Introducción
La actividad física es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que tiene como resultado un gasto energético el cual se añade al metabolismo basal.1,2) La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2010 elaboró las recomendaciones de actividad física para las personas de diferentes grupos de edades, así como también para las que padecen de enfermedades no transmisibles (ENT).3) Las recomendaciones para las personas con ENT, y en especial para las que tienen diabetes mellitus (DM), sugieren la práctica de ejercicios físicos aerobios durante 30 minutos al día como mínimo, por 5 o más días a la semana; o realizarlos por períodos cortos, usando el patrón de duración antes descrito, con una intensidad moderada.2,3,4,5
En los últimos años, se diseñó un protocolo estandarizado para realizar la vigilancia global de la actividad física en las personas con ENT. Se creó para dar respuesta a las exigencias de los sistemas de salud ante el incremento de la inactividad física a nivel poblacional. Este protocolo, incluye técnicas como: los cuestionarios,6,7) los sensores de movimientos8,9,10,11,12,13,14,15 y los monitores de actividad física.16) Estos últimos han ganado recientemente una creciente popularidad en este campo.17) De todos los anteriores, son los cuestionarios los más conocidos y usados en los estudios epidemiológicos, por ser más económicos y de fácil aplicación. Sin embargo, estos tienen como limitación, que son los menos precisos entre los mencionados, porque sobreestiman el gasto energético.6,7,18)
Dada la connotación que tiene la actividad física en los programas de salud encaminados a disminuir la morbilidad y mortalidad actual por DM y obesidad, se hace imprescindible disponer de una técnica costo-efectiva, como son los cuestionarios. Se hace necesario que, a pesar de sus limitaciones, determinen la prevalencia de estas enfermedades en las poblaciones, pero a la vez puedan registrar las principales dimensiones de la actividad física (la frecuencia, la duración y la intensidad), así como las modificaciones de éstas en el tiempo.19,20
Para realizar la vigilancia de la actividad física a nivel de país, se sugiere que los cuestionarios que se usen sean los recomendados por la OMS para tal fin y que previamente se validen en un grupo reducido de personas de la población en que se vaya a usar. La validación consistirá en identificar un grado de correlación aceptable entre los resultados referente a la actividad física acumulada de los sujetos en una semana, y los dos instrumentos.3,21) Los cuestionarios recomendados en la vigilancia de la actividad física son, el cuestionario mundial de actividad física (GPAQ)22 y el cuestionario internacional de actividad física (IPAQ).9 Existen otros cuestionarios que se recomiendan principalmente en la atención primaria de salud, porque se aplican en un tiempo muy corto.23,24) La creciente demanda de estas técnicas por parte de los investigadores, ha dejado en desuso otras, tales como: el cumplimiento del estándar de actividad física recomendado por la OMS para población en general, (150 minutos a la semana).25) A juicio de estos autores, esta medición es errónea porque no tiene en cuenta la individualidad como componente básico de la estandarización de estos instrumentos.
Todos los estudios epidemiológicos que se han hecho en la región de América Latina continental, han utilizado los cuestionarios para medir la actividad física en las personas con DM u obesidad; pero los instrumentos utilizados no fueron validados previamente.26,27,28,29,30) Dos investigaciones se hicieron en población hospitalaria, donde gran parte de los individuos evaluados tienen cierto grado de inactividad física.26,29)
Hasta donde los autores han podido indagar, Cuba registra una tendencia similar a lo referido con anterioridad. En el país se han realizaron dos investigaciones sobre el tema, en las cuales se han usado cuestionarios. En una de ellas, al instrumento se le realizó una adaptación lingüística.24,31) Por lo tanto, se hace necesario hacer estudios en el futuro donde se realice una validación de estos instrumentos en la población cubana.
De esta forma, los autores se propusieron identificar los cuestionarios como una opción factible en Cuba para medir el nivel de actividad física en estudios epidemiológicos en personas con diabetes mellitus y obesidad, basado en las nuevas evidencias empíricas sobre el tema a nivel global.
Métodos
La búsqueda se efectuó a través de PubMed, Cochrane, LILIACS y SciELO. Por este motivo, se decide hacer una revisión integrativa en la búsqueda de artículos actualizados que detallen sobre cuáles son las técnicas recomendadas por la OMS que se han utilizado para medir la actividad física en personas con diabetes mellitus u obesidad a nivel poblacional. Se expusieron las características de cada una, sus similitudes y diferencias, así como también se identificó en ellas, las ventajas y desventajas para usarlas como instrumento estandarizado en grandes grupos poblacionales. Un análisis similar se realizó con las técnicas usadas en investigaciones hechas en Cuba.
