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Revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina

versión On-line ISSN 2308-0132

Estudios del Desarrollo Social vol.10 no.3 La Habana sept.-dic. 2022  Epub 01-Dic-2022

 

Artículo original

Patrones de participación ciudadana en la radio cubana. Una aproximación desde la Comunicación para el Cambio Social

Patterns of Citizen Participation in Cuban Radio. An Approach from Communication for Social Change

0000-0002-5330-2921Luis Alain de la Noval-Bautista1  *  , 0000-0003-1105-5800Fernando Ramón Contreras-Medina1  , 0000-0003-2937-0438David Montero-Sánchez1 

1Universidad de Sevilla, España

RESUMEN:

Acontecimientos políticos recientes en el contexto mediático cubano han comenzado a dibujar un compromiso de transformación que incluye el reconocimiento explícito de la información y la comunicación derechos y bienes públicos. Los medios de comunicación aparecen así, entre otras cosas, como herramientas que deben facilitar una activa participación ciudadana. El presente artículo examina los niveles de participación ciudadana presentes en el sistema de radio en Cuba mediante una investigación cualitativa para la que se han realizado 18 grupos focales y más de 40 entrevistas en profundidad a oyentes y profesionales de la radio cubana. El punto de partida teórico queda delimitado por las aportaciones de la Comunicación para el Cambio Social y su concepción de la participación como un proceso de redistribución del poder. Las conclusiones apuntan hacia los déficits aún presentes de cara a estructurar procesos de participación socialmente significativos en el ámbito de la radio en Cuba.

Palabras-clave: comunicación; participación; ciudadanía; radio; alfabetización mediática

ABSTRACT:

Recent political events in the Cuban media context seem to be shaping a transformative commitment, with information and communication being explicitly recognized as rights and public goods. Media are, among other things, acknowledged as potent tools that must enable active citizen participation. This article examines the levels of citizen participation within Cuban radio. It builds upon qualitative research based on 18 focal groups and more than forty extensive interviews with professionals and audience members. Theoretically, the text mobilizes a number of contributions from Communication for Social Change as a theoretical field, particularly when it comes to conceiving participation as power redistribution mechanism. Findings point towards perceived deficits still preventing meaningful social participation in the context of Cuban radio.

Key words: communication; participation; citizenship; radio; media literacy

INTRODUCCIÓN

En la actualidad se han producido cambios importantes a nivel global en las formas de gestión y producción comunicativa de las organizaciones mediáticas tanto como resultado de los adelantos tecnológicos, sobre todo en lo que respecta a la tecnología digital, como a causa de la creciente disputa por una comunicación alternativa, popular y comunitaria. Este último punto implica un cambio significativo en la relación entre la producción de contenidos de los medios de comunicación y la ciudadanía a partir de procesos comunicativos de abajo hacia arriba, horizontales, donde los sujetos y la acción colectiva juegan un papel fundamental. De esta forma, categorías como esfera pública participativa, periodismo ciudadano, medios y participación ciudadana, alfabetización mediática e informacional han pasado a formar parte de la agenda investigativa y de las prácticas profesionales del campo de la sociología de la comunicación. Así las audiencias, el público, la gente, se convierten en nuevos actores, activos y protagónicos de la comunicación pública, entendida ésta desde el diálogo y la construcción colectiva de la ciudadanía en todas las esferas de la sociedad y la construcción de un modelo de desarrollo humano y sostenible, para lo cual se hace necesario educar para la comunicación y diseñar propuestas de alfabetización mediática.

Los medios de comunicación en Cuba son un elemento integral del sistema político, de titularidad estatal exclusiva. Por tal razón, existe una interrelación medios-sociedad y sociedad-medios que es directamente funcional a la ideología hegemónica. De forma más concreta, el sistema de la radio cubana es una entidad estatal que responde al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) para fiscalizar, controlar, analizar y organizar el proceso creativo y de desarrollo de la radio nacional. Dispone actualmente de una productora de dramatizados y cien emisoras, de las cuales siete son de alcance nacional, una internacional, 19 provinciales y 72 municipales. En este entorno comunicacional se hace necesario una articulación entre el sistema social y el sistema de comunicación de cara a la búsqueda de consenso social en lo tocante a la actualización y reforma del modelo económico, político y social cubano.

