INTRODUCCIÓN
El Estado cubano desde sus inicios ha tenido la preocupación de construir en cada escuela un proyecto escolar de educación de la sexualidad, con el propósito de dar respuestas a las necesidades que presentan los y las estudiantes entorno a su salud sexual y reproductiva para promover prácticas sexuales responsables, placenteras y con sentido.
En este empeño una de las etapas en la que más se han formulado propuestas educativas para educar la sexualidad es la adolescencia. Esto se debe a que entre los principales problemas que enfrenta la personalidad en esta etapa de la vida se encuentran los vinculados con la sexualidad, debido a los cambios de su organismo, su madurez biosocial y su nueva situación social. En la etapa enfrentan sus primeras vivencias sicosexuales, aparecen impulsos, deseos, sensaciones nuevas y sin embargo, desde el punto de vista social, carecen en ocasiones de orientación, información no saben cómo comportarse, ni cómo satisfacer sus impulsos.
Por otro lado se aprecia algunas tendencias que presentan un número considerable de adolescentes cubanos, de estos tiempos, que constituyen retos en la educación de la sexualidad de los mismos, entre las que destacan el inicio temprano de las relaciones sexuales íntimas, la existencia de una tendencia al cambio frecuente de pareja y a tener relaciones abiertas, las salidas sin la supervisión de los adultos hasta altas horas de la noche, el consumo de bebidas alcohólicas y la mezcla de estas con sicofármacos, y el acceso a información variada referente a la sexualidad desde sitios y páginas web de escaso contenido educativo.
Como respuesta ante los retos que supone educar la sexualidad en este grupo etario, por los aspectos antes mencionados, el Estado cubano ha reconocido a la educación integral de la sexualidad como una a aliada estratégica y como un proceso científico, consciente, organizado, sistemático, sostenible, participativo y contextualizado, basado en conocimientos, habilidades sicosociales y valores, que promueva la igualdad de género, los derechos sexuales, la autonomía y bienestar sicosexual en las personas; dirigido a la formación y desarrollo de una sexualidad plena, segura, placentera, libre y responsable, en las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el sistema educacional. (Roca, A., 2015. p. 22)
Como uno de los componentes esenciales en la educación integral de la sexualidad de los adolescentes, por su reconocido potencial trasformador, se ha connotado la implementación de habilidades sicosociales dentro de los programas y propuestas educativas para educar la sexualidad. La significación del trabajo con las mismas cobra mayor valor si se tiene en cuenta los resultados arrojados por investigadores como Lacunza y Contini quienes plantean que la carencia de habilidades y competencias sociales asertivas favorecen la aparición de comportamientos disfuncionales en el ámbito familiar y escolar. En los adolescentes, los déficits de habilidades sociales pueden incidir negativamente en la consolidación de la identidad como en la cristalización de trastornos sicopatológicos. (2011, p. 159).
El desarrollo de las habilidades sicosociaciales constituye un rasgo característico de los sistemas educativos en numerosos países. Las mismas han sido objeto de estudio de numerosos investigadores (Sacramento, Mendoza y Yael, 2008; Flores, M., 2014: Mantilla, Oviedo, y Hernández, 2015; Amaral, Maia y Medeiros, 2015; García, Villagómez, y Reyes, 2016; Brigada,2017). Estas habilidades se definen como “herramientas útiles para que las personas establezcan relaciones saludables consigo mismas, con las demás y con el entorno, de tal manera que sean favorables a la salud y el bienestar del individuo en todos sus ámbitos. Parten de la premisa que las personas tienen la capacidad de transformarse a sí mismas e intervenir el entorno en el que viven para construir el mundo que desean. (Mantilla, Hernández, Aragón y Estupiñán, 2013)
Ante los referentes expuestos, surge la necesidad de realizar una investigación acerca de las particularidades que en el decursar histórico ha tenido el procesode educación integral de la sexualidaddesde habilidades sicosociales en adolescentes cubanos.
