Introducción
Las lesiones no intencionales representan una importante causa de morbilidad y mortalidad a cualquier edad y la población pediátrica no es la excepción. No están circunscritos a sexo, raza o condición socioeconómica.1
A pesar de que es un acuerdo universal que los niños tienen el derecho a vivir en un ambiente seguro y a la protección contra lesiones,estas siguen siendo un problema de salud en todo el mundo.1
En el informe del 2012 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) citan que ocurren cada año cerca de 950 000 defunciones en niños y jóvenes menores de 18 años y el 90% son no intencionales. Aparte de las defunciones, decenas de millones de niños sufren lesiones no mortales que precisan atención hospitalaria. Muchos sufren posteriormente algún tipo de discapacidad, a menudo con consecuencias de por vida.2
En Cuba, en el año 1995 se implementa el programa de Prevención de accidentes en menores de 20 años, cuyo objetivo principal es contribuir a la disminución de la morbimortalidad mediante acciones de promoción, prevención protección y recuperación dirigida a la población menor de 20 años.3 El programa ha tenido un impacto positivo pues ha disminuido de manera considerable la mortalidad, aunque sigue siendo la primera causa de muerte en niños de 1 a 4 años.4-5
Al enfermero de la comunidad le compete gestionar el cuidado mediante acciones expresivas e instrumentales de atención directa e indirecta6 para la prevención de lesiones no intencionales por lo que, la práctica asistencial exige que los profesionales de enfermería sean capaces de pensar críticamente para escoger las acciones idóneas que permitan solucionar los problemas detectados.7
Existen muchos métodos y/o medios para lograr la recolección de los datos en investigaciones, y en varias de ellas es importante la utilización de cuestionarios. El cuestionario es un instrumento utilizado para la recogida de información, diseñado para poder cuantificar y universalizar la información y estandarizar el procedimiento de la entrevista. Su finalidad es conseguir la comparabilidad de la información.8 Constituye un componente importante de los programas de evaluación y mejora de la calidad asistencial.9
A pesar de la utilización creciente de herramientas de gestión en los servicios de enfermería que permitan impulsar a los investigadores a desarrollar instrumentos específicos, válidos y confiables, no fueron encontradas, en la literatura nacional e internacional, cuestionarios validados para caracterizar las lesiones no intencionales ocurridas en niños y niñas de uno a cuatro años. Por ello el objetivo de este trabajo es validar un cuestionario para caracterizar las lesiones no intencionales en niños en este grupo de edades.
Métodos
Se realizó un estudio de desarrollo tecnológico que incluyó la validación de un cuestionario para caracterizar las lesiones no intencionales ocurridas en niños de uno a cuatro años. El cuestionario se sometió a la validación de contenidos por los criterios de Moriyama, luego la consistencia interna fue medida por el coeficiente alfa de Cronbach. Se aplicó a un grupo de familias pertenecientes al Policlínico José Luis Chaviano, previo consentimiento informado de su director y de los participantes, con el fin de realizar una validación lingüística. El estudio fue desarrollado en tres etapas como se muestra en la Figura 1.
Elaboración del cuestionario
La revisión bibliográfica de diferentes investigaciones relacionadas con el tema de estudio constituyó la base sobre la que se comenzó la elaboración del cuestionario. De los trabajos consultados fueron de mayor utilidad los de Román Lafont, Pérez Cuellar y Dorta Figueredo., , A partir de las contribuciones de estos autores quedó conformado un primer instrumento que, sin tener en cuenta los datos identificativos, se basaba fundamentalmente en bloques de contenidos que tenían relación con la finalidad y el propósito.
Las preguntas del primer bloque respondían a la caracterización general de los niños (as): edad, sexo, si tuvo bajo peso al nacer, nivel de escolaridad de los padres, además del tipo de familias según su ontogénesis. En el segundo bloque se tuvo en cuenta la CIE-10 de la OMS, según los principales mecanismos de acción y el lugar de ocurrencia,10 incluyendo estos aspectos en el cuestionario, además de la frecuencia de lesiones acontecidas en el periodo de estudio y el lugar donde recibieron la atención sanitaria. El tercer bloque incluyó preguntas relacionadas con la información recibida por los padres y la fuente de la misma. En una pregunta se podía responder más de una opción y la otra tenía prefijada una respuesta dicotómica (sí/no).