La vida real de nuestro país ha dado un vuelco de escenario: hay un pluralismo de intereses creciente, hay expectativas no satisfechas, hay una parte de generaciones jóvenes que se torna por momentos dolorosamente impermeables al discurso tradicional, hay canales alternativos de información cada vez más socorridos, hay actitudes de cansancio y pérdida de esperanzas, las zonas de pobreza se han expandido casi con tanta fuerza como las desigualdades sociales, la corrupción, entretanto, se ha instalado a lo largo del cuerpo social; y hay, por último, un sistema unipartidista que estratégicamente necesita legitimarse en el diálogo generacional, en la voluntad renovadora y en la apertura al reconocimiento y debate sinceros de las nuevas realidades sociales (García Luis, 2013).

En 2016, el Partido Comunista de Cuba analizó y aprobó el Proyecto de Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el denominado como Proyecto Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos. Las transformaciones que contienen ambos documentos buscan principalmente consolidar el papel fundamental de la propiedad social sobre los medios esenciales de producción, así como el reconocimiento y diversificación de diferentes formas de propiedad y de gestión interrelacionadas y el perfeccionamiento del estado socialista, sus sistemas y órganos de dirección. En este sentido aparecen nuevos actores económicos y sociales claves para el desarrollo de Cuba. Se detalla, además, los derechos económicos y sociales, y el trabajo como fuente de bienestar, así como, se ratifica que los servicios de educación y salud se garantizan a todos por el Estado gratuitamente. En el primero de estos dos proyectos (Conceptualización del Modelo de Desarrollo Socialista Cubano) se reconoce explícitamente a la información, la comunicación y el conocimiento como derechos y bienes públicos, mientras que el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones se presentan como herramientas que deben facilitar una activa participación ciudadana. La voluntad política y gubernamental en favor de una gestión y producción de comunicación con un carácter transformador desde un enfoque de participación ciudadana se expresan en estos documentos a nivel discursivo.

Partiendo por lo tanto de dicha voluntad política, el presente artículo plantea el abordaje de la cuestión de la participación ciudadana en la radio cubana con una doble intencionalidad. Por un lado, el texto se centra en el concepto de participación ciudadana, reivindicando una necesaria repolitización de la participación y la definición de la misma en relación con dinámicas concretas de poder. Desde hace ya varias décadas, se ha venido produciendo un vaciamiento de sentido en relación con los procesos de participación articulados en torno a los medios de comunicación social, provocando lo que algunos autores han denominado como una ritualización y despolitización del proceso participativo (Cleaver, 2001; Montero & Moreno, 2014) hasta el punto de imponer «una nueva ortodoxia de la participación» (Braden & Huong, 1998: 9). Tal fenómeno exige una respuesta crítica que insista en la necesidad de reintegrar la participación en procesos políticos de redistribución del poder donde los participantes puedan adquirir un rol protagónico (Williams, 2004). Por otro lado, se plantea también la necesidad de abordar la participación de forma socialmente situada, es decir, en relación directa con contextos sociales, económicos y políticos específicos. Así, la segunda parte de este artículo explora hasta qué punto el sistema de radio cubana tal y como está configurado en la actualidad puede incorporar lógicas participativas que conecten con dinámicas socio-culturales establecidas en Cuba en torno a los medios de comunicación social.