MÉTODOS
Para realizar la investigación se partió de un análisis documental con el objetivo de conocer, las peculiaridades históricas referente al proceso de educación integral de la sexualidad desde habilidades sicosociales en adolescentes cubanos. Para ello se revisaron los documentos rectores que como política educacional rigen la educación para la salud y la sexualidad en el nivel educativo de Secundaria Básica, a saber, la Tesis sobre Política Educacional (Partido Comunista de Cuba, 1975), Proyecciones para el desarrollo del trabajo de salud escolar, curso 1993- 1994 (Ministerio de Educación, 1993), Estrategia para el trabajo por la prevención y promoción de salud en el Sistema Nacional de Educación, curso 1996-1997 (Ministerio de Educación, 1996), Trabajo metodológico. Documentos, curso 1994- 1995; 1995-1996; 1996-1997 (Ministerio de Educación, 1995, 1996), Hacia una sexualidad responsable y feliz: documento teórico - metodológico, (González, et al., 1997); Hacia una sexualidad responsable y feliz para maestros y maestras de Secundaria Básica Parte I y II, (Castellanos, et al., 1997), Programa Director de Promoción y Educación para la Salud en el Sistema Nacional de Educación (Torres, Carvajal, Machado, & Sánchez, 1997),Programa de educación de la sexualidad con enfoque de género y derechos sexuales en el Sistema Nacional de Educación (Ministerio de Educación, 2011), Orientaciones metodológicas educación Secundaria Básica, preuniversitaria, técnica y profesional y de adultos. Educación de la sexualidad y prevención de las ITS y el VIH/sida desde los enfoques de género, de derechos y sociocultural (Torres et al., 2011), Educación integral de la sexualidad con enfoque de género y de derechos en el Sistema Nacional de Educación. Ciclo de cooperación entre el MINED y el UNFPA 2014-2018 (Zayas, 2015).
Del mismo modo se aplicaron entrevistas a informantes clave para determinar los procederes metodológicos que en la práctica pedagógica se implementaron en las distintas etapas, que este artículo reconoce, como parte del proceso de educación integral de la sexualidad desde habilidades sicosociales en adolescentes cubanos.
Los indicadores que se tuvieron en cuenta para determinar las particularidades de cada etapa fueron los siguientes: concepción de la educación sexual, contenidos que se tratan prioritariamente para la educación de la sexualidad desde la formación de habilidades sicosociales y las vías que se utilizan para educar sexualmente a los adolescentes.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Al realizar una sistematización teórica de las diferentes tendencias que han predominado en el proceso de educación integral de la sexualidad desde habilidades sicosociales en adolescentes cubanos y teniendo en cuenta los criterios de selección fueron identificadas cuatro etapas, que abarcan desde el triunfo de la Revolución, hasta la actualidad. Estas etapas son las siguientes; a saber, 1) la de creación de las condiciones para su desarrollo, 2) la de potencialización del proceso en el nivel, 3) la de estructuración y perfeccionamiento, y 4) la de visión social integradora de la educación sexual y atención a la diversidad sexual. A continuación, se analiza cada una de ellas.
Primera etapa: Creación de las condiciones para el desarrollo de la educación de la sexualidad en el nivel educativo Secundaria Básica (1959 - 1975).
El Estado cubano desde los inicios de la Revolución tuvo la preocupación de mejorar la salud sexual y reproductiva de la sociedad nueva que se estaba gestando y contribuir, de esta manera, a elevar su calidad de vida. Con la creación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) el 23 de agosto de 1960, a partir de que el proceso revolucionario determinó como una de sus premisas el respeto a los derechos de las mujeres y la creación de condiciones y oportunidades para su plena participación en la vida económica, política, cultural y social del país, se dan las primeras pautas para el logro de esta aspiración. Para ello la FMC convoca al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), y al Ministerio de Educación (MINED) para la realización de diversas acciones de acuerdo con sus respectivos campos de acción.
