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Revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina

versión On-line ISSN 2308-0132

Estudios del Desarrollo Social vol.10 no.3 La Habana sept.-dic. 2022  Epub 01-Dic-2022

 

Artículo original

El marxismo como creación heroica en el pensamiento del Che Guevara

Marxism as a Heroic Creation in the thought of Che Guevara

0000-0002-1739-4101Delia A. Granado-Duque1  * 

1Escuela Superior del Partido Comunista de Cuba “Ñico López”, Cuba

RESUMEN:

En el artículo se exponen las ideas de Ernesto Guevara con respecto al desarrollo económico, sus nexos con el marxismo fundacional, así como la asimilación crítica de los principales referentes teóricos sobre este tópico. Los resultados expuestos en este artículo forman parte de una investigación doctoral, que brinda elementos para la interpretación teórica de la idea sobre el desarrollo económico presente en el pensamiento del Che Guevara, desde la relación economía-política-desarrollo. Como método general de las ciencias se empleó el enfoque dialéctico-materialista, con la lógica de indagaciones teóricas, apoyado en otros que posibilitaron vislumbrar los nexos esenciales del desarrollo económico en la obra de Guevara sobre la transición socialista en Cuba.

Palabras-clave: planificación; desarrollo económico; conciencia; política; “hombre nuevo”; relación economía-política

ABSTRACT:

The article exposes Ernesto Guevara's ideas regarding economic development, its links with foundational Marxism, as well as the critical assimilation of the main theoretical references on this topic. The results presented in this article are part of a doctoral research, which provides elements for the theoretical interpretation of the idea of economic development present in Che Guevara's thought, from the economy-politics-development relationship. As a general method of the sciences, the dialectical-materialist approach was used, with the logic of theoretical investigations, supported by other methods that made it possible to glimpse the essential links of economic development in Guevara's work on the socialist transition in Cuba.

Key words: planning; economic development; awareness; politics; "new man"; economic-political relationship

INTRODUCCIÓN

Continuar la agenda del desarrollo económico ratificada por el VIII Congreso del Partido Comunista en el adverso contexto de crisis mundial capitalista, ofensiva neoliberal, agravación de los efectos de la COVID-19 y recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de Estado Unidos, se convierte en un desafío para la nación cubana, que lo enfrenta a partir de su obra económico-social inclusiva y portadora de derechos humanos.

En el Informe Central al VIII Congreso del PCC se identificaron dificultades en el desempeño de la economía cubana, referidas a la falta de integralidad en la visión de los procesos económicos y sociales; las insuficiencias en la planificación, la organización y el control; la ausencia de enfoque de riesgos; la limitada utilización de las facultades otorgadas; la disminución de la oportunidad; la calidad; el alcance de las acciones de capacitación; y el deterioro en el equilibrio entre el trabajo y la laboriosidad con la aplicación del principio de distribución socialista como vía fundamental para la satisfacción de las necesidades. Lo anterior ha impactado de manera negativa el impulso del desarrollo económico socialista del país (Castro, 2021).

El desarrollo requiere ritmos y estructuras de crecimiento económico que promuevan la prosperidad con justicia y equidad, así como el cuidado y enriquecimiento del patrimonio de la nación (Partido Comunista de Cuba, 2021a).

En este artículo se aborda el pensamiento del Che Guevara sobre el desarrollo económico como aspecto indisoluble de la transición del capitalismo al socialismo, que contempla las particularidades de Cuba, el mundo subdesarrollado y lo legado por el marxismo fundacional, desde una posición que articula lo económico y lo político, la elevación del nivel de vida de la población y la formación de valores éticos, como presupuestos fundamentales.

Sus tesis sobre el tema tienen utilidad y pertinencia en las actuales condiciones para la consecución del socialismo cubano, en la búsqueda de un modelo que apuesta por la independencia económica en las condiciones de deformación estructural que por siglos de dependencia se arraigaron en el país.

Para indagar en el pensamiento del Che Guevara al respecto, se utilizó el enfoque dialéctico materialista, con la lógica de indagaciones teóricas, apoyadas en diferentes métodos: el histórico-lógico posibilitó el análisis del objeto de estudio y campo de acción, conocer su evolución y movimiento; el análisis documental proporcionó la información relacionada con su enfoque del desarrollo económico en la transición socialista en Cuba, desde su obra escrita; y la sistematización permitió organizar la literatura consultada para establecer relaciones, determinar definiciones y sus interconexiones, lo cual facilitó el tratamiento de la relación que el Che Guevara establecía entre economía, política y desarrollo, así como los conceptos clave. Estos aspectos, desde esa correlación, no se encuentran suficientemente sistematizados en otras investigaciones.