MÉTODOS

A nivel metodológico, el artículo combina una amplia revisión teórico-crítica en torno al concepto de participación tal y como se ha abordado desde la perspectiva de la Comunicación para el Cambio Social (CCS) con un enfoque empírico de corte cualitativo centrado en los niveles de participación presentes en el sistema de la radio cubana. En este sentido, se llevaron a cabo para esta investigación un total de 18 grupos focales en diferentes emisoras del sistema radial cubano (ver Tabla 1) en los que participaron tanto actores técnicos-profesionales como oyentes. El resultado de estos grupos focales se complementa con la realización de más de 40 entrevistas en profundidad, principalmente realizadas a diferentes especialistas y directivos con más de cinco años de experiencia en el sistema.

Tabla 1 Emisoras seleccionadas para esta investigación 

Nota: El sistema radiofónico en Cuba está integrado por cien emisoras. La muestra seleccionada de nueve emisoras es intencional por criterios que atienden a la variedad en cuanto a su perfil, alcance, representación por región y entorno geográfico.

La hipótesis de partida del texto indica que en el sistema radiofónico cubano prevalecen principalmente en la actualidad enfoques unidireccionales, lineales y autocráticos que, sin embargo, coexisten con ciertos imaginarios participativos fundamentados sobre todo en la implicación de los oyentes en relación con programas de radio concretos. Dichas experiencias evidencian un tipo de participación limitada que puede cercenar las potencialidades de un giro hacia la participación social en la radio cubana hasta el punto de evidenciar la necesidad de realizar cambios de calado al modelo económico, político y social sobre el que se han venido asentando los medios en Cuba de cara a sustanciar prácticas comunicativas de participación socialmente significativas. Tales acciones pasan por la actualización de los marcos regulatorio y estructural-organizativo que, en el caso de la radio cubana, debería transformarse en un nuevo sistema de producción comunicativa con un enfoque participativo, que parta de una mirada interdisciplinar, desde la inclusión y participación de todos los actores de la sociedad civil y la ciudadanía en general. Esto hace igualmente necesario conceptualizar, implementar y evaluar programas de alfabetización mediática que contribuyan a la construcción de ciudadanías activas, comprometidas con un modelo de justicia y equidad ecosocial.

DESARROLLO

La participación ciudadana como eje central en un sistema comunicativo transformador

La Comunicación para el Cambio Social (CCS) retoma lo más valioso del pensamiento humanista que enriquece la teoría de la comunicación: la propuesta dialógica-participativa, y la voluntad de incidir en la toma de decisiones en todos los niveles y procesos de la sociedad, lo cual constituye un reto y desafío. Se concibe a partir del análisis y planeación de políticas, programas, estrategias y modelos de comunicación, cuyo eje central es la transformación social, mediante la integración de los sistemas de información y comunicación públicos, donde se potencie la participación y el empoderamiento ciudadano, en estos procesos desde la concepción y principios éticos y políticos de la educación popular.

Este cambio social implica una transformación radical de las actuales estructuras sociales, políticas o económicas, un auténtico cambio de paradigmas, o una reconfiguración de los marcos cognitivos y axiológicos, lo cual favorecería transitar hacia una sociedad más justa y equitativa. Influir en estos procesos de cambio desde el compromiso político, implica que la ciudadanía pueda expresar sus opiniones, intereses, motivaciones e incidir en la toma de decisiones.

Por tanto, la comunicación para el cambio social es una comunicación ética, participativa, liberadora, emancipadora, es decir, le da voz a los grupos sociales excluidos o marginados, por lo tanto su eje central es el diálogo y la búsqueda de consenso entre los diferentes actores para promover la capacidad crítica de los sujetos y generar procesos de transformación social.

La participación de todos los actores involucrados es clave en las propuestas de comunicación para el cambio social de cada uno de los autores analizados, pues esta permite potenciar la construcción de ciudadanías activas con elevado compromiso ético y político. Se puede afirmar entonces que los medios pueden favorecer y estimular procesos de comunicación para el cambio social, donde la ciudadanía manifieste sus opiniones, valoraciones, aspiraciones e inquietudes.

La CCS «no pretende definir anticipadamente ni los medios, ni los mensajes, ni las técnicas, porque es del proceso mismo inserto en el universo comunitario, del que deben surgir las propuestas de acción» (Gumucio, 2011, p.36). En este sentido el proceso comunicativo, al ser una construcción colectiva del conocimiento, es más importante que el producto final.

