SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.61 número4La cultura en el escenario docente para la formación interdisciplinar, integral y culta de los profesionales de la saludCaracterización de los hallazgos tomográficos en pacientes con la COVID 19 y sospecha de fibrosis pulmonar índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Medicina

versión On-line ISSN 1561-302X

Rev. Cuban de Med vol.61 no.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2022  Epub 01-Dic-2022

 

Artículo especial

Alfredo Darío Espinosa Brito: insigne de las ciencias médicas

Alfredo Darío Espinosa Brito: a distinguished figure in medical sciences

0000-0002-9933-5323Lya del Rosario Magariño Abreus1  *  , 0000-0001-9236-9048Patricia María Bermúdez Fuentes1  , 0000-0003-2484-9597Rodolfo Javier Rivero Morey1 

1Universidad de Ciencias Médicas. “Raúl Dorticós Torrado”. Cienfuegos, Cuba.

RESUMEN

Introducción:

Cuando se habla del símbolo de las generaciones de especialistas que se dedican a la Medicina Interna es necesario referirse al Doctor Alfredo Darío Espinosa Brito, destacado internista cienfueguero que cuenta con una fecunda trayectoria merecedora del reconocimiento de la comunidad médica.

Objetivo:

Describir los acontecimientos significativos de su vida y obra.

Métodos:

Se realizó una investigación de tipo descriptiva, que utiliza la historia de vida para lograr su propósito. Fue empleado el método teórico histórico-lógico; para la recolección de datos, se realizó una revisión documental y el testimonio directo de la voz del profesor como fuente primaria de obtención de la información.

Desarrollo:

los progenitores le inculcaron nobles principios de honradez que definieron su personalidad. Tuvo una trayectoria estudiantil sobresaliente marcada por ideas progresistas. Cuenta con una brillante carrera profesional merecedora de múltiples condecoraciones, pues su influencia ha sido esencial en la enseñanza del método clínico.

Conclusiones:

El doctor Espinosa ha contribuido sobremanera al desarrollo de la Medicina Interna, la Terapia Intensiva y la Geriatría en el territorio, además de realizar importantes aportes docentes, investigativos, teóricos y prácticos al avance de la enseñanza y de la Salud Pública en Cuba.

Palabras-clave: cienfuegos; geriatría; medicina interna; método clínico

ABSTRACT

Introduction:

When talking about the symbol of the generations of specialists dedicated to Internal Medicine, it is necessary to refer to Dr. Alfredo Darío Espinosa Brito, an outstanding internist from Cienfuegos who has a fruitful career deserving the recognition of the medical community.

Objective:

To describe the significant events of his life and work.

Methods:

A descriptive research was carried out, using life history to achieve its purpose. The historical-logical theoretical method was used; for data collection, a document review and the direct testimony of the professor's voice were used as the primary source of information.

Development:

His parents instilled in him noble principles of honesty that defined his personality. He had an outstanding student career marked by progressive ideas. He has a brilliant professional career deserving of multiple decorations, as his influence has been essential in the teaching of the clinical method.

Conclusions:

Dr. Espinosa has contributed greatly to the development of Internal Medicine, Intensive Care and Geriatrics in the territory, in addition to making important teaching, research, theoretical and practical contributions to the advancement of teaching and Public Health in Cuba.

Key words: cienfuegos; geriatrics; internal medicine; clinical method

Introducción

La medicina individual moderna comienza en el siglo XIX, durante muchos años solo se concebía la práctica clínica total como medicina general. No fue hasta finales de la centuria que se inició el desprendimiento de la clínica y de la cirugía, con la aparición de nuevas especialidades médicas; es la medicina interna la única que acogió la tradición clínica más “pura” e incluso la ha mantenido y desarrollado al máximo. Desde entonces, el internista ha sido considerado como el clínico por excelencia y el clínico, el ejemplo vivo del médico en cualquier época histórica.1

Al parecer la denominación tiene su origen en el ambiente médico germánico, alrededor de 1880. A comienzos del siglo XX el concepto se extendió en Europa, y de allí al resto del mundo. Como especialidad y como filosofía asistencial se ha centrado en una atención global al paciente, integrada a la visión de conjunto de los problemas de salud.2

En Cuba se crearon las cátedras de clínica médica por la influencia de la medicina europea, aunque no fue hasta la mitad del siglo XX cuando surge el interés de formarse como internista. La Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana se destacó y aportó considerablemente para el desarrollo de la clínica.1,3) No obstante, fue reconocida oficialmente como “especialidad” en 1956. Hoy se puede afirmar que ha alcanzado su plenitud y extensión a partir del período revolucionario.4

