INTRODUCCIÓN
El desarrollo psicomotor de los adolescentes y adultos jóvenes (entre 12 y 24 años de edad) pasa por distintas etapas que pueden ocasionar trastornos que derivan en enfermedades físicas o psicológicas que disminuyen considerablemente la calidad de vida de este grupo poblacional. Múltiples son los eventos que pueden influir en la aparición de estos trastornos, sin embargo, entre ellos destaca los estudios universitarios como una etapa de transición entre adolescente y adulto que puede estar influida por factores físicos, psicológicos y sociales que en ocasiones minimizan la capacidad de adaptación de las personas en este grupo de edades.1,2
El ingreso a estudiar una carrera universitaria supone una serie de esfuerzos para el estudiante. En ocasiones tiene que existir una separación forzosa de la familia ya que la universidad se encuentra lejos del lugar de residencia, lo que obliga al joven a desplazarse hacia otras ciudades dentro del mismo país o, incluso, en otros países. En este momento aparecen crisis del ciclo familiar y especialmente crisis del ciclo vital a las cuales el joven debe de hacer frente y tratar de solucionar de forma aceptable.1,3
La inmadurez, característica de esta etapa de la vida, el conocimiento de nuevas personas, la adquisición de un nuevo círculo de compañeros y amistades, el método de estudio y educación diferentes y la presión de los estudios con un nivel de complejidad superior son algunos de los cambios que se deben afrontar. Estos elementos han sido descritos como factores generadores de estrés que el estudiante debe de sortear para mantener un equilibrio físico y mental adecuado que garantice un adecuado rendimiento académico.5
Muchos estudiantes no son capaces de adaptarse de forma correcta a estos cambios y empiezan a elevarse los niveles de estrés que condicionan la aparición de trastornos somáticos, disminución del rendimiento académico y, por ende, de la percepción de calidad de vida relacionada con la salud. Es por esto urge la necesidad de encontrar alternativas para disminuir los niveles de estrés de los estudiantes de una forma natural y sistemática.5,6
El estrés es conocido como un factor de riesgo para disímiles afecciones entre las que se señalan principalmente la fibromialgia, los trastornos adaptativos y enfermedades psiquiátricas como las demencias y la enfermedad de Alzheimer entre otras. Otras enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, la artritis reumatoide, la hipertensión arterial y muchas más también incluyen entre los posibles factores para la actividad de la enfermedad al estrés. Existen otras investigaciones que atribuyen a los niveles de estrés elevados consecuencias sobre el escaso rendimiento académico de estudiantes de los distintos niveles de educación.5,7
Se describe al ejercicio físico como una actividad motivadora y que favorece la relajación del paciente con disminución de los niveles de estrés. La motivación a realizar ejercicios fiscos, la necesidad en algunos casos de realizarse de forma acompañada y la utilización de algunos implementos son algunos de los factores que inciden negativamente en la generalización de su práctica sistemática. Ante esta dificultad surgen alternativas como es la realización de programas de yoga que han sido altamente referenciados como terapias alternativas para disminuir los niveles de estrés en distintas poblaciones y grupos de enfermedades.8,9
El yoga se conceptualiza como un conjunto de técnicas milenarias, provenientes de la filosofía hindú que combina la relajación y la respiración controladas para condicionar un mayor control físico y mental. Estos ejercicios se basan en prácticas ascéticas que combinan el éxtasis, la contemplación y la inmovilidad absoluta, para llegar al estado de perfección espiritual y al estado beatífico.10,11
Es por esto que teniendo en cuenta las dificultades que tienen los estudiantes universitarios que generan elevados niveles de estrés, la afectación que produce el mismo a la salud humana, los resultados positivos en el control de estrés que se reporta con la realización de yoga y la no existencia de reportes en Ecuador sobre la utilización de esta técnica en estudiantes universitarios para disminuir los niveles de estrés; se decide realizar este trabajo con el objetivo de sensibilizar al personal docente y estudiantes sobre la necesidad de implementar la enseñanza y práctica del yoga en estudiantes universitarios.