El campo de la comunicación para el cambio social requiere una cierta flexibilidad metodológica. El método se construye en comunidad y se modifica en función de los problemas concretos que se vayan originando durante el proceso, lo cual implica un cambio de enfoque y transitar hacia modelos dialógicos, participativos, transformadores y liberadores para la producción de comunicación.

La participación en medios, como categoría central, debe llegar a los modos de regulación-autorregulación, gestión, organización, producción y control de los medios ciudadanos para generar prácticas sociales transformadoras en un sistema comunicativo integral. «La comunicación participativa no puede ser fácilmente definida porque no puede considerarse un modelo unificado de comunicación. Constituye un movimiento de la comunicación que todavía está tomando forma y que es más valioso precisamente por su diversidad y su desenvoltura» (Gumucio, 2001, p. 9). No obstante, a continuación se realiza una sistematización de los principales aportes teóricos, metodológicos y prácticos de autores de referencia internacional.

Servaes y Malikhao (2007, p. 4 ), consideran que «la forma más desarrollada de participación es la auto-gestión, principio que implica el derecho de participación en la planificación y la producción de los contenidos de los medios de comunicación». Ambos autores defienden la importancia de que la participación sea posible a nivel de la toma de decisiones en cuanto a los temas que serán tratados en los mensajes y en cuanto a la selección de procedimientos. Esto no implica que especialistas del desarrollo, planificadores y dirigentes institucionales ya no tengan ningún papel, sino que los puntos de vista de los sujetos sean tomados en cuenta antes de que los recursos de los proyectos de desarrollo sean designados y distribuidos.

Podemos apreciar que, para estos autores, la participación ciudadana debe entenderse como una redistribución del poder. En la comunicación mediática, otros autores plantean que el cambio estructural debe ocurrir primero para poder establecer luego políticas de comunicación participativa. Sin embargo, en este caso, se considera que el desarrollo del modelo de comunicación participativa debe implementarse conjuntamente con toda una serie de otros procesos de emancipación social a nivel local, nacional e internacional.

La comunicación participativa en medios supone entonces realizar transformaciones a nivel supra estructural, estructural e infraestructural, en aspectos como la concepción de la comunicación, las agendas del desarrollo, las metodologías de trabajo, modelos de gestión y producción, así como el papel de los profesionales de la información y la comunicación.

La participación en los procesos de producción comunicativa se entiende como la capacidad que tiene la ciudadanía de decidir, controlar, ejecutar y evaluar en todas las etapas y o fases de la realización radial. Por su elevado compromiso ético y político, se asume en esta investigación la propuesta de Krohling (2006), p. 354 sobre participación en los medios, quien propone que:

  • Participación en los mensajes: nivel más elemental de participación en el cual la persona da una entrevista, pide música, etc.

  • Participación en la producción de mensajes, materiales y programas: elaboración y edición de los contenidos que serán trasmitidos.

  • Participación en la planificación: compromiso de las personas en el establecimiento de la política de los medios, en la elaboración de los planes de formatos de vehículos y de programas, en la elaboración de los objetivos y principios de gestión, etc.

  • Participación en la gestión: intervención en el proceso de administración y control de un medio de comunicación.

Este proceso va desde la identificación de las necesidades y los problemas, la articulación de los objetivos, la formulación y negociación de propuestas para la producción, distribución y evaluación de los productos comunicativos, para, con y desde la ciudadanía. Ello implica que al asumir este enfoque necesariamente deba transitarse por tres dimensiones que recorren la práctica política, las estrategias de desarrollo, las relaciones de poder y transformaciones en los medios.

