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Conrado

versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.14 no.61 Cienfuegos ene.-mar. 2018

 

ARTÍCULO ORIGINAL



EL DESARROLLO METACOGNITIVO DE LOS ESTUDIANTES DE LA CARRERA PEDAGOGÍA-PSICOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DE CIENFUEGOS



METACOGNITIVE DEVELOPMENT OF THE STUDENTS OF THE RACE PEDAGOGY PSYCHOLOGY AT CIENFUEGOS'S UNIVERSITY




Lic. Nielvis de la Caridad Senra Pérez, Dra. C. María Magdalena López Rodríguez del Rey

Universidad de Cienfuegos. Cuba.





RESUMEN

En las últimas décadas los estudios psicopedagógicos le confieren importancia a la metacognición en la proyección y desarrollo de la personalidad. La presente investigación consiste en un estudio cualitativo descriptivo del desarrollo metacognitivo de los estudiantes de la carrera de Pedagogía Psicología en la Universidad de Cienfuegos. El objeto de estudio es la formación inicial del psicopedagogo. Se emplean métodos teóricos y empíricos y diferentes técnicas para la recogida de datos como son: Test de Rotter, entrevista a profesores y estudiantes. La selección de la muestra se hace coincidir con el universo (todos los estudiantes y profesores de los dos primeros años de la carrera) en la provincia de Cienfuegos. Los resultados se asocian al diagnóstico de cuáles son los métodos didácticos de preferencia por el estudiante a este nivel y contribuir a que el estudiante participe en su formación en el diseño del proceso utilizando sus propias herramientas profesionales.

Palabras clave: Metacognición, desarrollo metacognitivo, diagnóstico metacognitivo, formación inicial.


ABSTRACT

In the last decades the psychopedagogical studies gives importance to the metacognition in projection and development of the personality. The present research consists of a descriptive qualitative study of the metacognitive development of the students of the Pedagogy Psychology career at the University of Cienfuegos. The object of study is the initial formation of the psychopedagogue. Theoretical and empirical methods and different techniques for data collection are used, such as: Rotter test, interview with teachers and students. The selection of the sample is made to coincide with the universe (all the students and professors of the first two years of the race) in the province of Cienfuegos. The results are associated to the diagnosis of which are the didactic methods of preference for the student at this level and to contribute to the student participating in their training in the design of the process using their own professional tools.

Keywords: Meta-cognition, meta-cognitive development, meta-cognitive diagnosos, initial formation.





INTRODUCCIÓN

En situaciones de incertidumbre y variabilidad en el curso de los acontecimientos sociales, la frustración objetiva de expectativas y metas sociales, pueden producir conmociones y revaloraciones importantes de los proyectos de vida individuales y colectivos. Por esta razón se afianza la idea de que la educación a lo largo de la vida exige enseñar estrategias que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino, de manera que "es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza" (Morín, 2000), pues en ello descansa las posibilidades de inclusión social a la que se aspira.

Compartir esta situación asegura la preparación del ser humano para que pueda en efecto, tolerar decepciones importantes o reajustar los valores y metas, para que estas tengan la posibilidad de tomar decisiones que armonicen entre lo personal y social. Es preciso tener en cuenta que un cambio de postura en lo personal, profesional, familiar, debe sustentarse sobre la base a argumentos convincentes (D’Angelo, 2004).

Esta consideración coloca en el centro de la atención a los procesos educativos asegurando que estos deben aportar al desarrollo de habilidades, destrezas y competencias en pro de la innovación y la creatividad de bienes y servicios acordes a la celeridad de un mundo globalizado como el actual (Aldaz, 2015). Sin embargo, con frecuencia el intento por mejorar la calidad de los sistemas educativos, no se concreta o se espera que los cambios ocurran como reacción espontánea o no están suficientemente sustentados.

