Introducción
La enfermedad coronaria es la primera causa de muerte e incapacidad en los países desarrollados, donde 3 de cada 4 fallecimientos son de origen cardiovascular.1
En tal sentido, en el 2017 las enfermedades cardiovasculares constituyeron la principal causa de muerte en el mundo, con 17,8 millones de defunciones, lo que representó 31,8 % del total de decesos.2
Por su parte, en Estados Unidos de América ocurren 600 000 nuevos infartos agudos de miocardio (IAM) cada año, con 25 % de mortalidad. América Latina lidera el número de casos de enfermedades cardiovasculares, debido al estilo de vida que los caracteriza; además, es una de las regiones con más alta carga de factores de riesgo cardiovasculares, tales como el sobrepeso, las dislipidemias, la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.3
En el 2020 ocurrieron en Cuba 29 939 defunciones por enfermedades cardiovasculares, de las cuales 7804 correspondieron a infarto agudo de miocardio. En ese año, en la provincia de Santiago de Cuba fallecieron 2700 personas por esa causa, para una tasa de 258 por 100 000 habitantes. Luego, en el 2021, la cifra a nivel nacional de decesos ascendió a 43 052 (para una tasa bruta de 384,9 por 100 000 habitantes), entre las cuales 9671 ocurrieron por IAM (86,5 por cada 100 000 habitantes). Resulta válido destacar que 60,0 % de las muertes por enfermedades cardiovasculares correspondieron a cardiopatías isquémicas, de las cuales 37,4 % consistieron en infarto agudo de miocardio. En ese mismo período, en la mencionada provincia murieron 3987 personas por IAM (381,4 por 100 000 habitantes).4)
La elevada incidencia de enfermedades cardiovasculares en la provincia de Santiago de Cuba -lo cual ocasiona altos índices de ingresos en las unidades de atención al paciente en estado grave- motivó a realizar el presente estudio con vistas a determinar las características clinicoepidemiológicas, ecocardiográficas y terapéuticas de pacientes con infarto agudo de miocardio.
Métodos
Se realizó una investigación descriptiva y retrospectiva en pacientes con infarto agudo de miocardio, atendidos en el Centro de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de Santiago de Cuba, desde enero de 2018 hasta noviembre de 2022.
La población estuvo constituida por los 835 pacientes con diagnóstico de IAM, de los cuales fueron escogidos 263 por muestreo aleatorio simple. El diagnóstico se estableció si existían al menos 2 de los 3 criterios siguientes: 1) antecedente de angina que no se alivió con reposo y/o con el uso de nitratos, 2) troponina sérica elevada y 3) cambios seriados en el ecocardiograma, con elevación del segmento ST en 2 derivaciones contiguas.
Previo a la realización del estudio, se solicitó la autorización a la dirección y al Consejo Científico de la institución. La información primaria se extrajo de las historias clínicas y de los informes ecocardiográficos y se llevó a una planilla elaborada al efecto, que recogía las variables siguientes:
a) Clínicas
Edad
Sexo
Topografía de infarto agudo de miocárdico: anterior e inferior
Presencia de complicaciones: taquicardia ventricular, bloqueo auriculoventricular, insuficiencia cardíaca aguda, choque cardiógeno, fibrilación auricular paroxística, parada cardiorrespiratoria y REIMA (infarto agudo de miocardio en la misma topografía de los primeros 28 días).
b) Ecocardiográficas
Fracción de eyección de ventrículo izquierdo (FEVI): menor o igual de 45 %; mayor de 45 %.
