Introducción
El proceso de envejecimiento poblacional cobra un mayor auge en la actualidad siendo cada vez mayor la cifra de individuos que superan los 60 años en relación a períodos previos. 1-3
Las funciones de la piel van disminuyendo su correcta actividad con el paso de la edad. Entre ellas se encuentran el recambio celular, función de barrera, percepción sensorial, cicatrización, respuesta inmune, termorregulación, producción de sudor y sebo, la producción de vitamina D, todo lo cual aumenta la vulnerabilidad a lesiones y enfermedades, se lleva a cabo un aplanamiento de la unión dermoepidérmica; decrecimiento en la actividad enzimática de los melanocitos, lo cual favorece la sensibilidad a los rayos ultravioleta; disminución en la reparación del ADN, que favorece la carcinogénesis, entre otros. 4-6
Las radiaciones ultravioletas son las causantes de que se produzca un cambio molecular a nivel celular, que pueden dar lugar a una fotodermatosis. 7,8
Una de las afecciones asociadas al envejecimiento cutáneo, lo constituye la queratosis actínica (QA), que se define como neoformaciones planas y en ocasiones exofísticas, eritematosas, escamosas, infiltradas, casi siempre coexistentes en zonas fotoexpuestas, de evolución crónica y generalmente asintomáticas, siendo la expresión más temprana del espectro del carcinoma espinocelular producidas por la exposición solar crónica en personas fundamentalmente de piel clara. 9
Se presentan como lesiones únicas o múltiples, que varían en cuanto al diámetro de 0,5 a 3 cm, con cambios epidérmicos al tacto que van desde “papel de lija” hasta la hiperqueratosis franca en forma de “costra” o de “cuerno cutáneo”; se presentan en zonas fotoexpuestas como cara, piel cabelluda, orejas, cuello, “V” del escote, antebrazos y dorso de las manos; en mujeres también se ven en las piernas. 5,6,9
Lo primero que se describe son cambios en la capa basal de la epidermis interfolicular. Las QA se producen por la acción persistente de la luz UV que es inmunosupresora y causa mutaciones en el ADN celular y en el gen p53. 6,10
Algunos estudios poblacionales sobre prevalencia de QA concluyen que son más frecuentes en ancianos de ascendencia caucásica, sometidos a una importante carga de radiación ultravioleta acumulada. Sin embargo, la prevalencia reportada en estos trabajos difiere mucho. En un estudio poblacional sobre 2061 pacientes de edad igual o mayor a 45 años en Holanda, se hallaron QA en un 49 % de los hombres (I.C. 95 % 46-52 %) y un 28 % de las mujeres (26-31 %); sin embargo, en otro estudio realizado en Italia se ha estimado la prevalencia general de QA en pacientes de 45 años o mayores en un 1,4 % (I.C. 95 % 1,2-1,8 %). 11-13
En Cuba, su incidencia decrece a partir de 1986 y desde 1993 hasta el presente, se reinicia su crecimiento anual. Geográficamente, se verifica una mayor incidencia hacia las provincias centrales y orientales del país, por características climáticas, entre otros, con un número aproximado de 54,5 por 100 000 habitantes (14,15
Un estudio realizado en Holguín en marzo de 2009 sobre la aplicación de crema de Vimang en queratosis actínica, reveló predominio del sexo femenino en las edades comprendidas entre 30 y 55 años, el fototipo de piel I fue el más afectado en esta enfermedad y pocas veces, los II y III.
Existen varias opciones de tratamiento dependiendo del paciente, sus preferencias, sus comorbilidades y de la lesión, si está aislada o se abarca un campo, el grado de la lesión, su localización, la cantidad de lesiones y tratamientos previos. Actualmente con la administración del HeberFERON® a pacientes con CBC, se ha podido observar la mejoría clínica y dermatoscópica de otras lesiones a distancia del tumor, fundamentalmente las queratosis actínicas.
Estos efectos pudieran estar relacionados a que la QA, se considera un CCE in situ y con la administración del HeberFERON® se logra un efecto anti proliferativo, inhibidor de la angiogénesis, estimulador de la apoptosis y la inmunomodulación, que puede lograr la desaparición del tumor o reducirlo.