Es frecuente que aun cuando el discurso priorice estimular las dinámicas de aprender a aprender, que el estudiante debe jugar un papel activo en su propio aprendizaje, y que este debe ajustarse a sus necesidades, potencialidades y teniendo en cuenta los objetivos del nivel y la situación de desarrollo personal que estos tienen, en la práctica los procesos de enseñar a aprender están más vinculados a los niveles primarios y secundarios, desestimando las posibilidades de mantener este enfoque hasta el nivel universitario.

En respuesta a esta situación las políticas de Educación Superior están promoviendo desde fines del siglo XX un cambio de postura, al establecer como tarea prioritaria que todos los procesos de formación se organicen desde un enfoque inclusivo, que respete la diversidad y que le otorguen prioridad a aquellas influencias que al enseñar a aprender puedan estimular el desarrollo.

Para lograr estos propósitos se le otorga relevancia al diagnóstico de los estudiantes y la utilización de estrategias de enseñanza aprendizaje basadas en los fundamentos de la metacognición como una vía para hacer corresponder las prácticas a los pilares de la educación del siglo XXI: saber hacer, saber ser y saber estar, saber convivir.

En este contexto se asume que la metacognición es un saber necesario para saber ser, estar y convivir. Investigadores precursores del tema han expuesto sus ideas y fundamentos en este empeño, Ausubel (1968); Nickerson (1984); citados por Chirinos (2013), contribuyeron al desarrollo de los fundamentos de la metacognición al considerar que "esta implica tener conciencia de nuestro funcionamiento intelectual y que dicha conciencia ayuda a explorar nuestras fortalezas, compensar nuestras debilidades, y evitar nuestros errores comunes más graves".

Al mismo tiempo estos autores aluden al papel del desarrollo metacognitivo para lograr el cambio de postura ya que es conocido el hecho de que los estudiantes no son advertidos de la importancia que tiene reflexionar sobre sus propios conocimientos y la forma en que se producen, no solo lo que ellos aprenden sino también la forma como aprenden; lo que concuerda con la importancia del proceso de aprender a aprender, primordial cuando se quiere lograr un cambio en los estudiantes que vaya desde las concepciones espontáneas o alternativas hasta las científicas, por lo que se hace indispensable contribuir al desarrollo metacognitivo de los estudiantes en todas las etapas del desarrollo.

Diferentes trabajos realizados en Cuba por Salazar (1999); Blagoeva (1999); Hernández (2005) asumen la problemática de la metacognición como objeto de estudio, relacionada con las preferencias estratégicas en el aprendizaje en diferentes niveles de enseñanza. Rodríguez (2003), citado por Alfonso, López & Pérez (2010), hace énfasis en "abordar la metacognición como parte de las estrategias de aprendizaje generales o específicas que portan los estudiantes".

En este mismo orden, los estudios deD’Angelo (2004), otorgan un papel importante a la metacognición en la tarea de propiciar la elaboración y realización de proyectos de vida individuales y colectivos en los jóvenes, teniendo en cuenta los recursos y el apoyo que brinda a la persona. Asimismo, se encuentran los trabajos de Wong, Hernández, Antela & Martell (2005), citados por Alfonso, et al. (2010), los cuales insisten en "estudiar las estrategias de aprendizaje que con más frecuencia promueven los profesores en las diferentes enseñanzas: primaria, secundaria, preuniversitaria y en las carreras pedagógicas universitarias".

También se encuentran los trabajos de Cañizares (2016), que elaboró una metodología para el desarrollo de la metacognición con el empleo de estrategias de enseñanza en unidad con las de aprendizaje. Esta autora considera que un alumno con desarrollo metacognitivo tendrá mayores posibilidades de resolver, no solo los problemas que se le presenten en la asignatura, sino en su vida estudiantil y en el ejercicio de su futura profesión en la medida que se conozca a sí mismo (conocimiento personal), conozca las tareas que se les presenten (conocimiento de las tareas) y conozca las estrategias que debe seleccionar para ofrecerles solución (conocimiento estratégico).