Volumen de aurícula izquierda (AI): menor o igual de 34 mL/m2 sc; mayor de 34 mL/m2 sc
Presión de aurícula izquierda (PAI) menor o igual de 15 mmHg; mayor de 15 mmHg
Índice de motilidad parietal menor o igual de 1,7 puntos; mayor de 1,7 puntos
Ecografía Doppler tisular de ventrículo derecho (TDI VD): menor o igual de 9,5 cm/s; mayor de 9,5 cm/s
Presión media de la arteria pulmonar (PMAP) menor o igual de 25 mmHg; mayor de 25 mmHg
c) Terapéuticas
Asimismo, se emplearon métodos teóricos, empíricos, así como de la estadística descriptiva (frecuencias absoluta y relativa) e inferencial (prueba de estimación de parámetro para media y proporciones, además de la prueba de hipótesis no paramétrica de la Χ2 de independencia, con p≤0,05). Como procesador estadístico se utilizó el SPSS, versión 22.0, y como medida de resumen, el porcentaje.
Resultados
En la serie (tabla 1) predominó el sexo masculino (57,4 %) y las edades menores de 65 años (73,0 %), para una edad media de 58±10,9 años. Por otra parte, el diagnóstico clínico más frecuente resultó ser el infarto en la topografía inferior (177, para 67,3 %).
Del total de pacientes (tabla 2), 137 presentaron complicaciones inherentes a la enfermedad (52,1 %); de estos, 61 fueron del sexo masculino (44,5 %) y 76 del femenino (55,5 %). Se encontró asociación no causal entre el sexo y la presencia de complicaciones (p≤0,05).
Tabla 2 Pacientes según presencia de complicaciones y sexo
![](/img/revistas/san/v27n2//1029-3019-san-27-02-e4381-gt2.png)
p ≤0,05
*Porcentajes calculados sobre la base del total de columnas
** Porcentajes calculados sobre la base del total de la muestra
Entre las complicaciones más frecuentes (tabla 3) sobresalieron la fibrilación auricular paroxística en 46 pacientes (17,0 %), el infarto de ventrículo derecho en 24 (9,0 %) y el choque cardiógeno en 20 (8,0 %), en ese orden.
Como se aprecia en la tabla 4, de los 181 pacientes que recibieron tratamiento trombolítico, 114 no presentaron complicaciones (43,3 %); sin embargo, estas prevalecieron en los que no se aplicó la terapia (70, para 26,6 %). Cabe destacar que 12 de los afectados (4,5 %) de este último grupo no tuvieron complicaciones, por lo que se encontró relación estadística entre estas variables (p ≤0,05).
Tabla 4 Pacientes según tratamiento trombolítico y presencia de complicaciones
![](/img/revistas/san/v27n2//1029-3019-san-27-02-e4381-gt4.png)
p ≤0,05
*Porcentajes calculados sobre la base del total de columnas.
** Porcentajes calculados sobre la base del total de la muestra.
Al relacionar los resultados ecocardiográficos con la aparición de complicaciones (tabla 5), se obtuvo elevada significación estadística en la motilidad parietal segmentaria mayor de 1,7 puntos (p=0,012), que figuró en 194 pacientes (73,8 %), de los cuales 110 (80,3 %) presentaron complicaciones; le siguió la función del ventrículo derecho evaluada con ecografía Doppler tisular en valores menores de 9,5 cm/s, con p=0,010, pues de 78 pacientes (29,7 %), 50 tuvieron episodios desfavorables (36,5 %); asimismo, existió alta significación estadística en el volumen de la aurícula izquierda mayor de 34 ml/m2 (p=0,026), pues de los 91 pacientes afectados (34,6 %), en 56 surgieron complicaciones (40,9 %).
Tabla 5. Pacientes según resultados ecocardiográficos y complicaciones
*Porcentajes calculados sobre la base del total de columnas.
** Porcentajes calculados sobre la base del total de la muestra.
Discusión
En un estudio5 efectuado sobre predictores de mortalidad intrahospitalaria en pacientes con IAM, la edad media fue mayor de 60 años. Al respecto, Nguyen et al6) corroboraron en su serie que la edad media fue de 71,2 años, con una prevalencia de 64,7 % en los hombres; igualmente, Wereski et al,7 en su investigación sobre infarto agudo de miocardio de tipos 1 y 2, encontraron predominio de este mismo sexo y la edad media fue de 77 años.
