Introducción
Las enfermedades emergentes, reemergentes y nuevas (EERN) resultan un serio problema de salud dado el alto índice de morbimortalidad que se reportan en el mundo, en particular en los países donde están íntimamente asociadas con la pobre base económica y los elementos superestructurales disfuncionales como: los niveles de educación, higiene, desarrollo en ciencia y tecnología en función de la sociedad1, acceso a los servicios de salud2 y voluntad política de los Estados.3
Muchas de estas enfermedades son enemigas antiguas y muy conocidas que han cambiado en su patogénesis o distribución4, obstaculizando en ocasiones sus estudios, los que deben ser dinámicos y proactivos.
Existe una marcada tendencia en la literatura occidental a presentar los factores vinculados con el individuo y su conducta como básicos en la determinación de la salud del hombre.5 La sociedad en general ejerce su influencia sobre el individuo mediante los ecosistemas físicos, biológicos y sociales. Sin desconocer la existencia de determinantes biológicos, tanto a nivel ambiental como de índole personal en el proceso salud-enfermedad, de lo que se trata es de articular lo biológico en un contexto social, pues las determinantes sociales pueden desencadenar, mediatizar y transformar los procesos biológicos.6
Al entrevistar a profesionales agrícolas, funcionarios, campesinos y pobladores de comunidades en El Salvador, Manuel Tames, Niceto Pérez, Imías, San Antonio del Sur y Guantánamo se obtuvo como resultado que poseen una vaga noción del peligro que representa el deterioro de los ecosistemas para la emergencia y reemergencia de enfermedades, así como la inexistencia de estrategias articuladas en el manejo sostenible y saludable de los agroecosistemas.
En este sentido los autores corroboraron la necesidad del enfoque ecodesarrollador en los proyectos agrícolas7, con perfiles científicamente definidos de desarrollo local saludable y sustentable8 con la participación conscientemente comprometida de los actores locales en las comunidades urbanas y rurales.9
Vivimos en un mundo en el que las infecciones cruzan con facilidad las fronteras sociales o geográficas. Los que tienen mayor riesgo de contagiarse con las EIE por lo general no poseen la ventaja de un conocimiento científico avanzado.
La década pasada ha sido la más azarosa en la larga historia de las enfermedades infecciosas. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud alertó en el año 2000: “Ahora, al alba de un nuevo milenio, la humanidad se enfrenta con otra crisis, enfermedades anteriormente curables como la gonorrea y la fiebre tifoidea se han convertido rápidamente en infecciones difíciles de tratar, mientras antiguos asesinos como la tuberculosis y la malaria se han apoderado de una armadura cada vez más impenetrable, la resistencia a los antimicrobianos”.10) El Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kouri” califica el incremento de poblaciones inmunodeprimidas y a la emergencia de la resistencia a los medicamentos11) como los factores que facilitan el resurgimiento de la tuberculosis.
Desde la perspectiva del enfoque de ecosistema de la salud humana, se puede lograr un paradigma científico12 que permita el manejo de los aspectos medioambientales asociados a la salud humana, situando a los individuos en el marco de un finito ecosistema físico, biológico y socio-económico13 con el propósito de examinar los efectos que generan en la salud de las personas como parte activa de la dinámica de su ecología social14, de forma tal que se integren en el análisis epidemiológico15 de la población.
Este trabajo tiene como objetivo valorar los fundamentos teóricos de los factores que han contribuido a que las enfermedades emergentes, reemergentes y nuevas sean una importante causa de morbimortalidad de manera que resulte una valiosa base orientadora para que la medicina general integral (MGI), con la voluntad política y científica del país, pueda prevenir o mitigar sus consecuencias en las comunidades.
Método
Se utiliza el Proyecto Institucional “Evaluación del impacto de la metodología para el desarrollo del capital intelectual en los servicios de salud” que se desarrolla en la Universidad médica desde el año 2016. Para esta investigación se tomaron en consideración los criterios de la investigación cualitativa en una concepción sistémica intencionada a ofrecer respuesta teórico-práctica a la problemática investigada. La sinergia del paradigma investigativo con los criterios de investigación permitió integrar el sistema de métodos de investigación científica que se aplicaron en los niveles empíricos, teóricos y estadísticos matemáticos. Las acciones investigativas se desarrollaron entre enero 2016 y febrero de 2017 en áreas de salud de la provincia con la participación de 8 investigadores y 30 colaboradores del Proyecto.
Resultados
Se obtiene un sistema de acciones de la MGI para enfrentar la reemergencia de las enfermedades comunitarias con una concepción sobre la necesidad de su perfeccionamiento acorde con nuestras condiciones, que favorece la eficacia en la lucha contra las enfermedades y por una elevada calidad de vida en nuestra población, todo ello respondiendo a las demandas que la construcción de un modelo de socialismo próspero y sostenible le plantea a la MGI cubana.