En todos estos trabajos se valorizan las ideas teóricas y metodológicas que ponderan la importancia de la metacognición en el proceso de aprendizaje lo cual lleva a un cambio en la concepción de los procesos de enseñanza y educación en todos los niveles educativos, Sin embargo, aún son limitadas las propuestas para aprovechar las potencialidades de la metacognición en los procesos educativos que se organizan en la escuela.

En Cienfuegos, las iniciativas de estudiar el tema comenzaron a gestarse en el 2010 con resultados asociados a la evaluación del aprendizaje (Alfonzo, López & Pérez, 2010) y autogestión de aprendizaje en estudiantes (Pérez, 2015). El análisis de estos trabajos, asociados a la educación primaria y secundaria, confirman las posibilidades de utilizar la metacognición como un recurso para orientar, estimular las motivaciones y las decisiones hacia la actividad de estudio y preparar a los estudiantes para que puedan solicitar las ayudas necesarias para alcanzar sus objetivos de desarrollo. También confirman las insuficiencias con que el tema se trabaja en la Educación Superior.

Ante esta situación, las reflexiones que las autoras promueven desde 2015 en la carrera Licenciatura en Educación, especialidad Pedagogía Psicología permitió identificar la necesidad de asumir el desarrollo metacognitivo como una unidad de análisis en el diagnóstico integral de los estudiantes y de esta manera promover las decisiones acerca de las estrategias o metodologías de enseñanza aprendizaje que pudieran favorecer la formación integral de los estudiantes.

En primer lugar, se partió del análisis de la realidad pues la sistematización de la caracterización del ingreso en los últimos años, evidencia un nivel de las expectativas de roles y estatus muy por encima de las posibilidades reales acerca del perfil de la profesión. Por otro lado, las estrategias educativas que se diseñan en los colectivos de años, no han logrado estimular el desarrollo a niveles superiores aun cuando la diversificación curricular y de oportunidades que se favorecen desde la carrera, están proyectadas con este fin.

En segundo lugar, se estableció la necesidad de asumir como premisa para lograr la calidad del egreso de la carrera, el desarrollo de la metacognición desde un enfoque holístico, sustentado en el diagnóstico pues se había colocado en el centro del proyecto educativo de la carrera la formación de profesionales funcionales, capaces de asumir con responsabilidad su propia formación permanente, autogestionada, priorizando la investigación, la socialización de resultados de su actividad profesional transformadora que los identifique como líder transformador de la práctica no solo en la escuela sino en la comunidad educativa en general.

Ante esta situación se hacía necesario proponer una concepción teórico metodológica sobre el desarrollo metacognitivo y su diagnóstico para la carrera, el cual no solo permitiera saber en dónde está ubicado el estudiante, sino que este conocimiento se convierte en el recurso dinamizador de aprendizaje y al mismo tiempo, pudiera favorecer de manera creciente los niveles de desarrollo de la autonomía y que facilita los medios para aprender a aprender, que es la base de la educación permanente.



DESARROLLO

Chirinos (2012), insiste en plantear que la metacognición tiene que ver con la capacidad que tiene el individuo de planificar estrategias para autorregular sus niveles de conciencia y memoria durante su desempeño académico. Además, considera que la metacognición se define sintéticamente como cognición sobre la cognición, es decir, conocimiento del propio conocimiento, y concuerda con Soto (2003), citado por Chirinos (2012), al afirmar que esta puede entenderse como "la toma de conciencia, el control del proceso y la autorregulación que dan lugar a la organización para enfrentar las necesidades y adaptarse al medio".

La metacognición tiene que ver con esa capacidad crítica, analítica, reflexiva del cómo lo hace, por qué y los para qué de toda actividad que emprenda la persona, es llegar a detenerse a pensar sobre la calidad de sus propios procesos cognitivos en función de mejorar la participación ante cualquier contexto, en este caso esta acción cognoscitiva propia de la metacognición está referida específicamente al aprendizaje.

