INTRODUCCIÓN
Existen múltiples investigaciones sobre la educación médica en el mundo a través de sus instituciones, algunas dirigidas a reconocer a centros educativos y proveedores en salud con mejor reputación, como las desarrolladas en América;1 otras, centran su objetivo en el estudio del clima laboral y su influencia formativa.2-8 A juicio de Jiménez,9 se hace necesario realizar investigaciones que contribuyan al desarrollo socio-educativo y cultural de una región.
En Cuba, los cambios son profundos en los ámbitos político, económico, educativo y cultural. Ejemplo de ellos son la aprobación de leyes y reglamentos, la renovación de la Constitución de la República en la Asamblea Nacional del Poder Popular,10 y el establecimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social para el período 2021-2026.11
Las investigaciones histórico-educativas son necesarias para fortalecer el patrimonio educativo de una nación. En la Isla son frecuentes los estudios que profundizan, sistematizan y divulgan el quehacer de personalidades, no así el de las instituciones.12 Existen investigaciones que enriquecen la metodología y orientan a los investigadores para el desarrollo de futuros estudios. Constituyen referentes metodológicos de esta investigación los trabajos de Rolando Buenavilla,12 Selva Dolores Pérez13 y Yuseli Pestana.14
Estas investigaciones ahondan en diferentes temas educativos con énfasis en la metodología a seguir; los autores coinciden en que son pocos los estudios acerca de instituciones educativas salubristas realizadas por investigadores cubanos.15-18
Lo antes expuesto permitió establecer como objetivo de la investigación identificar la conformación y el desarrollo pedagógico del claustro profesoral a la formación de especialistas en Medicina Interna del Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane (HOSPROMA).
MATERIALES Y MÉTODOS
Investigación histórico-educativa sobre el claustro de internistas del Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane (1969-1995). Se realizó desde un enfoque marxista-leninista, orientado en la dialéctica materialista como método general de las ciencias, y se desarrolló a partir del empleo de métodos científicos generales del nivel teórico, entre ellos el histórico-lógico, el analítico-sintético y el inductivo-deductivo.
De acuerdo a la naturaleza de la investigación, se emplearon técnicas de indagación histórica como el análisis documental, el fichado bibliográfico, la crítica de las fuentes y métodos empíricos como la entrevista semiestructurada, el testimonio y la discusión de grupo focal a través de un moderador con un guion de preguntas para lograr la interacción entre los participantes y así generar la información expresada en las conversaciones al respecto. El lenguaje es el dato a analizar, comprender e interpretar; para ello se seleccionaron dos grupos de discusión para comprobar que los resultados obtenidos en uno fueran ratificados en el otro. El criterio de selección se realizó por un “informante clave” o persona que por su experiencia y contacto con el tema en estudio tenía la información para elegir a los participantes, de forma que se ajustaran al perfil previamente definido. Los seleccionados poseían características comunes, experiencia y conocimiento que les permitían abordar la temática analizada. La búsqueda se realizó en centros e instituciones como la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, el Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, el Archivo Histórico Provincial de Matanzas, las direcciones Jurídica y Provincial de Salud Pública del territorio matancero. Se consultaron trabajos periodísticos, discursos y fotografías personales o en periódicos. Se realizaron búsquedas de publicaciones seriadas y monografías en las bases de datos PubMed, SciELO, Scopus, Web of Science, Google Académico, CUMED, y LILACS. Fue tomado como procedimiento esencial la triangulación de la información.
RESULTADOS
Para el análisis de contenido en función de identificar el claustro profesoral por etapas, se consultó el 85 % de los expedientes docentes de profesores y residentes, 32 actas de colectivo de asignatura, 17 evaluaciones de cuadros científico-pedagógico, 21 actas de servicio de Medicina Interna del HOSPROMA de 1969 a 1995. Se realizó una periodización de los acontecimientos formativos más relevantes en las etapas estudiadas y su vínculo con el contexto histórico. El clima favorable, el llamamiento a la memoria, aunado a la observación participante directa de los integrantes de las discusiones de grupos focales -al haber sido testigos presenciales de lo indagado-, permitió a través de la triangulación con documentos consultados obtener la información necesaria para lograr el objetivo investigativo. (Ver anexo)
DISCUSIÓN
La información obtenida en el análisis documental fue triangulada con los testimonios, la entrevista semiestructurada y los datos aportados en las discusiones de grupo focal.
