INTRODUCCIÓN
La salud bucal es un derecho fundamental e indispensable para el bienestar general. En la actualidad, a pesar de que las enfermedades dentales son en gran medida prevenibles, su incidencia continúa siendo inaceptablemente alta. 1) Desde 1984 se han llevado a cabo varios estudios epidemiológicos para monitorear el estado bucodental de los cubanos, y, 2 específicamente en Sancti Spíritus son varias las investigaciones desarrolladas con este propósito. 3,4
La comunidad rural La Picadora perteneciente al territorio espirituano, se ubica en el km 436 de la carretera del circuito Norte que comunica los poblados Mayajigua y Yaguajay. En el área hay 230 habitantes, 85 viviendas y las actividades económicas fundamentales son la agricultura, la ganadería y el agroturismo. 5)
Las poblaciones rurales pueden ser significativamente vulnerables dado el complejo panorama económico y epidemiológico de los últimos años. En particular, ha sido señalado el impacto negativo de la reciente pandemia de COVID-19 sobre la carga acumulada de afecciones bucales y la disrupción de los servicios estomatológicos. 1
El objetivo del trabajo es describir el estado actual de salud bucal, así como identificar factores de riesgo en 16 campesinos de la comunidad rural La Picadora, de esta manera visibilizar sus circunstancias y establecer una base sólida para estimar las necesidades de atención estomatológica presentes y futuras, así como la planificación de estrategias de intervención.
METODOLOGÍA
Entre abril y mayo de 2022 se realizó un estudio observacional descriptivo en la comunidad rural La Picadora con el objetivo de describir el estado actual de salud bucal y los factores de riesgo asociados en un grupo de campesinos. En el área residen 60 hombres adultos, 22 son campesinos y fueron escogidos 16, entre los 31 y 62 años edad mediante un muestreo por conveniencia teniendo en cuenta el criterio de voluntariedad.
Fueron estudiadas las variables: caries dental, inflamación gingival, presencia de placa bacteriana y maloclusiones mediante cuatro índices epidemiológicos referidos en las Guías prácticas de Estomatología: (6) 1. Índice COP-D: suma de dientes cariados, obturados y perdidos entre el total de sujetos examinados; 2. Índice Gingival de Löe y Silness, modificado por Lobene (IGM): analiza la inflamación gingival a través de una escala en donde 1. Ausencia de inflamación=0; 2. Inflamación leve 0.1-1.0; 3. Inflamación moderada 1.1-2.0; 4. Inflamación severa 2.1-3.0; 3. Índice de Placa bacteriana de Löe y Silness (IP): evalúa la presencia de placa dentobacteriana en el área gingival mediante los siguientes criterios: 1. Ausencia de placa=0.2. Película adherida 0.1-1.0; 3. Acúmulo moderado de depósito blandos 1.1-2.0; 4. Placa abundante 2.1-3.0; 4. Índice de estética dental (DAI). El componente dental del DAI establece puntajes calculados a partir de una ecuación de regresión que permite clasificar las maloclusiones en: oclusión normal o maloclusión mínima ≤ 25 puntos: no necesidad de tratamiento o tratamiento menor, maloclusión definitiva entre 26-30 puntos: necesidad de tratamiento efectivo, maloclusión severa entre 30-35 puntos: alta necesidad de tratamiento y maloclusión discapacitante ≥ 36 puntos: tratamiento obligatorio o prioritario. Para evaluar las variables: 5. Necesidad de rehabilitación protésica y 6. Desgaste dental, se utilizaron los criterios de Zacca González G, et al. 7 y de Smith BG, et al. 8 modificados respectivamente. Zacca González G, et al. 7 en el análisis de la situación de salud bucal de la población cubana establecieron la siguiente escala: 0=no necesita prótesis, 1=necesita pero no tiene, 2=tiene y es adecuada, 3=tiene pero es inadecuada. Por su parte, Smith BG, et al. 8 clasificaron los grados de severidad del desgaste en: grado 1: desgaste incipiente, grado 2: desgaste moderado, grado 3: desgaste severo y grado 4: superficie restaurada por desgaste.
