INTRODUCCIÓN
Las capacidades emocionales tienen manifestaciones particulares en la población infantojuvenil, que resulta imprescindible conocer para la comprensión del comportamiento emocional en estas edades y orientar su desarrollo.1,2La adolescencia se caracteriza por cambios a nivel fisiológico, psicológico, personal y social que resultan complicados de vivenciar y enfrentar, por lo que es frecuente la aparición de fluctuaciones o inestabilidad del estado de ánimo y contradicciones en la conducta de los adolescentes, acompañados por estados de malestar, ansiedad o depresión que perturban el logro del bienestar necesario y deseado.
Ferragut y Fierro 3 señalan distintos estudios donde se evidencian la relación entre inteligencia emocional y bienestar en niños y adolescentes. En este sentido, Salguero, Fernández-Berrocal, Ruiz-Aranda, Castillo y Palomera 4 sugieren que una adecuada percepción emocional puede explicar la calidad de las relaciones interpersonales de los adolescentes incluyendo la relación con los padres, debido a que son capaces de saber cómo se sienten las personas de su entorno y mostrar una mayor empatía hacia ello, mientras Extremera y Fernández-Berrocal 5 señalan que los adolescentes emocionalmente inteligentes muestran menos niveles de ansiedad, depresión, ideación e intento de suicidio, o estrés social, y utilizan estrategias de afrontamiento positivo para solucionar problemas.
Lo anterior subraya la importancia de las capacidades emocionales durante la adolescencia y la necesidad de su evaluación para fomentar el desarrollo de las mismas, lo que requiere disponer de instrumentos adecuados para estos fines, que resultan escasos para la población infantojuvenil 6. Un dato de interés es el obtenido por Bello y Alfonso (7 donde 327 adolescentes desatacan la importancia de las habilidades con contenido socio-moral y emocional, como recursos importantes para un desarrollo personal satisfactorio en la adolescencia.
El propósito de este estudio fue probar las propiedades psicométricas del Inventario de Capacidades Emocionales en Adolescentes (ICEA) en estudiantes cubanos de enseñanza secundaria básica.
MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, en el periodo de enero 2014 - junio 2109. El muestreo fue no probabilístico y los adolescentes fueron seleccionados de tres secundarias básicas ubicadas en el municipio Plaza de la Revolución de la provincia La Habana: Rubén Martínez Villena, Felipe Poey Aloy y Guerrilleros de América, atendiendo a los a siguientes criterios de inclusión:
Ser estudiante de Secundaria Básica.
Edad comprendida entre los 12 y los 14 años.
Consentimiento para participar en la investigación.
La investigación se realizó en dos momentos, en una primera parte para la construcción del instrumento y realizar la validez de criterio y contenido; la muestra la integraron 419 estudiantes, 48,2 % femenino, edad promedio de 13 años; 32,7 % de 7mo grado; 35,8 % de 8vo grado y 31,5 % de 9no grado. En esta etapa también participaron nueve expertos; 88,9 % femenino; 88,9 % psicólogos, con al menos dos años de experiencia de trabajo en el tema de inteligencia emocional. En la segunda parte del estudio, la muestra quedó conformada por 291 estudiantes 54,6 % femenino, edad promedio de 13 años, 26,8 % de 7mo grado; 39,2 % de 8vo grado y 34 % de 9no grado. Se contó con el consentimiento informado de los participantes y los directores de las escuelas y maestros donde se trabajó.
La investigación tuvo en cuenta las definiciones conceptuales y operacionales de las variables a partir de las cuales se procedió a diseñar y validar el instrumento:
Capacidad emocional: particularidad psicológica individual necesaria para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales.1
Inteligencia emocional: capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos.8 Este constructo comprende a su vez, cinco dimensiones: Autoconocimiento, autocontrol, automotivación, empatía y manejo de relaciones.
Validez de contenido: se determinó a partir del criterio de expertos.
Validez de constructo: fue considerada en función de las correlaciones entre las dimensiones y su correspondencia con la teoría, lo que constituyó un indicador de la validez del inventario.
Validación de criterio concurrente: la correlación se estableció mediante el coeficiente de determinación (rs 2) entre el ICEA y las medidas de bienestar, ansiedad y depresión.
Consistencia interna: se valoró a partir del cálculo del coeficiente Alfa de Cronbach para verificar la confiabilidad del ICEA.
Inventario de Capacidades Emocionales para adolescentes (ICEA): el inventario tiene como objetivo evaluar las capacidades emocionales en adolescentes. Fue elaborado en base a las cinco dimensiones de la inteligencia emocional de Goleman,8 tomando en consideración las manifestaciones de las capacidades emocionales en la edad infantojuvenil, en este sentido se han trabajado las dimensiones de autoconocimiento, autorregulación, automotivación, empatía y manejo de relaciones. Es una técnica de papel y lápiz, de tipo autoinforme cuya aplicación es autoadministrada y no se define un límite de tiempo para la misma. La medición utiliza una escala Likert, que comprende las proposiciones: siempre (5), casi siempre (4), a veces (3), casi nunca (2), nunca (1); en un nivel ordinal de medición.