En el mecanismo exacto de acción de los IFNs se invocan la supresión de la proliferación celular, aumento de la fagocitosis por los macrófagos, inhibición de la replicación viral, inhibición de la angiogénesis y el aumento de la respuesta inmune celular de linfocitos T.
Con este estudio se evaluará la efectividad del HeberFERON como nueva alternativa terapéutica y no invasiva para las queratosis actínicas asociadas a carcinoma basocelular.
Métodos
Se realizó un estudio longitudinal prospectivo de intervención terapéutica, en pacientes diagnosticados de queratosis actínica que concomitaron con carcinoma basocelular, que asistieron a la consulta de oncodermatología del Hospital Provincial Docente "Carlos Manuel de Céspedes" de Bayamo, en el período comprendido de enero 2019 a diciembre 2020.
El universo estuvo constituido por 130 pacientes y la muestra quedo constituida por 116 pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión y de exclusión, con diagnóstico de queratosis actínica que concomitaba con carcinoma basocelular.
Se estudiaron variables como: edad, sexo, antecedentes personales, fototipo cutáneo, localización y número de lesiones, respuesta clínica, respuesta dermatoscópica, ciclos de tratamiento y efectos adversos.
Para realizar la investigación se procedió a la aplicación de sesiones de tratamiento con HeberFERON, el cual se presenta en polvo liofilizado para inyección. Teniendo como vía de administración la perilesional. Se aplicaron entre uno a tres ciclos en dependencia de la respuesta terapéutica. Estos ciclos de tratamiento tuvieron 16 semanas entre cada uno, pasado este tiempo se reevaluó a los pacientes y comenzó otro ciclo.
Con los datos recolectados se confeccionó una matriz previa codificación utilizando el paquete estadístico SPSS versión 13. Los resultados se presentan en tablas y se utilizan las estadísticas descriptivas (medidas de tendencia central y dispersión) con un valor de p = 0,05
Se aplicó desde el punto de vista estadístico la prueba Chi-cuadrado de independencia para determinar la existencia de asociación entre las variables que participan en el estudio, a través de programas computacionales con un nivel de confianza de 0.05.
Los datos obtenidos fueron comparados con otros resultados alcanzados tanto en el ámbito nacional como internacional.
Resultados
En los pacientes atendidos por QA que concomitaron con carcinoma basocelular, fue frecuente el sexo masculino (78 pacientes; 67,24 %); en las edades comprendidas entre 61 y 80 años (68 pacientes; 58,62 %), resultados que se muestran en la Tabla 1.
Variable | No | % | |
---|---|---|---|
Sexo | |||
Femenino | 38 | 32,76 | |
Masculino | 78 | 67,24 | |
Edad | |||
<40 años | 4 | 3,44 | |
41-60 años | 27 | 23,28 | |
61-80 años | 68 | 58,62 | |
≥81 años | 17 | 14,66 |
Fuente: Historias clínicas.
En la tabla 2 se constata la distribución de pacientes según variables clínicas; el 46,55 % correspondió al fototipo cutáneo II de la clasificación de Fitzpatrick. El 87,93 % de los pacientes presentaron más de 20 lesiones (n=102); siendo frecuente la localización en antebrazos (59 pacientes; 50,86%), seguida de la cara (26 pacientes; 22,41 %).
Variable | No | % |
---|---|---|
Fototipo cutáneo | ||
I | 25 | 21,55 |
II | 54 | 46,55 |
III | 35 | 30,17 |
IV | 2 | 1,73 |
Cantidad de lesiones | ||
1-20 | 14 | 12,07 |
≥20 | 102 | 87,93 |
Localizaciones predominantes de las queratosis actínicas | ||
Cuero cabelludo | 5 | 4,31 |
Cara | 26 | 22,41 |
“V” del escote | 14 | 12,07 |
Antebrazos | 59 | 50,86 |
Dorso de las manos | 12 | 10,35 |
Fuente: Historias clínicas.
