Introducción
Diversos estudios han mostrado que, para desarrollar y mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje, los profesores deben reflexionar sobre lo que hacen de manera regular y sobre las herramientas y estrategias que se aplican directamente en el aula. De esta manera, la investigación en el aula se presenta como una estrategia para incrementar la capacidad reflexiva, así como para mejorar varios aspectos de aprendizaje.1,2,3,4 Por otro lado, diversos autores han estudiado el efecto de este tipo de metodologías de aprendizaje, en comparación con las metodologías tradicionales, y han demostrado efectos importantes en la formación académica de los estudiantes.5
Según McKay (citado por Alfayoumi)6 “el proceso de realizar investigaciones en el aula pretende responder preguntas o resolver problemas al involucrar a un grupo específico de estudiantes en un entorno particular”. Si se parte de este escenario, el proyecto de investigación en el aula sería considerado como una forma de aprendizaje basado en proyectos, dentro de un contexto metodológico, ético y didáctico, que plantea al estudiante la posibilidad de analizar y proponer alternativas de solución a preguntas que, mediante la investigación formativa intencionada, permiten un mejor aprendizaje y una comprensión de una temática determinada.
En este contexto se podría mencionar que un proyecto de investigación en el aula se corresponde con una estrategia de aprendizaje significativo, basado en un ejercicio de análisis e interpretación, el cual involucra a estudiantes y profesores. También permite la construcción y aplicación de conocimientos, el desarrollo de competencias y, de este modo, articular la actividad académica con el entorno, al cumplir las funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión.7
Metodologías de enseñanza-aprendizaje en el contexto de las ciencias de la salud
El proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias de la salud requiere de elementos dinámicos que permitan articular los conocimientos adquiridos con una visión práctica de las disciplinas en un contexto basado en la solución de problemas y el pensamiento crítico. Dentro de las metodologías más reconocidas se encuentran: el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en proyectos, el método de casos o situación, las simulaciones dramatizadas o mediadas por las tecnologías, las dinámicas de grupo y el aprendizaje colaborativo en el aula, entre otros. Dentro de estas metodologías y estrategias es posible destacar el aprendizaje basado en problemas (ABPr) y el aprendizaje basado en proyectos (ABP), porque exigen una participación activa, investigativa y reflexiva para la solución de un problema; así, el conocimiento resulta consecuencia de la discusión, argumentación y toma de decisiones, que implican buscar dicha solución.8
En el ABPr se quiere que los estudiantes puedan dar solución a determinado problema propuesto previamente y, por medio de la construcción de la solución, aprendan más acerca de este. Esta estrategia se desarrolla en forma de trabajo grupal e independiente, y el aprendizaje es propositivo y autónomo. “Algunos aspectos del ABPr se fundamentan en problemas intencionalmente mal estructurados (ill-structured), situaciones auténticas y oportunidades para desarrollar autonomía y responsabilidad.9
Por su parte, el ABP constituye una estrategia en la cual los estudiantes trabajan en grupos para solucionar problemas que habitualmente involucran situaciones reales y que permiten una experiencia muy cercana al ámbito laboral real. También se pueden incorporar elementos que conlleven colaboración con otras dependencias o departamentos, lo cual estimula el trabajo interdisciplinario. Esta estrategia se ha utilizado con éxito en disciplinas como la ingeniería, pero permite su incorporación en múltiples áreas del conocimiento.9
No resulta completamente clara la diferencia entre el ABP y el ABPr, pues suelen utilizarse de manera conjunta y sus resultados se complementan: las dos metodologías utilizan aproximaciones constructivistas para el aprendizaje; centran el rol principal en el estudiante, quien identifica, analiza y propone soluciones; e incluyen al profesor como un orientador y dinamizador del proceso.9
El aprendizaje basado en proyectos (ABP)
Aunque las definiciones varían en los detalles, el ABP generalmente se considera un enfoque para enseñanza en la que los estudiantes responden a preguntas del mundo real o a desafíos a través de un proceso de investigación extendido.10 El ABP gira en torno a una problemática que involucra a los estudiantes en situaciones auténticas, donde pueden explorar y aplicar estrategias metodológicas a preguntas con diversos grados de complejidad y que son relevantes para la práctica profesional para la que se están preparando.11
El ABP es un método de aprendizaje basado en el constructivismo,12 que fue propuesto por primera vez por John Dewey a finales de la década de ochenta.13 La filosofía de Dewey estaba centrada en el estudiante, e introdujo situaciones y contextos de la vida real en el entorno académico. Desde entonces, el ABP ha sido elaborado en detalle y aplicado a diversas disciplinas y situaciones de aprendizaje; como resultado de tales aplicaciones prácticas, la comprensión del ABP se ha enriquecido enormemente. En una investigación más reciente, Hovey y Ferguson14 han señalado que existen diferentes interpretaciones del ABP con varios términos superpuestos; por ejemplo, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en consultas, aprendizaje problemático y el método del proyecto. Además, el aprendizaje basado en actividades y el aprendizaje por descubrimiento abarcan características similares.