Se realizaron entrevistas para el estudio de las variables: consumo de alcohol, tabaquismo y frecuencia de cepillado dental y se tuvieron en cuenta los criterios de la III Encuesta nacional de factores de riesgo y actividades preventivas de enfermedades no trasmisibles 2010-2011 de Cuba. 9) Para la variable: última visita al estomatólogo, se determinó la última asistencia a consulta en un periodo de: 1. 0-2 años, 2. 3-5 años, 3. 5-10 años, 4. Más de 10 años.
Se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 16 para Windows. Las variables se analizaron con distribuciones de frecuencias o promedios según correspondió y los resultados se resumieron en tablas.
Las entrevistas y el examen visual y táctil de la cavidad bucal, con luz natural e instrumental básico (pinza para algodones, espejo intraoral y explorador), fueron realizadas previo consentimiento informado verbal y escrito. Se garantizó el cumplimiento de los principios éticos, las directrices de la Declaración de Helsinki y la oportunidad de abandonar el estudio en el momento deseado.
La presente investigación obtuvo la aprobación del consejo científico de la facultad de Biología de la Universidad de La Habana y forma parte del proyecto: Antropología rural y pesquera: estilos de vida y adaptación al cambio ambiental de poblaciones agrícolas y de pescadores residentes en Yaguajay.
RESULTADOS
De los 3 componentes del Índice de COP-D, predominó la cantidad de dientes perdidos, seguido por las restauraciones y caries dental. Se observó una tendencia al aumento de dientes perdidos con el incremento de la edad, mientras que los campesinos más jóvenes presentaron la mayor cantidad de restauraciones y lesiones cariosas. El IGM y el IP revelaron el predominio de la inflamación gingival moderada y la prevalencia de película adherida respectivamente. El análisis global de los indicadores señala que el grupo de edad más afectado fue el de 50-59 años, al presentar el segundo mayor índice de COP-D y los mayores valores de IGM e IP. (Tabla 1)
El desgaste dental se registró en todos los sujetos dentados, afectando el 50.3 % del total de dientes examinados, con predominio del grado 1 o incipiente. El análisis por edades muestra que prevaleció el desgaste de incipiente a moderado en los menores de 60 años y de moderado a severo en los mayores de 60 años. Estos últimos presentaron además la mayor cantidad de superficies desgastadas. (Tabla 2)
Predominó la oclusión normal o maloclusión mínima en 9 campesinos que representaron el 75 % de la muestra, por lo que las – partes de los examinados no requieren tratamiento ortodóncico o necesita tratamientos menores. Los 3 únicos casos de maloclusión definitiva y severa pertenecieron al grupo de 30 a 39 años de edad, en donde se identificaron las mayores necesidades de tratamiento ortodóncico. (Tabla 3)
El total de dientes perdidos (por caries dental, periodontopatías, traumatismos y otras causas) es de 156. Para la totalidad de la muestra el promedio de dientes perdidos es de 9.75 y, excluyendo a dos campesinos desdentados totales, la media de dientes perdidos es de 7.1. Se registraron pérdidas dentarias múltiples en 15 campesinos que representaron el 94 % de la muestra, con predominio de la categoría: necesita prótesis y no tiene. (Tabla 4)
El 81.2 % consumió bebidas alcohólicas en los últimos 30 días y el 62.5 % ha fumado o fuma actualmente. El 87.5 % de los entrevistados mantuvo una frecuencia de cepillado diario menor de 3 veces y el 43.8 % relató no haber asistido al estomatólogo en los últimos 10 años. (Tabla 5)
DISCUSIÓN
En los campesinos estudiados se identificaron valores altos de COP-D y desgaste dental frecuente. La necesidad de rehabilitación protésica fue elevada, contrastando con la baja necesidad de tratamiento ortodóncico. Predominó la inflamación gingival moderada y la presencia de película adherida.