A partir de lo anterior, la autora se propuso develar la articulación del pensamiento del Che Guevara sobre el desarrollo económico con el marxista fundacional.

DESARROLLO

Carlos Marx y Federico Engels: influencias en la formación económico-política del Che Guevara

El Che Guevara avanzó en breve tiempo en sus estudios teóricos sobre el comunismo y la necesidad de superar revolucionariamente el capitalismo, por lo que legó un enfoque que trascendió hasta la actualidad por su aporte al marxismo, al leninismo y a la experiencia socialista del siglo pasado.

Encontró en Carlos Marx y Federico Engels un pensamiento socialista, materialista dialéctico y de economía política que supera con creces a sus antecesores, además del caudal teórico que le permitió profundizar en aquellos nodos epistemológicos con valía para las circunstancias donde desenvolvió su actividad práctica. Su pensamiento creador le favoreció analizar críticamente su contexto y conformar su ideología revolucionaria.

En sus recorridos de joven por la región latinoamericana convivió con mineros, obreros industriales, campesinos, intelectuales, con afiliaciones al marxismo y otras corrientes de pensamiento. Esas vivencias las integró a su experiencia teórica y las materializó en su diccionario filosófico, donde plasmó de forma multidisciplinaria su visión sobre los fenómenos y procesos sociales. Estos sirvieron de base a sus futuras conceptualizaciones, en las que demostró un pensamiento crítico, que enriqueció con la práctica de sus responsabilidades de Estado en la nación cubana. Sus contribuciones al marxismo han quedado plasmadas, entre otros, en sus dos diarios de viajes por América Latina y, posteriormente, en importantes intervenciones, discursos, escritos, debates científicos y diarios que escribió en el Congo y Bolivia.

La teoría contenida en la obra de Carlos Marx y Federico Engels constituye una fuente directa para el Che Guevara que se reconoce marxista y tiene puntos de contactos importantes con sus ideas en relación con la necesidad de la desaparición esclavizadora de la relación capital-trabajo, la incapacidad del capitalismo para resolver los problemas sociales de las mayorías y el humanismo revolucionario como parte indisoluble de su ideal de comunismo.

Distingue como aspecto de esencial importancia en el avance hacia el proyecto socialista trazado por la Revolución, la atención a los individuos como seres sociales y creadores de la riqueza colectiva. Ello se aprecia a lo largo de su obra, y queda reseñado en su plan tentativo para el estudio de la Economía Política, en el que destaca como primer aspecto a profundizar los problemas del socialismo y el hombre (Guevara, 2006).

Esa idea es un conector a partir del cual construye su posición sobre el comunismo y el papel de la economía en su desempeño, al caracterizarlo como un resultado que se alcanza conscientemente, cuyas formas de conducción deben atender la formación del «hombre nuevo» y el desarrollo de la base material (Guevara, 1977a).

Al igual que para el marxismo fundacional, para el Che Guevara la liberación social, la toma de conciencia de cómo alcanzarla y la sociedad capaz de garantizarla, ocupan un lugar central en su obra, al entender que el Estado (Guevara, 1977b) y el Partido Comunista (Guevara, 1977b), deben desempeñar un papel fundamental en ese propósito.

Refiere la trascendencia, para su formación teórico revolucionaria, de las tesis de Carlos Marx en relación con la necesidad histórica de sustituir el capitalismo por el socialismo, y el papel de los individuos como seres eminentemente sociales, cuando expresa:

[…] era, ante todo era y sobre todo, un revolucionario. La verdadera misión de su vida era cooperar de un modo o de otro al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones del Estado creadas por ella, cooperar a la emancipación del proletariado moderno, a quien él por primera vez infundió la conciencia de su propia situación y sus necesidades, la conciencia de las condiciones que informaban su liberación. (Guevara, 2006, p. 49)

La educación, categoría fundamental para el pensamiento fundacional marxista y para el Che Guevara, tiene en este último el enfoque de que su acción estimula el desarrollo de relaciones de producción socialistas, en tanto favorece el impulso de la economía, el perfeccionamiento del trabajo social y las fuerzas productivas, además de que contribuye a superar la contradicción manifiesta entre el hombre social e individual.

La emancipación humana, para Carlos Marx, Federico Engels y el Che Guevara, como acto consciente, es enriquecido por este último desde la práctica con su idea del perfeccionamiento de la conciencia, el papel de la educación y sus tesis sobre el desarrollo económico, como plataformas de los cambios que se van gestando para superar las injusticias e inequidades heredadas del capitalismo.