Clavel en 1970, a quien se le atribuye la introducción del término (Chadwick, 1985; Weinstein & Mayer, 1986; Pozo 1990; Soto, 2003; Domenech, 2004; Burón, 2006; Gravini Donado & Iriarte Diazgranados, 2008; Klimenco, et. al., 2009; citados por Chirinos, 2012); coinciden en que la "metacognición es el conocimiento de una persona sobre la naturaleza del aprendizaje, la efectividad de las estrategias que aplica, el conocimiento sobre sus fortalezas, debilidades, y supervisión de la naturaleza de sus progresos al realizar una tarea" y por último, el control sobre el aprendizaje a través de la información y la toma de decisiones.

Así, la metacognición implica tener conciencia de las fortalezas y debilidades de nuestro propio funcionamiento intelectual, y de los tipos de errores de razonamiento que habitualmente cometemos, dicha conciencia nos ayudaría. Nickerson (1984), citado por Gravini (2007), señala que aprender a explotar nuestras fortalezas cognitivas, compensar nuestras debilidades, y evitar nuestros errores comunes más graves, constituye un elemento esencial para el desarrollo de la personalidad.

En este sentido, Baker (1982), citado por Gravini (2007), defendió la idea de que "los déficits metacognoscitivos que exhibe una persona en un dominio particular de conocimiento, causan déficits en su ejecución en dicho dominio", entonces, es probable que al incrementar el nivel de metacognición de dicha persona, se mejore también su aprendizaje o ejecución.

Asimismo, Gravini (2007), señala que las personas son capaces de pensar acerca de las acciones cognitivas que realizan, así como si un supervisor estuviera monitoreando sus pensamientos mientras se soluciona un problema o alguna otra tarea intelectualmente exigente, además el pensar activamente acerca de lo que se está haciendo, y ejercer control sobre sus propios procesos cognitivos, constituyen habilidades necesarias para el aprendizaje desde edades tempranas.

También, se asegura que el desarrollo metacognitivo, influye en el desempeño académico de los escolares, este constituye el conjunto de acciones desplegadas por una persona como consecuencia de las obligaciones o tareas que corresponden a su rol de aprendiz, sea dicha acción ejecutada en un ambiente académico propiamente dicho (aula, laboratorio, biblioteca u otro ambiente similar) o en otros lugares donde dicha persona se instale para cumplir con las mencionadas tareas. Es preciso tener en cuenta que los estudiantes son capaces de valorar y reflexionar sobre su desempeño, se dan cuenta de los errores que cometen y en consecuencia, trazan acciones para alcanzar el objetivo que persiguen y de esta forma van ganando mayor nivel de independencia y protagonismo en su proceso de aprendizaje.

De lo anterior deriva la necesidad de proveer a los estudiantes de acciones de automanejo que sirven para mantener y enriquecer la atención, el esfuerzo y el tiempo que se dedica al aprendizaje; estas últimas son algunas de las funciones cumplidas por los procesos metacognitivos que tiene potencial incidencia sobre la ejecución académica de una persona.

Estas ideas refuerzan la posición que afirma la metacognición en los resultados de la ejecución académica. Esto se aprecia en las diferencias observables entre estudiantes con igual conocimiento previo, las cuáles podrían ser explicadas en términos de las diferencias en el manejo de dicho conocimiento, pues, la solución de problemas y, en general, las tareas académicas que demandan algún esfuerzo intelectual, exige no sólo el conjunto de conocimientos, conceptos y reglas adquiridas como persona sino, además, de su habilidad para reconocerlos y activarlos cuando se tiene necesidad de ello.