En este sentido, Barranquero (2019), p. 8 establece grados y niveles de participación ciudadana en cuanto a la reforma mediática a partir de dos preguntas claves: (1) ¿qué posición adopta la ciudadanía con respecto al origen de la reforma mediática: desde el exterior o desde el interior de los medios? y (2) ¿cuál es su grado de participación en el proceso? (a) bajo: cuando la ciudadanía accede a los medios o es representada en la toma de decisiones de los mismos por parte de políticos, reguladores o periodistas (b) medio: cuando es encarnada en organizaciones de la sociedad civil: ONG, movimientos sociales, etc.(c) alto: cuando se apropia directamente de medios y tecnologías a fin de construir expresiones al margen del sistema público o comercial dominante.

La ciudadanía no involucra sólo un conjunto de derechos y responsabilidades, sino una práctica multidimensional que debe considerar a los sujetos como participantes y activistas de los procesos de cambio social comprometidos con la equidad y la justicia social en un espacio de diálogo horizontal. El objetivo de la participación está entonces en el cambio de la sociedad por acción, voluntad y decisión de los actores sociales insertos en ella, donde la comunicación tiene un papel estratégico, cohesionador y de búsqueda de consenso hacia una sociedad mucho más justa y solidaria.

La participación de los sujetos en medios implica que sean capaces de incidir en los procesos sociales, culturales, políticos y económicos que se dan en la sociedad; así como deben ser capaces de realizar productos comunicativos. Por tanto, se hace necesario diseñar políticas, estructuras y estrategias de alfabetización mediática que se complementen con normas, procedimientos y canales que posibiliten la formación de capacidades en la ciudadanía y una cultura de la participación desde un enfoque de derechos. Para ello se requiere de nuevas pedagogías y espacios de comunicación que posibiliten la educación de los sujetos en derechos comunicativos y un equilibrio de poderes entre medios, política y ciudadanía, pues de esta forma contribuimos a mejorar la demanda de los ciudadanos en su rol de públicos de los medios.

En este sentido, la alfabetización mediática está directamente relacionada «con la capacidad crítica de la ciudadanía para entender y evaluar críticamente diferentes dimensiones y aspectos relacionados con los medios de comunicación» (Aguaded & Pérez, 2012, p. 27). Hablamos de

las competencias esenciales -habilidades y actitudes- que permiten a los ciudadanos interactuar con los medios de comunicación y otros proveedores de información de manera eficaz y desarrollar el pensamiento crítico y las aptitudes para el aprendizaje a lo largo de la vida para la socialización y la puesta en práctica de la ciudadanía activa. (Wilson, 2012, , p. 16)

Podría resumirse seis competencias clave para la educación para los medios: «comprensión, capacidad crítica, creatividad, consumo, ciudadanía y comunicación intercultural» (Frau-Miegs &Torrent, como se citó en Aguaded & Pérez, 2012). Su objetivo central es empoderar a las personas mediante la alfabetización mediática e informacional para promover el acceso, uso, consumo, apropiación y producción info-comunicacional.

Por tanto, la alfabetización mediática e informacional también involucra el uso ético de la información, la comunicación y de la tecnología, así como la participación activa y protagónica de los sujetos, con un sentido crítico y elevado compromiso social. Además, incluye una concientización sobre el derecho a la información y la comunicación. Las posibilidades para una ciudadanía global pueden ser exploradas, a partir del uso responsable de los medios y de la tecnología a través de un proceso de análisis crítico, de producción y de diálogo desde, para y con la ciudadanía.

Así, en última instancia, generar procesos participativos en la comunicación pública implica empoderar a la ciudadanía y esto debe conllevar necesariamente a cambios sustanciales en las estructuras y relaciones de poder tradicionales, pero también capacidad para la movilización y acción colectiva para la construcción de una sociedad justa, equitativa y solidaria.

A modo de resumen, los referentes teóricos de la CCS nos permiten pensar y gestionar la producción comunicativa para los medios comunitarios, desde un enfoque de derecho a la comunicación, donde la ciudadanía asume un rol activo y protagónico, en tanto productora de comunicación. Es importante destacar que la participación no puede ser improvisada o fragmentada, deberá ser siempre un proceso estratégico, para la formación de una ciudadanía con conciencia crítica sobre su realidad social.