Sobre estas categorías en la construcción de la nueva sociedad señala:

El comunismo es una meta de la humanidad que se alcanza conscientemente; luego, la educación, la liquidación de las taras de la sociedad antigua en la conciencia de las gentes, es un factor de suma importancia, sin olvidar, claro está, que sin avances paralelos en la producción no se puede llegar nunca a tal sociedad. (Guevara, 1977b, p. 10)

El Che Guevara resulta partidario de que deben existir amplios vasos comunicantes entre los trabajadores y el pueblo en general con sus dirigentes; concede especial importancia al papel educativo a desempeñar por el Estado para elevar la cultura general, técnica e ideológica como soportes de relaciones socialistas de producción (Guevara, 1977a).

Mientras los fundadores del marxismo concibieron el desarrollo económico como resultado del avance de las fuerzas productivas en el capitalismo, el Che Guevara compartía la tesis de Fidel Castro de que para Cuba el socialismo sería condición para el desarrollo económico y social. Señala la necesidad de que la Isla acceda a este a partir de observar sus peculiaridades, y no de repetir mecánicamente lo que Carlos Marx y Federico Engels predijeron para una realidad distinta.

Posesionado en la tesis anterior, el Che Guevara reflexiona con respecto a la liberación del capitalismo desde el subdesarrollo, al estudiar críticamente la obra de Carlos Marx y Federico Engels, en especial los temas relacionados con el período de transición y las peculiaridades del desarrollo económico para estos países; tópico no tratado suficientemente por el marxismo fundacional, atendiendo a las características de su contexto, lo que hizo que se refirieran a esos temas en las sociedades más desarrolladas de los siglos xviii y xix.

Un especial aporte del Che Guevara a este tema es su visión sobre la necesidad de renovar el papel de la economía política en la etapa transicional, al contemplar la posibilidad de construir el socialismo desde el subdesarrollo. Parte del criterio de que la construcción socialista cubana se desenvuelve en condiciones de un gran atraso, con premisas materiales incompletas, en una situación compleja y distinta a la del Este Europeo de 1917. Por esa razón, escribe sus Apuntes críticos a la Economía Política, en los que expone de forma crítica sus tesis sobre las peculiaridades de la economía política en la transición al socialismo y su significado para la evolución del marxismo (Guevara, 2006).

Sus tesis sobre la economía política se fundamentan en sus investigaciones y práctica revolucionaria, en la sistematización de las peculiaridades del tránsito al socialismo de Cuba, su historia de país colonizado, con insuficiente desarrollo en su industria nacional, mono productor, mono exportador, dependiente del capital extranjero, con escaso desarrollo de las fuerzas productivas y débiles niveles de socialización. Esto no se corresponde con lo señalado por Marx en “Crítica al Programa de Gotha”, razón por la cual Guevara insiste en que se deben hacer las disquisiciones que caractericen al período de transición y contemplar las peculiaridades de Cuba (Guevara, 1977b).

La perspectiva presente en Carlos Marx y Federico Engels sobre que el comunismo se despliega históricamente del capitalismo, pero rompe revolucionariamente con esa sociedad, y la posibilidad de alcanzar el desarrollo económico superior e inédito en el comunismo, también están presentes en el pensamiento del Che Guevara, quien aporta al tema que este es un proceso nacido en la sociedad capitalista, que no puede reproducirse en las condiciones de transición socialista en Cuba, y que los análisis económicos de este, dado el carácter heterogéneo de la economía y la inmadurez de las fuerzas productivas, deben tener un enfoque integral y asentarse en la interrelación entre economía, política, ideología y sociedad (Guevara, 2004).

El Che Guevara justipreció la consideración marxista acerca de que la sociedad comunista brota de la capitalista con rezagos de esta y de que el desarrollo económico debe asentarse en nuevas relaciones sociales donde primen la cooperación y la colaboración, se elimine la explotación de los hombres y aflore la cultura del trabajo desenajenado con una dimensión liberadora. Evalúa el desarrollo como un proceso integral que tiene en su base la economía material, capaz de sostener el desarrollo social. Alcanzar el desarrollo desde el subdesarrollo, en su criterio, requiere también de una proyección emancipadora.

Sobre ese aspecto reflexiona:

El desarrollo social es algo realmente imprescindible y es por lo que todos luchamos. Es, prácticamente, ridículo pensar que solamente se va a luchar por el desarrollo económico simple, y que va a ser el desarrollo económico en sí un fin. Eso no es así. El desarrollo económico es nada más que el medio para lograr el fin, que es la dignificación del hombre. Pero para lograr ese fin, hay que producir porque si se empiezan a hacer las casas antes de construir las fábricas de cemento, va a haber un momento en que no habrá riquezas para que esas casas puedan siquiera estar habitadas, no va a haber trabajo para el hombre que las habite, no va a haber ninguna garantía de que la familia de ese hombre, al que se la ha dado una casa, pueda comer todos los días gracias al trabajo de sus miembros. (Guevara, 1977c).