Período 1969-1995: génesis y desarrollo de la formación de especialistas en Medicina Interna del Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane. Comienza con la fundación de la docencia médica superior en ese hospital y termina con la incorporación del 100 % del claustro profesoral de Medicina Interna a la plantilla del Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez Hernández; incluye dos etapas:
Etapa 1 (1969-1976): primeras influencias
Después del triunfo de la revolución, dada las grandes transformaciones sociales que existieron, tuvieron un papel destacado los profesores que al Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane se designaron y enviaron por Docencia Médica Nacional para fundar la docencia médica en Matanzas, el 6 de enero de 1969. Este fenómeno se conoció como “cátedras viajeras”, y la idea fue organizada por el eminente profesor Fidel llizástigui Dupuy, pedagogo trascendental de la medicina cubana después de 1959 y contribuyente significativo de la organización de servicios de Medicina Interna en varias provincias del país, entre ellas Matanzas.19
Entre los profesores de Medicina Interna enviados al hospital en estudio, se reconoce la presencia de internistas de prestigio nacional, y otros educadores de especialidades básicas y subespecialidades que aportaron de alguna forma a la mejora contínua del proceso de formación de especialistas internistas, datos obtenidos a través de la discusión de grupo focal y el análisis de expedientes docentes.
Debido a la formación y la visión de estos médicos, que, para entonces, además de cumplir con las funciones docente-asistenciales y administrativas que ejercían, establecieron criterios y transformaciones en la docencia de posgrado acordes con las necesidades científicas, sociopolíticas y económicas imperantes, lo que permitió que en breve tiempo se graduaran y se especializaran los primeros profesionales de la salud del territorio, destacados tanto en lo asistencial, docente e investigativo como en lo político y administrativo. En 1969 se pone en marcha el primer programa de la especialidad. Dos años más tarde, en 1971, el doctor Manuel Lima Fernández crea la primera unidad de cuidados intensivos coronarios de Cuba, hecho trascendental que fue posteriormente generalizado en todo el país.20
Se refiere que en la provincia de Matanzas la docencia médica comenzó en enero de 1969, con 30 estudiantes internos procedentes de la Universidad de La Habana (UH), apoyada por la Facultad de Ciencias Médicas de ese centro, del cual dependía en lo metodológico, docente y económico. El 9 de mayo de 1972, al crearse la Sede Universitaria de Matanzas (SUM) de la Universidad de Matanzas (UM), la formación de médicos pasó a ser dirigida administrativamente por esa entidad, pero mantuvo la subordinación metodológica a la Facultad de la UH.21
En 1972 se crea el Capítulo Provincial de Medicina Interna de Matanzas, que pertenece a la Sociedad Cubana de Medicina Interna (SOCUMI), y constituye la dependencia coordinadora, propulsora de las actividades científicas y la superación de los profesionales.17
En 1975 se celebró el primer claustro de profesores en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane, exponiéndose la necesidad de crear la Escuela de Medicina en Matanzas, y en julio del mismo año se elaboró el expediente organizativo, confeccionándose la propuesta de apertura de la carrera de Medicina en marzo de 1976. En ese año, mediante la ley 1307, al pasar la Sede Universitaria a la condición de Centro Universitario de Matanzas (CUM), se creó la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas (FCMM), adscrita al CUM, y por la Resolución 9 del 12 de noviembre de 1976, del Ministerio de Educación Superior (MES), se aprobó la estructura del CUM, que constó de decanato, secretaría y los departamentos docentes denominados Áreas Básicas y Áreas Clínicas, hecho que marcó un hito memorable. El 1 de septiembre de ese año, matricularon los primeros 41 estudiantes de Medicina, y se nombró como primer decano al Dr. Juan Ramón Cassola Santana, quien condujo la facultad desde 1976 hasta 1982.16
Los autores consultaron los documentos que se elaboraron sobre Política Educacional en los ocho congresos del Partido Comunista de Cuba (PCC), y son del criterio de que fue en el Primer Congreso, en 1975, donde se desarrolló el tema de manera más completa y profunda, al establecerse los principios básicos de sistema educacional y definirse el principio rector de la educación cubana, formando a las nuevas generaciones como constructores conscientes y activos del socialismo y el comunismo; defensores de la patria sobre la base de un desarrollo armónico, intelectual, científico-técnico, político-ideológico, físico, moral, estético, politécnico-laboral y patriótico-militar.22
El Primer Congreso del PCC recomendó establecer una nueva División Político-Administrativa del país, la que se materializó en 1976, expresando que la educación superior debía adecuar su estructura. Así, el 28 de julio de 1976, por la Ley 1306, se creó el MES, que significó una atención directa del Gobierno a toda la educación superior cubana, incluida la formación de médicos, y por la Ley 1307 del 31 de julio del propio año se estableció la Red Nacional de Centros de Educación Superior a partir de las universidades, de los centros ya existentes en el país y los de nueva creación, lo que convirtió a las facultades de Ciencias Médicas en centros de educación superior independientes, otro hito de elevada trascendencia.22
Las facultades de Ciencias Médicas de la UH, la Universidad Central de Las Villas (UCLV) y la Universidad de Oriente (UO) se convirtieron en los Institutos Superiores de Ciencias Médicas de La Habana (ISCMH), Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara (ISCMVC) e Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba (ISCMSC), adscriptos al Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP). Al Ministerio de Educación Superior (MES), la Ley le atribuye entonces, la dirección administrativa y metodológica de los centros subordinados directamente y la dirección metodológica de todos los centros adscritos a los organismos de la Administración Central del Estado,23 hecho que para los autores marca otro momento significativo e indica un punto de inflexión cualitativamente ascendente en el desarrollo, en este caso, de una institución que da paso a la siguiente etapa.