Liderada por Vilma Espín Guillois, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en el año 1962 inicia la labor de educación de la sexualidad luego de identificar situaciones relacionadas con la sexualidad que afectaban la salud de las mujeres, entre las que se destacaban la alta morbilidad femenina causada por abortos realizados en situaciones de grave peligro, pues se hacían en las peores condiciones extra-hospitalarias y con procederes que generalmente causaban hasta la muerte. En esos años primaba el desconocimiento de los métodos anticonceptivos o existían dificultades para adquirirlos, por lo que las mujeres no tenían posibilidad de escoger el número de hijos a tener.
Es entonces que se analiza la necesidad de institucionalizar el aborto como servicio de salud, realizado con todas las condiciones en centros hospitalarios y con el personal preparado y autorizado para ello. Además, se inicia el programa de educación sexual a través de la elaboración de materiales y apertura de espacios de debate sobre temas relacionados con la salud que mensualmente se efectuaban en las delegaciones de base.
La década de los años 70 tuvo rasgos distintivos en la profundización de la revolución educacional, así, el I Congreso Nacional de Educación y Cultura (abril, 1971), avizoró el inicio de un proceso de perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación que potenció la problemática educacional en todos los niveles y tipos de enseñanza.
Por su parte, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) abogó por la atención en el congreso (1972), a la alta tasa de abortos que existía en la población adolescente y joven, a la escasa preparación para enfrentar el matrimonio, la vida en pareja y a la relación de estos problemas con la deserción escolar.
En el II Congreso de la FMC (1974) se abogó, resueltamente, por la instauración de un programa nacional de educación sexual que propiciara enfrentar las insuficiencias heredadas; además, era necesario trabajar por erradicar la maternidad temprana, así como la equidad de oportunidades y posibilidades entre hombres y mujeres, niños y niñas.
La aprobación del Código de Familia constituyó un documento indispensable para legitimar y promover en el contexto de la institución familiar, los valores de igualdad de derechos para el hombre y la mujer. Igualmente se abordan las propuestas que trascendieron hasta su integración en las políticas aprobadas y recogidas de manera general en las resoluciones sobre la formación de la niñez y la juventud, así como sobre el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer. En esta última se plantea la necesidad de terminar definitivamente la discriminación de la mujer y que la educación sexual forme parte de la educación integral.
En la Tesis sobre Política Educacional fueron delineados los objetivos de la formación integral (educación laboral, intelectual, física, estética, moral, científica, político-ideológica y sexual), puesto que sus proyectos de vida se relacionan con las necesidades que contextualmente demanda el momento histórico-concreto determinado (Partido Comunista de Cuba, 1975). Todo se materializaría con la preparación de los docentes para cumplir con este encargo. Se advierte el comienzo de la preparación de los docentes y los cuadros de dirección en estos temas y se empiezan a elaborar textos y medios didácticos, orientaciones metodológicas, materiales educativos dirigidos al estudiantado y la familia.
De esta manera, se trazaron nuevas pautas para el desarrollo de la educación de la sexualidad, dentro de ella, se reconoce la importancia de la coeducación entre ambos sexos para la formación de relaciones adecuadas, la promoción de un enfoque correcto de la sexualidad que enfatice en su aspecto humano y social, así como preparar tanto a los educandos como a educadores (padres, maestros y sociedad en general) sobre este tema y su educación.
Los temas o contenidos que se trataron en este período no fueron de gran impacto, centran su atención en aspectos biologisistas y sanitario sin una intención clara de formación de habilidades sicosociales.
Como principales rasgos de esta etapa se determinaron la creación de las bases legales para la educación de la sexualidad en el marco educativo cubano; la incipiente capacitación, con carácter educativo y asistencial, de profesionales, entre los que se encontraban los del sector educacional, los cuales una vez formados, fungirían como multiplicadores; la ausencia de reconocimiento de habilidades sicosociales en la educación de la sexualidad y en consecuencia la labor de la escuela se centra solo en abordar aspectos cognitivos con un marcado carácter biologicista.
