Introducción
Las fracturas del platillo tibial representan el 1 % de todas las fracturas, del 55 % al 70 % se localizan en el lateral según plantean Egol et al. 1
La fractura de Segond ocurre en el margen lateral del platillo tibial externo y es provocada por la avulsión del ligamento anterolateral de la rodilla. Esta lesión fue reportada por primera vez en el año 1879 por Paul Segond según Cavaignac et al., 2) quienes además describieron el ligamento como una banda fibrosa, resistente y nacarada. 3,4
El tema fue sacado a luz de nuevo en el año 1936 por Milch que consultó el artículo publicado por Segond, pero no es hasta el año 1979 exactamente 100 años después que Woods et al., 5 relacionó esta fractura con la inestabilidad rotacional de la rodilla.
Esta afección traumática se asocia entre un 75 % a 100 % con lesiones del ligamento cruzado anterior. Por otra parte, se asocia entre un 66 % a 75 % a lesiones de menisco, de la cápsula posterolateral y otras fracturas avulsivas de la rodilla. Debido a esta alta incidencia de lesiones asociadas en especial del cruzado anterior, la presencia de esta fractura es considerada un signo indirecto de inestabilidad rotacional. 6,7,8
Para el diagnóstico de esta enfermedad se disponen de pruebas clínicas de inestabilidad de la articulación de la rodilla y exámenes imagenológicos como la radiografía simple, el ultrasonido de alta definición, la tomografía axial computarizada y la imagen de resonancia magnética. 9,10,11
Debido a la importancia y escasa información disponible sobre esta temática en la literatura nacional se realizó una revisión con el objetivo rector de brindar información actualizada sobre esta afección traumática.
Métodos
La búsqueda y el análisis de la información se realizó en un periodo de 30 días (del primero al 30 de enero de 2021) y se emplearon las siguientes palabras del idioma ingles: tibial plateau fractures, Segond fractures, avulsion fracture, anterolateral ligament a partir de la información obtenida se realizó una revisión bibliográfica de un total de 312 artículos publicados en las bases de datos PubMed, Hinari, SciELO y Medline mediante el gestor de búsqueda y administrador de referencias EndNote, de ellos se utilizaron 32 citas seleccionadas para realizar la revisión, 29 de los últimos cinco años. Las palabras seleccionadas para la búsqueda fueron tomadas de MeSH (Medical Subject Headings).
Se consideraron estudios en pacientes con fractura del platillo tibial lateral en especial la lesión de Segond. Los tipos de artículos seleccionados fueron: de revisión, originales, presentaciones de casos clínicos y un libro. Se excluyeron investigaciones relacionadas con estudios en animales y la artroplastia parcial de la rodilla.
Desarrollo
La estructura anatómica responsable de la fractura descrita por Segond es el ligamento anterolateral de la rodilla, 12 el cual según Gómez et al., 13 ha recibido varios nombres como banda fibrosa persistente, ligamento capsular mediolateral, ligamento capsular del tercio medio y capa capsulo-ósea de la banda iliotibial (Figura 1).
El termino de ligamento anterolateral fue descrito por primera vez en el año 2007 por Viera et al. 14) La frecuencia del ligamento anterolateral en especímenes cadavéricos es del 83 % al 100 %. Existe controversia en cuanto al origen extrarticular o intrarticular del mismo. 14,15
Existen tres posibles sitios de origen del ligamento anterolateral, el epicóndilo femoral, proximal y posterior, además de anterior y distal a este. A nivel de la tibia, está localizado en la meseta tibial externa en un punto medio entre el tubérculo de Gerdy y la cabeza del peroné, se entrecruza con las fibras posteriores de la banda iliotibial y el ligamento meniscotibial. 15,16,17
El ligamento anterolateral desempeña un importante papel en el control rotacional de la rodilla desde el punto de vista biomecánico. En la actualidad existe controversia en cuanto a la posición para su mayor tensión; si en flexión o extensión de la articulación. En la parte lateral se encuentran otros ligamentos como el colateral lateral y poplíteo peroneo (Figura 2). 18,19,20
Desde el punto de vista biomecánico durante la rotación interna el cóndilo femoral medial avanza en el platillo tibial del mismo lado y el cóndilo lateral retrocede, con la rotación externa ocurre lo contrario. El recorrido que dibuja el cóndilo lateral es dos veces mayor que el medial debido a la forma de la superficie articular de la tibia del mismo lado que es cóncava. Por su parte, la superficie tibial lateral es cóncava en el plano transversal y convexo en el sagital. 19,20
Las fuerzas causantes responsables de la fractura de Segond son la rotación interna y el varo, lo contrario de las que provocan la lesión del ligamento cruzado anterior que son en valgo forzado. 21,22