El modelo del ABP dirige al estudiante por el camino de la obtención de conceptos con base en la enseñanza problémica. Los estudiantes se sienten estimulados para aprender y, por medio de las herramientas que provee la estrategia, pueden convertirse en sujetos activos de su propio aprendizaje. Por su parte, los profesores desempeñan un rol como guías, orientadores y estimuladores de ese proceso, en el que los estudiantes encuentran contradicciones y diversas opciones de solución para los problemas planteados.15
Las características del ABP son, principalmente, el desarrollo de las habilidades de pensamiento de los estudiantes, lo que les permite explorar su creatividad, los anima a trabajar cooperativamente y les ofrece un acceso a la información desde su propia búsqueda y vivencia, con el objeto de dar una posible solución a una situación o problema. El ABP generalmente requiere que los estudiantes participen de manera voluntaria y significativa en las actividades de aprendizaje propuestas, y desarrolla las habilidades para el trabajo en equipo,16 al vincularlo firmemente con la teoría de la actividad.17
El ABP permite que los estudiantes realicen una aproximación a situaciones de la vida real en el ambiente académico. Dicho planteamiento favorece la proposición y comprobación de hipótesis, la discusión y la puesta en práctica de los conocimientos y las habilidades en la situación problema.15 Este ejercicio habitualmente se desarrolla en el marco de un proceso de investigación en el que se da respuesta a una pregunta compleja, problema o desafío. Estos proyectos tienen que pasar por un proceso de planificación, gestión y evaluación, que permita a los estudiantes aprender contenido académico fundamental, así como adquirir habilidades y competencias.18
El aprendizaje basado en proyectos desde la perspectiva del mejoramiento de la calidad en la educación
Diversos estudios en el mundo han analizado el modelo pedagógico del aprendizaje basado en proyectos como un elemento importante, en términos de las estrategias para el mejoramiento de la calidad en educación.19 Los parámetros analizados pueden agruparse en cinco factores clave que influyen en las experiencias de los participantes y los resultados de aprendizaje:
énfasis en el aprendizaje versus los objetivos del proyecto, los beneficios, las tensiones y las consecuencias resultantes;
desafíos para integrar el proyecto en el cronograma del plan de estudios;
factores “influenciadores” del proyecto (habilidades, capacidades, claridad de roles);
acceso diferencial de los participantes a los recursos y la capacidad de llevar a cabo un proyecto dado, de acuerdo con sus roles; e
influencia del entorno de trabajo en el éxito del proyecto.