Los internistas han aportado un vasto conocimiento de la medicina para el desarrollo ulterior del Sistema Nacional de Salud, principalmente en los hospitales, además de un espectro de actividades que van con la fundación de los principales institutos de investigación de las especialidades clínicas, la creación de nuevos campos de trabajo, así como los cuidados intensivos y la geriatría, hasta la labor conjunta cotidiana con el médico general en la atención primaria de salud.1

Acumula la historia un grupo de internistas eminentes y profesores universitarios como Tomás Romay, quien sintetiza lo mejor de la medicina clínica cubana en los finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX; Carlos J. Finlay y Juan Guiteras Gener, constituyeron tres grandes figuras en la historia de la medicina cubana. Se resalta además a Nicolás José Gutiérrez y Hernández, quien introdujo el estetoscopio y con él la enseñanza de la auscultación y a Federico Grande Rossigran impulsor del método clínico.3

De la misma manera, Cienfuegos ha contado con un cuerpo facultativo médico que siempre constituyó uno de los más legítimos orgullos de la población. Cuando se habla del símbolo de las generaciones de especialistas que se dedican a la medicina interna es necesario referirse a Alfredo Darío Espinosa Brito, quien ocupa el eje central de este trabajo.

Hijo de ilustre doctor local que acrecentó el legado paterno hasta convertirse en el primer Doctor en Ciencias Médicas de Cienfuegos, en 1987.5 Tan inteligente como sencillo, tuvo una brillante carrera profesional, merecedora de múltiples condecoraciones, su humildad fue la cúspide de su existencia. Miembro de la primera graduación de médicos formados integralmente por la Revolución, su influencia ha sido esencial en la enseñanza del método clínico y en la geriatría. Al decir de Espinosita, como lo conocen los cienfuegueros, “el acto médico debiera incluir siempre tres enfoques simultáneos e integrados: el científico, el arte del ejercicio de la medicina y el humanismo médico.”6

Discípulo del pensamiento de grandes figuras como José Martí y Varela, que contribuyeron a crear su propia filosofía, se incorporó, después de 14 años de ejercicio profesional, al Hospital Provincial “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” a partir de 1979, mantuvo una virtuosa trayectoria laboral, con una conducta ética ejemplar, fue profesor de varias generaciones.

En consecuencia, esta investigación tuvo como objetivo describir los acontecimientos fundamentales de la vida y obra del doctor Alfredo Darío Espinosa Brito, resaltando todas las facetas en las que se desenvolvió, en aras de contribuir a la conservación de datos referentes a la historia de la Medicina cienfueguera.

Métodos

Se llevó a cabo una investigación de tipo descriptiva, que utiliza la historia de vida para lograr su propósito, en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos durante el primer semestre de 2021. Se utilizó la forma biográfica para reseñar la vida de Alfredo Darío Espinosa Brito. El método de investigación fue el histórico lógico que permite llevar la investigación de lo general a lo particular y seleccionar los aspectos significativos que conforman el informe final; además permitió explicar la vida de este galeno dentro de la historia local y comprender su relevancia a nivel nacional; se tomó como marco temporal de la investigación entre los años 1941-2020.

Para la recolección de datos se utilizaron la iconografía, la revisión documental y el testimonio directo de la voz del profesor como fuente primaria de obtención de la información. Las bibliografías consultadas fueron escasas, un total de 11, por lo que fue necesario recurrir a las entrevistas orales a profundidad. En cada una de las técnicas se utilizaron guías creadas por los autores a partir del objetivo de la investigación.

Orígenes de la familia Espinosa Brito

Cienfuegos fue la ciudad que vio nacer a uno de los símbolos de la medicina interna de la nación cubana. Una casa ubicada en Prado, entre Línea y Padre Las Casas, en el municipio cabecera, fue el lugar escogido por sus padres, Alfredo Espinosa Pérez inscrito como Secundino Galo-, médico especializado en Otorrinolaringología, y Margarita Brito Pérez, doctora en Farmacia, para establecer su hogar. Fruto de esta unión nació Alfredo Darío Espinosa Brito, en el desaparecido Hospital Civil “Luis Perna”, el 19 de diciembre de 1941, el mayor de dos hermanos. Los ancestros paternos se establecieron en Cienfuegos procedentes de Rodas, mientras que los de la parte materna residían entre San Juan y Martínez y San Luis, en Pinar del Río, antes de mudarse a La Habana.7

