EDITORIAL

Todo aquel que aspira a convertirse en autor de un artículo publicado debe, en primera instancia, llevar a cabo un estudio que incluye, entre otras cosas, la revisión de la literatura relacionada con el asunto que aborda, la selección del método adecuado para el análisis, la interpretación y evaluación de los resultados y la extracción de las conclusiones pertinentes.

En segundo lugar, el futuro autor debe dedicar su atención a la preparación del manuscrito que pretende enviar a la revista escogida para su posible publicación. Esta etapa en ocasiones tan compleja como la descrita en el párrafo anterior no consiste simplemente en la exposición por escrito de una experiencia, pues en su ejecución se requiere el cumplimiento de ciertos requisitos que van , desde la claridad hasta el detalle, y desde la precisión hasta la exhaustividad.

El objetivo principal del que redacta un artículo es divulgar su contenido en el más breve plazo a la mayor cantidad posible de lectores. Sin embargo, para lograr ese objetivo, el autor ha de vencer primero el obstáculo que representan el director, el editor y el comité de redacción de la revista.

Si bien es cierto que la publicación del manuscrito es el reconocimiento que espera el autor a sus largas jornadas de esfuerzos, y que su utilidad a los colegas con intereses afines es la mayor satisfacción que puede experimentar, también lo es que las autoridades de la revista deben garantizar la selección y publicación de una variada colección de trabajos científicamente válidos, originales y relevantes, que tengan a su vez cabida en el amplio marco de la cobertura de ésta.

Es por ello que, para lograr el necesario balance entre los intereses del autor y la aspiración de que ACIMED gane en reputación, se sugiere que al escribirse un trabajo con destino a la publicación en sus páginas, se tenga en cuenta la concurrencia de tres factores fundamentales, a saber: un nivel científico adecuado de la información que se brinda, una estructura correcta del escrito en cuanto a forma y estilo y el cumplimiento estricto de las recomendaciones para la presentación de manuscritos.

Si el autor es capaz de combinar convenientemente estos tres elementos, está garantizada, por una parte, la aceptación de su trabajo en la revista y, por otra, la certeza de que los lectores disfrutarán de un artículo más útil e interesante.

El Director.