La aplicación del ABP requiere la articulación de diferentes disciplinas que permitan una mirada amplia sobre el problema propuesto. La diversidad ofrece grandes oportunidades de aprendizaje, las cuales permiten a los estudiantes prepararse para la aplicación de resultados en la realidad, apoyados en el trabajo colaborativo.15 Esto permite integrar tanto las competencias transversales como las profesionales a la construcción de nuevas ideas o conceptos, sobre la base de los conocimientos actuales y previos, para impulsar al estudiante a tener un papel activo en la planificación de su propio aprendizaje.20 Puede decirse que esta metodología constituye una experiencia significativa, pues el logro de los objetivos de la estrategia trasciende los contenidos curriculares y fomenta la capacidad crítica.15
Los factores y elementos identificados anteriormente se han estudiado mediante teorías que abarcan desde procesos cognitivos y conductuales (como el papel del auto-reconocimiento en la re-alimentación) hasta las socioculturales, que se centran en las relaciones sociales, los objetos y los contextos (efecto de las influencias sociales y culturales en la educación basada en simulación).21,22,23,24 Dichos factores han sido abordados en el ámbito de la educación para las ciencias de la salud y el cuidado del paciente;25 la integración a través de los campos de la educación continua y la calidad educativa;26,27 los procesos de realimentación y tutoría;21,28 la educación basada en competencias;29 y la supervisión y preparación en el marco del aprendizaje autónomo.30,31
El aprendizaje basado en proyectos en la enseñanza de las ciencias de la salud
Los programas académicos de las ciencias de la salud han proliferado en la última década por la creciente demanda de profesionales para desarrollar nuevos conocimientos, y generar habilidades y actitudes necesarias para realizar mejoras en la asistencia sanitaria, enfocados en el aseguramiento de la calidad y la seguridad del paciente.19,32,33,34 Este escenario plantea nuevos retos en el área de la enseñanza de estas ciencias y genera un continuo cuestionamiento sobre cómo optimizar simultáneamente el aprendizaje, los resultados de este aprendizaje en términos de calidad, y cómo facilitar la apropiación de conocimientos y habilidades en el marco de una educación interprofesional.
Pocos estudios han abordado las actividades formativas en las ciencias de la salud y las prácticas fuera del aula con relación a las estrategias de enseñanza-aprendizaje; sin embargo, algunos han evaluado la aplicación del ABP como una herramienta importante y efectiva para la enseñanza de las ciencias de la salud.35,36,37,38
Esta estrategia pedagógica también ha sido propuesta como un método práctico para ayudar a los estudiantes a internalizar el conocimiento profesional y desarrollar habilidades de pensamiento crítico39 y conocimientos específicos, como la salud sexual y reproductiva,40 la salud pública y promoción de la salud,41,42 la salud ocupacional,43,44 el desarrollo de dispositivos médicos en la academia,45,46 neurociencia y neurobiología,47,48 bioinformática,49 oncología,50 odontología,51,52 educación médica,53 microbiología y laboratorio de bioanálisis.54,55
Teniendo como base los resultados de la aplicación de esta estrategia pedagógica en las ciencias de la salud, se puede concluir que el ABP permite el desarrollo de habilidades en los futuros profesionales para desempeñarse en el campo laboral; motiva la participación y el relacionamiento del conocimiento teórico y práctico con los problemas de la realidad, lo que se traduce en habilidades para la vida profesional; así como el intercambio de opiniones, ideas y posibles soluciones, lo que promueve habilidades sociales y de comunicación.15
En las disciplinas de la salud, el ABP tiene una utilidad especial porque potencia las habilidades para el trabajo colaborativo. Este representa una fuente de apoyo y relación positiva entre compañeros, lo cual se traduce en menores niveles de ansiedad y mayor autoestima. Otros autores señalan que los estudiantes que participan en el ABP presentan mejor desempeño en las pruebas evaluativas, además del desarrollo de las habilidades esperadas, al recordar e interiorizar lo aprendido por más tiempo.9
Características, componentes y fases del ABP en el contexto de la enseñanza de las ciencias de la salud
Helle y otros56 postulan seis características clave del ABP en la educación superior, relevantes para la psicología cognitiva y la promoción del aprendizaje efectivo. La primera es la orientación del problema: una pregunta específica fomenta la búsqueda del conocimiento y el desarrollo de experiencias: los estudiantes deben desarrollar su comprensión de la teoría y la práctica para desarrollar su proyecto. En segundo lugar, se requiere que los estudiantes generen un “producto” concreto; para hacerlo, deben aplicar habilidades genéricas como la gestión del tiempo y el trabajo en equipo. Tercero, los estudiantes tienen el control de su propio aprendizaje y deciden por sí mismos cómo resolver los problemas relacionados con el proyecto. Cuarto, los proyectos se sitúan comúnmente en un contexto auténtico. Quinto, los proyectos pueden requerir varios formatos para la comunicación de productos y, finalmente, los proyectos pueden estimular a los estudiantes a asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje y mejorar la motivación positiva.