Alfredo padre tenía su “consulta particular” en una parte de la residencia, además trabajó en diversas instituciones de salud tanto públicas como privadas durante el ejercicio de la profesión por 28 años en la ciudad (1941-1969). Por su parte, Margarita fungía como regente de la farmacia San José, ubicada en Castillo, entre las calles Tacón y Cristina.7

El matrimonio de clase media inculcó a sus hijos a los más altos valores de honradez, sencillez y amor a la Patria, en un hogar feliz. Se declaraban cristianos, católicos y muy orgullosos de ser cubanos. La madre, era mucho más piadosa en su vida común, formación heredada de su abuela materna -veterana de la Guerra de la Independencia-, y practicaba las manifestaciones externas de la religión, lo que le transmitió a sus hijos. El padre había recibido educación católica en el Colegio Monserrat de los Padres Jesuítas en su adolescencia. Tuvo siempre ideas revolucionarias y políticas de izquierda. Fue un devoto martiano, conocedor de la historia de Cuba, empedernido lector, ensayista y promotor de actividades cívicas en la ciudad y fuera de sus fronteras.7

Entre otras actividades, fue miembro destacado del Colegio Médico de Cienfuegos, el ideólogo de las Ferias Agroindustriales de la ciudad, presidente del Comité de Instituciones y maestro durante la Campaña de Alfabetización. Perteneció a varias asociaciones con ideas progresistas. Fundó el Grupo Ariel junto a otros intelectuales locales en la década de los años 30 del pasado siglo. En la Universidad de La Habana, durante su época de estudiante perteneció al “Ala Izquierda Estudiantil”. De regreso, como médico tuvo algunas actividades políticas, sobre todo junto al candidato a alcalde de la ciudad Dr. Rodrigo Bustamante. Durante la dictadura de Batista colaboró con el “Movimiento 26 de Julio”.7) Alfredo Darío se fue nutriendo de estos principios transmitidos por sus progenitores con sobrada paciencia y sistematicidad, lo que posteriormente definiría su personalidad. Al respecto manifiesta:

“fueron los mejores principios y prácticas para un niño que he conocido, no por mí, sino por ellos”.7

A los cuatro años fue enviado al colegio las monjitas del Apostolado, destinado a féminas, pero que aceptaban los varones antes de comenzar formalmente los grados de primaria. Entonces se llamaba “kindergarten”, equivalente a los últimos años del círculo infantil o preescolar actual. En 1947, se mudan a una vivienda alquilada cita en San Fernando entre Cuartel y Cid. Allí Alfredo, fruto de ese traslado, tuvo su primer y único contacto con una escuela pública debido a su cercanía. Un suceso que lo marcó para siempre fue cuando su padre, al constatar que muchos de los niños no llevaban meriendas debido a los escasos recursos de sus familias, en múltiples ocasiones, cuando llevaba la suya, cargaba con barras de dulce de guayaba, galletas, leche y otras golosinas para toda la clase. En esa etapa, tan importante de la formación de la personalidad del ser humano, albergó muestras de cariño de familia, maestras y amigos, que influyeron positivamente sobre el niño en formación.8

Primeros estudios

Sus padres aspiraban a que ingresara en el Colegio Champagnat de los Hermanos Maristas, por lo que una vez terminado el “kindergarten”, fue enviado a la escuelita “paga” de Eugenia Manso, que funcionaba en la sala y saleta de su casa, donde aprendió a leer y a escribir bajo las enseñanzas y bondades de su maestra.8

Finalmente, en octubre de 1949 comienza el tercer grado en el Colegio Champagnat bajo la educación de los hermanos Maristas, fue ahí donde comenzó su verdadera formación integral. Inicialmente quedó impresionado por la exigente disciplina que imperaba, los excelentes y dinámicos métodos de aprendizaje, así como la evaluación constante de los alumnos. Aprendió caligrafía, gramática, aritmética, religión, solfeo, canto e historia de Cuba, todo esto con buen comportamiento y esfuerzo, obtuvo un excelente índice académico.

Durante el quinto grado (1951-1952) ocurrió el golpe de estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, suceso que el padre no escatimó en explicarle su trascendencia y consecuencias negativas para la nación.8

En este mismo año comienza el ingreso al bachillerato o sexto grado en “La Loma”, como coloquialmente era nombrado el magnífico edificio de la secundaria, también bajo jurisdicción marista. Académicamente, obtuvo sobresaliente en todas las materias, e incluso, motivado por compañeros de años superiores, se presentó a varios exámenes de premio que brindaban puntos extras en el expediente oficial, éxitos que reflejaban la magnífica preparación docente que recibía; cimientos que hicieron su vida como universitario y profesional mucho menos difícil en el orden académico.8

Durante 1957, el ambiente político del país era tenso. Mientras el “Movimiento 26 de Julio” preparaba la huelga general del 9 de abril, la noticia llegó a los alumnos de cursos superiores. La mayoría estaban a favor de la Revolución y se involucraron en un plan para realizar una protesta solidaria en sintonía con la huelga convocada. Espinosa se lo comunicó a su padre, quien lo comprendió y apoyó.