El índice de COP-D general en los campesinos de La Picadora fue superior al reportado por Luis Acosta AC, et al. para la población espirituana, con un valor de 6.6 en el año 2015. (3) El mayor aporte del componente dientes perdidos por caries dental coincide con estudios de carácter nacional previamente desarrollados. Al respecto, Zacca González G, et al. reportaron en todas las provincias del país la sustancial contribución de los dientes perdidos, observándose las cifras más elevadas en Cienfuegos y Sancti Spíritus. 7)
Al analizar los componentes según grupos de edad, se obtuvo que los campesinos más jóvenes presentaron mayores frecuencias de caries dental y de restauraciones. Sin embargo, la cantidad de dientes perdidos por caries dental se incrementó con los años cumplidos. Como consecuencia, en los campesinos la media de dientes perdidos fue elevada, resultado que coincide con de Souza VGL, et al., quienes consideraron la ruralidad y las condicionantes socioeconómicas como factores de riesgo para la mortalidad dentaria en población rural adulta. 10
Las periodontopatías han sido reportadas como otra de las causas más frecuentes de mortalidad dentaria, afectando hasta el 40 % de la población espirituana mayor de 15 años. 4) Las dificultades del trabajo de campo permitieron evaluar solamente el grado de inflamación gingival y la presencia de placa bacteriana, comprobándose el predominio de inflamación moderada y de película adherida. Estos elementos deben ser considerados, teniendo en cuenta que, el carácter progresivo de las enfermedades gingivales no tratadas justifica el diagnóstico de estadios iniciales y la identificación de los factores de riesgo. 11
En los campesinos examinados se hallaron comportamientos que favorecen el desarrollo tanto de la caries dental como de la inflamación gingival. Estos incluyeron: acúmulo de placa dentobacteriana, prácticas de higiene bucal deficientes, el tabaquismo, el alcoholismo, la disfunción masticatoria, las prótesis mal ajustadas y la baja asistencia al estomatólogo, lo que condujo a revisiones periódicas y profilaxis poco frecuentes.
Cuando se comparan los resultados obtenidos, con los de la población rural analizada en la III Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2010-2011 9 se evidencia que la frecuencia de cepillado dental de 3 veces al día en residentes de La Picadora es 3.5 veces menor. A su vez, el consumo de alcohol en los últimos 30 días es un 8 % mayor y aunque la cifra de fumadores actuales es un 4 % menor, la de exfumadores es un 22.2 % superior, en relación con los valores de la Encuesta Nacional.
Algunos autores alertan sobre la relación de estas conductas desfavorables y el desarrollo de cáncer bucal en población espirituana. Al respecto se ha enfatizado en las adicciones al tabaco y al alcohol, así como en la inasistencia a controles estomatológicos periódicos. 12
En los campesinos examinados fue notable la presencia de algún grado de desgaste en la totalidad de los sujetos dentados. El desgaste incipiente prevaleció, aunque existió la tendencia a pérdida de estructura dentaria de moderada a severa conforme aumentaron los años cumplidos. Existen reportes previos sobre la presencia de desgaste dental en la población espirituana vinculado al hábito del bruxismo. 13) Sin embargo, en La Picadora, los campesinos refirieron durante las entrevistas conductas que pudieron contribuir al deterioro de las superficies dentales relacionadas con la alimentación y los usos paramasticatorios de la cavidad bucal. Entre ellas, el consumo de refrescos y bebidas alcohólicas, morder los huesos y las semillas de las frutas, pelar la caña de azúcar en el pasado y abrir las tapas de las botellas con los dientes. Algunos de estos comportamientos han sido identificados en la literatura internacional, como, por ejemplo, la ingesta de refrescos y alcohol por su relación con la acidificación del medio bucal y la erosión del esmalte. 14) Además, estudios realizados en población rural de origen bantú, sugieren una asociación entre el uso de los dientes para desgarrar y masticar los tallos duros de la caña de azúcar durante períodos prolongados, el desgaste y la enfermedad periodontal en masticadores de caña de azúcar. (15)