El Che Guevara construye su posición sobre el comunismo y el papel del desarrollo económico en su desempeño, desde una visión integral (Kohan, 2018). Lo caracteriza como un resultado que se alcanza conscientemente, cuyas formas de conducción deben atender la formación del hombre nuevo y el desarrollo de la técnica (Guevara, 1977b).

El valor teórico práctico del marxismo para el Che Guevara

En el Sistema Presupuestario de Financiamiento, el Che Guevara articula, desde lo teórico- práctico, su interpretación del marxismo con las peculiaridades de Cuba; y sintetiza su concepción sobre el desarrollo económico socialista como propuesta de concepto global, a partir de integrar los procesos políticos, económicos y sociales clave para la sociedad cubana (Guevara, 1977b).

Aquí resume sus principales ideas sobre el desarrollo en las condiciones de la transición al socialismo, las cuales se caracterizan por la creatividad y el enfoque crítico. Para ello construye revolucionariamente los conceptos básicos que lo componen; descuellan como los más importantes: «planificación centralizada», «hombre nuevo», «estímulos morales» y «empresa consolidada». Además, creó condiciones para instaurar y controlar la contabilidad, la estadística, la eficiencia económica, la organización del trabajo, las técnicas de dirección, el desarrollo científico-técnico, la capacitación, los costos, los salarios, los precios, los abastecimientos, las inversiones, la calidad y la supervisión, como base instrumental de una nueva conducta económica, social y moral.

Le otorgó a la planificación centralizada un importante papel (Guevara, 1977b) (más allá del uso eficiente, controlado, organizado y eficaz de los recursos materiales y humanos, y una mayor racionalización del aparato administrativo( como una categoría política de primer orden, la cual se asentará en su despegue en tres objetivos tácticos en la búsqueda de la elevación del nivel de vida del pueblo: la reforma agraria, la industrialización y la diversificación del comercio exterior.

El estímulo moral también estuvo concebido dentro del sistema. El Che Guevara lo consideró impulsor del desarrollo, junto con el incremento de la productividad del trabajo, la distribución socialista y el aumento gradual de bienes de consumo resultantes del trabajo, su organización y control. En sus tesis no niega que el estímulo material se continúe utilizando hasta que se creen las condiciones para su total desaparición.

Esta posición lo lleva a desplegar su idea con respecto a que la obtención de resultados efectivos en el ámbito económico guarda estrecha relación con el desarrollo de la conciencia, en una lógica en la que el ser social debe favorecer el cambio revolucionario, de manera tal que las fuerzas productivas impulsen las relaciones de producción socialistas y no se conviertan en su freno (Guevara, 1977b). Incorporó la categoría de la economía política: trabajo desenajenado como fundamental en este propósito.

En relación con la idea anterior, el Che Guevara señaló:

Siempre insistimos en este doble aspecto del avance de la construcción del socialismo. No es solo trabajo la construcción del socialismo, no es solo conciencia la construcción del socialismo; es trabajo y conciencia, desarrollo de la producción, desarrollo de los bienes materiales mediante el trabajo, y desarrollo de la conciencia. (Guevara, 1977d, pp. 15-16).

Además, refirió lo siguiente:

[…] el ser humano, razón de ser de nuestra Revolución y nuestros afanes, no puede reducirse a una mera fórmula y sus necesidades serán cada vez más complejas, desbordando la simple satisfacción de las necesidades materiales. Las distintas ramas de la producción se irán automatizando, aumentando inmensamente la productividad del trabajador y el tiempo libre será dedicado a tareas culturales, deportivas, científicas, en su más alto grado […] (Guevara, 1977e, p. 106)

Coincide con Carlos Marx en cuanto a la necesidad de la liberación de los hombres de todo tipo de explotación. En tal sentido, reflexionó:

[…] fue el amor al hombre, a la humanidad, el deseo de combatir la desdicha del proletariado, el deseo de combatir la miseria, la injusticia, el calvario y toda la explotación sufrida por el proletariado, lo que hace que de la mente de Carlos Marx surja el marxismo cuando podía surgir el marxismo, cuando precisamente podía surgir una posibilidad real y más que una posibilidad real la necesidad histórica de la Revolución social de la cual fue su intérprete Carlos Marx. Pero, ¿qué lo hizo ser ese interprete sino el caudal de sentimientos humanos de hombres como él, como Engels, como Lenin? (Guevara, 1977f, p. 12)

El Che Guevara incorporó al análisis del desarrollo económico su categoría «hombre nuevo», con la que declaraba la doble existencia de los individuos: por un lado, seres únicos; y, por otro, miembros de la sociedad en construcción, en un movimiento que incluye lo económico, social e ideológico.