El día señalado, se concentraron en la esquina de Santa Elena y Holguín; sin embargo, a los pocos minutos empezó a merodear un carro de la policía batistiana y casi inmediatamente apareció el director del colegio, después los estudiantes se reincorporaron. El objetivo fue cumplido, reafirmar que los estudiantes de los Maristas no estaban ajenos a la situación nacional. Igualmente, a mediados de este curso, hubo otro llamado a huelga general. Espinosa, con 15 años, y el resto de la mayoría de sus compañeros, decidieron no asistir a clases para sumarse a la acción.8

Entre las materias que recibió, la Historia de Cuba era impartida por profesores cubanos laicos en primaria y en el bachillerato. Ellos motivaron en Espinosa el amor patrio, sano orgullo por su historia y su principal tesoro, los ciudadanos. Del mismo modo, se convirtió en un seguidor fiel de las ideas martianas a través del Club Martiano.8) A pesar de que ningún hermano marista nunca le habló de Félix Varela, sí sus profesores de historia. Al respecto comenta:

“Varela ha sido uno de mis referentes desde hace muchos años. Una frase suya me confirmó la importancia de la misión del maestro de ser un humilde modelo y constante sembrador de ideas en sus educandos, no solo de conocimientos, experiencias y virtudes, sino -y con énfasis- de “enseñar en pensar”.9

Paralelo a sus deberes como estudiante, Alfredo practicó deportes, sobre todo pelota, cancha (handball), squash, natación, fútbol, entre otros. También se vinculó a la música, fue la cubana su favorita. Estas aficiones lo acompañaron toda su vida. En este sentido expresó:

“mis aficiones por la buena música y por el béisbol, pueden calificarse de pasiones. Son gustos que vienen de la infancia, muy influenciados por el ambiente familiar y los amigos” (…) He sido aficionado a cantar entre familiares o amigos y a acompañarme con la guitarra, tradición que viene de dos tíos maternos y de muchos amigos con los que he compartido”.7

Finalmente, el 14 de junio de 1958 se llevó a cabo en una sencilla ceremonia de graduación y despedida del colegio, pues el clima político del país no permitía más. Espinosa se graduó con todos los honores, pero eso no le provocó más alegría que la carta que su padre le escribió, titulada “Adiós al colegio”. A su decir:

“Ha sido como mi brújula en el viaje a través de la profesión y de la vida.”8

Universidad

Eran tiempos convulsos los que se vivían a finales de 1958, crecía el auge de las luchas revolucionarias y Batista aún continuaba en el poder. A raíz de esto se cierra la Universidad de La Habana, por lo que Espinosa toma dos cursos para trabajar como azucarero y vincularse a la química, que era lo que le atraía de joven. Finalmente, debido al triunfo de la Revolución en 1959, reabren la casa de altos estudios en la capital, hecho histórico que marcó el rumbo de su vida.10

Gracias al estímulo de varios de sus mejores amigos del bachillerato y la influencia de su padre, comienza el 14 de septiembre de 1959 en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana. Se instaló en casa de su abuelo materno y tías, contó con el apoyo económico de los padres, con una mesada no muy abundante, pero suficiente. Al conocer su padre la decisión, le escribe una carta que resulta imposible dejar de citar un fragmento, pues aún impresiona a los integrantes del gremio:

“Se sufre mucho, pero ¡podrás consolar a tantos que necesitan de ti! Te conformarás con poco para vivir, pues no es esta carrera para hacer fortuna. Te sentirás más cerca de Dios cuando hayas salvado una vida; y ese día, aunque tu bolsa esté vacía, te invadirá una felicidad maravillosa...”11

Al comienzo no se sentía muy motivado, hasta que, a finales de 1960, cuando iniciaba el segundo año de la carrera, fue invitado por un grupo de estudiantes de cuarto año, amigos comunes de su natal Cienfuegos, a visitar las salas donde hacían sus prácticas docentes de medicina interna, entró en contacto con los enfermos y se enamoró de la profesión. Luego comenzó a asistir, de manera alternativa, a los pases de visita y discusiones de casos que en esas salas se desarrollaban, así como a las consultas externas de los jueves de los médicos de la Sala Torralbas, siempre con la “tutoría” y asesoramiento de sus compañeros cienfuegueros.1

