Introducción
En cuanto a los emprendimientos son importantes para el desarrollo de un negocio, las herramientas como las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC), en paralelo en el criterio de Cabero (2014), manifiesta que al respecto acerca la formación y el perfeccionamiento del profesorado en Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), debe perseguir cuatro grandes metas: Crear y/o utilizar tecnologías teniendo en cuenta diseños pedagógicos específicos; Identificar y seleccionar las tecnologías más apropiadas para un diseño pedagógico, teniendo en cuenta sus posibilidades y limitaciones, produciendo y permitiendo a los estudiantes producirlas; Usar y/o modificar herramientas tecnológicas, generalmente diseñadas para contextos empresariales o de entretenimiento, en contextos creativos y educacionales; entender y comprender qué cambia en educación cuando se utilizan nuevas tecnologías.
Los objetivos formativos de las enseñanzas oficiales de nivel de grado (Cifuentes, 2017) tendrán, con carácter general, una orientación profesional, es decir, deberán proporcionar una formación universitaria en la que se integren armónicamente las competencias genéricas básicas, las competencias transversales relacionadas con la formación integral de las personas y las competencias más específicas que posibiliten una orientación profesional que permitan a los titulados una integración en el mercado de trabajo.
De acuerdo con Martín, González & González (2017), ser un docente universitario competente desde una concepción humanista de la educación significa, no sólo ser un conocedor de la ciencia que explica (física, matemáticas u otras) sino también de los contenidos teóricos y metodológicos de la Psicología y la Pedagogía contemporáneas que lo capacite para diseñar en sus disciplinas un proceso de enseñanza-aprendizaje potenciador del desarrollo de la personalidad del estudiante.
Por una parte, Monereo & Domínguez (2014), manifiestan que frente a las enormes y cambiantes exigencias del mundo educativo, y en especial de la enseñanza superior, el docente competente debe poner en acción diferentes versiones de su identidad, ajustadas a las exigencias contextuales y de las cuales pueda rescatar aprendizajes de sus decisiones y acciones.
Por tanto, Gutiérrez (2014), declara que las TIC se han convertido en una de las competencias clave de todo profesional entre los que se incluyen indiscutiblemente y desde una doble perspectiva los profesores universitarios, ya sea como profesionales en sí mismos o como formadores de futuros profesionales, se entiende que el conocimiento de las mismas es importante para el planteamiento de acciones de mejora de la calidad de la docencia.
Sin embargo, Zabalza (2016), establece que el universo científico de la enseñanza, lo que se sabe sobre docencia e, incluso, sobre docencia universitaria, no es poco, los avances de la investigación didáctica en pedagogía y psicología, en nuevas tecnologías, en ámbitos como la cognición y la memoria, el desarrollo del lenguaje, las emociones, la auto-eficacia, el manejo de nuevos recursos técnicos, la gestión de las condiciones de aprendizaje, etc., permiten contar con algunas certezas suficientemente avaladas como para recomponer un mapa de secuencias operativas fundamentadas.
En efecto, Cejas, Navío & Barroso (2016), mencionan que es fundamental que todos los docentes estén preparados para ofrecer oportunidades a sus estudiantes, porque, a pesar del avance tecnológico, tomado de Cabero y Marín nos advierten que en las aulas virtuales se están reproduciendo las metodologías tradicionales que se llevan a cabo en las clases presenciales, utilizando las TIC como recursos de control institucional de los estudiantes. Según ellos, se está pasando de una universidad de la fotocopiadora a una universidad de la impresora.
En este sentido, De Juanas Oliva & Beltrán (2014), señalan que el rol del profesor es el de facilitador de aprendizajes, el empleo de esta dimensión es común en los diferentes instrumentos propuestos por investigadores, evaluadores y administradores universitarios, los autores, desde una posición integradora basada en los presupuestos del nuevo paradigma educativo, presentan un modelo flexible que integra cinco ámbitos: 1. perspectivas y metas de los alumnos; 2 intervención educativa; 3 roles del profesor; 4. formación del profesor y 5 evaluación del profesor.
En la actualidad, Rangel (2015), revela que la introducción de las TIC en los procesos educativos es un hecho ya ineludible. Las nuevas tecnologías en general, e Internet en particular, han venido no solo a transformar las formas de acceso a la información, sino también, a reconfigurar el rol del profesorado universitario.