Criterios de inclusión:
Artículos publicados en el período 2013-2020
Artículos que incluyen las técnicas para medir la actividad física
Muestra conformada por personas mayores de 18 años
Artículos relacionados con la medición de la actividad física en personas con diabetes mellitus y obesidad
Artículos en los idiomas español e inglés
Artículos completos disponibles
Artículos de revistas y libros electrónicos
Las palabras utilizadas en la búsqueda en idioma español fueron: actividad física, inactividad física, técnicas de medición, enfermedades no transmisibles, diabetes mellitus y obesidad. Sus traducciones en idioma inglés: physical activity, physical inactivity, measurement techniques, non-communicable diseases, diabetes mellitus and obesity.
En la producción científica analizada se mantuvieron y se respetaron las ideas y criterios de los autores de los artículos revisados. El diagrama de flujo del estudio se utilizó para ilustrar el proceso de búsqueda, evaluación y selección de los artículos para su inclusión en la revisión. La figura muestra el proceso de selección de los artículos que fueron seleccionados e influyeron en el resultado final de la revisión.
Desarrollo
En el proceso de selección de los estudios que contribuyeron al resultado final, los revisores evaluaron los títulos y los resúmenes de los registros recuperados de la búsqueda. Los 61 artículos revisados y evaluados, se encontraron en las siguientes bases de datos: PubMed (34), SciELO (13), (10) y LILIACS (4).
Análisis, síntesis e integración de los resultados de la búsqueda
Las técnicas que miden la actividad física se agrupan en dos tipos de métodos: objetivos y subjetivos. Los métodos objetivos cuantifican elementos como: el gasto energético por actividad física (GEAF) y los movimientos corporales. Las técnicas que miden el GEAF son más precisas, en comparación con los sensores de movimiento (acelerómetros y podómetros). Los métodos subjetivos lo componen los cuestionarios y las encuestas.32
Criterios de los autores
Roldan y otros,33) describieron las peculiaridades que debe tener el prototipo de técnica estandarizada que mida la actividad física con una calidad aceptable en los estudios epidemiológicos sobre ENT. Debe ser objetiva, precisa, práctica, costo-efectiva, robusta, eficiente en cuanto al tiempo, socialmente aceptable, que haga un seguimiento continuo y detallado de las distintas dimensiones que integran la actividad física y que se aplique a un número elevado de personas. Ara y otros,17) proponen la combinación de las técnicas pertenecientes a los métodos objetivos y subjetivos, para lograr una medición de la actividad física lo más certera posible que implique tanto dispositivos electrónicos como los registros basados en cuestionarios.34,35,36,37,38,39,40,41,42) Colbert y Schoeller,16) plantean que la técnica que debe usarse, debe ser objetiva y que no tengan las limitaciones que presentan los instrumentos que habitualmente se usan para hacer esa actividad, como es el caso de los cuestionarios y los acelerómetros.
Enfatizan en la utilización de dispositivos tecnológicos novedosos para tal fin, como lo son, los monitores de actividad física y los acelerómetros con Sistema de Posicionamiento Global (GPS). Los primeros, pueden medir con exactitud las actividades que no puede capturar con precisión un acelerómetro. Tal es el caso de: el ciclismo, los ejercicios que se hacen con la parte superior del cuerpo, las actividades acuáticas y los ejercicios de resistencia muscular, entre otros. Los acelerómetros con GPS incluido, son más exactos en determinar la actividad física, porque registran con precisión la dimensión y la duración. De manera similar a lo que ocurre en otros métodos objetivos, estos dispositivos pueden presentar errores de medición proveniente del modo de calibración que se haya usado, así como también, de las ecuaciones que se utilizaron para definir y clasificar la actividad física.43
Los autores del presente estudio, coinciden con Gardiner y otros,44 al afirmar que los cuestionarios van a continuar siendo herramientas necesarias para medir la actividad física y que las limitaciones que estos presentan se pueden minimizar si los entrevistadores se centran en indagar con exactitud la información concerniente a las actividades físicas cotidianas que realicen los sujetos que evalúen. Para Prince y otros,45) el grado de incapacidad que tienen los cuestionarios para medir adecuadamente la actividad física moderada resulta una limitación importante que se debe tener en cuenta para elegirlos entre otros instrumentos, más aún si esa intensidad es la más prevalente en la población.20) A la vez, las recomendaciones actuales de actividad física se basan en la realización de las mismas a este grado de intensidad.46)
Otros autores,17,47,48) atribuyen a la intensidad con que se realice la actividad física, un papel importante en la exactitud del recuerdo de la actividad física. Con una precisión razonable para la actividad vigorosa, pero no para las actividades menos intensas. Basado en el criterio anterior, los autores consideran que es el sesgo de memoria, un elemento clave en el auto-reporte de la actividad física, para lo cual sugerimos que estas mediciones se realicen en personas que no tengan un grado notorio de envejecimiento y por ende, que puedan tener alteraciones cognitivas.