Las pérdidas dentarias múltiples y el uso de prótesis desajustadas evidencian la alta demanda de rehabilitación protésica de los campesinos examinados; resultados estos que coinciden con un estudio en el que se advierte sobre el riesgo de lesiones bucales por prolongar el uso de prótesis defectuosas o inadecuadamente conservadas y se señala la necesidad de intervenciones educativas en pacientes portadores de prótesis estomatológicas. (16)
En contraste con el resto de los indicadores evaluados, las necesidades de tratamiento ortodóncico fueron bajas. Es válido resaltar que, de los 3 campesinos que requirieron tratamiento, solo uno refirió haber sido tratado en el pasado. Fueron realizadas exodoncias de premolares inferiores pero el cierre de espacios fue inconcluso y persistió la maloclusión. El impacto de las anomalías dentomaxilofaciales en la condición física, social y psicológica en adultos ha sido previamente constatada. 17 A pesar de ello, la necesidad de tratamiento en zonas rurales resulta menos documentada, por lo que identificar su prevalencia contribuiría a disminuir las inequidades en materia de salud bucal entre zonas urbano-rurales.
La presente investigación permitió detectar necesidades de atención estomatológica en los campesinos, lo cual está relacionado con la baja asistencia a consultas. La clínica más cercana a la comunidad se encuentra a 3 km, pero algunos entrevistados refirieron dificultades para acceder a los servicios en los últimos años o temor al estomatólogo, relatando recurrir principalmente en presencia de dolor.
En un estudio de la calidad de la atención estomatológica en la provincia Sancti Spíritus, clasificaron de regular el servicio rural evaluado por dificultades encontradas en algunos indicadores de las variables estructura y resultado; 18 posteriormente, se reportaron dificultades experimentadas durante la pandemia de COVID-19 en los servicios estomatológicos de la provincia espirituana. 19 Al respecto, datos del municipio Yaguajay ofrecidos por la ONEI muestran que, en 2018, se contabilizaron 69 estomatólogos, para una relación de 780 habitantes por estomatólogo. Sin embargo, a pesar de que en el 2021 la cifra aumentó a 87 y se redujo a 717 la cantidad de habitantes por estomatólogos, las consultas ofrecidas disminuyeron de 144.700 en el 2018 a 60.800 en el 2020. Similar comportamiento se observó en el cuerpo de guardia, con un descenso de las consultas ofrecidas de 50.900 en el 2018 a 41.600 en el 2020. 20
El presente estudio tiene como principal limitación el tamaño de la muestra. No obstante, los datos aportados describen el estado de salud bucal de una población en la que su ubicación geográfica dificulta el acceso a los servicios estomatológicos. Además, revela la necesidad de investigaciones enfocadas a sectores menos estudiados, como los trabajadores agrícolas. Futuras pesquisas podrían contribuir a profundizar en la influencia de los determinantes sociales de la salud y a planificar estrategias de intervención, prevención y promoción en poblaciones rurales.
CONCLUSIONES
Los campesinos estudiados presentaron valores altos de COP-D y desgaste dental frecuente. La demanda de rehabilitación protésica fue elevada, contrastando con la baja necesidad de tratamiento ortodóncico. Predominó la inflamación gingival moderada y la película adherida.
La higiene bucal deficiente, el tabaquismo, el alcoholismo, los dientes perdidos no rehabilitados, las prótesis mal ajustadas, la baja asistencia al estomatólogo y los usos paramasticatorios de la cavidad bucal constituyeron factores de riesgo para la salud bucodental.
Se identificó la necesidad de atención estomatológica, así como la urgencia de acciones de prevención y promoción en esta comunidad.