Por su parte, García Blas et al8 refieren que el promedio de edad tras un primer infarto es 65 años en hombres y 72 en mujeres. Por tanto, a mayor edad hay más comorbilidades asociadas y menor presencia de síntomas típicos de la enfermedad coronaria aguda.
Lo anteriormente citado por los diferentes autores tiene similitud con lo observado en la presente investigación, lo cual muestra la interrelación entre la edad y la aparición de enfermedad isquémica aguda.
En otro orden de ideas, Palacio Pérez et al9 destacan que la localización del IAM predominante en su estudio fue la inferior (56,1 %), lo que se relaciona con los resultados aquí obtenidos; pero difirió de los hallazgos de otros artículos publicados en Cuba,10,11,12 en los que primó el infarto de topografía anterior.
Por otro lado, Carballo et al13 observaron que el edema pulmonar (37,8 %), la insuficiencia cardíaca (24,3 %) y el choque cardiógeno (18,9 %) fueron las complicaciones más usuales relacionadas con el IAM; mientras que Rojas et al14 informaron el predominio de las complicaciones eléctricas (12,4 %), seguidas de las hemodinámicas (9,5 %), con mayor porcentaje en los infartos de topografía inferior. Algunos autores,11 ya citados, encontraron cierto grado de insuficiencia cardíaca durante el estudio (40,3 %).
En concordancia con lo anterior, en esta investigación se obtuvo un ligero dominio de las complicaciones hemodinámicas (insuficiencia cardíaca aguda e infarto del ventrículo derecho) en relación con las eléctricas.
Asimismo, Enamorado et al12 revelaron que la minoría de los pacientes recibió tratamiento fibrinolítico (41 %), luego de un tiempo prolongado para llegar al centro hospitalario. En similares condiciones, Pichardo et al15 refieren que la terapia trombolítica fue aplicada en 32,3 %; hallazgos que concordaron con los de Castro et al,16 quienes exponen que solo 28,5 % recibieron dicha terapia debido a un margen terapéutico mayor de 12 horas.
En la presente investigación se aplicó tratamiento fibrinolítico a 31,2 %, lo cual coincidió con lo referido por autores antes citados.12,15,16
En cuanto a las variables ecocardiográficas, algunos investigadores (17 señalan que la fracción de eyección menor de 40 % en pacientes con isquemia aguda miocárdica es un predictor de complicaciones y mortalidad; asimismo, Angaran et al18 plantean que la función sistólica menor de 45 % constituye un predictor significativo de efectos adversos, incluyendo las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca y enfermedades isquémicas. De igual manera, otros investigadores19 observaron que la función del ventrículo izquierdo menor de 45 % es un predictor independiente de mortalidad por infarto agudo de miocardio. Los resultados de la presente investigación guardan relación con los antes descritos.
Asimismo, Wang et al20 observaron, en su estudio unicéntrico, que la disfunción del ventrículo derecho representa un predictor independiente de comorbilidad en pacientes con síndrome coronario agudo con choque cardiógeno; de ahí que la evaluación periódica de su función podría ayudar a la identificación temprana de pacientes con riesgo de reacciones adversas. Cabe señalar que lo descrito en esta casuística coincidió con lo comunicado previamente y muestra la asociación de estos parámetros con la aparición de complicaciones.
Como debilidades de esta investigación es válido destacar que, al tratarse de un estudio retrospectivo y monocéntrico, no se logró generalizar los resultados. Por otra parte, no fue posible determinar los niveles de troponina I ni analizar las características de los vasos coronarios, ya que no todas las historias clínicas los tenían detallados.
Para concluir, de manera general las características clinicoepidemiológicas, ecocardiográficas y terapéuticas de los pacientes con infarto agudo de miocardio en la provincia de Santiago de Cuba no difieren de los hallazgos en investigaciones nacionales y foráneas.