Sobre esta dialéctica expresó:

En este período de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas. […] Lo importante es que los hombres van adquiriendo cada día más conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad y, al mismo tiempo, de su importancia como motores de esta. (Guevara, 1977a, pp. 260-261)

Además, identifica uno de sus rasgos fundamentales, al plantear: «Creo que lo más sencillo es reconocer su cualidad de no hecho, de producto no acabado» (Guevara, 1977a, p. 257).

El Che Guevara ubica como una idea clave dentro del Sistema Presupuestario de Financiamiento considerar la ley del valor como parcialmente existente, sin negarla en su totalidad, al no estar creadas las condiciones para su desaparición, en tanto que como resultado del aislamiento de los productores se mantienen el mercado y las relaciones monetario mercantiles. Es enfático al afirmar que no deben reproducirse en el funcionamiento del mercado interno, las leyes y categorías del capitalismo; llama a superar las condiciones que reproducen su existencia a fin de que no se retarde la construcción del socialismo e, incluso, pueda ser subvertido.

En relación con estas ideas planteó:

Negamos la posibilidad del uso consciente de la ley del valor, basado en la no existencia de un mercado libre que exprese automáticamente la contradicción entre productores y consumidores; negamos la categoría mercancía en la relación entre empresas estatales, y consideramos todos los establecimientos como parte de la única gran empresa que es el Estado (aunque en la práctica, no sucede todavía así en nuestro país). (Guevara, 1977b, pp. 24-25)

En correspondencia con todo el sistema que ha diseñado, el Che Guevara trató la empresa como un conglomerado de fábricas o unidades que tienen una base tecnológica parecida, un destino común para su producción y una localización geográfica limitada; y no tienen fondos propios, el dinero funciona de forma aritmética. Su organización facilita no utilizar las relaciones monetarias mercantiles entre las empresas y limitar la acción espontánea de la ley del valor; además, utilizar objetivamente la planificación centralizada como categoría de primer orden (Guevara, 1977b). En esta definición se dan las pautas a partir de las cuales se va a limitar la acción de las categorías mercantiles y la ley del valor en la transición al socialismo.

En esa misma dirección propone el control de índices de precios que permitan hacer análisis lo más objetivos posibles sobre la eficiencia y competitividad de las empresas, atendiendo al papel rector de la planificación y teniendo en cuenta el carácter histórico del trabajo socialmente necesario como categoría de la economía política, que varía en la medida en que avanza la revolución científico-técnica, así como el desarrollo de las fuerzas productivas.

Al respecto señaló:

Todas las materias primas de importación tendrán un precio fijo, estable, basado en una media del mercado internacional más unos puntos por el costo de transporte y del aparato de Comercio Exterior. Todas las materias primas cubanas tendrían el precio de su costo de producción real en términos monetarios. A ambos se les agregarían los gastos de trabajo planificados más el desgaste de los medios básicos para elaborarlas y ese sería el precio de los productos entregados entre empresas y al Comercio Interior, pero constantemente estarían afectados por índices que reflejaran el precio de esa mercancía en el mercado mundial más los costos de transporte y de Comercio Exterior. A ambos se les agregarían los gastos de trabajo planificados más el desgaste de los medios básicos para elaborarlas y ese sería el precio de los productos entregados entre empresas y al Comercio Interior […] (Guevara, 1977b, p. 26).

Las ideas anteriores deben tenerse en cuenta por cualquier economía y aún más por aquellas que como Cuba resultan altamente dependientes del sector externo. Para ello se debe profundizar en los análisis económico-financieros y en el sistema de precios internacionales, con los cuales el país debe interactuar, al entender que ello siempre tendrá una repercusión en la organización y el desempeño de la producción.

El tratamiento del Che Guevara sobre este tema define que, en la toma de decisiones relacionadas con las inversiones, los cálculos de importación de materias primas, máquinas, equipos de construcción y montaje, además del salario a distribuir, deben tenerse en cuenta tres cifras: costo real en dinero de realización de la obra, el costo según lo planificado y, por último, lo que debe costar atendiendo a las tendencias de la productividad mundial. Estos análisis permitirían al país tomar decisiones y ajustar qué productos serían más competitivos, cuáles podrían expandirse según los patrones internacionales y qué inversiones resultarían más convenientes (Guevara, 1977b).

El Che Guevara expuso sus criterios sobre la organización económica, los niveles de centralización y descentralización, las políticas de retribución del trabajo, el papel de la banca, el crédito, los costos de producción, los precios y las relaciones empresariales.

No obstante la importancia que le adjudicaba a la centralización, nunca negó la dialéctica con su par: la descentralización, en tanto entendía la planificación centralizada en vínculo con su movimiento vertical y horizontal entre el Estado, los Ministerios y las empresas, donde cada cual tenía responsabilidad ante su gestión, desde un enfoque democrático y participativo.