Cuestionario para expertos: los expertos debían evaluar los incisos diseñados atendiendo a los criterios de: claridad sintáctica y semántica con la que ha sido redacto el inciso, ajuste a la población, ajuste al indicador y por último su inclusión en el inventario.
Escala de bienestar psicológico para adolescentes (BIEPS-J): es una versión reducida de 12 incisos de la escala BIEPS de Casullo et al., realizada por Martín, en el año 2002 y cuenta con valores de confiabilidad y validez para los adolescentes cubanos, con un coeficiente Alpha de Cronbach .62. Se responde según escala Likert de tres opciones. 9
Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE-N): permite evaluar la presencia de ansiedad rasgo-estado en niños y adolescentes. Es una versión del State Train Anxiety Inventary (STAI, por sus siglas en inglés) de Spielberger, en su variante para niños o adolescentes. Fue adaptada para la población cubana por Lorenzo et al. (10 y cuenta con valores de confiabilidad y validez para los adolescentes cubanos, con un Alpha de Cronbach de .90. Se trata de un inventario autodescriptivo subdividido en dos partes, que evalúan la ansiedad como rasgo y como estado respectivamente. Ambas partes constan de 20 proposiciones con tres posibles respuestas: nada (1pto), algo (2ptos) y mucho (3ptos).
Inventario de Depresión Rasgo-Estado (IDERE-N): es una variante del test IDERE de Grau y Martín, confeccionada por Lorenzo, Grau y Martín. Cuenta con valores de confiabilidad y validez para los adolescentes cubanos.11 Es un inventario autodescriptivo subdividido en dos partes, diseñado para evaluar dos formas relativamente independientes de la depresión: como estado y como rasgo. La primera parte evalúa la depresión como estado, con 20 proposiciones y la segunda parte, la depresión como rasgo con 22 proposiciones. Los sujetos han de responder de acuerdo a cuatro posibles respuestas: no existe (1pto), un poco (2ptos), suficiente (3ptos) y muy fuerte (4ptos).
El procesamiento de los datos se realizó utilizando el paquete estadístico Statistical Package for Social Sciences (SPSS 22.0).
RESULTADOS
Validación de contenido y constructo
La versión inicial del instrumento contó con 100 incisos elaborados teniendo en cuenta la revisión de la literatura especializada respecto a la manifestación de las capacidades emocionales en la adolescencia, los resultados de pruebas piloto y entrevistas grupales, que brindaron una visión general acerca del conocimiento de los estudiantes sobre el tema de las emociones, el vocabulario habitual con que las denominan y la forma de identificar las situaciones más frecuentes y de mayor carga afectiva. Esta versión fue sometida a valoración de los expertos. Los cuales dieron puntuaciones favorables a los incisos) con poca variabilidad entre ellas (ver anexo 1).
Para analizar el cumplimiento de cada inciso a los criterios establecidos, se calcularon, para cada uno de ellos, la media, las varianzas y desviaciones típicas. Se consideró que no cumplían con el criterio los incisos con valores de media menor de 4, varianza mayor de .4 y dispersión mayor que .5. De acuerdo a ello, se eliminaron 28 incisos, resultando una versión de 72 incisos, que fue administrado a 419 estudiantes que mostraron dificultades de comprensión en 21 incisos, los cuales también fueron eliminados, quedando una versión de 51 incisos la cual fue sometida al análisis factorial.
Análisis factorial exploratorio
En primer lugar, se calculó la medida de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de esfericidad de Bartlett. (Tabla 1).
Los datos anteriores mostraron la pertinencia de realizar el análisis factorial. El inventario fue sometido a un análisis factorial de las componentes principales, con rotación varimax.
Correlaciones inter-incisos
La matriz de correlaciones inter-incisos cuantificó la fortaleza de los agrupamientos de los incisos en el inventario (ver anexo 2). Para determinar la fuerza de la correlación se estableció la siguiente escala: correlación alta si es mayor a .41; media entre .30 - .40 y baja menor que .29. En las dimensiones pertenecientes a la esfera intrapersonal los valores de las correlaciones oscilaron entre medios y bajos. Las correlaciones más altas superan el valor de .5; presentes en los incisos de las dimensiones empatía y manejo de relaciones. La mayoría de los incisos correlacionan con mayor fuerza con aquellos que pertenecen a su misma dimensión. Se eliminaron ocho incisos que mostraron correlaciones débiles tanto con los integrantes de su propia dimensión como con el resto del inventario. De ahí que se obtiene una versión del inventario compuesta por 43 incisos.
Correlación entre las dimensiones
Todas las dimensiones correlacionan positivamente entre sí, con valores medios y altos. (Tabla 2).
Los valores más elevados aparecen entre las dimensiones empatía y manejo de relaciones lo que pudiera fundamentarse por el hecho de que ambas conforman el área interpersonal del constructo. Por otro lado, la dimensión autoconocimiento, muestra correlaciones más débiles con el resto de las dimensiones. Se debe tener en cuenta que está es la dimensión básica, a partir de la cual se desarrollan el resto de las dimensiones. Para estudios futuros, se requiere de un mayor análisis respecto al contenido o diseño de los indicadores que la integran.