Etapa 2 (1977-1995): conformación y consolidación de un claustro propio, desarrollo de la formación del posgrado en Medicina Interna
Con la creación de la FCMM, en 1976, y las incipientes orientaciones metodológicas que para entonces existían, el aún en ciernes claustro profesoral de Medicina Interna, al retirarse paulatinamente los profesores que en su momento habían sido enviados por Docencia Médica Nacional, comienza a definir la estrategia metodológica para enfrentar con calidad el proceso docente-educativo; se nombra al profesor Nilo Fernández Rodríguez como jefe de cátedra de la especialidad y se empieza a perfilar la metodología a seguir en cada forma organizativa de la educación en el trabajo. Las conferencias eran expositivo-ilustrativas; dominaban la escena el positivismo, el constructivismo y la medicina empírico-experimental, que abre paso paulatinamente a la medicina basada en la evidencia.
La literatura docente era escasa y la enseñanza de posgrado muy limitada, lo que, en el orden teórico, obligaba a los estudiantes a prepararse de forma autodidacta. Los exámenes de promoción y graduación abarcaban todos los contenidos con independencia del año en que estuviera el residente; se evaluaba según el nivel de respuesta acorde al año que cursaba; se le daba mayor importancia a la evaluación sumativa que a la formativa; no existía plan analítico ni desglose de materias por año de asimilación de conocimientos (datos obtenidos a través de la discusión de grupo focal).
En el balance del curso 1977-1978, se señala que el plan de estudios integrados atravesó por varias dificultades, como la prevalencia del criterio de una asignatura sobre la integración, y el empleo de mucho tiempo de trabajo por parte del personal docente, que estaba sobrecargado en el área clínica e impedía el seguimiento adecuado al posgrado. Se le añadía la falta de integración de algunos docentes y la carencia de laboratorios multidisciplinarios; el número de profesores existentes no estaba adecuado al volumen de estudiantes y se mantenía cargado de tareas asistenciales-administrativas que los alejaban de la docencia. Se reconoció la descoordinación entre las estructuras administrativas de la facultad de medicina y los hospitales docentes.23
En 1979, basados en las experiencias docentes anteriores, el claustro comenzó a direccionar sus objetivos; nombró un profesor responsable del pregrado y otro para el posgrado; se coordinó con varios departamentos y servicios hospitalarios para reforzar los medios didácticos de la enseñanza; adecuó las habilidades a vencer y se puso en marcha los staff meeting (discusiones de casos complejos), idea introducida en Cuba justamente por el primer director después de 1959 del hospital en estudio, el doctor Joaquín Pascual Gispert. Se trabajó sistemáticamente con un colectivo docente que partió de poseer alto vuelo intelectual, dotado de disciplina férrea, ejemplo laboral, altos valores éticos, donde la humildad y la responsabilidad calan e imanan la formación generación por generación. Si bien se introdujo en Cuba el segundo plan de estudios de posgrado para la especialidad, a pesar de estar más elaborado continuó con deficiencias del anterior (datos obtenidos a través de la discusión de grupo focal).