Las transformaciones materiales que se perseguían por el Sistema Presupuestario de Financiamiento tienen en su base las singularidades de Cuba, país de economía abierta, con escasez de recursos naturales y niveles de desorganización importantes, que intenta superar la dependencia de sus relaciones externas con Estados Unidos.

Al mismo tiempo, en esas amenazas y debilidades Guevara observa en Cuba fortalezas y oportunidades para aplicar dicho sistema, en correspondencia con las nacientes relaciones con el Sistema Socialista Mundial: una red de comunicación materializada en la existencia de teléfono, telegrafía; la infraestructura, que posibilita el uso de transporte aéreo, fluvial y terrestre; una economía que heredó condiciones de centralización, a partir de lo aplicado en la Banca Central, la compañía de electricidad, la industria del Níquel, algunos centrales azucareros y las refinerías Esso, Texaco y Shell, que aportaron experiencias en lo técnico, económico y productivo. Y como un aspecto de vital importancia, la unidad ideológica, de dirección y de orientaciones del Gobierno en un país movilizado hacia un fin común.

La sistematización de sus estudios, unido al replanteo de conceptos de la transición al socialismo, lo lleva a establecer una lógica muy particular, que no coincide (como habitualmente se ha venido haciendo( con las tesis marxistas de la revolución socialista, con respecto al movimiento de las relaciones de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas, al entender, según sus propias palabras, que existen «excepcionalidades» que responden a factores objetivos y subjetivos, y un condicionamiento histórico concreto dado, que permitió lograr en Cuba un desarrollo de la conciencia adelantado al grado de madurez económica de las fuerzas productivas, lo cual puede ser perfectamente aprovechado para impulsar el avance del comunismo. Ello lo considera posible en la transición al socialismo en sociedades atrasadas, no como un accidente histórico, sino como el resultado del grado de concientización alcanzado por los líderes y el pueblo.

El Che Guevara pone a discusión los conceptos de la economía política que se vinculan con la construcción del socialismo en general y el desarrollo económico como un componente de este. Propone los análisis desde lo aportado dentro del Sistema Presupuestario de Financiamiento, ideas que han quedado sistematizadas en artículos y discursos, que sobresalen por su lógica científica y enfoque sistémico.1 En estos somete a análisis críticos aspectos teóricos y prácticos de las experiencias socialistas europeas, vinculados con los sistemas de dirección y planificación de la economía. Realiza un estudio pormenorizado de las categorías «rentabilidad» e «interés material individual», al censurar que se pretendan tratar como variables clave del desarrollo socialista por el peligro que ello entraña en el resurgir de relaciones capitalistas en su vínculo con formas privadas de propiedad no desaparecidas totalmente.

Un aporte al pensamiento marxista sobre el tema está en la dialéctica que establece entre construcción socialista y desarrollo económico, visto desde esa posición principista que matiza todo su enfoque sobre el comunismo, como proceso complejo en el que se debe profundizar, pues no ha sido suficientemente tratado en la teoría y práctica en el mundo subdesarrollado, desde la economía política (Ariet, 2013).

El enfoque integral con que Ernesto Guevara lo aborda está asentado en cuatro ejes: la capacidad organizativa, el elemento del desarrollo, el perfeccionamiento de la conciencia, el impulso de las fuerzas productivas y la creación de nuevas relaciones económicas socialistas asentadas en la soberanía política y la independencia económica (Guevara, 1977g).

La creatividad del Che Guevara está en abordar de forma sistémica el desarrollo económico junto con la nueva moral revolucionaria, a fin de superar las deformaciones estructurales y el individualismo heredado de la sociedad capitalista, junto a sus categorías económicas. Para ello utiliza mecanismos de movilización que compulsan nuevas relaciones socialistas y el desarrollo integral. En ese proceso entiende que el hombre es el actor consciente capaz de modificar la realidad, al darle un contenido humano al trabajo y despojarlo del contenido capitalista o de cualquier forma de enajenación.

Las ideas del Che Guevara, plasmadas en el Sistema Presupuestario de Financiamiento como soporte de su concepción general del desarrollo, respondían a las necesidades del momento histórico del país y ofrecían un modelo global que no siempre fue estimado en su justa medida. Sus categorías líderes: «hombre nuevo», «conciencia», «planificación», «producción» y “desarrollo de la técnica” han sido observadas de forma atomizada y no en su lógica interna. Tampoco se ha valorado lo aportado a la experiencia de dirección y organización de la naciente economía socialista por los subsistemas de finanzas, precios, contabilidad, costos, normas de trabajo, estadísticas, control, supervisión y sus impactos en la conciencia.