Finalmente, el instrumento quedo conformado por un total de 43 incisos agrupados en 13 indicadores que conforman las 5 dimensiones del instrumento (ver anexo 3).
Cálculo de la confiabilidad
La medida de consistencia interna fue ofrecida por el Coeficiente Alfa de Cronbach que alcanzó un valor de .861.
Validación de criterio concurrente. Correlación del ICEA y la escala BIEPS-J
Al analizar el coeficiente de correlación resultante entre el ICEA y la escala BIEPS-J, se advirtió una correlación positiva significativa de magnitud moderada (rs(.51, p(.01) (ver anexo 4).
Por su parte, el coeficiente de determinación (rs 2(.269) indica que el ICEA explica el 27 % de la variación de la escala BIEPS-J en los adolescentes y viceversa.
Las dimensiones correlacionan de forma positiva y moderada con la escala BIEPS-J. Resulta interesante destacar que, dentro de las dimensiones del ICEA, las correlaciones más altas se obtuvieron en las dimensiones relacionadas con la automotivación y el manejo de relaciones. (Tabla 3).
Correlación del ICEA y el IDARE-N
El coeficiente de correlación revela que el ICEA presenta una correlación negativa significativa con el IDARE-N. La magnitud de la correlación es moderada (ansiedad estado, rs(-.46, p(.01 y ansiedad rasgo, rs(-.39, p(.01).
El coeficiente de determinación (rs 2(.214) revela que el ICEA explica el 21 % de la variación de ansiedad estado y viceversa; y el 15 % (rs 2(.154) de la ansiedad rasgo y viceversa.
Las dimensiones del ICEA correlacionan negativa y significativamente con el IDARE-N estado, de forma moderada con el área intrapersonal y débil con la interpersonal. Con el IDARE-N rasgo, las dimensiones de autocontrol y automotivación correlacionan moderadamente, mientras que autoconocimiento y manejo de relaciones tienen correlaciones débiles y empatía no mostró correlación como se observa en la (tabla 4).
Correlación del ICEA y el IDERE-N
El coeficiente de correlación resultante entre el ICEA y el IDERE-N en los adolescentes estudiados, mostró una correlación negativa significativa entre ambos instrumentos. La magnitud de la correlación con depresión como estado es débil (rs(-.20, p(.01), mientras que la correlación con la depresión como rasgo es moderada (rs(-.39, p(.01).
Por su parte, el coeficiente de determinación indica que el 4 % (rs 2(.042) y el 15% (rs 2(.152) de la variabilidad total del ICEA queda explicada por la variabilidad total de la depresión como estado y como rasgo respectivamente y viceversa.
La magnitud de las correlaciones entre las dimensiones del ICEA y el IDERE- N depresión estado es de magnitud débil, mientras que con IDERE-N rasgo mantiene una correlación de magnitud moderada con la automotivación, y débil con el resto de las dimensiones. (Tabla 5).
DISCUSIÓN
El objetivo del trabajo fue la construcción y validación del Inventario de Capacidades Emocionales en Adolescentes (ICEA). El inventario es una medida de autoinforme, de 43 incisos, con una estructura multidimensional compuesto por cinco dimensiones: autoconocimiento, autocontrol, automotivación, empatía y manejo de las relaciones, donde los valores de las correlaciones entre las mismas muestran su relativa independencia lo que evidencia la validez de constructo. A su vez cada una de las dimensiones está conformada por un conjunto de componentes que se corresponden, aunque con ciertas variaciones, con los indicadores definidos originalmente desde el modelo teórico.
El ICEA y sus dimensiones, correlacionan de forma positiva y moderada con la escala BIEPS-J. Lo que coincide con resultados de otros estudios que señalan como la inteligencia emocional se asocia con comportamientos adaptativos, mejor bienestar psicológico y ajuste personal y social en general.12
El ICEA mostró además correlaciones negativas significativas con medidas de la ansiedad y depresión (IDARE-N e IDERE-N), que concuerdan con trabajos que revelan que mayores puntuaciones en indicadores de IE se asocian a menor incidencia de sintomatología ansiosa y depresiva,13 y a su vez, sirven de factor protector a ideas suicidas en adolescentes, provocadas por estados depresivos y el consecuente riesgo de victimización,14 y en otra dirección, se encuentra una relación negativa entre dimensiones de la inteligencia emocional percibida y la emocionalidad negativa expresada en estados de ansiedad o depresión que ponen en riesgo el ajuste psicológico.15
El (ICEA) posee una estructura multidimensional compuesta por cinco dimensiones que correlacionan entre sí, con relativa independencia entre ellas, en ajuste al modelo teórico de base. Las acciones de validación realizadas demuestran que el instrumento posee validez de contenido, de constructo y de criterio, así como una alta confiabilidad y consistencia interna.