Por otro lado, Salinas, De Benito & Lizana (2014), infieren que las instituciones de educación, especialmente las de educación superior, necesitan adaptarse a nuevas modalidades de formación más acordes con la nueva situación: desde las aulas convencionales unidas a través de la red hasta grupos de trabajo colaborativo en contextos totalmente a distancia; desde clases de la educación formal a comunidades de práctica o al aprendizaje incidental. Y todo ello integrado, lo que hace necesario ocuparse y reflexionar desde la óptica pedagógica, tanto sobre las perspectivas de futuro que la evolución de las TIC va ofreciendo, como sobre los escenarios de aprendizaje emergentes que se van configurando.
Vera, Torres & Martínez (2014), atribuyen que la educación basada en competencias es una orientación educativa que pretende dar respuestas a la sociedad del conocimiento. En la actualidad la educación necesita una visión congruente con las competencias que las instituciones de educación forzosamente requieren para que los docentes, a través de la práctica pedagógica, puedan confrontar las exigencias en el siglo XXI. En este marco, la evaluación de las competencias determina aquello específico que se va a desempeñar o construir y se basa en la comprobación de la capacidad de construirlo o desempeñarlo.
Vera…et al. (2014), interpretan que en los procesos de innovación respecto a la utilización de las TIC en la docencia universitaria suelen partir, la mayoría de las veces, de las disponibilidades y soluciones tecnológicas existentes en la infraestructura de la Universidad. Hay que tener presente que, como cualquier innovación educativa, estamos ante un proceso con múltiples facetas: en él intervienen factores políticos, económicos, ideológicos, culturales y psicológicos, y afecta a diferentes planos contextuales, desde el nivel del aula hasta el del grupo de universidades.
Desarrollo
Como resultado se asume que hasta la década de 1990 los docentes se centraban básicamente en los procesos de enseñanza. La educación basada en las competencias profesionales cobró importancia al inicio de la década del 2000, como resultado de la transformación del conocimiento como motor de la economía y factor determinante de la competitividad de los mercados. Las competencias docentes como contenido de un saber específico tienen una importancia que se puede reconocer por medio de las siguientes consideraciones:
Permiten desarrollar los conocimientos, habilidades y actitudes para que el alumno se desempeñe en los diferentes ámbitos de la vida social.
Constituyen un factor clave para formar a ciudadanos capaces de convivir en sociedades marcadas por la diversidad y prepararlos para la integración y la solidaridad.
Son los actores principales en el proceso de mejoramiento de la calidad educativa que promueve el desarrollo de los valores y actitudes que constituyen el saber, el saber hacer y el saber ser.
Representan un elemento del proceso de aprendizaje que responde a los requerimientos del proceso productivo, a las formas de organización laboral, a las nuevas tecnologías de la información y a la actualización permanente e innovadora de toda profesión.
Es decir, la sinergia de los saberes provenientes de varias disciplinas se afina para que se resuelvan problemas o para que se tomen decisiones que respondan a las exigencias del mundo contemporáneo (Torres & Badillo, 2014). Esto significa que el aprendizaje debe estar en sintonía con la práctica del docente.
Enmarcado dentro de una creciente complejidad social, el profesorado universitario se ha encontrado con una serie de desafíos a los que ha de enfrentarse; uno de ellos es modificar los criterios y las estrategias de evaluación, puesto que se hace necesario adaptarse a nuevos sistemas de evaluación de competencias. Consideramos que la evaluación es uno de los elementos que debe evolucionar para ajustarse a esta nueva forma de entender y desarrollar la docencia universitaria.
Es así que Parra & Tobón (2015), en la docencia tradicional el docente es el protagonista del proceso educativo y el fin es transmitir contenidos ordenados por temas. Esto lleva a que el aprendizaje esté despersonalizado, que conlleva a la desmotivación y aumenta el riesgo de la deserción. En la socio-formación, el nuevo rol de los docentes implica centrarse en lograr que los estudiantes sean los protagonistas de su formación y ellos mismos contribuyan a una mejor calidad de vida, el tejido social, el desarrollo socioeconómico y la sustentabilidad ambiental.