El enfoque crítico del Che Guevara

Como parte de su enfoque creador, propositivo y crítico, el Che Guevara realizó una contundente diatriba a las deficiencias presentes en la organización y conducción de la actividad económica en Cuba, las cuales constituyen tesis fundamentales que enriquecen la teoría de la transición del capitalismo al socialismo en lo referente al desarrollo económico.

En esas nociones ubicó la planificación como una categoría clave por la importancia que le atribuye en función del desarrollo económico; pero también, las inversiones, la industrialización, las conductas éticas y la observancia de las leyes económicas.

En relación con la planificación señaló en carta a Fidel Castro:

A pesar de todos los errores del plan, de la orientación y de la concepción de la Junta Central de Planificación, creo que estamos todos de acuerdo en que hay una serie de líneas jerárquicas de mando en el sector económico que deben ser respetadas. Se entiende que el Gobierno crea las ideas económico-políticas de desarrollo, ideas que parten de iniciativas de los dirigentes y también, si es posible dadas las condiciones, de la propia población. Estas deberían pasar a la Junta que las analizaría y compatibilizaría, dando luego una recomendación. El Gobierno aprobaría o corregiría estas cifras, encargando ya la confección del plan y la Junta confeccionaría el plan, en discusión con todos los organismos, cuando se tratara de un plan anual, pero sobre la base de un plan perspectivo en el cual pudieran tomarse en cuenta los principales organismos como asesores. (Guevara, 2019, s.p.)

En la idea anterior Ernesto Guevara sintetiza dos ideas fundamentales, pertinentes en las actuales condiciones de Cuba:

  1. Para que la planificación se consolide se requiere que el Estado socialista elabore las ideas económicas y políticas del desarrollo.

  2. La economía debe ser dirigida por instituciones capacitadas que orienten las decisiones económicas sobre la base del respeto de las leyes económicas.

El Che Guevara conceptualiza la organización como aspecto intrínseco al desarrollo, lo cual favorece gestionar eficientemente los recursos, controlar los gastos, e involucrar a los obreros en la producción a partir de la dirección de cuadros capaces, exigentes y preparados. Estos aspectos no pudieron sistematizarse y aún muestran debilidades en la conducción de la economía cubana y en que se establezca un movimiento ascendente en la relación entre propiedad social socialista, producción social, y apropiación individual y social.

En relación con ello criticó:

En general, se puede decir que ha faltado la conciencia de la organización como uno de los pilares del desarrollo; cuando el caos administrativo es extremo se va hacia ciertos cambios de estructura, se realizan congelaciones o acciones intermedias buscando soluciones, otras veces se quitan los cuadros de dirección. Esto último significa alguna mejoría; evidentemente, un cuadro bueno trabaja infinitamente mejor que un cuadro mediocre o malo, pero también hay que tener en cuenta que por bueno que sea el cuadro si el marco organizativo general se lo impide solamente podrá rendir una tarea limitada.

Los niveles de decisión están muy indefinidos; personalmente esta ha sido una de mis preocupaciones en todo el período de ministro de Industrias, pero realmente solamente hemos tenido éxito aquí hasta la definición del nivel de Director y, en algunos casos, Jefes de Departamentos; más abajo, en los centros de producción, ha habido bastante indefinición que nosotros hemos resuelto por la vía de centralización administrativa, muchas veces excesiva. (Guevara, 2019, s.p.)

En cuanto a la no observancia del vínculo entre economía política y política económica planteó:

Creo que hemos cometido muchos errores de tipo económico. El primero de ellos, el más importante, es la improvisación con que hemos llevado a cabo nuestras ideas que ha dado por resultado una política de bandazos. Improvisación y subjetivismo, diría yo. De tal manera que se daban metas que conllevaban crecimientos imposibles. En los primeros momentos estos crecimientos imposibles se planeaban de una forma orgánica con la base de modelos globales en los que se preveían crecimientos hasta del 15 % o el 20 % anual. Después esto cambió, pero la dispersión y falta de centralización de decisiones económicas permitían que cada uno de los organismos impulsara planes que, solos, eran factibles de realizar pero que, tomados todos en su conjunto, hacían imposible el cumplimiento de las metas trazadas; y es así como el llegar al 90 % de un plan se considera en nuestro país una verdadera hazaña. (Guevara, 2019, s.p.)

En sus enfoques el Che Guevara enfatizaba en que disminuyera la dependencia externa, no comprometer el futuro a partir de producciones irracionales, así como controlar los gastos para que no se frustrara la reproducción económica del país.

Esta posición la plasma en el diseño que realizó de una política de sustitución de importaciones que no frenara las potencialidades de la nación, y facilitara en el menor plazo posible los artículos de uso y consumo requeridos para garantizar justicia y equidad.

