Introducción
Las redes sociales se han desarrollado rápidamente en los últimos años. Un número cada vez mayor de organismos y funcionarios de salud pública está utilizando plataformas de redes sociales para comunicarse y compartir información durante emergencias de salud pública(Ndumbe & Mazzucco, 2016). Las redes sociales se han convertido en un canal importante para promover la comunicación de riesgos durante la crisis. (Guidry et al., 2020)
El uso de las redes sociales para medir la atención pública también se ha aplicado gradualmente a la investigación sobre enfermedades infecciosas como el H7N9, el Ébola, el virus del Zika, Coronavirus relacionado con el síndrome respiratorio de Oriente Medio y fiebre del dengue (Rahim et al., 2019; Househ, 2016). Además, para ayudar a los países a responder mejor a la propagación del COVID-2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2), la OMS ha emitido directrices de planificación operativa, que requieren que los países tomen medidas específicas en torno a los ocho pilares.
La comunicación de riesgos y la participación de la comunidad, uno de los ocho pilares, desempeña un papel importante en las emergencias de salud y requiere la promoción de una comunicación pública activa para despejar la confusión pública y la incomprensión. Desde el estallido del nuevo coronavirus, Sina Microblog, la principal plataforma de redes sociales en China, se ha vuelto cada vez más importante para que el público se comunique sobre la epidemia de COVID-19(Vos & Buckner, 2016). Por lo tanto, es de importancia inmediata que los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales estudien la atención del público hacia la epidemia de COVID-19 en las redes sociales. (Strekalova, 2016).
También se pueden encontrar noticias falsas sobre la salud en las redes sociales y estas representan un riesgo para la salud mundial. La OMS advirtió en febrero de 2020 que el brote de COVID-19 había estado acompañado de una 'infodemia' masiva o una sobreabundancia de información, parte de la cual era precisa y otra no, lo que dificultaba que las personas encontraran fuentes e información confiables cuando la necesitaban. Las consecuencias de la sobrecarga de desinformación son la propagación de la incertidumbre, el miedo, la ansiedad en una escala no vista en epidemias anteriores, como el SARS, el MERS y el Zika (Keller et al., 2014). Por lo tanto, la OMS está dedicando enormes esfuerzos para proporcionar información y asesoramiento basados en evidencia a la población a través de sus canales de redes sociales, como Weibo, Twitter, Facebook, Instagram, LinkedIn y Pinterest, así como a través de su sitio web(Aragão et al., 2018). MIT Technology Review destaca que las redes sociales no solo se utilizan para difundir noticias falsas y mensajes de odio, sino que también se utilizan para compartir datos veraces importantes y solidarios con todos los afectados por el virus y los mensajes de odio.(Yoo & Choi, 2020).
En la ciudad de Lima, los usos de internet variaron de 29% a 65% en una población de 17 a 24 años entre el 2009 al 2016. En el año 2016, el 45% de la población accede al internet en búsqueda de información, entretenimiento y comunicación (Araujo, 2016). Las redes sociales, se han convertido en el mayor uso en internet y en la actualidad son utilizadas por millones de personas, incluyendo a 72% de los nativos digitales, lo que ha hecho que el lugar, la forma y el momento de comunicarse con y entre ellos sean diferentes en esta época (Sierra et al., 2016). Esta tendencia fue aún mayor con la llegada de la COVID al mundo.(Iglesias & Saavedra, 2020).
En México, el 84% de los alumnos de las escuelas de medicina, señalan usar las redes sociales, para acceder a información, desarrollar trabajos en equipo, lo cual les facilita los inconvenientes de distancia y lugar(García et al., 2019); el 63% refiere que las redes sociales efectivizan la comunicación entre ellos, el 42% que promueve y mejora los trabajos en grupo y el 68% que les ahorra tiempo (García et al., 2014).
En nuestro país no se han realizado investigaciones sobre los usos de las redes sociales en salud pública y tampoco en cómo los estudiantes de ciencias de la salud acceden a estas. Se tienen algunos datos recientemente publicados sobre el acceso de los jóvenes o los profesionales en general a las redes sociales (Cardeña, 2021; Guillén, 2019), pero no hay un enfoque hacia las carreras de ciencias de la salud. Por otro lado, en el contexto de esta pandemia, se ha publicado abundante información sobre los mecanismos de prevención, transmisión y estadísticas de nuestro país(Fernandez et al., 2021), pero no se conoce si esta información está llegando de forma efectiva (Lavander, 2020), tampoco se han validado sus canales de información y menos aún se conoce si los estudiantes de ciencias de la salud que aceden a esta.(Sedano et al., 2020).
En tal sentido, se hace interesante determinar cuáles son las características de la información sobre el COVID-19 obtenida a través de las redes sociales en estudiantes de ciencias de la salud de Lima, razón por la cual se realiza el presente estudio. Para ello se plantean como objetivos específicos:
Identificar las redes sociales a las que acceden los estudiantes de ciencias de la salud de las universidades de Lima.
Clasificar el tipo de información de las redes sociales sobre el COVID-19, a la cual acceden los estudiantes de ciencias de la salud de las universidades de Lima.