Por tanto, el concepto de metacognición se refiere principalmente a dos aspectos: El primero, corresponde al conocimiento que adquiere la persona en relación con su propia actividad cognitiva: capacidades, habilidades y experiencias en relación con la ejecución de las diversas tareas y sus características que influyen en su abordaje, y el conocimiento sobre las estrategias que pueden ser utilizadas para solucionar determinados tipos de tareas. El segundo aspecto, consiste en la realización del diagnóstico sobre la propia actividad cognitiva, pues, la planificación de la actividad que se va a llevar a cabo para alcanzar los objetivos de la tarea, supervisión de esa actividad mientras está en marcha y evaluación de los resultados que se van obteniendo estará en función de los objetivos perseguidos.

Esta posición advierte la importancia del diagnóstico para poder entender cómo es que se produce el desarrollo metacognitivo en los jóvenes sujetos a investigación a partir de las teorizaciones y las prácticas del diagnóstico y caracterización de la personalidad.

El diagnóstico del desarrollo metacognitivo: concepciones y procedimiento

Materiales y métodos

  • El diagnósticose define como el proceso de toma de decisiones, concebidas sobre la base del análisis y la valoración de un cúmulo de información conscientemente recopilada y cuyo objetivo es diseñar un programa de intervención que satisfaga las necesidades específicas sociales y académicas del estudiante. Durante varias décadas, se concibe como un proceso natural y lógico que permite, sobre todo, definir cuáles son las necesidades educativas y los cambios o adecuaciones que se deben experimentar en el medio escolar, familiar y comunitario para alcanzar los objetivos educativos planteados.

El centro del debate acerca del diagnóstico se identifica con la idea de rebasar la medición basada en la administración de pruebas, para reconocerlo como un proceso dinámico, y continuo, que implica en su realización a los miembros de la escuela, la familia y la comunidad en una relación dialogística y cooperativa. La información que aporta permite actualizar la caracterización y la evaluación de forma constante de la eficacia de la intervención, de manera que puedan ser precisadas las necesidades educativas que se asumen como elementos para conformar el programa de atención individualizada.

En el campo de la Pedagogía, el diagnóstico tiene un carácter descriptivo al hacer referencia al estado del problema en un momento dado. Por tanto, el objetivo es decisivo, para precisar, cuál es la situación social de desarrollo del estudiante; determinar qué se aspira lograr de los estudiantes, qué transformaciones deberán tener lugar y cuáles serán las vías o recursos con que se cuenta para lograrlos. Sin embargo, las discusiones acerca de este proceso se enfocan tanto a los métodos, procedimientos y técnicas de diagnóstico como a determinar las acciones educativas a realizar.

Lo primero, los instrumentos y técnicas deben poseer un carácter alternativo y se va modificando en el proceso de intervención, en la medida en que se revelan nuevos hallazgos o necesidades de profundizar en el seguimiento y la valoración de los resultados del proceso educativo inicialmente concebido. Por tanto, el proceso se  enriquece, rectifica y perfecciona durante el propio proceso de su ejecución.

De manera particular, el diagnóstico metacognitivo puede constituir una herramienta que permita evaluar el aprendizaje como proceso y resultado y contribuir al proceso sustantivo de formación de los estudiantes. Al respecto son diferentes las concepciones acerca del diagnóstico metacognitivo, Muñoz (2013); Escobedo (2014), pero todos coinciden en proponer concepciones, sobre la metacognición en las que tratan de añadir al diagnóstico un valor agregado para conocer el estado de cualquier situación y poder aprender a partir del mismo.

Según criterios de estos autores la determinación del diagnóstico de la metacognición se realiza sobre el diagnóstico y constituye una herramienta de educación permanente al lograr que los conocimientos estén fijos para siempre; al trabajar el diagnóstico como herramienta, además de saber en dónde nos encontramos, potencia los aprendizajes de una forma muy elevada, facilita medios para aprender a aprender. En este caso se concibió la elaboración de un procedimiento cuyo núcleo secuencia la aplicación de una batería de instrumentos.