Segunda etapa: Intencionalidad de potenciar la educación de la sexualidad en el proceso educativo de Secundaria Básica. (1976-1990).
A finales de 1975 se crearon los grupos de educación sexual en los institutos superiores pedagógicos "Enrique José Varona" y "Félix Varela", cuya labor en la realización de investigaciones permitió que se redimensionara la concepción de los programas, dirigida a enfocar la sexualidad no solo desde el punto de vista biológico, sino también sicosocial, proceso que continuó en 1976. (Martínez, Ramos, Puig, Ulloa y Serret, 2013)
En el curso 1975-1976 comienza a desarrollarse el Plan de Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación (Megna, 2014, p.22), y como consecuencia de ello en el curso escolar 1976-1977 se elaboraron nuevos planes de estudios, programas, libros de textos, cuadernos de trabajo y orientaciones metodológicas para los docentes. Como resultado de ello se fortaleció el proceso educativo en tanto se incluyeron nuevos ejes temáticos sobre la sexualidad en nuevas asignaturas: Historia, Fundamentos del Marxismo Leninismo, Química, Español-Literatura y se profundizaron en Biología, lo que fortaleció el proceso docente educativo en torno a la educación de la sexualidad, sin embargo, aún es perfectamente reconocible el predominio del enfoque biologisistas en detrimento de lo educativo, ello influye en la preparación de los profesores para dirigir este proceso. Además, desde la escuela todavía no se favorecía que el tratamiento de los contenidos permitiera la formación de habilidades sicosociales como parte de la educación de la sexualidad que se proponía implementar y por consiguiente el trabajo desde lo extradocente y lo extraescolar como componentes del proceso educativo fue aún insuficiente.
En 1977 el Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual (GNTES) adquiere personalidad jurídica propia y se adjunta, como grupo de trabajo multidisciplinario e intersectorial, a esta comisión permanente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Luego de su creación, el GNTES desarrolla un conjunto de acciones diversas entre las cuales figura la intensificación de la preparación de multiplicadores para la educación sexual entre médicos, pedagogos, psicólogos, funcionarios y especialistas de la salud, la FMC y la educación, así como de las organizaciones juveniles, tanto a nivel nacional como territorial.
Desde finales de los 80 se manejó en Cuba la idea de penetrar integralmente el currículo con las concepciones contemporáneas sobre la sexualidad. Esto permitió que en el último perfeccionamiento de los planes, programas y libros de texto se tuvieran en cuenta un sistema de contenido sobre la sexualidad, contempladas también en las orientaciones metodológicas para el maestro.
Entre los materiales elaborados en esta década encaminados a la orientación de adolescentes y jóvenes, según Megna (2014) se destacan los siguientes: Cuando tu hijo te pregunta, (1981); Desarrollo de la sexualidad humana, (1982); Respuesta sexual humana, (1983); Sexualidad en la escuela, (1985); La sexualidad en la joven generación, (1986); Código de la familia, (1987); Código de la niñez y la juventud, (1987); ¿Piensas ya en el Amor? (1989); El hombre y la mujer en la intimidad, (1989) y En defensa del amor (1989) (p. 12). Sus contenidos están esencialmente dirigidos a lo reproductivo, aunque se observa una intencionalidad en el reconocimiento de algunos valores implícitos en la relación de pareja, también se aprecia la incipiente implicación de algunas agencias comunitarias.
En 1989 el GNTES devino Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) como institución especializada en esta temática y centró sus objetivos en el desarrollo teórico y metodológico de la producción de conocimientos y potenciación de capacidades profesionales a nivel académico y práctico, como parte de sus acciones se integraron al Ministerio de Educación (MINED), entre otras instituciones la UJC, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), la familia y la comunidad, lo que posibilitó una intervención más armónica en tanto fueron espacios de socialización, pero aun fragmentados y carentes de enfoque sistémico.