Primer resultado obtenido: científico
Se obtienen nuevos conocimientos acerca de la reemergencia de enfermedades como un problema de salud que incide en la vida nacional con serias repercusiones en la calidad de vida de la población identificándose los principales problemas en: - pobreza cultural acerca de la relación entre el deterioro en los ecosistemas y la remergencia de enfermedades. Insuficientes acciones de educación en este sentido por parte de actores sociopolíticos claves de la comunidad. Alto costo socioeconómico: sobre presión a las instituciones y al sistema de salud, daños síquicos, emocionales, y otros. Débiles acciones en el empoderamiento de los actores claves en el trabajo de prevención de causas y mitigación de las consecuencias de este problema de salud. Se incrementa la morbilidad y letalidad por enfermedades reemergentes. Daños aun no percibidos al medioambiente. Marcada ausencia de acciones para desarrollar capacitación eficiente de la población en lucha contra la remergencia de enfermedades-La inexistencia de liderazgo reconocido en los profesionales de la MGI genera insatisfacciones en la población.
Segundo resultado obtenido: tecnológico
Se conformó un sistema de acciones para el fortalecimiento de la labor educativa salubrista de la MGI en la comunidad centrado en un sistema de cursos de capacitación y acciones de entrenamiento apoyado en las TICs, que sirve como paquete tecnológico para la intervención de profesionales de la MGI en la solución de esta problemática, que se convierten en facilitadores comunitarios de la participación ciudadana. La intervención educativa solo es fiable si se logra como resultado de estrategias y acciones concretas desde el contexto universitario a las áreas de salud.
Tercer resultado obtenido: Sistema de acciones propuesto
Reforzar la preparación científico cultural de especialistas de MGI y población en general para la lucha contra la remergencia. Desplegar acciones educativas medioambientales de forma continuada con profesionales y comunidad. Promover la participación ciudadana a la eficacia de las políticas públicas en la salud. Monitorear rigurosamente la participación de los jóvenes universitarios de la salud en esta tarea.
Desarrollar una perspectiva crítica en la educación antimicrobiana de la población. Ejecutar estudios científicos sociales de las familias para una concepción social salubrista. Exigir la ejecución de las inversiones necesarias para lograr sistemas eficientes de educación antimicrobiana en las comunidades.
Cuarto resultado obtenido: social
Se avanza en la fundamentación científica de la labor del especialista de MGI en educación sanitaria de la población con efectivas transformaciones en sus representaciones sociales, los estereotipos, las opiniones y el clima político-moral con respecto a la necesidad de su eficaz implementación en el país, operándose cambios en los puntos de vista teóricos, axiológicos y actitudinales sostenidos por los capacitados con la aplicación del resultado.
Discusión
Algunos autores sostienen que médicos clínicos, microbiólogos y profesionales de la salud pública deben trabajar juntos para prevenir y detectar las enfermedades emergentes rápidamente. Sin embargo, la experiencia con los recientes brotes de epidemias de dengue y cólera en nuestra región sugiere que otras voces y perspectivas (ecologistas, agrónomos, bioeticistas, sociólogos.) pueden aportar, desde el prisma de sus ciencias, soluciones integradoras para el manejo de los ecosistemas orientado a la prevención y control de la emergencia y reemergencia de enfermedades, y para articular un proyecto ecodesarrollador sostenible y saludable.
¿Quiénes son los más indicados para liderar la lucha contra este flagelo de la sociedad? Los profesionales de la MGI son los más indicados para hacer esta labor educativa sanitaria dado el amplio margen de acción que poseen en la atención primaria y ser un médico en la comunidad que se preocupa por la higiene del medio en que vive la población, su desarrollo y salud. También los profesionales de la Enfermería pueden brindar una orientación científica adecuada a la población.
Las instituciones implicadas con la atención a las familias pueden incluir la propuesta dentro de las líneas del sistema de trabajo preventivo de la MGI, de manera que se profundice en las causas y condiciones que propician estas reemergencias, así como en las alternativas de educación como una vía fundamental para la lucha contra este flagelo
En el centro de la discusión sobre el desarrollo sostenible se encuentra el ser humano, por lo que, desde la perspectiva educacional, el objetivo debe ir más allá de la sola educación y proponerse desarrollar modos de actuación competentes sociohumanistas en los profesionales de salud y los ciudadanos a escala de personas y organizaciones.
La investigación pretende diseñar y ejecutar acciones para la solución a los problemas evaluados con una concepción inter, multi y transdisciplinar en la educación sanitaria que pueda contribuir a la solución de los problemas identificados en los diversos contextos.
Conclusiones
La evaluación científica revela que el manejo de los ecosistemas y las inequidades socioculturales en las comunidades poblacionales son parte importante del entorno de la emergencia de enfermedades. Los brotes epidemiológicos recientes en nuestra provincia enseñan que nuestro enfoque debe ser dinámico, sistemático, y crítico, por lo que especialistas de MGI y otros profesionales de la salud pública en general junto con ecologistas, agrónomos, bioeticistas, sociólogos, deben trabajar utilizando eficazmente el sistema de acciones que se propone integrándolo en un proyecto ecodesarrollador sostenible y saludable que promuevan esfuerzos eficaces en la lucha contra las enfermedades emergentes y reemergentes.