En efecto Castañeda, Esteve & Adell (2018), enfatizan la necesidad de adaptación del contexto educativo a las necesidades que, supuestamente, nos plantean las tecnologías. Bien entrado el siglo XXI, la formación docente en tecnologías de la información y la comunicación supone todavía un reto tanto en la formación inicial, como en el desarrollo profesional de los docentes. Para hacer frente a ese reto ha surgido en los últimos años el concepto de competencia digital docente.
Proveer Educación Superior de alta calidad ha sido el énfasis de todos los niveles de educación a través de Norte América, Europa, Latinoamérica, Australia, Nueva Zelanda y Asia. Una de las formas en que las instituciones de educación superior pueden alcanzar esta meta es mediante la recolección continua de datos sobre el grado de satisfacción de sus estudiantes. Colegios y universidades alrededor del mundo han utilizado información sobre satisfacción estudiantil para entender, mejorar y cambiar los ambientes de los recintos académicos, para crear ambientes que sean más propicios para el desarrollo del estudiante.
De acuerdo a un estudio realizado por García & Luna (2018), estipulan que los estudiantes han reportado la importancia de la presencia del instructor en términos de compartir conocimientos profesionales y en aspectos como la identidad, creencias, integridad, pensamientos, valores y emociones. Es decir, los alumnos han aludido a la necesidad de contar con instructores a distancia que proporcionen una presencia personal, describiendo esta presencia en términos de ser accesible, comprensivo, paciente y apasionado sobre el tema. Estas cualidades pueden ser proyectadas a través de estrategias de enseñanza específicas como compartir experiencias personales, construcción de relaciones, uso del humor, retroalimentación individualizada y oportuna y organización clara del discurso.
El emprendedor es autónomo, visualiza la ganancia, crea algo de la nada. Es apasionado con respecto de una idea, se sobrepone rápidamente a las caídas, corre riesgos. En realidad, quiere hacer algo diferente, porque se siente distinto a los demás y desea dejar su marca en este mundo. Lo que marca la diferencia del emprendedor con el individuo común, es su personalidad.
Un emprendimiento es llevado a cabo por una persona a la que se denomina emprendedor. La palabra emprendedor tiene su origen en el francés entrepreneur (pionero), y en un inicio se usó para denominar a aquellos que se lanzaban a la aventura de viajar hacia el Nuevo Mundo, tal como lo había hecho Colón, sin tener ningún tipo de certeza respecto a qué iban a encontrar allí. Justamente ese ingrediente de actuar bajo incertidumbre es la principal característica que distingue hoy a un emprendedor y, si bien el término se asocia especialmente a quien comienza una empresa comercial, también puede relacionarse a cualquier persona que decida llevar adelante un proyecto, aunque éste no tenga fines económicos (Formichella, 2004)
Emprendimiento y Educación, Howard Rasheed expresa que la educación en entrepreneurship puede afectar los atributos que tengan los individuos y puede forjar actitudes emprendedoras en ellos. Puede promover cualidades psicológicas favorables para la actividad emprendedora, tales como la autoconfianza, la autoestima, la autoeficacia y la necesidad de logro. Inclusive, la educación en entrepreneurship para los jóvenes, puede colaborar en evitar la generación de actitudes socialmente no deseables, como la vagancia o la delincuencia (Formichella, 2004).
Por otro lado, luego de analizar la influencia que tiene la educación en la actitud emprendedora, resulta interesante estudiar el rol de las universidades. Mario Dehter planteó en su trabajo “Responsabilidad Social de las Universidades Hispanoamericanas para la Animación de la Cultura Emprendedora Regional”, que las universidades hispanoamericanas no han logrado dar respuesta a las necesidades sociales relacionadas con el desarrollo empresarial y la generación de empleo. Este autor cuestiona si las mismas no se han concentrado demasiado en la formación del conocimiento, y han dejado de lado transferirlo adecuadamente en función de los intereses y necesidades específicas de las regiones. A su vez, este autor cita a Alan Gibb, cuando éste critica a las metodologías tradicionales de enseñanza por no favorecer y propiciar actitudes emprendedoras (Formichella, 2004).
