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Revista Archivo Médico de Camagüey

versión On-line ISSN 1025-0255

AMC vol.6 no.6 Camagüey nov.-dic. 2002

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Infestación humana por fasciola hepática

 

Human infestation for fasciola hepatic

 

 

Dr. Regino Rodríguez Acosta; Dr. Luis Torrado Cruz; Dr. René A. Báez Medina; Dr. Tomás Santana Téllez

Hospital Clínico Quirúrgico Docente Manuel Ascunce Domenech. Camagüey, Cuba.

 

 


RESUMEN

Se realizó un estudio transversal descriptivo para caracterizar 390 pacientes con fascioliasis hepática procedentes de Esmeralda, Camagüey, durante 1999. Los datos fueron procesados utilizando el programa estadístico Microstad. Predominaron las mujeres con el 56, 4 % de los casos, ubicadas entre los grupos de 31 a 60 años de edad. Los síntomas más frecuentes fueron fiebre, astenia, pérdida de peso y dolor en hipocondrio derecho, mientras que la hepatomegalia fue el principal signo. La eosinofilia estuvo presente en el 97, 6 % del universo; en cuanto a las complicaciones solo el 9, 5 % presentó algunas, entre las cuales la granulomatosis hepática fue la más frecuente (7, 2 %).

DeCS: FASCIOLA HEPÁTICA; FASCIOLASIS.


ABSTRACT

A descriptive cross-sectional study was carried out for characterizing 390 patients with fasciola hepatica, coming from Esmeralda, Camagüey, during 1999, data were processed using MICROSTAT statistic program. Women prevailed with 56, 4 %, located among 31 to 60 years old groups. The most frequent symptoms were fever, asthenia, weigth losing and pain in the rigth hyponchondrium, while hepatomegalia was the main sign. Eosinophilia was present in 97, 6 % of the study universe; as to complications, only 9, 5 % presented, hepathic granulomatosis was the most frequent (7, 2 %).

DeCS: FASCIOLA HEPATICA; FASCIOLASIS.


 

 

 

INTRODUCCIÓN

El primer tremátode parásito conocido fue la fasciola hepática, descubierta por Jehan de Brie en 1379, sin embargo, no es hasta 1760 que Pallas la encontró en el hombre. 1, 2 Se estima que este parásito es cosmopolita; en Cuba posiblemente exista en todas las provincias, y es más frecuente en las occidentales.1

Desde 1931 a 1944 fueron descritos más de100 enfermos esporádicos, hasta la fecha se han reportado entre las epidemias más importantes: la de San Cristóbal en 1944 con más de 50 afectados humanos, la de Pinar del Río en 1948, con más de 600 enfermos; posteriormente en Fomento, Sancti Spírítus, en 1983, con 44 enfermos1-3 y la última en 1993 en Las Palmas, Pinar del Río.

La fasciola hepática ha adquirido en los últimos años una importancia considerable, debido al crecido número de enfermos, los que pueden ser asintomáticos o mostrar cuadros graves e incluso localizaciones aberrantes.1,3,4

El diagnóstico de esta infestación en humanos es extremadamente difícil por la complejidad de sus síntomas y la multiplicidad de síndromes que es capaz de producir.

Gran utilidad tendría, pues, caracterizar a un grupo de pacientes con este parasitismo, así como identificar en ellos sus principales síntomas y signos, complicaciones y hallazgos de laboratorio en el marco de la presentación de nuevos pacientes.

 

MÉTODO

Se realizó un estudio transversal descriptivo con el objetivo de caracterizar a los pacientes con fascioliasis hepática procedentes del municipio Esmeralda, Camagüey, durante el año 1999.

El universo estuvo constituido por 390 pacientes, se excluyeron las embarazadas y aquellos que no tuvieran el estudio de laboratorio completo.

Se confeccionó un cuestionario cuyos datos se codificaron manualmente y se procesaron utilizando el programa estadístico Microstad.

Definiciones operacionales:

Eosinofilia: cuando el conteo absoluto de eosinófilos fue igual o mayor de 350 X 109 /L

Anemia: Cuando la hemoglobina fue inferior a130 g/L en los hombres y a 120 g/L en las mujeres.

Transaminasa glutámico pirúvica (TGP): elevada Cifras superiores a 12 UI.

Hiperbilirrubinemia conjugada: Cuando las cifras de bilirrubina total fueron superiores a 17 mmol/L a expensas de la directa.

Examen parasitológico de las heces fecales: fue utilizada la técnica de la copa cónica en todos los pacientes.

Inmunodiagnóstico: Se realizó tanto serológico como coprológico, empleando la técnica de ELISA.

Las complicaciones fueron corroboradas por laparoscopia, histopatología, radiografías, ultrasonografía o TAC, en dependencia de la situación clínica de cada paciente en el hospital Manuel Ascunce Domenech.

 

RESULTADOS

En la tabla 1 se distribuyen los pacientes según sexo y grupos de edades, con predominio del sexo femenino con el 56, 4 %, ubicadas fundamentalmente en los grupos de 46 a 60 años de edad con el 32, 6 % y de 31 a 45 años con el 29, 2 %, lo cual suma el 61, 8 % del universo, el que se ubicó fundamentalmente entre los 31 a 60 años.

