INTRODUCCIÓN
La glándula hipófisis es la principal reguladora de la homeostasis endócrina mediante la secreción de hormonas tróficas. Regula el crecimiento, metabolismo, reproducción, lactancia y la respuesta al estrés. Entre las hormonas secretadas por esta glándula se encuentran la tirotrofina (TSH), adrenocorticotrofina (ACTH), somatotrofina (GH), prolactina (PRL), foliculoestimulante (FSH) y luteinizante (LH).1
El término tumor hipofisario agrupa a una serie de enfermedades misceláneas y se corresponde con lesiones tumorales primarias del parénquima hipofisario. Son expansiones clonales de células de la adenohipófisis que pueden originar una amplia variedad de síndromes clínicos. Estas lesiones son tumores intracraneales decrecimiento lento. Generalmente no metastatizan, por lo tanto, se los conoce como "adenomas", sin embargo, un pequeño porcentaje puede mostrar un comportamiento clínicamente agresivo y diseminarse localmente y/o a distancia como verdaderas neoplasias malignas.2
La fisiopatología de este tipo de tumores es compleja y varía entre los diferentes tipos. Estas neoplasias la expansión clonal de células adenohipofisarias, mediante la participación de eventos genéticos y epigenéticos, estimulación hormonal, sobreproducción de factores de crecimiento, desregulación de ARN y participación de células madres, que promoverían el desarrollo y crecimiento tumoral.3
En 2017 se publicó la cuarta edición de la clasificación de tumores de los órganos endocrinos de la Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de servir de referencia para todos los especialistas implicados en su diagnóstico y tratamiento.4 Se clasifican estos tumores de acuerdo con el perfil hormonal hipofisiario y los factores de transcripción que expresan. Esta clasificación facilita una aproximación diagnóstica y terapéutica personalizada; permite, además, identificar variantes homólogas silentes de los distintos subtipos funcionantes y reducir de forma significativa el porcentaje de tumores verdaderamente nulos.5,6
Los adenomas hipofisiarios representan cerca del 10 % de los tumores intracraneales diagnosticados y más del 25 % de los que son intervenidos quirúrgicamente. Los pacientes con estos tumores acuden a la consulta por síntomas de exceso o déficit hormonal, o manifestaciones neurológicas (trastornos visuales y cefalea) que son consecuencia del efecto del tumor sobre los tejidos cerebrales.7
La incidencia de esta entidad es poco precisa, se puede considerar subdiagnosticado. Sin embargo, en los últimos años se ha registrado un aumento progresivo de su incidencia, justificada por un aumento de mayor experiencia en el reconocimiento neurorradiológico experto y por el desarrollo de técnicas de imagen más sensible.8,9
Un estudio realizado en el Hospital Vargas de Caracas, encontró que entre 1985 y 2019 en el servicio de Endocrinología se identificaron 102 pacientes con diagnóstico de tumor hipofisiario.7 En Cuba son escasas las investigaciones sobre esta entidad, lo cual muestra la necesidad de investigaciones sobre la temática.
La presente investigación tuvo como objetivo caracterizar a los pacientes con tumores de hipófisis atendidos en el Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” entre 2017 y 2019
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, longitudinal y prospectivo de los pacientes con diagnóstico de tumores hipofisarios atendidos en la consulta externa de Enfermedades Hipofisarias y el Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”, entre 2017 y 2019.
El universo estuvo conformado por los 286 pacientes con tumores hipofisarios funcionantes o no. La muestra estuvo conformada por 267 pacientes seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple. Se incluyeron en el estudio a los pacientes con diagnóstico de tumores hipofisarios, funcionantes o no que accedieron a participar en el estudio. Se excluyeron aquellos pacientes donde en las historias clínicas faltaban datos y fue imposible contactarlos para recolectarlos.
Para la recolección de los datos se emplearon las historias clínicas individuales de los pacientes. Los datos fueron obtenidos mediante un formulario de recolección de datos. Se recolectaron las variables tipo de tumor (funcionante o no), clasificación del tumor funcionante (secretor de ACTH, secretor de GH, secretor de prolactina), sexo, signos y síntomas, estudios hormonales (prolactina, GH, cortisol, T4 y TSH) y clasificación del tumor según tamaño (microadenoma y macroadenoma).
Con los datos obtenidos se confeccionó una base de datos. La información fue procesada mediante el empleo de estadística descriptiva, con el cálculo de frecuencias absolutas y relativas porcentuales.
Se recibió la aprobación del Comité de Ética y el Consejo Científico del Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”. Se cumplieron los principios de la bioética y la ética en la investigación. Los resultados se emplearon con fines científicos y académicos.
RESULTADOS
Se encontró predominio de pacientes del sexo femenino (79,03 %). Predominaron los pacientes con tumor de hipófisis no funcionante (59,93 %), seguido de aquellos con tumores secretores de prolactina (31,46 %) (tabla 1).