  • El primer instrumento denominado, Inventario del conocimiento metacognitivo de las estrategias de interpretación de la lectura (MARSI), pretende identificar el conocimiento metacognitivo que poseen los estudiantes sobre las estrategias que ellos emplean para interpretar la lectura. Este instrumento permite que cada estudiante se autoevalúe, y reconozca el grado de sistematización con que utiliza las estrategias de lectura sobre todo cuando leen materiales académicos; también es útil para discutir los resultados con los del profesor o tutor, lo cual contribuye a la coevaluación, ello permite ajustar la evaluación y se reduce el sesgo que se pueda producir cuando es el estudiante quien se evalúa.
  • El segundo instrumento, incluye la técnica sobre la evaluación de las habilidades metacognitivas, el cual permite al estudiante reflexionar sobre las estrategias que emplea para realizar una tarea o resolver un problema, por lo que constituye una técnica de autoevaluación. En este sentido, se logra una valoración de los resultados sobre la base de un mayor conocimiento de sí mismo, y propicia la toma de conciencia de sus propias cogniciones y estrategias de solución a sus problemas, lo cual pone de manifiesto el grado en que es capaz de emplear las diferentes habilidades metacognitivas. Además, le facilita al profesor o tutor, conocer datos relevantes sobre el conocimiento que tiene el estudiante sobre sí mismo, sobre la tarea y sobre la estrategia que emplea para la solución de sus problemas.
  • En este caso, el análisis individual del cuestionario indica cuán seguido se emplea cada una de las habilidades metacognitivas para la realización de una tarea o solución de problema, mientras que, el análisis global indica la amplitud del espectro de habilidades desarrolladas por el estudiante. Es importante reconocer que durante su ejecución el estudiante toma conciencia de sus propios conocimientos, del grado de dificultad de las tareas y de complejidad de las estrategias que emplea para solucionarlas lo cual aporta al desarrollo metacognitivo, en la medida que es estimulado por el profesor o tutor.
  • El tercer instrumento se identifica con la técnica ¿Soy un buen estudiante? que resulta una invitación a la valoración y reflexión acerca de las necesidades de técnicas de estudio, cómo las emplea y si estas son o no correctas. Esta valoración también le permite al profesor o tutor conocer las necesidades de técnicas de estudio a partir de la reflexión que realizan los propios estudiantes.
  • El cuarto instrumento se relaciona con la técnica de completamiento de frases u oraciones que permiten valorar la esfera afectivo motivacional de la personalidad. En este sentido las frases han sido adaptadas a situaciones relacionadas con la dimensión académica y profesional de los estudiantes, para que, de manera proyectiva expresen sus verdaderos sentimientos, ideas u opiniones al respecto. El análisis individual permite el reconocimiento de las principales necesidades, deseos, sentimientos, frustraciones, intereses, intenciones y proyecciones de cada estudiante, pero el procesamiento colectivo permitirá orientar las decisiones hacia ello.

Estas técnicas se hacen complementar con la elaboración de un mapa conceptual, se obtiene la información con el objetivo de crear un proceso de socialización que permita la retroalimentación entre varios estudiantes, el docente después que se genera la hipótesis ofrece los recursos que la refutan o la comprueban, así se mejora el mapa, rechazando o aceptando la hipótesis. De esta manera, el docente puede indagar sobre cómo los estudiantes obtuvieron sus respuestas, en las preguntas que se le realizan durante la implementación del diagnóstico, pensando en cuáles fueron sus caminos intelectuales.

Se incluyen también un grupo de ayudas que se administran según los resultados del proceso. En este caso se incluyen tareas para la sistematización del contenido, la lectura crítica y la reflexión, mediante inventarios de conceptos y de ideas, la orientación de elaboración de diagramas o cuadros sinópticos y la utilización de diferentes tipos de lecturas. También se pueden crear fichas o modelos de autorreflexión en forma de cuadros que deben ser completados los que permiten que el estudiante pueda seleccionar y orientar las ideas que luego podrán socializar.