Tras la elaboración de varios borradores y diferentes revisiones de los mismos, se procedió a la validación. El cuestionario que se procedió a validar estaba compuesto por trece preguntas fundamentadas en el “Modelo de interacción para valorar la salud infantil” de la doctora Kathryn E. Barnard,11 que se representa en la Figura 2.
El circulo más pequeño representa el niño y sus principales características, edad, sexo, bajo peso al nacer y el tipo de familia a la cual pertenece. El círculo mediado representa al cuidador y se relaciona en el cuestionario con el nivel de escolaridad y la información acerca de los riesgos que pueden llevar a la ocurrencia de lesiones no intencionales en niños de 1 a 4 años. En el círculo mayor se describe al entorno como todas las experiencias con que se encuentra el niño, personas, objetos, lugares, sonidos, sensaciones visuales y táctiles. También establece una distinción entre el entorno animado e inanimado con que este interactúa.12 El entorno animado seria su propia familia, amigos, vecinos y todo lo inanimado serian aquellos objetos o lugares que pueden llevar a la ocurrencia de una lesión no intencional, por las características del ciclo vital.
En el cuestionario se aborda el lugar de ocurrencia pues facilita las medidas de prevención para los diferentes tipos de lesiones no intencionales.
1. Primera etapa. Validación de contenidos
Es el grado en que un instrumento refleja un dominio específico de contenido de lo que se mide. El instrumento de medición debe tener representado todas las preguntas de la variable que se quiere medir.
Para realizar la validación de contenidos se utilizó un total de nueve expertos con las siguientes características: ser Máster o Doctor en Ciencias, categoría de investigador, profesor y más de 10 años de experiencia laboral. Se utilizan los criterios de Moriyama para dicha valoración, como se describen a continuación:
Comprensible: comprensión de las diferentes preguntas que se evalúan en relación con el fenómeno que se pretende medir.
Sensible a variaciones en el fenómeno que se mide: si del instrumento puede derivarse un índice que muestre diferencias en la variable que se medirá.
Pertinencia o con suposiciones justificables e intuitivamente razonables: si se justifica la presencia de cada uno de las preguntas que se incluyen en el instrumento.
Con componentes claramente definidos: si cada pregunta se define claramente
Derivable de datos factibles de obtener: si es posible obtener la información deseada a partir de las respuestas dadas ante el instrumento.
Basados en estos criterios los expertos debían evaluar cada una de las preguntas y asignarle un valor por cada criterio antes expuesto, según la escala ordinal siguiente13-14
Mucho-tres
Moderadamente-dos
Poco-uno
Nada-cero.
Se les pidió que ateniéndose a su experiencia emitieran alguna sugerencia que a su juicio fuera importante tener en cuenta. Posteriormente, se identificaron aquellas preguntas que en alguno de los aspectos al ser evaluados por los expertos obtuvieron calificación por menos al 70% y se eliminaron.
2. Segunda etapa. Consistencia interna
Luego de tener los criterios de expertos se procedió a validar el cuestionario según su consistencia interna. Esto refiere el nivel en que las diferentes preguntas están relacionadas entre sí. Esta homogeneidad entre las preguntas nos indica el grado de acuerdo entre ellas y, por tanto, lo que determinará que se puedan acumular y dar una puntuación global. La consistencia se puede comprobar a través de diferentes métodos estadísticos. El coeficiente alfa de Cronbach es un método estadístico muy utilizado. Sus valores oscilan entre 0 y 1.Mientras más se acerque el instrumento a uno, su confiabilidad será mayor.