Experiencias de producción comunicativa con enfoque participativo en la radio cubana

Las posibilidades de una participación activa, sustantiva y protagónica de la ciudadanía en la selección de la agenda, los contenidos y en la toma de decisiones de las etapas del proceso de producción comunicativa del sistema radial cubano es insuficiente y no existen mecanismos eficaces para ello. Se da a niveles de información y consulta; pues los sujetos no tienen capacidad y posibilidad real de decidir en la toma de decisiones. Se limita a la petición de números musicales, mensajes de saludos y felicitaciones, concursos, juegos de participación y en algunos casos sugerencias, preguntas y planteamientos sobre determinadas problemáticas sociales o temáticas de interés y su acceso a los medios es representado por parte de políticos, servidores públicos o periodistas. Las emisoras locales y provinciales potencian en mayor medida la participación de las audiencias que las nacionales.

Las afirmaciones anteriores se sustentan en los criterios expresados por los actores técnicos-profesionales y especialistas durante el proceso investigativo, a través de las diferentes técnicas empleadas: grupos focales y entrevistas.

Radio Progreso, emisora nacional, es la que menos promueve la participación, lo cual fue planteado tanto por los actores técnicos profesionales como por los oyentes de esta estación radial; sin embargo, existe una elevada sensibilidad y compromiso social de directivos, especialistas y radialistas para transformar esa realidad.

Por su parte, los oyentes de las emisoras seleccionadas, en su mayoría, expresaron que tenían amplias y elevadas posibilidades de participar en la radio, a través de concursos, adivinanzas, petición de música, posibilidades de cantar y recitar, etc. Esto justifica la necesidad de potenciar una cultura de participación ciudadana y la conceptualización e implementación de programas de alfabetización mediática, que fomente sujetos críticos y capaces de intervenir en todas las etapas de producción comunicativa radiofónica.

Los oyentes más jóvenes asumieron una actitud más crítica con relación a la participación radiofónica. Al respecto señalaron que:

se puede mejorar más la participación, falta abrir los micrófonos a la ciudadanía. No hay debate político. Se debe ser más crítico con nuestra realidad social. Consideramos que las personas tienen un elevado nivel cultural para participar más en la radio, lo que necesitamos son los espacios. Esto aumentaría el interés de la gente por la radio. El diálogo tiene que ser abierto. (Grupo Focal Oyentes, 2017)

En monitoreo realizado a los sitios web de las emisoras provinciales y municipales que formaron parte de la selección muestral se pudo constatar que no se aprovechan, gestionan y potencian al máximo los formatos que favorece la radio contemporánea en la web, así como predomina el texto y la imagen por encima del audio.

Sin embargo, en todas las emisoras que formaron parte de la selección muestral, se identificaron experiencias de programas radiofónicos, con un enfoque participativo, a partir de los criterios ofrecidos por los emisores y los oyentes, aunque no necesariamente coincidentes con lo que se expresa desde la teoría sobre una auténtica participación sustantiva. Algunos de los programas identificados por los actores técnicos profesionales y oyentes, en las diferentes técnicas de investigación empleadas fueron los siguientes: (Tabla 2)

Tabla 2 Programas participativos en la radio cubana 

En estos programas los niveles de «participación» se dan a partir de que:

  • Los oyentes pueden proponer sus temáticas de interés al programa.

  • Los oyentes expresan sus criterios y valoraciones sobre las temáticas que se tratan a través de llamadas telefónicas.

  • Se potencia fundamentalmente el formato «revista», que favorece la utilización de una variedad de géneros y formatos radiofónicos, entre ellos la entrevista, panel y mesa redonda.

  • Se invita en vivo al estudio a las máximas autoridades del territorio o de las entidades de la problemática que se trate y dan respuesta desde el propio programa.

  • Los oyentes participan en concursos.