Clasificar la fuente de información de las redes sociales sobre el COVID-19, a la cual acceden los estudiantes de ciencias de la salud de las universidades de Lima.
Clasificar el tipo de información de las redes sociales sobre el COVID-19, que compartieron los estudiantes de ciencias de la salud de las universidades de Lima.
Clasificar la fuente de información de las redes sociales sobre el COVID-19, que compartieron los estudiantes de ciencias de la salud de las universidades de Lima.
Con la presente investigación se podrá evidenciar si la información de salud pública en redes sociales con respecto a la pandemia del coronavirus está llegando a la población, en particular a los estudiantes de ciencias de la salud. Se considera que este grupo es de gran interés de análisis debido a que, como futuros profesionales de la salud, constituyen la primera línea de batalla ante situaciones de emergencia sanitaria y, además, son sujetos de consulta por la población en general. De la misma forma, el presente trabajo servirá para comprobar si los canales que usa el gobierno y otras instituciones en redes sociales son los más apropiados y generan conocimiento pertinente.
Método
Como tipo y nivel de la investigación se emplea la investigación aplicada, no experimental; de tipo descriptivo, transversal y retro prospectivo. Se toma como población de estudio todos los estudiantes de ciencias de la salud entre 18 y 30 años de Lima que hacen uso de las redes sociales durante la etapa de la pandemia, que de acuerdo con la base de datos SIBE de SUNEDU son 97 335 alumnos. La selección de la muestra se lleva a cabo mediante un muestreo no aleatorio por conveniencia y se aplica la (Ecuación 1) para poblaciones finitas.
(1)
N=97 335 Z=95,5% E=5%
De esta manera, se obtiene un amuestra de 384 estudiantes de ciencias de la salud entre 18 y 30 años de Lima que hacen uso de las redes sociales durante la pandemia. Dentro de este grupo se especifican como criterios de inclusión estudiantes:
Que tengan una edad cronológica de entre 18 y 30 años.
Que busquen información a través de las redes sociales, en particular información sobre la pandemia del coronavirus.
Que residan en Lima.
Que llenen por completo el formulario a través de Google Docs.
No se consideran sujetos válidos como sujetos de interés para el estudio estudiantes que residan en Lima por la pandemia, pero que estudien en provincia, y estudiantes que cursen una carrera distinta a la de ciencias de la salud.
El proyecto de investigación se presenta al Comité de Ética para la Investigación de la Universidad Privada Juan Pablo II para su aprobación. Posteriormente, se envía a cada participante del estudio un link del formato de google forms por el cual se accede al llenado de la encuesta, asimismo se utiliza como vehículo del formato las plataformas Facebook, Twitter, WhatsApp y correos electrónicos. Debido a que el formulario contiene instrucciones de llenado en el encabezado de la comunicación, no existe necesidad de la presencia del investigador en el llenado de los formularios, sin embargo, se pone a disposición de los participantes el correo de contacto del investigador. Para la recolección de información, el formato de google forms remite los resultados a una base de datos en Excel que luego se llevan al programa SPSS para su tabulación. El instrumento se diseñó mediante preguntas cerradas como se muestra en la Fig 1.
Para el análisis de los datos recolectados, se utilizan medidas de tendencia central como son: la media, la moda y también la desviación estándar. De igual manera, se utiliza la estadística descriptiva mediante el uso de tablas de frecuencia, medidas de tendencia central y dispersión, gráficos y tablas.
Resultados y discusión
La edad promedio de los estudiantes de ciencias de la salud encuestados es de 23 años, observándose que mayoritariamente se encuentran entre el intervalo de 20 a 30 años. La mayoría de los participantes de la investigación fue de sexo femenino, encontrándose en una relación 5 a 1, entre mujeres y hombres, respectivamente. Los estudiantes seleccionados para el estudio tienen diversas universidades de procedencia, siendo el porcentaje mayor de la UNMSM seguidos por la Universidad San Martin de Porres (ver Tabla 1); 1 de cada 4 estudiantes pertenece a una de esas universidades. Las carreras con mayor frecuencia de alumnos fueron medicina humana y psicología, con una relación con el total de 1 cada 4 y 1 cada 5, respectivamente.