En esta etapa evidentemente se aprecia un florecimiento en los estudios sobre la educación de la sexualidad abordados desde la pedagogía, donde se destacan las universidades de ciencias pedagógicas, el MINED y sus centros de investigación; estos estudios, incursionan desde una perspectiva holística y dan una visión sicopedagógica y social de la educación de la sexualidad responsable en la personalidad del sujeto. Sin embargo, continúa presente un abordaje fragmentado y centrado en la salud reproductiva, sobre todo en las infecciones de trasmisión sexual (ITS) y todavía no se le otorga todo el valor que reviste en la sexualidad humana el desarrollo de habilidades sicosociales, sustentada en los sentimientos, los valores, la toma de decisiones y las vivencias, que favorecen las relaciones interpersonales.
Como principales rasgos de esta etapa se determinaron la incorporación de contenidos relacionados con la educación de la sexualidad como parte del perfeccionamiento educacional, la producción científica y la realización de investigaciones desde las ciencias pedagógicas, el progreso en el tratamiento científico, la fundación de instituciones y el establecimiento de nuevas relaciones institucionales. La profundización en los fundamentos teóricos sobre la sexualidad se concreta en las nuevas acciones para la educación de la sexualidad responsable en la escuela; no obstante, su abordaje era aún fragmentado y centrado en lo biológico y lo reproductivo. Además de lo antes señalado, se identificaron como deficiencias su pobre integración en el proceso educativo, su implicación en el trabajo extradocente y extraescolar y la ausencia del reconocimiento del desarrollo de habilidades sicosociales como parte de la educación de la sexualidad.
Tercera etapa: Restructuración y perfeccionamiento de la educación de la sexualidad (1990 - 2007).
En la segunda mitad de los años 90 se expresó en las ideas pedagógicas cubanas una concepción propia sobre los ejes trasversales, que incluyeron a la educación sexual entre los definidos para la escuela. Este eje se materializó en el nivel educativo de Secundaria Básica a través del Proyecto Escolar de Educación Sexual. (Castro, Torres, González, & Mc Pherson, 2004). Con la implementación de la educación sexual como eje trasversal en los centros educativos se implementaron estrategias que integraron la escuela, la familia y el resto de los agentes de la comunidad en un sistema de acciones coherentes que aseguraban la comprensión por los estudiantes de estas demandas y problemas de la moral social y la asunción de actitudes responsables, reflexibles y críticas, así como un comportamiento consecuente con respecto a la vida sexual, reproductiva de la familia.
En 1996, se crea el Proyecto de Educación Formal para una Conducta Sexual Responsable, como parte del Programa Nacional de Educación Sexual que se venía gestando. (Castro, Torres, González, & Mc Pherson, 2004). Hecho este que se considera el hito más significativo de esta etapa. El mismo planteaba como objetivo a largo alcance, contribuir, a través del Sistema Nacional de Educación, a la formación progresiva de una conducta sexual responsable en adolescentes, que promueva la disminución de la deserción escolar por matrimonio, así como la tasa de embarazos y abortos inducidos. De este objetivo se derivaron otros de carácter inmediato, beneficiando de forma directa a especialistas, metodólogos y personal pedagógico.
Los propósitos científicos del proyecto no se suscribieron a la búsqueda y acumulación de conocimientos acerca de los problemas de salud sexual y reproductiva que inciden con mayor fuerza en la adolescencia, sino que concibió la educación integral de la sexualidad desde una visión integradora. Asumió que las necesidades de los estudiantes deben ser comprendidas en cada escuela para transformarlas a través de una práctica reflexiva, donde participen activa y colaborativamente tanto el profesorado y la familia, como los propios estudiantes de ambos sexos.