Como estudiante, también transitó en los últimos años de la carrera por el Hospital Nacional (hoy “Enrique Cabrera”) y el Infantil “William Soler”. Contó con profesores ejemplares, muchos que hoy son reconocidos como glorias de la medicina cubana. Al respecto refiere:

“En el aprendizaje de la medicina siempre ha sido esencial la influencia que han tenido los maestros en sus discípulos, desde Hipócrates hasta nuestros días. Sin dudas, una gran parte de lo que he podido hacer posteriormente por mis pacientes y por mis estudiantes, se lo debo a mis profesores, con destaque para Raimundo Llanio Navarro, José Emilio Fernández Mirabal y, sobre todo, Ignacio Macías Castro.”7

Durante las vacaciones en Cienfuegos, alentado por su padre, asistía al Servicio de Medicina Interna del antiguo Hospital Héroes de Playa Girón, lugar que sería posteriormente su destino laboral.1

Espinosa poseía una formación de ideales bien consolidados a partir de lo inculcado por el seno familiar, especialmente a través de la figura paterna, lo que le permitió cursar satisfactoriamente este período tan convulso. Se vinculó a actividades durante las elecciones de la Federación Estudiantil Universitaria, asambleas de estudiantes y otras formales en las diferentes rotaciones. Además, obtuvo siempre brillantes calificaciones. Con respecto a las actividades culturales expresó:

“…Fue cuando estudiaba en la universidad que aprendí a acompañarme con la guitarra, sobre todo con un tío materno que vivía conmigo en casa de mi abuelo...”7

Vivió sucesos memorables de la historia nacional que marcaron su transcurso por la universidad, como la desaparición de Camilo Cienfuegos, la explosión del Vapor La Coubre, la invasión de Girón y el abandono masivo de profesores y estudiantes en los primeros años de la Revolución.7

Con una trayectoria satisfactoria, se graduó el 14 de noviembre de 1965 en el Pico Turquino, con la presencia de Fidel Castro Ruz, lo que constituiría la primera graduación de médicos formados integralmente por la Revolución.10

Un mes después, en La Habana, contrae matrimonio con Alina Roca Paneque, oriunda de Baire, quien sería, a su decir, un apoyo incansable y entrañable desde hace 55 años. Se conocieron durante la época de estudiantes, cuando ella cursaba Ingeniería Industrial. Tuvieron tres hijos: Alfredo Alberto, Alina María y Olga Margarita; así como ocho nietos, que son el complemento de una vida feliz y plena.

Labor como médico

Después de graduado, es ubicado el 2 de enero de 1966 en el Hospital Rural de Crucesitas, Cumanayagua, en pleno macizo del Escambray, para cumplir su servicio médico rural. Alina lo acompañó e interrumpió sus estudios. En los 26 meses que estuvo como director y único médico de ese centro, nació su primer hijo. Con respecto a su esposa refiere:

“…Ese período representó para mí una verdadera luna de miel, no solo con mi esposa, sino también con la profesión. Ella, dispuesta a todo a mi lado, fue mi mayor apoyo y estímulo”9

Recuerda esos momentos como los mejores de su vida, pues fue allí donde realmente se graduó de médico. A pesar de la falta de recursos y la escasa experiencia, llegó a ser uno de los más enamorados defensores de la medicina rural en Cuba. En este sentido manifestó:

“Las anécdotas de aquel tiempo son inolvidables para mí. Entre mis recuerdos guardo con mucho cariño las interminables consultas de todo tipo y a toda hora; la gran cantidad de ingresos a pesar de contar solo con nueve camas para hospitalización; los 150 partos que asistí, un grupo no despreciable de ellos de noche y solo con la iluminación de “chismosas” (lámparas artesanales) o de un farol chino; las más de 3 mil historias clínicas confeccionadas, primero individuales y luego organizadas en carpetas familiares; los casos de urgencia atendidos durante las 24 h, y la apertura de un pequeño laboratorio, y la adquisición de un fluoroscopio.”9

Su esposa, luego de que tuvieron tres hijos, estudió Licenciatura en Pedagogía Superior en Matemáticas por dirigido en Santa Clara, y trabajó como profesora de matemáticas en la Facultad Obrero Campesina de Cienfuegos hasta su jubilación.