La tabla 3 muestra la respuesta al tratamiento que incluye la clínica y la dermatoscopia como elementos para medir la efectividad del medicamento, presentaron una respuesta parcial 74 pacientes para un 63,79%, seguido de una respuesta completa de 38 pacientes para un 32,76%.
Los efectos adversos frecuentes tras la administración del HeberFERON® fueron la fiebre (68 pacientes; 58,62 %); malestar general (19 pacientes; 16,38 %) y el dolor en el sitio de la inyección (13 pacientes; 11,21 %); resultados que se muestran en la Tabla 4.
Discusión
La queratosis actínica (QA) es motivo de consulta frecuente tanto en atención primaria como en atención especializada. Supone el tercer o cuarto motivo más frecuente de consulta en dermatología, llegando a representar hasta un 5-6 % de los pacientes atendidos. (13
Además, se ha observado que esta prevalencia ha ido en aumento en los últimos 10 años, en comparación con otras dermatosis, y se prevé que seguirá aumentando por la mayor esperanza de vida y por los cambios de hábitos de exposición solar acontecidos desde mediados del siglo pasado. 13
La mayor prevalencia en hombres que en mujeres se explica de manera parcial por la mayor exposición solar, generalmente sin fotoprotección, durante los trabajos al aire libre. En determinadas situaciones laborales los empleados se exponen a importantes cantidades de radiación UV natural, como en el caso de trabajadores de la construcción, agricultores, campesinos, granjeros, ganaderos o guardas forestales. 2,4,7) Los resultados de la presente investigación coinciden con lo reportado por el Dr. Lázaro Roque Pérez, que encontró un predominio del sexo masculino, representado en el 61,5 % de los pacientes de su estudio. 12
La edad es el factor de riesgo más relevante dentro del grupo de los factores relacionados con la susceptibilidad individual. Todos los estudios epidemiológicos apuntan a una mayor prevalencia de QA a medida que la población es de edades más avanzadas con tasas de prevalencia inferiores al 10 % en la tercera década de la vida, que contrastan con valores de más del 80 % a partir de la séptima década de la vida. En el Hospital “Dr. Miguel Enríquez” de La Habana, predominaron los hombres, con la edad máxima más común que fue de 96 años; según lo reportado por Robert Alejandro Rodríguez Fonseca. 3
El riesgo relativo de presentar QA es 14,1 veces superior en aquellos sujetos con fototipos claros en comparación con aquellos de piel oscura. (10,12
El fototipo de piel más afectado en la investigación fue el II, esto difiere de otros investigadores como Dra. Telma Margarita Ferrá-Torres, 14) Florez Morales I 15 ya que el fototipo cutáneo I en la población sujeta a estudio no es muy frecuente; el fototipo cutáneo III también presenta susceptibilidad al daño lumínico y a los cambios inmunológicos carcinogénicos producidos por las radiaciones ultravioletas.2,16 Actualmente se les recomienda a estos pacientes con riesgo elevado de padecer la enfermedad, disminuir la exposición mantenida al sol y de otras fuentes de radiaciones ultravioletas por ser este el principal factor de riesgo externo modificable. 11,12,18
Las enfermedades asociadas que prevalecieron fueron la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, coincidiendo con estudios realizados por Giniebra Marín GM (2 y colaboradores, que explican que estas patologías aparecen por la mayor frecuencia de comorbilidades en edades avanzadas de la vida.
Las QA suelen ser múltiples y en la población estudiada presentaron más de 20 QA 102 pacientes correspondientes al grupo etario de 61 a 80 años, para un 87.93 %, coincidiendo por lo reportado por MC. Núñez Borda. 17
Las QA se localizan en zonas expuestas a la luz solar: cara, “V” del escote, antebrazos, dorso de las manos, cuello, pabellones auriculares, cuero cabelludo en varones con calvicie y con menor frecuencia, en las piernas de las mujeres, aunque pueden aparecer en cualquier zona de la superficie corporal con una exposición crónica a la radiación ultravioleta. Dentro de la cara, la frente, las mejillas, la nariz son las zonas donde se acumula mayor número de lesiones. (12-14) Resultados estos que coinciden con lo encontrado en la investigación.