  • En la programación infantil, las niñas y los niños asumen los roles de actuación y locución.

Por tanto, se puede afirmar que, aun cuando son niveles importantes de participación, son insuficientes, pues las posibilidades de incidir y decidir en la toma de decisiones de cada una de las etapas del proceso de producción comunicativa son limitadas, sobre todo en la pre-producción y evaluación, pues en la mayoría de los casos se privilegia la producción, es decir, durante la salida al aire.

De todas las emisoras seleccionadas, las de la provincia de Villa Clara, demostraron ser la que tienen mejores condiciones para potenciar y generar una radio participativa desde, para y con la ciudadanía, pues en su diseño y concepción de la programación dispone de varios referentes de programas con un enfoque participativo, donde su colectivo goza de un gran prestigio y profesionalidad, reconocido no solo a nivel provincial sino en todo el país.

Se pudo apreciar en las entrevistas realizadas, grupos focales y consulta a investigaciones realizadas anteriormente que en la parrilla de programación de la emisora CMHW Villa Clara destaca el programa “Alta Tensión” por los niveles de participación de la ciudadanía en la toma de decisiones sobre las agendas mediáticas. Este programa constituye un exponente del periodismo de investigación y ha contribuido a activar y movilizar a la ciudadanía, directivos y otros actores del territorio en la identificación de alternativas de solución a los problemas sociales, entre los que se puede mencionar: protección integral a personas en situación de calle y con problemas psiquiátricos, calidad en los servicios de salud, alimentación de las personas con bajos ingresos económicos, entre otros.

El sistema de la radio cubana no cuenta con un programa de alfabetización mediática que articule y fomente de manera estratégica y armónica la formación de capacidades para la construcción de ciudadanías activas que puedan asumir un rol activo y protagónico en el proceso de producción comunicativa radiofónica. A pesar de lo anterior, existen varias experiencias, aunque aisladas y fragmentadas, dirigidas fundamentalmente a las niñas y los niños, orientadas a la habilitación para la locución. Sin embargo, los jóvenes y adultos mayores expresaron, en los grupos focales que: “¡Sí haríamos radio!, nos atreveríamos, asumiríamos el reto, sería un orgullo”.

Algunas de las experiencias más significativas, de programas con un enfoque de alfabetización mediática y o educación para la comunicación, en las emisoras que formaron para de la selección muestral, son las siguientes:

  • “Ronda de las Audaces”, Círculo de Interés de Radio Progreso

  • “La Casa de Tomasa”, Talleres Infantiles realizados por Radio Taíno, donde los niños crean los guiones y realizan la locución.

  • Proyecto “Radio bases al aire”, círculo de interés con adolescentes de escuelas de los municipios capitalinos Boyeros y Arroyo Naranjo, gestionado por Radio Taíno.

  • Curso de locución para niñas y niños en Radio Artemisa

  • Programa “La Guagua”, en Radio Ariguanabo donde los niños son los protagonistas del programa, ellos hacen la locución.

  • Círculo de interés para niñas y niños de Radio Angulo, orientado fundamentalmente a la formación de habilidades para la locución.

Las mediaciones principales que están determinando los resultados de la participación ciudadana en la producción comunicativa radiofónica son políticas, económicas, estructurales, cognitivas, culturales y tecnológicas. En el caso de las mediaciones políticas destacan la ausencia de una ley de comunicación que reconozca, regule y proteja que la comunicación constituye un bien público y un derecho ciudadano, así como el desequilibrio entre la agenda política y la agenda ciudadana. En el caso de las mediaciones económicas tiene un peso las limitaciones en el presupuesto. Mientras en las cognitivas destaca la insuficiente cultura de la participación y o predominio de un enfoque tradicional en la producción comunicativa radiofónica por parte de los actores técnicos profesionales. Por su parte las mediaciones estructurales están dadas por la ausencia de una estructura propia para la gestión de comunicación a nivel municipal y la falta de un grupo de educación para la comunicación en todos los niveles como se ha explicado anteriormente.