3. Tercera etapa. Prueba a grupo piloto
Consiste en administrar el instrumento a una pequeña muestra, cuyos resultados se usan para calcular la confiablidad inicial y de ser posible, la validez del instrumento.15 La muestra al grupo piloto se aplica a una inferior a una definitiva, por lo que se realizó, una vez concluido el análisis de las respuestas de los expertos y la determinación del coeficiente alfa, la aplicación del cuestionario a 50 familias con niños en edades entre uno y cuatro año, por enfermeras que forman parte del proyecto de investigación. Las enfermeras que aplicaron el instrumento de observación fueron previamente entrenadas para ello.
La prueba a grupo piloto se realizó para detectar problemas de lenguaje o redacción de los incisos (validación lingüística), con la evaluación de las siguientes características: sencillez y amenidad del formato, brevedad y claridad de las preguntas, facilidad de interpretación y facilidad de presentación de resultados de los padres y/o tutores. Posterior a la prueba, se realizaron sesiones de análisis conjunto para disminuir los sesgos sugestivos de interpretación.
Román Lafont J. La negligencia como factor de riesgo en la producción de lesiones accidentales en niños pequeños [Tesis]. La Habana: Instituto Superior de Ciencias Médicas; 2007.
Pérez Cuéllar JG. Comportamiento de los accidentes en niños menores de quince años en dos Consultorios Médicos de Familia [Tesis]. Cienfuegos: Facultad de Ciencias Médicas “Raúl Dórticos Torrado”; 2008.
Dorta Figueredo M. Morbilidad por accidentes en menores de cinco años [Tesis]. Cienfuegos: Facultad de Ciencias Médicas "Raúl Dórticos Torrado"; 2009.
Resultados
Dado que este artículo pretende describir la validación de un cuestionario para caracterizar las lesiones no intencionales en niños y niñas de uno a cuatro años, los resultados se describen según el algoritmo metodológico empleado.
1. Primera etapa. Validación de contenidos
Para comprobar la validez de contenido se consultaron los nueve expertos escogidos teniendo en consideración las características anteriormente expuestas para posibilitar un análisis integral del problema en estudio a partir de su valoración. Fue eliminada una pregunta por estar por debajo de 70 %. Una de las consideraciones cualitativas enunciada por los expertos para la eliminación de dicha pregunta fueron las consideraciones éticas, porque se abordaban las complicaciones que tuvieron los niños y esto podía traer recuerdos dolorosos a los familiares.
2. Segunda etapa. Consistencia interna
El Alfa de Cronbach fue realizado mediante la ayuda del programa Epidat 3.0 donde se alcanzó un valor de 0,83 por lo que se pudo calificar de elevada la consistencia interna del instrumento en general.
Resultados del Alfa de Cronbach del cuestionario
Número de preguntas: 12
Número de observaciones: 9
Alfa de Cronbach: 0,8393
3. Prueba a grupo piloto
El cuestionario realizado para caracterizar las lesiones no intencionales fue aplicado en el hogar por enfermeras de la comunidad a 50 padres y/o tutores de niños en edades entre uno y cuatro años, pertenecientes al Policlínico José Luis Chaviano. Hubo entendimiento de los padres, las preguntas realizadas fueron aclaradas y comprendidas fácilmente, además el lenguaje era sencillo y ameno.
Discusión
El cuestionario validado puede propiciar, en el campo de la investigación en salud, la caracterización de manera rápida y sencilla de las lesiones no intencionales ocurridas en infantes entre uno y cuatro años. Además, permite, a partir de los resultados que se obtengan en su aplicación, trazar políticas y estrategias encaminadas a prevenir las lesiones no intencionales que son la primera causa de muerte en Cuba en este grupo de edades, cuando se realicen los procesos de promoción por el grupo básico de trabajo (médicos, enfermeras, psicólogos, pediatras y trabajadores sociales).