La cultura emprendedora es un concepto que se ha venido involucrando en los estudiantes universitarios por parte de diversos organismo, tanto público y privados, en muchas universidades, no es un tema que se aborde en las distintas Licenciaturas, este concepto se puede encontrar en las carreras del área económico-administrativa, esto debido a la naturaleza de ellas, sin embargo hoy en día y ante la problemática de falta de empleo es importante trabajar en este concepto e intentar que los estudiantes desarrollen una cultura para emprender un negocio y propiciar la apertura de fuentes de empleo.
Materiales y métodos
El artículo refiere a una investigación realizada en la Universidad Técnica Estatal de Quevedo, es de tipo de campo, utilizando el método científico que permite estudiar circunstancias en base a las necesidades o problemas que se presenta en el área planteada sobre el fortalecimiento de la universidad en el tema de emprendimiento. Del mismo modo se utilizó indagación de tipo exploratoria para de esta manera acercarnos al problema que pretendemos conocer los aspectos relacionados con el apoyo relacionados a los emprendimientos y por último se utilizó la búsqueda bibliográfica con la cual se realizó la estructura principal de la investigación, apoyándonos en artículos científicos, revistas, libros e informes actualizados.
La población objeto de estudio referencia el total de los estudiantes de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo utilizando la muestra obtenida de 312 estudiantes a encuestar de la Facultad de Ciencias Empresariales, encuesta realizada en base a los objetivos de la investigación y a su vez siguiendo la metodología respectiva.
Dentro de la investigación realizada se obtuvieron los siguientes resultados con respectos a las encuestas realizadas a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Empresariales.
Resultados y discusión
De lo observado en la figura 1, el 53 por ciento de los encuestados consideran que casi siempre la UTEQ cuenta con programas que incentiven el emprendimiento, significando que la institución considera la actividad emprendedora como algo importante, el 34 por ciento de los encuestados consideran que la entidad educativa cuenta con programas que incentiven el emprendimiento como poco, el 11 por ciento que existen siempre programa de incentivo para el emprendimiento siendo esto importante para la Institución de la Educación Superior (IES) por el hecho que los estudiantes consideran que la institución hace esfuerzos para el desarrollo de emprendimientos y para apenas el dos por ciento que la institución nunca realiza actividades de emprendimiento.
Se observa en la figura 2, que la institución para los estudiantes encuestados en un 17 por ciento la realizan siempre, el 24 por ciento las capacitaciones para fortalecer el emprendimiento se realizan casi de forma permanente, mientras que el 39 por ciento realizan muy pocas veces estas actividades emprendedoras y el 20 por ciento restante consideran que no existe ningún tipo de capacitación para mejorar la capacidad emprendedoras en la población. En términos porcentuales se observa que el 80 por ciento de los encuestados consideran que la institución educativa cuenta con capacitaciones regulares para el fortalecimiento de la cultura emprendedora.
Como se observa la figura 3, la Universidad impulsa la aptitud emprendedora de forma amplia con el 20 por ciento y 19 por ciento a través de conferencias y ferias respectivamente, esto es importante por cuanto los encuestados identifican que la entidad cuenta con medios para el impulso del emprendimiento, por otro lado, para el 11 por ciento tanto para la motivación y estudios de casos como actividades para el impulso a la actividad emprendedora, en esta misma dirección el 10 por ciento con charlas, el 9 por ciento en financiamiento y además con clases dirigidas a fortalecer el emprendimiento, finalmente un 6 y 4 por ciento con asesorías y otros, datos necesarios para el impulso a la actividad emprendedora.
De lo que se observa en la figura 4, respecto a los programas de capacitación para el desarrollo del emprendimiento, el 10 por ciento de los encuestados consideran que la universidad si cuenta con programas de capacitación permanentemente, mientras que el 31 por ciento consideran que existen programas de capacitación en función de potenciar el emprendimiento, por otro lado el 40 por ciento de los encuestados consideran que los programas de emprendimientos que imparte la institución son pocos, finalmente a penas el 19 por ciento de los encuestados consideran que no existen programas que potencien el emprendimiento, en términos de porcentaje se puede inferir que el 81 por ciento de los encuestados consideran que la institución cuenta con un alto nivel de programas para el incentivo del emprendimiento, lo que es importante para la entidad y en particular para sus estudiantes.