Centro educacional universitario | Frecuencia | Frecuencia relativa | Frecuencia relativa acumulada |
---|---|---|---|
Pontificia Universidad Católica del Perú | 3 | ,8 | ,8 |
Universidad Alas Peruanas | 28 | 7,3 | 8,1 |
Universidad Arzobispo Loayza | 6 | 1,5 | 9,6 |
Universidad Autónoma del Perú | 1 | ,3 | 9,9 |
Universidad Católica de Santa María | 14 | 3,6 | 13,5 |
Universidad Católica Sedes Sapientiae | 10 | 2,6 | 16,1 |
Universidad Cesar Vallejo | 26 | 6,8 | 22,9 |
Universidad Científica del Sur | 30 | 7,8 | 30,7 |
Universidad de Ciencias y Humanidades | 6 | 1,6 | 32,3 |
Universidad de Lima | 2 | ,5 | 32,8 |
Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión | 4 | 1,0 | 33,9 |
Universidad Nacional Federico Villarreal | 26 | 6,8 | 40,6 |
Universidad Nacional Mayor de San Marcos | 56 | 14,6 | 55,2 |
Universidad Peruana Cayetano Heredia | 20 | 5,2 | 60,4 |
Universidad Peruana Los Andes | 4 | 1,0 | 61,5 |
Universidad Privada del Norte | 21 | 5,5 | 66,9 |
Universidad Privada Juan Pablo II | 21 | 5,5 | 72,4 |
Universidad Privada Norbert Wiener | 27 | 7,0 | 79,4 |
Universidad Privada San Juan Bautista | 16 | 4,2 | 83,6 |
Universidad Ricardo Palma | 18 | 4,7 | 88,3 |
Universidad Roosevelt | 9 | 2,3 | 90,6 |
Universidad San Martín de Porres | 36 | 9,4 | 100,0 |
Total | 384 | 100,0 |
Como se muestra en la figura 2 casi la mitad de los estudiantes encuestados respondieron que la red social más usada por ellos fue el WhatsApp (44.3%), seguido por el Facebook (39.1%).
Asimismo, de acuerdo con los datos encontrados y mostrados en la Fig. 3, la red social más usada para buscar disposiciones del gobierno fue el Facebook, ya que 7 de cada 10 estudiantes lo usaron con esta finalidad.
Por otro lado, de la información obtenida en redes sociales sobre el COVID-19, 4 de cada 5 estudiantes manifestaron que encontraron noticias falsas o fakenews, como se muestra en la Figura 3. Más de la mitad de las noticias falsas o “fakenews” se trataron de medicinas para el tratamiento de la enfermedad, seguido por tratamientos preventivos de la misma índole.
Por otro lado, al investigar las fuentes más importantes que han producido información estadística sobre la enfermedad se observa que una gran mayoría de la muestra estudiada coincide que la Sala Situacional COVID del gobierno del Perú ha sido de las fundamentales en tal sentido, seguido por información vertida de origen periodístico o medios de comunicación diversos. Ver Fig 4.
En función de los datos obtenidos del análisis realizado, la Fig. 5 muestra que 7 de cada 10 noticias sobre sucesos, denuncias o noticias estuvieron relacionadas con acontecimientos en hospitales o clínicas, seguido de los acontecimientos ocurridos en farmacias o sobre productos farmacéuticos.
Por otro lado, como se muestra en la Fig 6, más del 40% de los estudiantes de salud encuestados manifestaron que la fuente principal para la información científica obtenida fue de publicaciones en revistas de investigación, en un nivel más inferior se observa que las instituciones del gobierno, así como los medios de comunicación masiva se encuentran en niveles muy similares de consulta como fuentes de producción de información y/o conocimiento científico consultadas.
Al analizar las principales fuentes de obtención de información situacional de la pandemia, la Fig 7 muestra cómo más de la mitad de los estudiantes de salud encuestados manifestaron que fue el Gobierno Peruano e instituciones públicas constituyen la fuente principal para la obtención de información verídica y confiable sobre la situación del COVID-19 a nivel nacional.
Por otro lado, se encontró que 6 de cada 10 estudiantes de la salud consideran al Ministerio de Salud el Perú como la institución con mayor presencia en redes sociales seguido por ESSALUD (Fig. 8).
Así mismo, la fig. 9 revela que la mayor cantidad información compartida sobre el tema tratado por parte de los estudiantes de ciencias de la salud, se relaciona con comunicados oficiales, así como información científica, seguido por sucesos, denuncias y noticias.
Finalmente, la fuente principal para compartir información sobre el COVID-19 en redes sociales lo constituyó el Gobierno Peruano y otros organismos públicos, seguido por la información producida por medios de comunicación masiva (Fig. 10).
Conclusiones
La pandemia por la COVID 19 ha afectado toda la vida social de manera profundas y permanentes. Durante las etapas más duras de la pandemia, los medios de comunicación y las fuentes de obtención de información recibieron una atención nunca experimentada. Dentro de ellas, las redes sociales jugaron un papel fundamental para casi todas las capas de la sociedad. Los resultados alcanzados revelan que la red social más utilizada por los estudiantes de ciencias de la salud para la búsqueda y consulta de información relacionada con la pandemia fueron WhatsApp y Facebook. Asimismo, se observó la presencia de noticias falsas o fakenews sobre el COVID-19, 4 de cada 5 veces; más de la mitad de las noticias falsas se trataron de medicinas para el tratamiento de la enfermedad, seguido por tratamientos preventivos de la misma índole.
Por otro lado, entre las fuentes de información de mayor importancia y que han sido fuente de datos e información estadística relevante se encuentra la Sala Situacional COVID del gobierno del Perú, precedido por las fuentes periodísticas y medios de comunicación diversos. Unido a esto, se observó que las publicaciones en revistas de investigación constituyeron la fuente principal para la obtención de información científica. Se percibió que el Ministerio de Salud el Perú fue la institución con mayor presencia en redes sociales y que el Gobierno Peruano y otros organismos públicos fueron las fuentes principales para compartir información sobre el COVID-19 en redes sociales.