La validez de contenido lograda permitió realizar una valoración crítica del constructo teórico del que se parte y las categorías que se proponen. En el estudio realizado por Jorna Calixto, Castañeda Abascal y Véliz Martínez14 se validó el contenido a través de los criterios de Moriyama y el consenso final de los expertos aseguró la congruencia teórica en relación con los bloques de contenidos y el marco teórico de referencia. Se demostró además la coherencia, en cuanto a los resultados y las condiciones previstas, en la construcción lógica del instrumento.
En el cuestionario validado para caracterizar las lesiones no intencionales, se eliminó una pregunta a considerar por los expertos. En la investigación realizada por González Baltazar, Hidalgo Santa Cruz, Salazar Estrada y Preciado Serrano la validez de contenido con la opinión de los expertos fue medida de acuerdo a los principios básicos de Moriyama y el resultado global de concordancia entre los expertos fue mayor al 70% para 77 de sus 79 preguntas, las que generaban confusión, por estar en dos dimensiones de acuerdo a sus valores Eigen, fueron reubicados al realizar el análisis factorial o bien fueron eliminados.16
En el estudio realizado por García Milian, Alonso Carbonell, Suárez Lugo, López Puig y Rodríguez Ganem17 se crea un cuestionario estructurado en dos bloques, el primero de datos generales de los sujetos y el segundo de las interrogantes que dan salida a las variables exploradas, a diferencia del cuestionario que se valida en esta investigación que quedó constituido en tres bloques. Ambos quedaron validados en contenidos según las cinco propiedades básicas formuladas por Moriyama para evaluar la calidad de su construcción y la correspondencia de los ítems con la definición operacional y las categorías que la componen. Los autores del citado estudio utilizan una escala ordinal que incluyó: Mucho, Poco y Nada, en la presente investigación se incluyó en la escala el término Moderadamente.
El Alfa de Cronbach es uno de los métodos estadísticos más utilizados. Salazar, Peña Vargas, Ceja Mendoza y del Río Valdivia18 en la investigación realizan el cálculo del valor alfa para la determinación de la consistencia interna obteniendo valores de 0.90 y en el cuestionario en mención se obtienen valores de 0.83 demostrando alto grado de relación y homogeneidad entre sus preguntas. En el trabajo realizado por Bautista García y Mateos Morenos en el diseño y la validación de un cuestionario se obtuvieron valores alfa de 0.74, un nivel aceptable teniendo en cuenta los postulados de Nunnally.19 Varios estudios utilizaron el alfa para la determinación de la consistencia interna como son González Alonso JA, Pazmiño Santa Cruz M,20 además de Latorre Román y Pantoja Vallejo21 obteniendo altos resultados del valor alfa semejante al de este estudio. Es un hecho cierto que un valor del alfa de Cronbach, entre 0.70 y 0.90, indican una buena consistencia interna para una escala. El alfa de Cronbach es frecuentemente usado, como una forma sencilla y confiable para la validación del constructo de una escala.
En una investigación realizada en Barcelona, España por Letelier y colaboradores se hace una prueba piloto a un grupo de clientes mediante un muestreo probabilístico aleatorio simple. En la presente investigación el cuestionario fue aplicado en el hogar a 50 familias obteniendo resultados satisfactorios en cuanto a su comprensión.22 Porcar Gómez, Mattiello y Repetto en el proceso de validación del cuestionario utilizaron una muestra piloto de treinta y un estudiantes de 10 a 12 años de una escuela de la provincia de Mendoza, Argentina. El propósito de esta acción fue evaluar, contrastar y verificar la adecuación del lenguaje utilizado.23 La validación del cuestionario que recoge tres bloques para caracterizar las lesiones no intencionales en niños y niñas en las edades de uno a cuatro años fue aplicado a un grupo de padres y/o tutores siendo entendible y con un tiempo adecuado de respuesta de sus preguntas.
Los resultados obtenidos en la validación del cuestionario fueron acertados y permitieron disponer de un instrumento válido, confiable y unidimensional para caracterizar las lesiones no intencionales en los niños entre uno y cuatro años de edad, lo que justifica su uso y aplicación en el ámbito investigativo en la atención primaria de salud.