Hoy en día aún no se conoce a profundidad los mecanismos implicados en la transformación a CEIC de una QA; se sabe que muchas QA persisten sin cambios durante largos períodos, otras involucionan espontáneamente, aunque entre el 15 y el 53 % de estas recidivan dentro de los 12 meses siguientes y algunas se transforman en CEIC. Teniendo en cuenta estos preceptos fisiopatológicos es lo que justifica el empleo del HeberFERON® en el tratamiento de la QA.
Su efecto inmunomodulador incluye la estimulación de la actividad lítica de las células NK, células T citotóxicas específicas y de macrófagos sobre células tumorales, la modificación de producción de anticuerpos por linfocitos B, la regulación de antígenos de histocompatibilidad (HLA) en las membranas celulares y la estimulación de la producción de INF-alfa.2,4,7
El papel biológico de estas moléculas se basa, en lo fundamental, en la actividad antiviral y antiproliferativa de los IFNs α y β así como en el efecto inmunomodulador del IFN γ. Los IFNs α tienen fundamentalmente función antiviral y antiproliferativa, que difieren de acuerdo al subtipo, lo que justifica los efectos producidos en la respuesta al tratamiento.
Los eventos que median entre la unión de cada uno de los IFNs a su receptor y la activación de los genes que caracterizan cada una de las respuestas, se han dilucidado en los últimos años. La señal desde la membrana citoplasmática al núcleo, se transmite a través de proteínas citosólicas que al fosforilarse se asocian y se convierten en factores de transcripción que activan determinados conjuntos de genes, capaces de responder a los distintos tipos de IFNs. 2,4,7
La respuesta clínica, dermatoscópica e histopatológica en los tratados con HeberFERON® es registrada por varios autores y cuando los pacientes curan parcialmente se corresponde con los que tienen lesiones muy grandes que requieren repetir tratamiento o tomar otra conducta terapéutica como la cirugía.
Teniendo en cuenta que los pacientes incluidos tenían diagnóstico de carcinoma basocelular que concomitaron con queratosis actínica, a partir de las acciones farmacológicas de los interferones y la fisiopatología de la QA, con el empleo del fármaco se logró respuesta clínica y dermatoscópica favorable de las QA, resultados basados en la práctica médica habitual y la experiencia de los profesionales del centro hospitalario al tratar a la población en estudio. Hasta ahora no existen publicaciones similares debido a la reciente incorporación del fármaco en el mercado. En la experiencia de la administración del medicamento a la población estudiada se constataron caídas de cuernos cutáneos y de QA hipertróficas, desaparición de QA clásicas y pigmentadas, aclaramiento de la pigmentación de la piel producto al daño solar crónico, mejorando de forma ostensible la apariencia física de los pacientes y brindándoles a los mismos, una nueva opción terapéutica para el tratamiento de las QA.
Los efectos adversos luego de la administración del HeberFERON® se presentan en la mayoría de los pacientes tratados, son clasificados como leves a moderados y responden al tratamiento sintomático, sin necesidad de abandonar el tratamiento, además con las restantes aplicaciones van desapareciendo gradualmente estos efectos. Los más frecuentes son, fiebre, malestar general, dolor en el sitio de la inyección, astenia, anorexia, escalofríos y en menor frecuencia, náuseas, vómitos y dolor muscular.
Esto indica que la administración sinérgica de IFNs alcanza un perfil de seguridad similar a otras presentaciones farmacéuticas en el mercado, lo que, unido a los efectos clínicos de la combinación de los mismos, sugiere que la misma es segura y que es posible su empleo en diseños terapéuticos similares y esquemas de tratamiento prolongados, con el propósito de ofrecer a estos pacientes una opción terapéutica eficaz y segura. 8-10
El HeberFERON® es una opción terapéutica con doble función, cura al paciente del tumor, mantiene y mejora su estética facial lo cual evita mutilaciones y deformidades del rostro, esto es importante porque la QA asociada a carcinoma basocelular es más frecuente en zonas expuestas como la cara donde la cirugía puede provocar la pérdida de tejido y ser causa de cicatrices e imperfecciones.