CONCLUSIONES

Los principales fundamentos teóricos-metodológicos que sustentan la producción comunicativa, con un enfoque participativo en la radio como organización mediática los encontramos en los aportes de los referentes de la comunicación para el cambio social, donde se asume como eje fundamental que la comunicación constituye un derecho humano y un bien público; en diálogo con las principales premisas y postulados que se plantean desde los estudios de la comunicación educativa, la educomunicación y la alfabetización mediática.

La comunicación participativa en medios nos permite pensar la producción comunicativa desde un modelo dialógico, liberador y transformador que potencia la capacidad expresiva de la ciudadanía y otros actores de la comunicación en todas las etapas del proceso comunicativo. La participación ciudadana como eje transversal al proceso de producción comunicativa radiofónica contribuye al empoderamiento de los sujetos, al debate público sobre las agendas del desarrollo y a la construcción de políticas públicas de abajo hacia arriba, siempre que los sentidos éticos y políticos apunten hacia la equidad, la justicia social y la cultura de paz. Es siempre un proceso estratégico, gradual y atento a las condiciones del entorno.

La producción comunicativa radiofónica con un enfoque participativo implica que la ciudadanía y otros actores claves del desarrollo incidan directamente en la formulación, planificación, producción de mensajes y programas desde el compromiso colectivo. Para ello se requiere de la conceptualización e implementación de programas de alfabetización mediática que garanticen la formación de capacidades en los sujetos para el acceso, procesamiento, producción, evaluación, uso y apropiación de la información y la comunicación radiofónica comprometida con el cambio social.

La participación ciudadana en la producción comunicativa de la radio cubana se da a niveles bajos de información y consulta; pues los sujetos no tienen capacidad y posibilidad real de incidir en la toma de decisiones, se limita a enfoques tradicionales donde el acceso de la ciudadanía a la radio está mayoritariamente representado por políticos, agentes de instituciones públicas o periodistas.

Destaca entre las mejores experiencias de comunicación participativa en la Radio Cubana el Programa Alta Tensión, en la CMHW, pues la ciudadanía tiene la posibilidad de decidir la agenda temática del programa, y junto a los decisores gubernamentales identificar alternativas de solución a los problemas. En la etapa de diagnóstico se constató que las emisoras radiales de la provincia Villa Clara, en el centro de Cuba, son las que cuentan con una cultura de participación ciudadana en la radio más consolidada y fuerte.

La actual estructura de la radio cubana no dispone de un grupo de alfabetización mediática para la formación de capacidades en la ciudadanía y otros actores de la comunicación que garanticen el efectivo ejercicio consciente y crítico de participación en la producción radiofónica, elemento sobre el cual el artículo propone acciones concretas a través de la conceptualización de un programa que incluye objetivos, sistema de conocimientos, habilidades y valores para la formación de competencias info-comunicativas en la ciudadanía.

En definitiva, a partir de la investigación realizada, se observan aún déficits estructurales importantes en el sistema de la radio en Cuba de cara a establecer patrones participativos socialmente relevantes. Aunque existen ciertas experiencias de participación entre los oyentes de las emisoras estudiadas, estos se limitan fundamentalmente a patrones básicos de interacción con las audiencias, fundamentalmente centrada en la participación en los mensajes (Krohling, 2006), con poca capacidad decisoria en general. La falta de programas de alfabetización mediática, así como la pervivencia de modelos profesionales poco participativos a nivel de metodologías de trabajo y gestión, aparecen como factores clave a la hora de avanzar hacia una concepción más participativa de la radio en Cuba.

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Recibido: 16 de Septiembre de 2021; Aprobado: 06 de Mayo de 2022

*Autor para correspondencia delanoval@fcom.uh.cu

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

Luis Alain de la Noval Bautista: Conceptualización, análisis formal y metodología.

Fernando Ramón Contreras Medina: Supervisión.

David Montero Sánchez: Supervisión, redacción-revisión y edición.

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