacer cotidiano del personal de enfermería, relacionados con los cuidados:
Falta de conductas orientadas al logro de objetivos o resolución de problemas.
Signos de malestar psicológico.
Expresión de incapacidad para afrontar la situación o para pedir ayuda.
Mala concentración.
Dificultad para tratar la información.
Signos de estrés físico.
Falta de oportunidades para prepararse en cuanto a los agentes estresantes.
A partir de la triangulación metodológica de los resultados obtenidos con los instrumentos aplicados, se identificaron los problemas siguientes:
Insuficiencias en la satisfacción de necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras para un desempeño laboral con eficiencia y cientificidad.
Escasa introducción de la metodología de cuidados propiciada por Virginia Henderson en los modos de actuación de las enfermeras asistenciales.
Pobre dominio de cómo introducir en la práctica los lenguajes enfermeros NANDA-NOC-NIC (NNN).
Desconocimiento en la gerencia de enfermería del servicio de Caumatología del Hospital Miguel Enrique de los lenguajes enfermeros NANDA-NOC-NIC (NNN), por lo que existe poca previsión de cómo evaluar sus resultados.
Poca disponibilidad de recursos humanos de enfermería en el contexto del servicio de Caumatología del Hospital Universitario “Dr. Miguel Enríquez”.
Escasa superación en los temas relacionados a la satisfacción de necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras.
Se identificaron potencialidades como:
Altos niveles de experticia del personal de enfermería que presta servicios a personas con lesiones por quemaduras.
Disposición de aplicar la interdisciplinariedad.
La disciplina, responsabilidad y valores humanos manifiestos en las enfermeras asistenciales que brindan cuidados a personas con lesiones por quemaduras.
Discusión
Los resultados expuestos en la parametrización de la variable cuidados para satisfacer necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras, evidencian que las subdimensiones: necesidades humanas, razonamiento clínico, toma de decisiones y juicio clínico estuvieron afectadas con bajo nivel de desarrollo; resultados similares fueron obtenidos por diferentes autores como Martínez y otros.9) que encontraron en su investigación bajo nivel de desarrollo en las dimensiones estudiadas, dichos autores proponen una metodología que dinamice la superación profesional para el desarrollo de las competencias específicas en profesionales de enfermería.
La variable estudiada en el presente estudio tuvo un índice promedio de 2,15 de media ponderada, catalogado como nivel medio de desarrollo, lo que corrobora el problema científico de la investigación.
Las 14 necesidades humanas de Virginia Henderson apoyaron a los autores en la creación de constructos conceptuales, definiciones y proposiciones coherentes entre sí para comprender el proceso de satisfacción de necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras. De ahí que las necesidades humanas afectadas en personas con quemaduras estén relacionadas con el primer escalón de la pirámide de Kalish (nivel de supervivencia) y vinculadas a la respiración, alimentación, nutrición e hidratación, temperatura, eliminación, integridad cutáneo-mucosa, descanso/sueño y evitación del dolor, en correspondencia con la investigación realizada por Palmeira y autores10) donde las necesidades fisiológicas fueron las que más se afectaron en sus pacientes.
Las intervenciones de enfermería son fundamentales para cumplimentar el tratamiento del paciente quemado, referido por Guerra11) en una revisión sistemática donde puntualizó las estrategias más eficaces: manejo del dolor mediante analgésicos; cuidados de la herida con desbridamiento; cuidados de la piel al usar pomadas; así como tratar las complicaciones mediante reanimación, movilización y terapia nutricional.
Las competencias de las enfermeras asistenciales para brindar cuidados a personas con lesiones por quemaduras y satisfacer así sus necesidades humanas son esenciales para el logro de los objetivos del tratamiento, dentro de las cuales se deben considerar: “el conocimiento, comprensión y el juicio, habilidades cognitivas, técnicas o psicomotoras e interpersonales y las características y actitudes personales, que permitirán el desarrollo de las actividades en el ámbito hospitalario, comunitario o combinando desde los escenarios de docencia e investigación”.12
Por otra parte, el nivel de conocimientos inadecuado en las enfermeras de la serie, relacionado con NANDA-NOC-NIC hace pensar que más allá de las habilidades técnicas, el personal de enfermería debe conocer mejor los aspectos clínicos y personales del paciente para establecer diagnósticos de enfermería y trazarse expectativas e intervenciones que respondan a las necesidades afectadas. Sería conveniente que las enfermeras asistenciales que cuidan a personas con lesiones por quemaduras dispusieran del tiempo suficiente para atender las necesidades particulares de cada paciente, reflejo de querer estar a su lado, motivado por su recuperación.13
Resultados afines hallaron autores chilenos sobre conocimientos básicos de la metodología enfermera al no superar el 50 % en ninguno de los aspectos indagados, y señalan que para mejorar el cuidado de los pacientes es indispensable el uso sistematizado del proceso de enfermería a través de la taxonomía NANDA.14
Otros estudios enfatizan que las enfermeras son responsables del juicio clínico acerca de los diagnósticos de enfermería, las características definitorias y factores relacionados, de manera que la satisfacción del paciente se mida a partir de la percepción que este tenga sobre las intervenciones de enfermería, el trato humanizado y las acciones destinadas a mejorar sus necesidades.7,15,16
La taxonomía NANDA ha contribuido a estandarizar los cuidados que se brindan a los pacientes con deterioro de la salud, estos cuidados tienen carácter intencional para cada persona, por lo tanto y desde una perspectiva antropológica y humanística, dichas acciones permiten establecer relaciones de afecto, confianza y seguridad dirigido a recuperar su salud.
Virginia Henderson, pionera en incorporar una filosofía humanista y trascendental a los cuidados de enfermería, afirmaba: “cuidar es ponerse en el lugar del otro, es ocupar la piel del otro”.17
La investigación es pertinente para la práctica y ciencia de la enfermería, porque favorece el pensamiento crítico, reflexivo e innovador en la búsqueda por optimizar los cuidados para satisfacer necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras, como parte del desarrollo de la ciencia del cuidado. Los resultados obtenidos permiten la satisfacción de necesidades humanas en pacientes quemados como proceso evaluativo sistémico, sistemático, transformador, participativo y flexible que tributa a la solución de los problemas identificados en correspondencia con las exigencias de la atención de enfermería que brindan las enfermeras asistenciales.
Una de las limitaciones del estudio fue que por el déficit de recursos humanos en el servicio de Caumatología y Cirugía Plástica del Hospital Universitario “Dr. Miguel Enríquez”, no se pudo realizar un muestreo probabilístico, y se trabajó con el universo de enfermeros asistenciales que brindan cuidados a personas con lesiones por quemaduras. Además, cada sujeto y contexto observado tiene características específicas, lo que dificulta la tendencia a la sistematización y generalización del conocimiento, derivado de la observación.
En conclusión, la parametrización realizada permitió avalar que la variable cuidados para satisfacer necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras se encuentra afectada con un nivel medio de desarrollo.
Se identificaron problemas y potencialidades que justifican el desarrollo de una intervención de enfermería para satisfacer necesidades humanas en personas con lesiones por quemaduras.