Sexo | No funcionante | Secretor de prolactina | Secretor de ACTH | Secretor de GH | Total | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | |
Femenino | 130 | 48,69 | 61 | 22,85 | 10 | 3,75 | 10 | 3,74 | 211 | 79,03 |
Masculino | 30 | 11,24 | 23 | 8,61 | 1 | 0,37 | 2 | 0,75 | 56 | 20,97 |
Total | 160 | 59,93 | 84 | 31,46 | 11 | 4,12 | 12 | 4,49 | 267 | 100 |
Solo en un paciente con tumor hipofisario no funcionante el hallazgo fue incidental. El síntoma más común expresado por los pacientes fue la cefalea (85,77 %). Según tipo de tumor, el síntoma más frecuente en el no funcionante y el secretor de GH fue la cefalea (88,75 % y 75 % respectivamente), en el secretor de prolactina la galactorrea (78,57 %), en el secretor de ACTH la ansiedad (100 %). (Fig. 1)
Se la relación de los tumores hipofisarios con los estudios hormonales. En cada tumor funcionante se determinó un exceso de producción de hormona específico. (Tabla 2)
Se encontró predominio de pacientes con microadenomas (70,79 %), sin embargo, en los tumores secres de ACTH y secretores de GH predominaron los macroadenomas (63,64 % y 75 % respectivamente). (Fig. 2)
DISCUSIÓN
En un estudio realizado por López Ruíz y col.,7 se encontró predominio de pacientes del sexo femenino (62 %), resultado que coincide con la presente investigación y lo reportado por otras investigaciones.10,11 Se difiere con la investigación de Garay y col.,12 donde se reportó un predominio de pacientes del sexo masculino, al igual que la investigación de Irigaray Echarri y col.,13 en la presente investigación predomina el sexo femenino debido al incremento en las consultas de endocrinología de parejas infértiles y mujeres con trastornos menstruales, síntomas estos muy frecuentes en féminas con este tipo de lesiones.
López Ruíz y col.,7 en su estudio identificaron 39 % de pacientes con tumores no funcionantes, resultado que discrepa con la presente investigación. Sin embargo, se coincide en cuanto a la incidencia entre los tumores funcionantes, donde ambos estudios identifican un mayor por ciento de pacientes con tumores secretores de prolactina. Por su parte Barahona Ulloa y col.,10 encontraron predominio de tumores secretores de prolactina (58,4 %), resultado que discrepa con lo encontrado en la presente investigación. En el estudio realizado el predominio de los tumores no funcionantes está explicado por el enfoque multidisciplinario con especialidades afines como neurología y neurocirugía que, como parte de su programa de evaluación realiza estudios imagenológicos y se detectan precozmente incidentalomas hipofisarios sin evidencias de secreción hormonal posterior. Es probable que predominen los prolactinomas dentro de los funcionantes; en el contexto descrito puede ser reflejo de la tendencia incrementada a la consulta médica de las mujeres con irregularidad en el periodo menstrual, y del hombre con disfunción sexual. Aunque esta hipótesis debe evaluarse en algún estudio posterior.
Garay y col.,12) reportaron en su investigación como principales manifestaciones clínicas la cefalea (70 %), alteraciones en la visión (35 %) y alteraciones de la conciencia (29 %). Por su parte Garavaglia y col.,11 reportó como principal motivo de consulta la cefalea (31,25 %). Esto puede estar determinado por la presencia del efecto masa (cefalea o alteraciones neuroftalmológicas) que tienen los tumores.
El estudio de Sholmo y col.,14 encontró que los pacientes con tumor secretor de ACTH estaba relacionado a la presencia de HTA, resultado que coincide con la presente investigación. De igual forma se coincide en la presencia de galactorrea con mayor incidencia en los pacientes con tumores secretores de prolactina. Ambas sintomatologías constituyen expresión clínica clásica de las manifestaciones que se derivan de la hipersecreción hormonal en cada caso.
Una investigación realizada por López Ruíz y col.,7 identificó elevaciones del cortisol en el 100 % de los pacientes con tumores ACTH, la prolactina elevada en el productor de prolactina (100 %), la GH elevada en el 100 % de los tumores productores de GH. Por su parte el estudio de Barahona Ulloa y col.,10) detectó en el 70,4 % de su serie, exceso en la secreción hormonal específica. Estos resultados coinciden con los encontrados en este estudio y son un resultado esperado dada la naturaleza secretora de hormonas específicas por cada tumor.15
López Ruíz y col.,7 y Garavaglia y col.,11 encontraron predominio de pacientes con macroadenoma, resultado que difiere con la presente. Por su parte, Barahona Ulloa y col.,10) en su serie de 250 pacientes encontraron predominio de los microadenomas (65,6 %), resultado que coincide con la presente. En los estudios se detectan más precozmente la presencia de tumores hipofisarios, con lo que se reduce el tiempo de evolución de la lesión y el tamaño final del tumor, estos se diagnostican con medidas inferiores al centímetro.
CONCLUSIONES
Los tumores hipofisiarios fueron comunes en pacientes del sexo femenino, con predominio del tipo no funcionante y microadenomas. Aunque el diagnóstico puede ser incidental, muchos pacientes acuden a consulta con síntomas por efecto de masa como la cefalea. Los pacientes presentan aumento de variables hormonales tumor específicas.