DESARROLLO
El docente juega un papel fundamental durante el proceso educativo en los distintos niveles de formación. No solo es el responsable de impartir los conocimientos que debe dominar cada estudiante en relación al nivel de enseñanza y carrera que esté estudiando. También juega un papel fundamental en la adaptación de cada joven que ingresa en un nuevo sistema de enseñanza, principalmente en el sistema universitarios, donde la exigencia y complejidad son mayores cada día y donde se hace necesario que los conocimientos sean adquiridos de forma consiente y consolidada.12
El docente universitario juega un papel fundamental en facilitar que el estudiante se adapte a las distintas situaciones del nuevo rol de universitario. En este sentido resulta de elevada utilidad diseñar estrategias que permitan al estudiante disponer de un espacio para su recuperación física y principalmente emocional, disipando preocupaciones y tensiones que pueden generar elevados niveles de estrés.13
La práctica del yoga debe implementarse como actividad extracurricular por las acciones positivas que de su práctica se desprenden. Los estudiantes tienen, además de sus horas dedicadas a la docencia, horas de tutorías, las cuales no solo tienen que centrarse en temas docentes, sino que pueden ser utilizadas en beneficio de su equilibrio físico y social como forma de prevenir aparición de manifestaciones somáticas y de aumentar, secundariamente el rendimiento académico.14,15
La enseñanza del yoga puede combinarse con su práctica tanto en espacios dentro del mismo escenario docente (aula) o en áreas exteriores que se encuentren acondicionadas para poder realizar esta actividad. La enseñanza debe basarse primeramente dominar las posturas básicas relacionadas con la respiración y el equilibrio, dominando cada centímetro de su cuerpo para poder maximizar los efectos de la misma.16,17
En este sentido es importante señalar que el docente puede auxiliarse de la asesoría de un técnico de rehabilitación para la enseñanza y aprendizaje de posturas básicas que se utilizan en el yoga. La adecuada postura favorece la prevención de lesiones musculares y tendinosas que pueden comprometer la sistematicidad de la actividad. Además, la presencia del rehabilitador puede ser utilizada para perfeccionar los movimientos de calentamiento general y estiramiento previos a la realización de la actividad y que contribuyen a minimizar el riesgo de aparición de lesiones.18
Para la realización de esta actividad se debe aplicar primeramente instrumentos y cuestionarios que permitan determinar el nivel de estrés de cada estudiante y cotejarlo con el rendimiento académico de los mismos estableciendo posibles relaciones. Este procedimiento facilitará estratificar la necesidad y frecuencia de aplicación del yoga en los educandos.19
Se propone una frecuencia de realización de tres sesiones por semanas, las cuales pueden aumentar o disminuir en relación a la determinación de necesidad que se haya realizado por los resultados de los cuestionarios aplicados. También puede incrementarse el número de sesiones en etapas de mayor rigor académico como son los distintos periodos evaluativos.
Las sesiones pueden realizarse en cualquier horario del día, pero preferiblemente en horarios de la mañana o en el horario vespertino; evitando el horario del mediodía y las primeras horas de la tarde ya que es cuando más elevado se encuentra el metabolismo humano y esto dificulta la concentración; lo cual es un elemento indispensable para el éxito de la sesión. No deben ser con un número elevado de participantes ya que puede ocasionar dificultades para la concentración: Se recomiendan grupos no mayores de 10 estudiantes, por lo que se deben constituir pequeños subgrupos que estarán determinados por los resultados de los instrumentos aplicados
Se reporta que cada sesión debe durar entre 45 y 60 minutos, procurando realizar en cada sesión combinaciones de posturas, respiración y relajación abarcando las distintas regiones del cuerpo humano. Como se señaló anteriormente se debe comenzar con ejercicios de calentamiento, realizar las actividades específicas y al finalizar ejercicios de estiramiento. La disposición horaria para cada parte de la sesión se corresponde con los primeros 10 minutos para el calentamiento, 40 minutos para las técnicas específicas y los últimos 10 minutos para realizar el estiramiento muscular.
Un elemento a tener en cuenta en esta actividad es la instrumentaría a utilizar. Para la práctica del yoga se recomienda utilizar ropa cómoda y ceñida al cuerpo, que minimice el riesgo de desconcentración. La mayoría de las posiciones se alcanzan en una superficie lisa y se propone la utilización de una manta que minimice el roce con las superficies duras que pueden generar excoriaciones; en caso de realizar la actividad en áreas verdes se puede prescindir de la manta protectora.
La adecuada hidratación de los practicantes es otro de los elementos que se deben tener en cuenta, tanto por los estudiantes, como por el docente coordinador de la actividad, para garantizar la adecuada perfusión hídrica y de electrolitos, evitándose de esta forma distintos grados de deshidratación.
La realización de esta actividad dota al estudiante de una serie de facilidades:
Estimula la concentración favoreciendo la obtención de la misma incluso en condiciones adversas de iluminación y ruido.
Favorece que el estudiante comience a dominar las distintas zonas de su cuerpo; en un futuro esto aportará tranquilidad y relajación que facilitaran la concentración y por ende mejorarán el rendimiento académico.
Control de la respiración. Lo cual ha sido reportado como un elemento indispensable para controlar situaciones estresantes en las que se generan elevados niveles de adrenalina. El adecuado control de la respiración facilita aclarar la visión sobre una situación determinada y encontrar formas de soluciones antes desconocidas. Esto aplicado al campo docente permite que el estudiante, pueda encontrar camino de solución a problemas que no son fácilmente encontrados en situaciones alarmantes.
Facilita la integración del estudiante al grupo ya que se realizan actividades en conjunto; esto refuerza la confianza y la autodeterminación de los estudiantes, genera un clima favorable que reduce el estrés y aumenta el rendimiento académico.
La enseñanza y práctica del yoga es un elemento necesario a incluir en los programas docentes de las mallas curriculares de los centros de altos estudios. Sus facilidades de implementación y los resultados que se reportan en relación a la disminución de los niveles de estrés, justifican su enseñanza y práctica sistemática.
CONCLUSIONES
El yoga es una técnica que aporta elementos de relajación que influyen positivamente en la disminución de los niveles de estrés de los estudiantes de pregrado de la facultad. Las bondades que aporta en cuanto a disminución del estrés en este grupo poblacional, facilidades de realización y la no utilización de implementos específicos justifican la enseñanza de la misma en estudiantes preuniversitarios.