De lo observado en la figura 5, respecto a la situaciones por las que los emprendedores abandonan los emprendimientos y entre las razones principales que los encuestados observaron son las siguientes: con un 40 por ciento las prohibiciones de ventas, por otro lado con un 27 por ciento la complicaciones con el estudio por el tiempo que requiere el negocio, siendo esto una situación que complica en el emprendimiento, adicional el 21 por ciento considera que falta apoyo por parte de la institución e incide con abortar el emprendimiento, en paralelo el 12 por ciento manifiestan que los emprendedores universitarios abandonan los emprendimientos por la falta de recursos, en este sentido los emprendimientos deben contar con un apoyo permanente tanto de impulso social como de tipo financiero.
En la figura 6 se observa los dierentes móviles o motivos que los llevaron a emprender a los encuestados, entre los más importantes y que se los graficó con el objetivo de identificar los principales, tenemos los siguientes en este orden de importancia; con un 49 por ciento el movil que lleva a empreder a los alumnos es la motivación docente, seguido de un 20 por ciento que los encustados manifestaron es por tener idependencia laboral, además con un 14 por ciento que lo llevaron a emprender es por que la actividad le gusta, por otro lado un 11 por ciento los motivaron a emprender por falta de recursos y un 6 por ciento por la atividad propia. En este sentido las situaciones que lo llevaron a emprender son iniciativa familiar, necesidad de indepencia y falta de recursos, en general los encuestados manifestaron que la realidad social en la que se encuentra el país es necesario intentar siempre emprender para salira adelante.
Orden | Criterio | Débil | Medio | Mucho |
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1 | Considero que las materias de la escuela influyen en como emprender | - | - | X |
2 | Considero que los profesores ponen los conocimientos necesarios para la formación de empresas | - | - | X |
3 | Considero que las asignaturas hasta ahora cursadas desarrollan el espíritu emprendedor | - | - | X |
4 | Las asignaturas hasta ahora cursadas me ayudaran a fortalecer mis habilidades empresariales | - | - | X |
5 | El ambiente escolar está desarrollando las habilidades necesarias para generar productos y servicios | - | X | - |
6 | Los profesores que me han impartido clase me pueden orientar en conocer posibles nichos de mercado para iniciar negocios | - | X | - |
7 | Creo que la escuela ha contribuido en inspirarme y pensar en comenzar un negocio | X | - | - |
8 | Creo que la escuela fomenta la cultura emprendedora a través de ferias y concursos | X | - | - |
La tabla 1 representa la realidad educativa en el área de emprendimiento del centro de estudio, en este sentido los encuestados dieron ese orden respectivo en función de lo experimentado en las salas de clases y de lo aprendido en el desarrollo de las actividades educativas de la carrera que estudian, entendiendo que son estudiantes de las Facultad de Ciencias Empresariales, por tanto hay mucha capacitación en el área de finanzas, empresas, negocios, marketing, costos, contabilidad y otros aspectos importantes al momento de generar un negocio.
Conclusiones
En la actualidad ya no es suficiente que los profesores centren su acción formativa en transferir sapiencias de las asignaturas que comparten, es indefectible que trasciendan los propósitos justamente disciplinares y apoyen de manera integral la formación de los jóvenes en distintas áreas del desarrollo personal, comunicacional y sobre todo en el área empresarial y de negocios.
Las competencias que un profesor debe desarrollar una formación integral del estudiante y al logro de la calidad en la educación, además de desarrollar en los estudiantes habilidades de desarrollo personal y de abrirse espacios en la sociedad con sus conocimientos.
Es necesaria una comprensión holística de la función del estudiante en su relación con el docente, en especial en las transformaciones en el ámbito educativo local, regional y nacional y en especial en potenciar aspectos del desarrollo personal y propiciar que el estudiante logre concretar sueños y mejorar su nivel de vida en lo económico y social.
El trabajo de los profesores, a partir de un enfoque basado en competencias, permitirá que los estudiantes al egresar de cualquiera de los niveles de enseñanza demuestren conocimientos, habilidades, actitudes y valores, como elementos de competencias generales y específicas propias del nivel educativo de que se trate.