El cuadro clínico de esta enfermedad se presenta como un resalte de la rodilla después de un mecanismo de torsión seguido de inflamación, dolor y pérdida de la movilidad articular. Debido a la gran asociación de rotura del ligamento cruzado anterior las pruebas de inestabilidad resultan positivas como las de Lachman, cajón anterior, valgo y varo forzados; y las de pivote, sin embargo, estas no son patognomónicas de la fractura de Segond. 23,24
Los exámenes imagenológicos más empleados son la radiografía simple que muestra la lesión como un fragmento óseo curvilíneo menor de 15 milímetros, vertical y paralelo a la cara lateral de la meseta tibial, asociado a un defecto óseo de la zona donante de la tibia. La fractura es mejor observada en la vista anteroposterior o de túnel intercondíleo. La presencia de la fractura por sí misma es considerada como un signo patognomónico de rotura del ligamento cruzado anterior. 25,26,27
En caso de sospechar una lesión asociada del ligamento cruzado anterior, mediante la radiografía simple se realiza la medición de la profundidad del surco intercondíleo, que al compararla con la rodilla contralateral sí es mayor a dos milímetros evidencia una lesión de este ligamento con una especificidad y valor predictivo del 100 %. 25,27
La imagen de resonancia magnética ofrece una lectura precisa de la afección, así como de las lesiones asociadas como la rotura del ligamento cruzado anterior, colateral medial, esquina posterolateral, desgarro de los meniscos, contusión ósea y lesión del tendón poplíteo. (28,29
El ultrasonido de alta resolución resulta útil en el diagnóstico de esta enfermedad, así como de las roturas en las esquinas capsulares y de los meniscos. Además permite un estudio dinámico de la articulación. 28,30
La tomografía axial computarizada no es indicada de manera rutinaria para confirmar esta fractura y no aporta muchos más elementos que la radiografía simple en esta afección traumática. 17,31
Existen lesiones que ocurren muy cerca de la zona de la fractura de Segond y también son generadas por mecanismos de avulsión, estas afecciones deben ser consideradas en el diagnóstico diferencial: 29,30
- Fractura por avulsión de la punta del peroné: también conocida como el signo arcuato por la inserción de este ligamento. En esta zona también se insertan el ligamento colateral lateral y el tendón del bíceps femoral. El fragmento óseo está orientado más horizontal, elemento este que ayuda al diagnóstico diferencial.
- Fractura avulsiva del tubérculo de Gerdy: es el sitio de inserción de la banda iliotibial, por ende se localizan más anterior a la fractura de Segond y su presencia sugiere rotura del ligamento colateral lateral.
En contraposición la fractura de Segond en reversa se localiza en el cóndilo tibial medial causada por un mecanismo de avulsión de la porción más profunda del ligamento colateral del mismo lado y también se asocia a otras afecciones traumáticas de la rodilla como rotura del ligamento cruzado anterior, posterior, fracturas del platillo tibial y desgarro de los meniscos. 8
El tratamiento inicial de la fractura de Segond consiste en medidas generales como el uso de compresas de hielo, reposo, elevación de la extremidad, analgésicos y antinflamatorios no esteroideos. En ocasiones es necesario emplear rodilleras y soportes de apoyo como bastones o muletas. 30,31
Las indicaciones quirúrgicas responden más a las lesiones asociadas que a la propia fractura de Segond, no existen evidencias de la necesidad de osteosíntesis para su tratamiento. 22,23
Con relación las modalidades de tratamiento quirúrgico de la fractura de Segond sin considerar las lesiones asociadas que le acompañan, puede ser mediante reparación por sutura directa, reinserción del ligamento con anclas o fijación mediante tornillos. La reconstrucción se realiza mediante técnicas de refuerzo extrarticular con diferentes tipos de injertos como fascia lata, tendones de la pata de ganso, aloinjertos e injertos sintéticos. La reparación o reconstrucción del ligamento anterolateral se relaciona con la disminución de la inestabilidad rotacional residual que es detectada mediante la prueba de pivote, además de la disminución de la incidencia de las re-intervenciones por fallos de los injertos y las complicaciones. 17,19
El pronóstico de la fractura de Segond por sí misma es bueno, no existe superioridad en los resultados con la fijación y su presencia no indica la necesidad de la cirugía de revisión del ligamento cruzado anterior. 31,32
Las complicaciones más frecuentes son el dolor y la limitación del movimiento articular, la realización de la cirugía de reconstrucción del ligamento cruzado anterior aumenta los resultados desfavorables. 30
Conclusiones
La fractura de Segond traduce la presencia de inestabilidad tibiofemoral rotacional por lesión del ligamento cruzado anterior y las estructuras capsulares laterales. El diagnóstico de esta enfermedad es en lo fundamental imagenológico y el tratamiento quirúrgico está basado en técnicas de reparación o reconstrucción.