Este procedimiento tiene la posibilidad de aplicarse también durante el proceso de enseñanza aprendizaje como un recurso para estimular el desarrollo metacognitivo y no solo su diagnóstico por lo que se convierte en un referente importante en la preparación y desarrollo de las actividades de enseñanza aprendizaje así como en la elaboración de materiales docentes, para la orientación de los trabajos que deben realizar los estudiantes. Su comprensión coloca tanto a los profesores universitarios como a los estudiantes (futuros docentes) en mejores condiciones para dirigir el proceso docente educativo en correspondencia con las leyes que lo rigen.

Para lograr una proyección adecuada de este proceso y aumentar su eficiencia resultan requisitos imprescindibles la preparación del docente tanto en la materia como en el modelo didáctico de enseñar a aprender.

Este resultado es una de las tareas de un proyecto investigativo territorial que estudia la calidad de la gestión de la formación permanente del Licenciado en Educación en la especialidad Pedagogía Psicología en la Sede Pedagógica "Conrado Benítez" y se promueve su utilización en la dirección del proceso formativo de pregrado. La experiencia de validación de los instrumentos permitió un acercamiento a la situación actual de los estudiantes y permitió orientar a los colectivos de años en la configuración del modelo didáctico a aplicar en las asignaturas.

Discusión y Resultados:

La experiencia y sus resultados

Para la validación práctica de las técnicas proyectadas se implementó el procedimiento metodológico realizado, se insertó en el proceso de diagnóstico y caracterización de los estudiantes deprimer y segundo año de la carrera Licenciatura en Educación (especialidad Pedagogía Psicología) de la Sede "Conrado Benítez" a inicios de curso, (2015-2016). En este momento participaron: 30 estudiantes y 10 profesores de la carrera Pedagogía Psicología.

El proceso se inició con la presentación de la batería diagnóstica en los colectivos de año, lo cual permitió ampliar la colaboración de otros profesores en su utilización. También se amplió la información acerca del desarrollo metacognitivo, la valoración preliminar que ya poseen acerca de las proyecciones de los estudiantes a partir de los intercambios que han tenido en las dos primeras semanas de clases y se incluyeron los aspectos esenciales acerca del funcionamiento metacognitivo de los estudiantes. Luego, se aplicó la batería de instrumentos, se procesó de manera individual y a continuación se socializaron los resultados.

En general, hubo aceptación pero no faltó la incertidumbre ante la necesidad de sistematizar su aplicación como parte del seguimiento que se hace al diagnóstico. La complejidad y amplitud de la información merece un espacio más amplio; sin embargo, puede afirmarse que el proceso es válido en tanto confirmó que aún esta es una tarea de formación y orientación necesaria sobre todo para lograr la construcción de proyectos profesionales de vida, en el joven, y superar la complejidad, amplitud y contradicciones propias de su situación social de desarrollo (SSD) que están enfrentando los estudiantes.

El análisis de los resultados de los instrumentos permitió corroborar que es aquí posible y necesario, en mayor grado, abarcar la estructura total de la vida presente y futura para determinar las líneas esenciales de desarrollo, su consistencia, bases de sustentación, carácter multifacético, que se dirijan en la perspectiva de proyectos de vida reflexivos, creativos, flexibles, integrados armónicamente y autorrealizadores.

Es evidente la ausencia de habilidades metacognitivas, que favorecen la autorregulación del proceso de aprendizaje por el estudiante, entorpece la formación y el desarrollo de habilidades para planificar, ejecutar, autocontrolar y autorrevisar textos producidos por ellos mismos. Sin embargo, "se entiende que el diagnóstico del desarrollo metacognitivo se puede ver favorecido con el empleo de mapas conceptuales como alternativa metodológica para la construcción de textos académicos" (Roméu, 2007, p.256) pues la utilización de esta técnica puede propiciar el ajuste sucesivo de los proyectos de vida académico, y la estimulación de la planificación, organización y el control de la actividad de estudio y del aprendizaje que se obtiene como resultado.