Dos investigaciones sobre el tema, realizadas por el Instituto de Endocrinología de Cuba en personas con DM y obesidad, determinaron que la edad y el estado nutricional del individuo, son dos variables fundamentales a tener en cuenta en los estudios en que se mida la actividad física a través de cuestionarios. El ser obeso o adulto mayor, son características de los individuos que se correlacionan inversamente con la actividad física acumulada que ellos mismos realizan en una semana. Por ende, el alto nivel de inactividad física o de envejecimiento que tengan, los hace recordar más fácil cuando realizan una actividad que requiera un mayor esfuerzo.24,31
En comparación con los métodos objetivos, como los sensores de movimientos, son los cuestionarios elaborados por la OMS, el IPAQ y el GPAQ los que se adecuan a recoger la información que es compatible con las recomendaciones de salud pública para la actividad física. Esta información se recoge en minutos proveniente de la duración de las actividades que se realizan en la semana.49,50) Steene y otros,47) coinciden con lo anterior, pero añaden que, la versión corta del IPAQ, entre otros cuestionarios, no debe utilizarse como instrumento estandarizado para vigilar la actividad física en estudios de cohorte en grandes muestras poblacionales. En este estudio antes mencionado, los resultados mostraron una buena especificidad al evaluar la capacidad de identificar participantes que cumplen con las recomendaciones de actividad física (del 77,8 % al 95,6 %), y valores de sensibilidad bajos e intermedios (del 4,2 % al 40,0 %), para clasificar correctamente a las personas inactivas. La concordancia entre la técnica objetiva usada de referencia y el cuestionario, fue baja.
Al realizar un análisis integral de las condiciones en que se realizaron las cinco investigaciones publicadas en Latinoamérica26-30 donde se usaron cuestionarios estandarizados para medir la actividad física en personas con DM y obesidad, se obtuvieron importantes observaciones. El cuestionario más utilizado fue la adaptación al español de la versión corta del cuestionario IPAQ, seguido de la versión larga. En ningún estudio se utilizó una versión validada en esa población, con sensores de movimientos.15,51) Las muestras de pacientes que se utilizaron fueron, pacientes con DM u obesidad que asistían a una consulta especializada en un centro hospitalario, o estaban ingresados en sala de hospitalización. El resto fue conformado por pacientes de la comunidad.
Este análisis es sumamente valioso porque permite identificar posibles sesgos que pueden existir en el diseño de estos estudios, con vistas a no repetirlos en futuras investigaciones. La realización de estos estudios en lugares donde abunde más este diagnóstico, en este caso la DM y la obesidad, conlleva a que exista un sesgo de selección importante, dado que se seleccionarán aquellos pacientes que sean más evidentes y por tanto, serán los que tengan posibles discapacidades que los haga realizan sin dificultad las actividades físicas.26-30)
Es meritorio señalar que el cuestionario GPAQ es el instrumento recomendado por la OMS-OPS en América Latina, para realizar las mediciones. Sin embargo, es el IPAQ el que ha tenido una mejor aceptación entre los investigadores, por ser este último, más preciso en la información que recoge y ajustable a las recomendaciones de actividad física para las personas con DM. Por tales motivos, se justifica que haya sido el único que se usó en estos estudios.22,52,53,54,55,56,57,58,59,60,61
Es necesario mencionar que existen otros cuestionarios breves para medir la actividad física que no han sido utilizados como instrumentos estandarizados en los sistemas de vigilancia epidemiológica, pero se ha extendido su uso en la atención primaria de salud por que tienen un tiempo de aplicación más corto que el IPAQ y el GPAQ. Estos cuestionarios abreviados de evaluación de la actividad física son el BPAAT,24 y el cuestionario general de práctica de la actividad física, GPPAQ.62)
Pudiéramos concluir afirmando que, los cuestionarios validados por sensores de movimiento: IPAQ y BPAAT son una opción factible que debe ser utilizada en Cuba para medir el nivel de actividad física en estudios epidemiológicos en personas con diabetes mellitus y obesidad.