En consecuencia se editaron el documento teórico-metodológico Hacia una sexualidad responsable y feliz (González et al. , 1997) y las orientaciones metodológicas Hacia una Sexualidad Responsable y Feliz para maestros y maestras de Secundaria Básica I y II parte(Castellanos, et al., 1997) que incluían las alternativas para la educación de la sexualidad por vía curricular para el nivel educativo Secundaria Básica, es pertinente significar que carecían de integralidad en su concepción en tanto solo se limitan a mencionar algunos ejes temáticos que pueden ser tratados en determinados contenidos de las asignaturas.
Se fueron enriqueciendo los contenidos de la educación sexual en el currículo escolar, entre los que se encontraron los siguientes: la sexualidad e imagen corporal, la identidad de género, el rol de género y la orientación sexoerótica, erotismo y autoerotismo, relaciones interpersonales y comunicación, salud sexual y reproductiva y toma de decisiones y planes de vida. En estos contenidos que definen la concepción de educación de la sexualidad para los adolescentes que se pretendía gestar, se dan, de manera poco explícita, los primeros indicios de reconocer la necesidad de formar en los estudiantes habilidades sicosociales como parte de la educación integral de los mismos, centrando la atención en algunas específicas como la toma de decisiones, el conocimiento de sí mismo, la comunicación asertiva y la empatía. Una descripción más detalla del desarrollo de estas habilidades puede encontrarse en Benítez (2018, p. 35).
En esta etapa la vía extracurricular complementa, sistematiza y consolida las actividades por vía curricular. Las actividades extraclases programadas en los centros educativos posibilitó el intercambio, la discusión de temáticas personales y grupales, vinculadas a la vida sexual y social en general, propiciando un ambiente agradable en esos espacios de reflexión, acordes con las necesidades, los intereses y las aspiraciones de ambos sexos. Dentro de las actividades acometidas en esta etapa se destacan los talleres de educación sexual, los círculos de interés, los cines debates, la celebración de efemérides, las jornadas culturales, las sociedades científicas, las conferencias y charlas y la proyección de materiales y audiovisuales.
El programa director de promoción y educación para la salud en el Sistema Nacional de Educación que vio la luz en 1997 (Torres, Carvajal, Machado, & Sánchez, 1997), enuncia los ejes temáticos de la educación de la sexualidad, lo que constituye en esta etapa una potencialidad al definir los conocimientos y actitudes que deben mostrar los estudiantes en cada nivel de enseñanza en relación con le educación de la sexualidad que han recibido.
Como principales rasgos de esta etapa se determinaron que los resultados y el progreso en la producción científica provocó el enriquecimiento de la educación de la sexualidad, lo que se concretó en la creación de proyectos y programas nacionales con una visión más integral e inclusiva del proceso; la progresiva inclusión de nuevos conocimientos relacionados con la educación de la sexualidad responsable en el nivel educativo de Secundaria Básica, lo que permitió consignar los ejes temáticos de la educación sexual, no así los contenidos de la educación de la sexualidad basados en la formación de habilidades sicosociales; la concepción de una visión integral de la educación de la sexualidad, desde la integración de las agencias sociales (familia y comunidad), se aprecia un acercamiento de la escuela sobre todo hacia la familia, pero todavía es insuficiente el trabajo en este sentido para potenciar sus influencias educativas sobre los/las estudiantes.
Cuarta etapa: Visión social integradora de la educación sexual. Atención a la diversidad sexual. (2007- Actualidad)
Actualmente, la educación de la sexualidad se orienta con una visión más flexible que acepta la diversidad en sus diferentes expresiones. En tal sentido, la Resolución No. 139/2011 del Ministerio de Educación puso en vigor el Programa de Educación de la Sexualidad con Enfoque de Género y de Derechos Sexuales en el Sistema Nacional de Educación (Ministerio de Educación, 2011), hecho este que se reconoce como hito de la etapa.