Se requiere de una autovaloración constante de los sucesos que van aconteciendo como resultado, y la toma de decisiones efectivas. Este aspecto problemático del quehacer cotidiano de la persona fundamenta la necesidad del alto nivel de funcionamiento reflexivo y creador, que trasciende el ámbito puramente académico para el establecimiento de relaciones en el ámbito familiar y comunitario en sentido general.

La incidencia en la educación en valores (como uno de los ejes transversales de un currículo integral) es, probablemente, un recurso clave para la estimulación del desarrollo de la metacognición, el valor de la crítica y autocrítica, la exigencia, el diálogo, la responsabilidad individual para el éxito del grupo clase son esenciales, de manera que, el estudiante se forme como aprendiz y como futuro educador sobre la base de los modos de actuación que caracterizan a un profesional del perfil del especialista en Pedagogía- Psicología.



CONCLUSIONES

La teorización acerca del papel de la metacognición en la formación y desarrollo de la personalidad del estudiante universitario es aún un tema poco trabajado en el diagnóstico y caracterización que se lleva a cabo en los colectivos de carrera. Si bien existen fundamentos teóricos que avalan la pertinencia de explorar y estimular esta área como un recurso en la orientación y logro de resultados, la socialización acerca de los instrumentos o técnicas que pueden ser utilizadas es limitada. Aportar a este campo desde la práctica de la carrera Licenciatura en Educación, especialidad Pedagogía Psicología resultó aquí el propósito que animó a las autoras a incursionar en la selección y secuenciación de algunos instrumentos que pueden ayudar a los colectivos de años en la profundización de la caracterización de los grupos y la atención individualizada que pueda ofrecerse como parte del seguimiento al diagnóstico en las estrategias educativas y de enseñanza aprendizaje.

La batería de instrumentos que se elaboró y validó en la práctica confirman; primero, que por la relevancia de la metacognición en el desarrollo se debe incluir con más énfasis en el diagnóstico y puede constituirse a la vez en una herramienta de trabajo educativo al crear las espacios de autoconocimiento y socialización de opiniones que permitan al estudiante reconocerse a sí mismo como responsable de su propia formación.

La utilización de estos instrumentos en la etapa inicial no solo permiten identificar el estado actual sino determinar los recursos para potenciar el desarrollo metacognitivo desde las diversas actividades curriculares y extracurriculares e implicar a los docentes en una manera diferente de concebir la formación del profesional y sobre todo la actividad educativa, pues no se trata de planificar actividades en cantidad e incluso con calidad sino actividades que le ofrezcan al estudiante la posibilidad de aprender a aprender; de autoconocerse y conocer a los demás y sobre todo de proyectar su actuación en correspondencia con las exigencias sociales y las expectativas personales.

Los profesores y directivos de la carrera tiene ante sí, un reto mayor, la generalización de estas técnicas y la utilización de la información que les aporta para organizar y desarrollar influencia cada vez más ajustada a la idea recta que sustenta el proyecto educativo en la carrera: el desarrollo integral de los estudiantes desde la inclusión.

El análisis e integración de las ideas expuestas, permitieron a las autoras de la investigación, identificar que las insuficiencias en la estimulación del desarrollo metacognitivo en el proceso de formación inicial del Licenciado en Educación; Pedagogía-Psicología, están relacionadas con aspectos teóricos y metodológicos de la concepción curricular y didáctica que se sigue.



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Recibido: Octubre de 2017.

Aprobado: Diciembre de 2017.




Lic. Nielvis de la Caridad Senra Pérez

E-mail: nsenra@ucf.edu.cu

Dra. C. María Magdalena López Rodríguez del Rey

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