Al analizar la frecuencia de los síntomas y signos presentes en estos enfermos (tablas 2 y 3) se apreció que se alzaron como los síntomas más frecuentes la fiebre (97, 4 %), la astenia (94, 8 %), la pérdida de peso (94, 6 %) y el dolor en hipocondrio derecho con el 88, 4 %, seguidos por las diarreas (48, 7 %) y las náuseas y los vómitos con el 48, 2 %, mientras que el principal signo encontrado fue la hepatomegalia con el 98, 4 %; la palidez cutáneo mucosa sólo se presentó en el 9, 7 % de los pacientes y las sibilancias en el 1, 8 %, el resto de los signos físicos se presentaron en el 1% o menos.

Nótese en la tabla 4 los principales hallazgos de laboratorio, entre ellos el más frecuente fue la eosinofilia con el 96, 7 %, seguido por la eritrosedimentación acelerada con el 96, 6 %. El inmunodiagnóstico sexológico se logró en el 66, 6 % de los encuestados y el hallazgo de huevos de fasciola en las heces fecales en el 63, 5 %, mientras que el inmunodiagnóstico coprológico se logró en el 46, 9 % de los infectados.

Obsérvese en la tabla 5 las principales complicaciones, las cuales sólo representaron el 9, 5 % del universo, en el cual la granulomatosis hepática fue la más frecuente con el 7, 2 %, seguida por el hematoma subcapsular del hígado con el 0, 8 %, el resto tuvo una frecuencia del 0, 5 %, o sea, la ruptura hepática espontánea, la obstrucción biliar y el derrame biliar; sin embargo, la ausencia de complicaciones fue el hecho más común (90, 5 %).

 

DISCUSIÓN

Como se expresó en los resultados, la infestación por este tremáto de predominó en personas mayores de 30 años del sexo femenino, lo que coincide con los datos ofrecidos por estudios cubanos1 que plantean que esta entidad es más frecuente en mujeres y con escaso predominio en niños; no debe olvidarse que la prevalencia en cuanto al sexo y la edad pueden estar influidos por la ocupación, así como por los hábitos alimentarios;1,4 Jean Francois7 del departamento de Medicina Tropical de la Universidad de Egipto obtuvo mayor prevalencia en los hombres, o sea, de 137 pacientes, 101 fueron del sexo masculino.

En cuanto a los síntomas, la mayoría de los enfermos están aquejados por una larga historia (semanas) de fiebre, malestar general y pérdida ponderal.1,4,8 En el parasitismo intenso el estado general acaba por afectarse y se instala la anemia; las manifestaciones cardinales de la fase aguda descritas por Robert S. Goldsmith4 son hepatomegalia dolorosa, fiebre alta y dolor abdominal en el cuadrante superior derecho; mientras que en la fase crónica latente muchas personas son asintomáticas o presentan grados variables de dolor abdominal, hepatomegalia, vómitos y diarreas; la fase obstructiva crónica produce un cuadro clínico similar al de la coledocolitiasis. Algunos autores1,4 relacionan la eosinofilia con el broncoespasmo y otros síntomas respiratorios.

Para el diagnóstico definitivo es indispensable asociar la clínica con los exámenes de laboratorio; la leucocitosis y la eosinofilia resultan uno de los hallazgos más frecuentes reportados por muchos autores1,4,8,9 los que relacionan esto último con la presencia de ciertos síntomas y daño hístico local, aparecen tanto en la fase aguda como en la fase crónica latente.4,10 Es consenso general que la presencia de los huevos en los exámenes parasitológicos de las heces es capital para el diagnóstico, aunque cabe señalar que aparecen entre los 90 a 120 días y que suelen confundirse con los huevos infectados de Ascaris Lumbricoides o de Fasciola Buski.1,4,9

En la actualidad se le confiere mucha importancia al inmunodiagnóstico con el objetivo de realizar un diagnóstico en etapas más precoces de la enfermedad para evitar lesiones hepáticas que suelen ser irreversibles ya en el momento en que aparecen los huevos en las heces fecales.1,5,12-17 Marcus Crupp4 plantea que puede presentarse anemia y alteraciones de la función hepática en muchos de estos pacientes.

Referido a las complicaciones, cuya escasa prevalencia contribuye a que sean insuficientemente descritas, se producen fundamentalmente, según Robbins y otros autores2,10,17 durante la fase migratoria precoz de la fascioliasis, en la que se encuentra hepatomegalia con presencia de trayectos hemorrágicos necróticos producidos por el gusano y que se observan con mayor frecuencia en las zonas subcapsulares del hígado, dando lugar, en ocasiones, a la hemorragia peritoneal; estas lesiones aparecen repletas de eosinófilos y de otras células inflamatorias, aunque en última instancia cicatrizan y dejan únicamente pequeñas zonas de fibrosis.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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14. Claxton JR, Zambrano H, Ortiz P, Delgado E. Strategic control of fasciolasis in the inter -Andean Valley of Cajamarca. Perú Vit Rec. 1998;143(2):42-5.

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Recibido: 3 de marzo de 2002
Aprobado: 12 de junio de 2002

 

 

Dr Regino Rodríguez Acosta. Especialista de II Grado. Hospital Clínico Quirúrgico Docente Manuel Ascunce Domenech. Camagüey, Cuba.

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