Los contenidos de la educación de la sexualidad en el currículo escolar adquieren otra connotación con la aprobación de dicha resolución Ministerial al incorporar nuevos contenidos como parte del eje curricular entre los que se destacan: género y sexualidad humana, sexualidad y sociedad, derechos sexuales y reproductivos del hombre y la mujer, la sexualidad en los educandos con necesidades educativas especiales, familia y sexualidad, la sexualidad y la formación de valores, planificación familiar, paternidad y maternidad responsable, violencia sexual, diversidad de la vida sexual, la respuesta sexual masculina y femenina y la educación de la sexualidad con un carácter alternativo, participativo y desarrollador frente a la educación sexual sexista, androcéntrica, homofóbica en el ámbito familiar, escolar y social.
Estos temas indudablemente constituyen un sistema de conocimiento que favorecerán la educación integral de la sexualidad de los adolescentes. Debe recordarse la conexión entre el sistema de conocimientos, el sistema de habilidades y hábitos, el sistema de relaciones con el mundo y el sistema de la experiencia de la actividad creadora (González, Recarey, & Addine, 2007). Luego la apropiación de estos conocimientos, bajo la dirección del docente u otros agentes educativos, mediará la formación de valores y actitudes para asumir una conducta sexual responsable y favorecer el establecimiento de relaciones interpersonales de respeto, equitativas y que reconozcan la diversidad.
En este sentido, si el proceso de educación de la sexualidad, como todo proceso de educación, se enfoca desde la perspectiva vygoskiana de apropiación, entonces su resultado no se limitará al aprendizaje de determinados conocimientos, sino que enriquecerá la cultura del individuo, su crecimiento personológico y provocará la modificación de los modos de interrelacionarse. Debe recordarse que el “enfoque histórico-cultural de Vygotsky se fundamenta en que el desarrollo psicológico es un proceso muy complejo, que tiene su origen o fuente en las condiciones y la organización del contexto social y cultural que influyen sobre el sujeto, a todo lo largo de su historia personal, pero que se produce, definitivamente, como resultado de la acumulación de su experiencia individual, a partir de sus vivencias” (Arias, 2005, pág. 12). Lo que ratifica la importancia de impartir los contenidos de la educación integral de la sexualidad desde la historia de vida de los estudiantes y el contexto social en que se desenvuelven.
En estos contenidos que definen la concepción de educación de la sexualidad para los adolescentes en esta etapa se reconoce, de manera explícita, la incorporación en el currículo escolar el trabajo con habilidades sicosociales como parte de la educación integral de la sexualidad.
El Programa de Educación de la Sexualidad con Enfoque de Género y de Derechos Sexuales en el Sistema Nacional de Educación, en su eje temático número nueve, propone el trabajo con las siguientes habilidades sicosociales: conocimiento de sí mismo/a, manejo de emociones y sentimientos en el hombre y la mujer desde los estereotipos de género, toma de decisiones, relaciones inter e intragenéricas, comunicación asertiva, negociación sobre la base de paridad, respeto y cooperación. Sin embargo, el conocimiento que se ofrece sobre la formación y desarrollo de las mismas en los estudiantes del nivel educativo Secundaria Básica es fragmentado y carente de propuestas que desde la teoría contribuyan a su implementación.
Desde el año 2014 se viene implementando el Proyecto de Educación Integral de la Sexualidad con Enfoque de Género y de Derechos en el Sistema Educacional como parte del Ciclo de Cooperación entre el MINED y el UNFPA (2014- 2018) (Zayas, 2015). Este Proyecto que desarrolla el MINED en el proceso de educación integral de la sexualidad, se sustenta en una intencionalidad formativa-pedagógica del desarrollo pleno de la esfera sicosexual que se encamina hacia tres áreas fundamentales: el incremento de conocimientos, la formación y desarrollo de habilidades sicosociales y el fortalecimiento de valores.