Sobre el tema señaló:

En el campo de la industria hemos cometido errores parecidos en cuanto a las inversiones. La Antillana de Acero, por ejemplo, es un monstruo que empezó, como empezamos siempre, a ser dibujado por la nariz (ahora las patas del monstruo no caben en el papel(. La política de desarrollo de cemento, basada en una concepción de desarrollo global muy grande y que ha demostrado ser excesiva. La creación de fábricas conserveras que no trabajan actualmente. Otras fábricas que requieren materias primas importadas del área dólar, sin resolver realmente problemas. La más representativa de este tipo es el INPUD, aunque desde el punto de vista de la construcción y la racionalización de la producción es una de las mejores que hemos hecho: pero hay un sinnúmero de ellas que todos conocemos y que tienen las características apuntadas. (Guevara, 2019, s.p.)

Refirió la necesidad de observar el movimiento objetivo de las leyes económicas. En tal sentido, reflexionó:

Insisto en que aun cuando se haga una división de todos estos errores en más o menos graves, más o menos fatales, lo fundamental está dado por la política de bandazos y la política de bandazos está dada por el tratamiento superficial por un lado y subjetivo por otro, de todos los problemas de la economía. Sin embargo, la economía ha demostrado que tiene una serie de leyes y que violentarlas cuesta muy caro. (Guevara, 2019, s.p.)

El tratamiento crítico por parte del Che Guevara, relacionado con la desestimación de las leyes económicas, subestimación de la planificación, incumplimiento de los planes y las políticas económicas y conductas voluntaristas, se mantiene como tema pendiente en la economía cubana en las condiciones de hoy.

En los momentos actuales la dirección del Partido Comunista de Cuba ha criticado que falta organización, disciplina, exigencia y control en la gestión de actividades productivas y de servicios, incluido el proceso inversionista; que la persistencia de limitaciones económicas para la satisfacción de múltiples necesidades acrecienta el desplazamiento de trabajadores a actividades de menor calificación, pero mejor remuneradas o hacia el exterior; también, que se incrementan las diferencias económicas y sociales no provenientes del trabajo aportado, lo cual en muchos casos no es adecuadamente retribuido. Como resultado de lo anteriormente señalado se ha agudizado la obsolescencia tecnológica, restringido los encadenamientos productivos y faltado una adecuada gestión importadora (Partido Comunista de Cuba, 2021b).

Atendiendo a los elementos antes mencionados, el estudio del pensamiento marxista del Che Guevara sobre el desarrollo económico resulta de vital importancia, teniendo en cuenta que aporta creadoramente conceptos clave para la búsqueda de un proyecto socialista autóctono, que contemple las particularidades de Cuba. Además, sus tesis pueden contribuir desde lo teórico y práctico a superar las dificultades presentes.

CONCLUSIONES

El humanismo revolucionario que caracterizó toda la obra del Che Guevara -al igual que Carlos Marx y Federico Engels( ubica la independencia como la primera condición para alcanzar la total emancipación individual y social, lo cual constituye el basamento teórico de partida de toda su conceptualización sobre el comunismo.

El estudio a profundidad del pensamiento marxista le favoreció la construcción de importantes tesis sobre el comunismo y el desarrollo económico, que trascienden a la actualidad, por haber aportado conceptos válidos para Cuba, entre los que se pueden referenciar el criterio unitario de la lucha contra el imperialismo, el subdesarrollo y el socialismo como una alternativa viable para alcanzar el desarrollo económico, al entender la transición al socialismo como proceso plural y polémico.

El aspecto central que torna inseparable la obra teórica de Ernesto Guevara del marxismo, lo constituye su vocación anticapitalista, antiimperialista, comunista y humanista. Todas las demás coincidencias y disidencias son consecuencias de estas ideas matrices.

La creatividad de Ernesto Guevara y sus aportes a la teoría marxista están en la conjunción que realiza de las categorías de la economía política con otras que la trascienden por su alcance ideológico y político. Ahí está la base más profunda de su lógica de pensamiento económico, que resulta diverso por la cantidad de problemas que abarca; y único, por los fundamentos teóricos y principios ideológicos que lo sustentan.

Su aporte está en las alternativas que propone para alcanzar el desarrollo desde el subdesarrollo, como el medio para lograr la dignificación humana, teniendo como primera meta la economía y la organización como uno de sus pilares, y la racionalidad como garante de su permanencia en el tiempo. Lo anterior lo materializó durante su experiencia práctica de construcción del socialismo en Cuba, donde definió al sujeto llamado a realizar el desarrollo como «hombre nuevo» y a la sociedad portadora de este como «Comunismo».

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Recibido: 09 de Septiembre de 2021; Aprobado: 03 de Mayo de 2022

*Autor para la correspondencia dgd@espnl.cu

La autora declara que no existe conflicto de intereses.

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