Consecutivamente al servicio rural, en marzo de 1968 lo ubicaron en el Hospital Héroes de Playa Girón de Cienfuegos como médico general, fue designado en 1971 como Jefe de Servicio de medicina interna. Luego tuvo una rotación por el Hospital Provincial Docente de Las Villas, a partir de febrero de 1973 por once meses. Allí ejerció como Jefe de Servicio de Medicina Interna del policlínico Chiqui Gómez y fue fundador de la Sala 1 de Terapia Intensiva. En enero de 1974, se examina y obtiene el título de especialista en Medicina Interna, por el plan de convalidación. Su tesis era titulada: “Coma hiperglicémico, hiperosmolar, no cetoacidósico”; con la presentación de 14 casos entre hospitales de Cienfuegos, Santa Clara y La Habana.

De regreso a Cienfuegos, de 1974 a 1979 se desempeñó como jefe del servicio de medicina interna, cuidados intensivos e intermedios del Hospital Regional “Héroes de Playa Girón”. Luego pasa al Hospital Provincial Dr. “Gustavo Aldereguía Lima”, del cual fue fundador, ejerció también como jefe de los servicios antes mencionados, hasta su posterior separación, quedó al frente solo de medicina interna. Se hizo especialista de segundo grado en 1985, mediante la presentación de su expediente.

En diciembre de 1984 viajó como miembro del Grupo Nacional de Geriatría y Gerontología a Checoeslovaquia y visita todo el país, incluye Clínica Geriátrica de la Universidad de Komenius, Bratislava, Eslovaquia. Luego realizó un segundo viaje donde contacta a quien sería el tutor de su doctorado, y un tercer viaje, cuando defiende el primero de junio de 1987 la tesis doctoral titulada “Principales características de la Mortalidad en el adulto en tres provincias cubanas. Años 1981-1982”. Regresó inmediatamente a continuar el ejercicio de la profesión en el hospital cienfueguero, se mantuvo como jefe del servicio de medicina interna hasta el 2000.

En 1987 introduce en el servicio actividades asistenciales, docentes y de investigación dedicadas a la geriatría y la gerontología. En esta especialidad se desempeñó por varios años, logró acreditarla muy tempranamente en Cienfuegos para toda la región central del país. Desde entonces, la provincia ha estado a la vanguardia en esta rama de la salud. A su decir:

“Nuestro principal concepto es la geriatrización de los servicios, término en el que pretendemos explicar las particularidades de la salud en los ancianos. Las enfermedades evolucionan y se presentan diferentes, el uso de los medicamentos difiere y otros rasgos que no atañen solo a los geriatras…”10

Tomó como experiencia su labor en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara, fue fundador en 1979 de la docencia médica superior en Cienfuegos; siempre activo como profesor en las cátedras de propedéutica clínica y medicina interna, fundidas posteriormente como de Ciencias Clínicas o Clínica Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. También fue fundador y organizador de la Docencia de Postgrado en Medicina Interna (desde 1980) y geriatría (desde 1987), cursos de verticalización en terapia intensiva (1987), además contribuyó en módulos de Residencia de Medicina General Integral y de Epidemiología.

Transitó por las diferentes categorías docentes desde Instructor (1980), Asistente (1985), Profesor Auxiliar (1988), Profesor Titular (1991), Profesor Consultante (2002) y Profesor de Mérito (2008) de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos; año en el alcanzó el título de Investigador Titular. Realizó numerosos cursos de postgrado y diplomados, además de desempeñarse como miembro del Comité Académico, coordinador de módulo y profesor de la Maestría Internacional de Longevidad Satisfactoria, así como de la Educación Médica Superior y Psicología de la Salud en Cienfuegos. Fue Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba por más de diez años (1998-2011) y nombrado Académico de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba desde el 2012.

Funge como presidente de Tribunales Estatales de Medicina Interna y Geriatría desde 1983, tanto como provinciales como cruzados con otros territorios. Ha sido miembro de diversos tribunales de categorías y comisiones docentes, fórums científicos estudiantiles provinciales y nacionales. Para el doctor Espinosa la docencia médica significa un sueño hecho realidad:

“Poder captar la belleza inmensa de todos los vericuetos de la educación médica, de tanta tradición en nuestra Patria, ha sido uno de los mayores regalos que he recibido en la vida. ¡Ha sido tan reconfortante ver crecer, madurar y florecer a los discípulos a lo largo de los años! Por eso he repetido tanto, cuando hablo de educación, la frase del Padrecito Félix Varela: “Los maestros viven en sus discípulos (…) Modestamente, las satisfacciones que me han dado mis educandos son de las mayores que recibo y sus triunfos los disfruto doblemente”.7