Hovey y Ferguson14 resumieron los componentes clave del ABP: En primer lugar, el plan de estudios se centra en un proyecto complejo, que se construye alrededor de una pregunta de enfoque. En segundo lugar, la iniciativa del estudiante resulta esencial tanto a nivel individual como colaborativo para el proyecto, su definición sugiere un enfoque pragmático, ya que la motivación del estudiante se ve reforzada por la aplicación del conocimiento en contextos cotidianos. Finalmente, la evaluación es reflexiva y continua, y se encuentra orientada al resultado final del proyecto.
Según Jalinus y otros,57 el ABP debe comprender una serie de fases, cada una con características y componentes específicos, y aspectos que pueden analizarse durante el desarrollo del proyecto, los cuales permitirán al profesor hacer un seguimiento del proceso con los estudiantes y realizar adaptaciones u orientaciones a este. Dichas fases se describen a continuación:
Formulación del objeto de aprendizaje: esta etapa proporciona información y exploración mediante la interacción del profesor y el estudiante sobre los resultados del aprendizaje, obtención y exploración de la relevancia del objeto de estudio y su relación con el mundo real. Las fuentes para seleccionarlo pueden abarcar desde problemas específicos planteados por los alumnos hasta proyectos sugeridos por los profesores como parte de situaciones evidenciadas en procesos de práctica formativa o de investigación. Los proyectos no necesariamente deben desarrollarse en un único curso, sino que pueden construirse en el marco de diversidad de estos y ampliarse a la solución de una problemática que involucre los contextos regional y nacional.9
Comprensión conceptual de la temática (debriefing): el papel del profesor es el de orientar a los estudiantes sobre el estudio y análisis de la información, mediante el uso de estrategias que favorezcan la discusión, en la cual, los estudiantes deben participar activamente. Aquí se comienza la fase del trabajo colaborativo. Los procesos grupales de alta calidad incluyen, al menos, cuatro elementos: interdependencia positiva, responsabilidad individual, participación igualitaria y habilidades sociales.58
Entrenamiento de habilidades: con la orientación del profesor, los estudiantes comienzan a explorar y entrenar habilidades comunicativas, investigativas, de pensamiento crítico y trabajo en equipo. El desarrollo constante de estas habilidades y el acompañamiento del profesor permitirá la organización de las ideas y el establecimiento de la metodología, lo que facilitará el rol protagónico de los estudiantes en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Diseño del proyecto: los estudiantes identifican problemas reales, relacionados especialmente con su futuro desempeño profesional y los abordan a través de fuentes de información del mundo real (por ejemplo, entrevistas, sitios de internet, artículos de revistas y otras fuentes primarias). De algunos de los problemas o desafíos que surgen en las áreas que han sido identificadas, el profesor, junto con los estudiantes, seleccionan y definen cuáles serán los problemas del mundo real que se atenderán como tema del proyecto.
Enfoque de la propuesta de proyecto: deben contemplarse diferentes opciones de solución y primar el trabajo colaborativo para que se constituya un reto, pero no muy complejo, para evitar procesos de frustración en los estudiantes. Se busca, en definitiva, un balance entre los desafíos que plantea el proyecto y las habilidades y destrezas de los aprendices, lo cual se presenta como una experiencia agradable para el aprendizaje.9
Ejecución de actividades del proyecto: en esta fase la ejecución de las actividades requiere trabajo en equipo para resolver los problemas. El profesor se convierte en mentor, tutor, supervisor y evaluador para que los estudiantes lleven a cabo el proceso de aprendizaje, a través de la consulta y construcción del conocimiento.
Durante la ejecución del proyecto, los estudiantes fortalecen el trabajo en equipo. Sin embargo, a veces se tienen ciertos inconvenientes, porque algunos estudiantes no participan activamente en el desarrollo de las etapas del proyecto, pero ganan todos los beneficios de la evaluación por el trabajo en equipo. Este aspecto puede mejorarse en la medida en que se ajuste el proceso de evaluación de metodologías de este tipo.9
Presentación de resultados del proyecto: los estudiantes presentan los resultados de las actividades del proyecto. Se realiza la discusión entre el profesor y los estudiantes sobre el proceso, lo que se complementa con una actividad de autoevaluación y coevaluación. Los estudiantes presentan su propia percepción, la contrastan con la evaluada por el profesor y se sugieren acciones de mejora.
