Estimado Director:
En la Revista Médica Electrónica (vol. 42, no. 2 de 2020) se publicó el artículo “Pesquisa activa de sintomáticos respiratorios esencia de la prevención de la COVID-19”, que resalta la importancia de esta tecnología en la prevención y control de esa enfermedad en Cuba. En el propio artículo, se destaca la trascendencia de este método para la detección oportuna de los pacientes con síntomas respiratorios, y así evitar la trasmisión de la enfermedad y sus complicaciones.1
La pesquisa activa ha sido en Cuba una de las tecnologías sanitarias más importantes empleadas en el enfrentamiento al nuevo coronavirus, pues llega diariamente a millones de personas.2) La detección de los primeros casos en el país ha desplegado una intensa campaña de enfrentamiento a la enfermedad, que incluye de manera sistémica a todos los sectores de la sociedad. De este modo pretende contribuir al perfeccionamiento del pesquizaje activo desde una articulación multifactorial que incluya, además del personal de cada área de salud, a los representantes de las organizaciones de masas y a los trabajadores sociales. Esta incorporación es necesaria para realizar estas acciones a partir de una caracterización sociodemográfica de cada comunidad, que permita un seguimiento epidemiológico integral.3 Esto ha significado una mejora sustancial de la dispensarización de los grupos vulnerables, especialmente los adultos mayores, sobre todo aquellos que viven solos, brindándole una atención integral que incluye todas las necesidades básicas.
Un aporte importante del empleo de esta tecnología es la información o datos que brinda a los gobiernos locales para solucionar los problemas económicos y sociales de los territorios. La intersectorialidad alcanzada se manifestó por las acciones tomadas por los organismos y su materialización e integración en la comunidad. Se puede apreciar que la acción intersectorial en salud es una premisa y un actuar permanente en Cuba.4 Otro elemento de interés es que ha propiciado un clima organizacional favorable en el principal escenario docente del Sistema Nacional de Salud -que es el consultorio médico-, con la participación de los equipos básicos de salud, profesores y estudiantes de las diferentes especialidades, fortaleciéndose las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo entre todos los pesquisadores, basados en el respeto mutuo y la educación formal.5
Resulta importante destacar la contribución de la pesquisa sanitaria al fortalecimiento del papel de la ciencia en aras de enfocar las acciones desde una visión integral; el análisis de aspectos que orientan cómo conducir las relaciones sociales, cómo determinar e incrementar la percepción del riesgo de las personas, cómo modificar comportamientos, cómo hacer más efectivas las medidas en función de las diversidades etarias, genéricas y geoespaciales.3
El ministro de Salud Pública de Cuba, Dr. José Ángel Portal Miranda, expresó recientemente en el programa de televisión Mesa Redonda: “La vigilancia en esta y las etapas siguientes seguirá siendo determinante. […] El diagnóstico oportuno, la rápida identificación de los contactos, el aislamiento en los centros, las medidas del resto de los organismos y los protocolos de tratamientos en el área de la ciencia, han sido determinantes”.6