Labor como investigador

Con respecto a la importancia de la investigación en la medicina expresó:

Es un requisito indispensable para el desarrollo de las Ciencias Médicas (...) Estimo que hoy es muy necesaria la formación básica en metodología de la investigación para los profesionales de la salud, no solo para poder desarrollar investigaciones de una manera correcta, sino para interpretar adecuadamente todo lo que se publica en nuestra época, en que la avalancha de información científica nos llega por todas las vías”.9

Alfredo ha forjado una fecunda hoja de servicios en el campo de la atención y la investigación médicas a nivel nacional e internacional. Es miembro de los Capítulos Provinciales de las Sociedades Cubanas de Medicina Interna, Geriatría y Gerontología, Ciencias Fisiológicas, Psiquiatría, Educadores de la Salud y Salud Pública. Además, miembro de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna. Se ha desempeñado como Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba (1998-2011) y elegido Académico de Mérito (2012). Ha sido Vocal de la Sociedad Cubana de Medicina Interna (1994-1998) (2006-2017), elegido Vicepresidente en 1998-2002 y 2002-2006.

Ha sido considerado Miembro de Honor de la Asociación de Medicina Interna de México (2002), Sociedad Boliviana de Medicina Interna (2006), Sociedad Cubana de Medicina de Urgencias y Medicina Intensiva (2006), Asociación de Pedagogos de Cuba (2008), Sociedad Cubana de Salud Pública (2015) y la Sociedad Cubana de Medicina Interna (2017). Se ha desempeñado en innumerables cargos, entre ellos Presidente de la Comisión de Salud del Consejo Científico Técnico, Asesor Provincial de la Academia de Ciencias de Cuba primero y luego de la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Cienfuegos (1980 -2009), actualmente miembro de honor del Consejo Científico Técnico Asesor Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Desde 1986 ha ejercido como Presidente del Consejo Científico del Hospital Dr. “Gustavo Aldereguía Lima”; investigador principal del Proyecto Global de Cienfuegos, de 1987 a 2007, uno de las páginas mejor escritas de la historia de la salud pública cienfueguera. Desde 1998-2011 ha participado en el Proyecto Ramal CARMEN (Conjunto de Acciones para Reducir Multifactorialmente las Enfermedades No Trasmisibles) del MINSAP, siempre con el acompañamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Otras de las responsabilidades que ha ocupado Espinosa a lo largo de todos los años de entrega absoluta a su carrera han sido: Miembro de la Junta Directiva de la SOLAMI (Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna), 1999 a 2008; Segundo Vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna (2006-2008); Presidente de la Secretaría Científica de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna (2005-2010) y Jurado del Concurso Nacional Premio Anual de la Salud de los años (1999-2004).

En 2001 fue seleccionado como experto por la Región de Las Américas, del Global Forum of Non Communicable Diseases,y en el 2003 fue como experto por la Región de Las Américas, para el Meeting of Interested Parties. Asimismo, es miembro del comité editorial de revistas científicas como Finlay, Medisur, Revista Panamericana de la Salud MEDICC y Revista Cubana de Medicina. En 2019 fue nombrado Presidente de Honor de la Filial Provincial de Cienfuegos de la Academia de Ciencias de Cuba.

Se debe resaltar su participación activa en más de 400 eventos, alrededor de 40 de carácter internacional, tanto en Cuba, como en Alemania, Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Norte, Costa Rica, Chile, Ecuador, Eslovaquia, España, Estados Unidos, México, Paraguay, República Checa, Suiza y Venezuela. Presentación de más de 600 trabajos científicos, incluyen conferencias, mesas redondas, paneles, temas libres, posters. Autor de cuatro libros, de capítulos en otros 13 textos y de 241 publicaciones en revistas médicas.

Es de suponer los innumerables lauros nacionales e internacionales que su amplio currículo refleja, incluida la Vanguardia Nacional del sector a través de muchos años. Destacan 20 galardones en el Premio Anual Nacional de la Salud; el Premio de la Academia de Ciencias de Cuba con el trabajo “Proyecto Global de Cienfuegos. ¿Por qué, Qué, Cómo, Para qué? 1987-2002”; el Premio CITMA al Resultado más integral, con la misma ponencia y el Premio de la Academia de Ciencias de Cuba al Resultado “La Clínica y la Medicina Interna. Pasado, Presente y Futuro”.