Por consiguiente, se propone una propuesta pedagógica renovadora de concebir la educación de la sexualidad tanto desde la vía curricular como la extracurricular a tono con los objetivos del tercer perfeccionamiento educacional que se viene desarrollando en el país. De esta manera se brindan los objetivos y logros de aprendizaje, según las características del desarrollo sicosexual y las exigencias emanadas del fin y los objetivos de cada tipo de educación, y el proceso de educación integral de la sexualidad en cada subsistema educativo.
Se connota dentro de los objetivos a alcanzar en el nivel educativo de Secundaria Básica la formación y desarrollo de habilidades sicosociales, como el conocimiento de sí mismo, la toma de decisiones informadas y responsables, el manejo de emociones y sentimientos, la comunicación asertiva relacionada con la expresión sana, placentera y responsable de la sexualidad, así como la elaboración de proyectos de vida inclusivos para todos y todas.
Como principales rasgos de esta etapa se determinaron el incremento de una producción científica acerca de la educación integral de la sexualidad desde un enfoque de género y de derechos sexuales, la inclusión de la formación y desarrollo de habilidades sicosociales como parte de los ejes temáticos de educación integral de la sexualidad en el currículo escolar y la atención a la diversidad en el mismo, lo que se concretó en la concepción de las nuevas orientaciones metodológicas que como parte del programa de educación de la sexualidad con enfoque de género y de derechos sexuales en el Sistema Nacional de Educación que fueran elaboradas.
El estudio realizado y la periodización resultante permitieron identificar las siguientes tendencias históricas:
En la conceptualización de la educación de la sexualidad y su concreción en la práctica se aprecia un movimiento que va desde la presencia de un programa con un carácter menos planificado, caracterizado por un enfoque espontáneo, asistemático y fragmentado, hasta la institucionalización de la educación de la sexualidad en todo el territorio cubano, vista ahora como eje transversal curricular y reconocida como parte de la política del Estado en el Sistema Nacional de Educación.
En cuanto a los contenidos tratados prioritariamente para la educación de la sexualidad desde la formación de habilidades sicosociales se transita desde temas escasos y de mínimo impacto, hasta su inclusión como eje temático de la educación sexual en el nivel educativo Secundaria Básica. Sin embargo, aún se carecen de propuestas educativas que contribuyan a su contextualización e integración en la forma de concebirla.
Los autores, a partir de la sistematización realizada consideran, que se deslumbra una aproximación no muy lejana, a abordar la educación integral de la sexualidad desde un enfoque basado en competencias sicosociales. Aunque el currículo cubano está basado en habilidades, en la concepción actual de la educación integral de la sexualidad se propone educar a un adolecente con determinados conocimientos, desarrollando determinadas habilidades y con un sistema de valores bien determinados. Elementos estos que forman parte del constructo teórico de la concepción de competencias. Por lo que se considera oportuno señalar la necesidad de realizar investigaciones que permitan clarificar la temática objeto de estudio.
CONCLUSIONES
El estudio realizado permitió identificar las principales tendencias que ha tenido desde el triunfo de la Revolución hasta la actualidad el proceso de educación integral de la sexualidad desde habilidades sicosociales en adolescentes. En él se puedo apreciar un desarrollo ascendente en el modo de concebirla como parte de los programas y currículo institucional en el sistema educativo de la Secundaria Básica, sin embargo, se aprecia la necesidad de propiciar nuevas vías que contribuyan a abordar la temática desde concepción holística y contextualizada.
Los autores, a partir de la sistematización realizada consideran, que se deslumbra una aproximación no muy lejana, a abordar la educación integral de la sexualidad desde un enfoque basado en competencias sicosociales. Aunque el currículo cubano está basado en habilidades, en la concepción actual de la educación integral de la sexualidad se propone educar a un adolecente con determinados conocimientos, desarrollando determinadas habilidades y con un sistema de valores bien determinados. Elementos estos que forman parte del constructo teórico de la concepción de competencias. Por lo que se considera oportuno señalar la necesidad de realizar investigaciones que permitan clarificar la temática objeto de estudio