Papel del estudiante y del profesor en el contexto del ABP
El rol del profesor en el contexto del ABP es el de un facilitador que guía a los estudiantes mientras buscan la resolución del problema.59 Si bien la elección de los estudiantes es un elemento clave, el profesor supervisa cada decisión y les brinda apoyo durante todo el proceso.60 La realimentación del profesor resulta una parte esencial del proceso de aprendizaje, ya que les permite reflexionar y hacer mejoras al trabajo que han completado.61
El papel de los profesores es el de facilitadores/tutores al supervisar cada paso del proceso y aprobar cada etapa antes de que el estudiante se embarque en una dirección determinada. Asimismo, tiene importancia que el profesor discuta regularmente con los estudiantes para garantizar que estén encaminados, y desarrollen sus ideas y habilidades por completo. El ABP ocurre cuando los estudiantes aprenden en un entorno social, trabajan de la mano con sus profesores para descubrir ideas y, finalmente, presentan su aprendizaje a través de los resultados de sus proyectos.60
A medida que el grupo adquiere experiencia con el método, el profesor promueve una mayor autonomía en los estudiantes; sin embargo, continúa monitoreándolos y facilitando el proceso con relación a una adecuada toma de decisiones. El rol de facilitador apoya varios objetivos del ABP: primero, modela los procesos de resolución de problemas y los procesos de aprendizaje autodirigidos; y segundo, ayuda a los estudiantes a aprender a colaborar correctamente.12,62 Adicionalmente, el ABP proporciona oportunidades para la práctica y el desarrollo de aptitudes de liderazgo docente en entornos auténticos en relación con la naturaleza dinámica y situacional de las diversas fases del desarrollo del proyecto.63
El ABP es un enfoque centrado en el estudiante, guiado por principios de aprendizaje constructivista, donde se adquiere el conocimiento al encontrar soluciones novedosas a un problema o pregunta central.64 Los proyectos a menudo están diseñados para ofrecer oportunidades de trabajo independiente y colaborativo, así como para generar espacios de realimentación.56
En el ABP los estudiantes tienen la responsabilidad de su propio aprendizaje, al identificar sus problemas y necesidades, lo que los hace capaces de autoevaluar sus proyectos, esfuerzos, motivaciones, intereses y nivel de productividad. De igual manera, existe una realimentación constructiva entre ellos, que afirma sus fortalezas y mejora sus interacciones. Los estudiantes deben usar su tiempo de trabajo de manera efectiva y mantenerse enfocados en las actividades para tener éxito. Establecer objetivos durante el proceso les ayuda a aprender a administrar su propio tiempo.60 El principio del constructivismo posiciona a los estudiantes como buscadores activos de conocimiento y co-creadores, que organizan nuevas experiencias personales sobre la base de conocimientos previos. Así esta experiencia de aprendizaje los ayuda a desarrollar la comprensión de sí mismos y las situaciones en las cuales aprendieron efectivamente.65
Conclusiones
El ABP es un método de enseñanza que puede introducir mejoras y cambios con respecto a las estrategias tradicionales, al fomentar la motivación, el trabajo colaborativo, la adquisición y el afianzamiento de conocimientos en los estudiantes. Asimismo, el ABP es una metodología basada en la autoformación del alumno, que fortalece su capacidad de expresión oral y escrita, y la planificación del tiempo, lo que facilita la conformación y participación en equipos interdisciplinarios, competencias esenciales en el desempeño ideal de los profesionales de la salud.
Emplear el ABP no solo implica incorporarlo como una parte del plan de curso, sino como una herramienta para el logro de una educación integral, más allá de entenderse como un simple complemento. Lo anterior es particularmente útil cuando se piensa en los estudiantes de hoy, quienes suelen tener sus propias particularidades: diferencias en estilos de aprendizaje, experiencias, contexto cultural en el que han crecido y nivel de habilidades. Esta heterogeneidad no suele abordarse de manera efectiva por el enfoque de la enseñanza tradicional. Mientras, el ABP pone de manifiesto sus fortalezas individuales, al mismo tiempo que permite a los estudiantes explorar los diferentes enfoques en el marco del currículo establecido.66