Enfermedad

En 2011 se le diagnosticó un mieloma múltiple, por lo que no pudo continuar ejerciendo su labor asistencial y se ha dedicado mayormente a labores relacionadas con la investigación, pues funge como Presidente del Consejo Científico del Hospital Universitario Dr. “Gustavo Aldereguía Lima”; además de tareas de profesor consultante, asesorías, intercambios de información y debates, sobre todo en posgrado, unido a actividades inherentes a Sociedades Científicas y la Academia de Ciencias de Cuba. Vive actualmente en Calle 37 (Prado) No. 5404 con su esposa, nieto y bisnietos, atiende a todo el que lo precise, sin alejarse nunca de los deportes, la música y su amada medicina.

“…He tenido que reformatearme. Hago tres sesioncitas de trabajo diariamente. Por la mañana, en la computadora, hasta las doce más o menos. Después descanso. Me pongo a leer el periódico. Por la tarde tiro dos o tres horas más. Y por la noche, en dependencia de como esté la televisión, continúo trabajando…” (11

Se concluye mediante la presente investigación y el análisis cuidadoso de los acontecimientos significativos de la vida y obra del doctor Alfredo Darío Espinosa Brito se constata su enorme contribución al desarrollo de las ciencias médicas en el territorio. Corazón de ciudad, que se involucra activamente en la educación médica de varias generaciones de estudiantes y profesionales de la salud. Hombre de ciencias, música y deporte, que ha dedicado su vida al bienestar de los demás, realizó importantes aportes docentes, investigativos, teóricos y prácticos al desarrollo de la enseñanza y de la Salud Pública en Cuba. A través de esta investigación se pretende tributar a la conservación de datos referentes a la historia de esta rama en la provincia.

Referencias bibliográficas

1.  Espinosa Brito AE. La clínica y la medicina interna. Apuntes históricos y proyecciones. Hospital Dr. Gustavo Aldereguía Lima: Fórum de Ciencia y Técnica; 2006. [ Links ]

2.  Reyes H. ¿Qué es Medicina Interna? Rev Méd Chile. 2006 [acceso: 19/05/2020];134:6 Disponible en: Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192017001200018&Ing=es 2.  [ Links ]

3.  . Espinosa Brito A, Pino Blanco R. Apuntes sobre la medicina interna y los internistas en Cienfuegos. Medisur. 2017 [acceso: 19/10/2020];15(5):5 Disponible en: Disponible en: http://www.medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/3775 3.  [ Links ]

4.  Delgado García G. Dr. Nicolás José Gutiérrez Hernández (1800-1899). Cuad Hist Salud Pública. 1984; 67: 1-322. [ Links ]

5.  Barbieri López D. Doctor Alfredo Espinosa Brito: Señero de la ciencia médica. Cuba: 5 de Septiembre; 2011 [acceso: 10/05/2021]. Disponible en: Disponible en: http://www.5septiembre.cu/senero-de-la-ciencia-medica/ 5.  [ Links ]

6.  . Díaz Velis Martínez E. Desde Hipócrates, la influencia del maestro ha sido esencial en la enseñanza del método clínico. EDUMECENTRO. 2011 [acceso:10/05/2021];3(1):3. Disponible en: Disponible en: http://www.revedumecentro.sld.cu/index.php/edumc/rt/printerFriendly/111/225 6.  [ Links ]

7.  . Entrevista inédita al Dr. Alfredo Darío Espinosa Brito. Mayo 19, 2021/ Testimonio sobre su vida. [ Links ]

8.  . Espinosa Brito AD. Memorias Escolares de un alumno marista en Cienfuegos 1949-1958. s/e, 2015.127p. [ Links ]

9.  Barreras Ferrán R. La humildad que lo enaltece. Cuba: Trabajadores; 2013 [acceso: 10/05/2021]. Disponible en: https://www.google.com/amp/www.trabajadores.cu/20130211/la-humildad-que-lo-enaltece-2/amp/9.  [ Links ]

10.  Boza Ibarra G. Espinosita: La utilidad de la virtud es la clave de la vida. Cuba: Bitácora de Glenda; 2012. [acceso: 10/05/2021]. Disponible en: http://tuneraencienfuegos.blogspot.com/2012/12/espinosita-la-utilidad-de-la-virtud-es_2367.html?m=1 [ Links ]

11.  Chaviano Álvarez M. Historia de un señor inverosímil en Cienfuegos, Cuba: 5 de Septiembre; 2020 [acceso: 10/05/2021]. Disponible en: Disponible en: http://www.5septiembre.cu/historia-senor-inverosimil-cienfuegos/ 11.  [ Links ]

Recibido: 29 de Noviembre de 2021; : de ; Aprobado: 09 de Enero de 2022

*Autor para la correspondencia: lya.magarino2000@gmail.com

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

Creative Commons License