En esta etapa se constituyeron el Destacamento de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, la Avanzada Estudiantil Mario Muñoz Monroy, el contingente Piti Fajardo, el nuevo modelo de la Atención Primaria de Salud (APS) y el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia.23 En todos ellos el claustro tuvo participación, al vincular la docencia pregrado y posgrado, el plan de estudios y las nuevas orientaciones recibidas que se implementaron en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane, por ser el hospital provincial de entonces, referencia para la salud pública en el territorio yumurino.
Ha sido tarea prioritaria de la Revolución brindar al pueblo una atención médica de la más alta calificación. Para lograrlo, era imprescindible un egresado bien preparado. Fidel Castro encomendó al sector de la Educación, en 1982, con su ministro al frente, investigar cómo se formaban los médicos y técnicos medios de la salud. En informe presentado el 31 de marzo de 1982, la comisión nombrada a ese efecto refiere que se reunieron con 1 212 personas de todo el país, entre rectores, decanos y profesores de Medicina, estudiantes, dirigentes docentes y de asistencia médica, directores provinciales, municipales y de unidades asistenciales. Se llegó a la conclusión de que los problemas fundamentales que afectaban al proceso docente-educativo estaban relacionados con los aspectos siguientes: estructura y funciones de las instituciones docentes, plan de estudios, trabajo metodológico, especialización (residencia), alumnos, profesores, relación profesor-alumno, recursos materiales e investigación.23
El 6 de junio de 1982, la Resolución Conjunta de los ministros de Salud Pública y de Educación Superior estableció las “Normas del trabajo docente-metodológico de las carreras de la educación médica superior”, y orientó las actividades docentes y metodológicas a realizar por los profesores en todas las instituciones docente-asistenciales. Si bien estaban dadas las instrucciones, había que ajustarlas al proceso formativo desde la institución en cuestión, motivo por el cual destaca la impronta de la creatividad y poder resolutivo que se realizó para lograr resultados de calidad en la pasantía de los estudiantes.
El curso escolar 1983-1984 fue el último que se desarrolló desde las instalaciones del Centro Universitario de Matanzas, y enmarcó el nombramiento de un nuevo decano, el doctor Gumersindo Tomás Suárez Surí (1983-1990). A su vez, se comienza a impartir la carrera de Licenciatura en Enfermería. Nuevos cambios, esta vez relativos a la ubicación geográfica, tienen lugar en 1984.17
Para 1985, el claustro de Medicina Interna del HOSPROMA se mostraba sólido. Era referencia y patrón a seguir por el resto de las especialidades; el clima laboral favorable, conjuntamente con el nivel científico-docente, asistencial e investigativo alcanzado por sus miembros, lo colocaban en esa posición. Ahora las responsables de la docencia eran la doctora Clara Obdulia Laucirica Hernández, para el pregrado, y Clara Medina Otero para el posgrado. En ese año se implementó el tercer plan de estudios del posgrado (datos obtenidos a través de la discusión de grupo focal).
En 1988 se dispone del Reglamento para la Organización del Proceso Docente Educativo en los Centros de Educación Médica Superior. De 1990 a 1998 se nombró la nueva decana, la doctora Esther Georgina Báez Pérez, quien dirige la FCMM de 1990 hasta 1998. A partir del 18 de diciembre de 1992, todas las revistas médicas se unen a Infomed, cuando ese día quedó instituida la red de computadoras que adquiere el nombre de Red Electrónica de Información en Salud, proyecto del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, salto cualitativamente ascendente para la investigación científica.23
El Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez Hernández abre parcialmente sus servicios en 1995, motivo por el cual es trasladado hacia ese escenario gran parte del personal sanitario de su homólogo, el HOSPROMA. Fue así como la totalidad de los profesores y estudiantes del pregrado y posgrado de Medicina Interna se sitúan en el primero, lo que constituyó un punto de inflexión descendente para el segundo y el advenimiento de un nuevo período.
Se fundamentó, a través de apuntes históricos, la génesis y el desarrollo del claustro profesoral y la especialización en Medicina Interna en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane, de Matanzas (1969-1995), según el contexto histórico existente y la triangulación de la información recopilada sobre este aspecto.
La investigación brindó una propuesta organizada de los acontecimientos más trascendentes vinculados a la formación de especialistas en Medicina Interna en un hospital de la provincia de Matanzas, no antes estudiados, con descripción inédita del claustro de profesores que facilitó el proceso formativo en el primer periodo declarado.