Introducción
Actualmente con la aparición de la COVID-19, el mundo vive una de las crisis sanitarias más fuertes de la historia, la cual afecta no solo el sistema de salud y la economía de cada país, sino también a las personas, la familia y la comunidad de forma general.
Las medidas más eficaces para reducir el número de casos contagiados son las que implican el aislamiento social y específicamente el establecimiento de cuarentenas.1 En Cuba, dentro de las regulaciones adoptadas para mitigar la propagación de dicho virus, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) utilizó el aislamiento social como método más eficaz para cortar la cadena de propagación del virus. También se implementó la cuarentena en zonas de mayor riesgo para mitigar la transmisión comunitaria.
Para atenuar el efecto negativo de este proceso, internacionalmente se proponen tres líneas de trabajo fundamentales.2) Es de interés asumir que en primer lugar, se debe trabajar en el diseño e implementación de intervenciones que permitan atenuar los efectos negativos que sobre la salud mental tendrán estas medidas y en segundo lugar, priorizar los estudios y las intervenciones en grupos vulnerables.
A partir de lo anterior, es necesario tener en cuenta la atención a los pacientes con fibromialgia. La prevalencia media mundial de esta enfermedad está entre el 2,10-2,70 %; y afecta cuatro veces más a mujeres que a hombres.3) En Cuba, si bien existen limitados estudios que determinan su incidencia y prevalencia, criterios de especialistas indican que es la segunda causa de dolor osteomuscular generalizado en las consulta de reumatología.
El síntoma más característico de la fibromialgia es el dolor; este suele coexistir con la fatiga y con variaciones psicológicas y funcionales del sueño. Estas alteraciones conducen a un deterioro en el ámbito social, familiar y la calidad de vida de los pacientes.4
Entre los protocolos terapéuticos para la atención a la fibromialgia, se distingue el ejercicio físico unido a la educación, a partir de la falta de evidencia de que el tratamiento farmacológico de la fibromialgia resulte más efectivo que el no farmacológico. De ahí la notable importancia de estudios como este.5
El ejercicio físico no solo es un proceso terapéutico y profiláctico, sino también pedagógico, ya que posee sus bases teóricas en las ciencias médico-biológicas y pedagógicas.6) Los ejercicios físicos terapéuticos están determinados por la realización sistemática de una acción motora con prescripciones y dosificaciones científicas. Por ello, el profesional de la cultura física como parte del equipo de salud de la comunidad es responsable de planificar, orientar, ejecutar y controlar estas actividades en el paciente.
A partir de lo anterior y al tener en cuenta los altos índices de personal sanitario dedicado a la pandemia en consultorios, policlínicos y hospitales; el cese de las actividades físicas sistemáticas grupales en la comunidad; las posibilidades que ofrece el ejercicio físico y su realización en el hogar; así como las insuficientes propuestas terapéuticas hacia los pacientes con fibromialgia que permitan la atención físico-terapéutica en el domicilio; los autores de este artículo se motivaron a constatar la eficacia de los ejercicios físicos terapéuticos domiciliarios en la atención a pacientes con fibromialgia durante la COVID-19.
Métodos
La investigación es de naturaleza experimental; se utilizó el prexperimento y un enfoque mixto, ya que se analizan elementos cualitativos y cuantitativos. La población con que se trabajó estuvo representada por 485 pacientes con fibromialgia del Consejo Popular Santa Lucía del municipio Rafael Freyre de la provincia de Holguín. De ella, se seleccionó una muestra intencional de 20 pacientes, cumpliendo con los criterios de inclusión siguientes:
Estar de acuerdo con participar en la investigación.
Tener diagnóstico de fibromialgia de no menos de 3 años de evolución.
Que existieran los mínimos requisitos indispensables en el domicilio para ejecutar los ejercicios físicos terapéuticos.
En el trabajo se tuvo presente las normas y procedimientos establecidos en la Declaración de Helsinki II para la realización de investigaciones en seres humanos. Los datos obtenidos se utilizaron con fines investigativos y no se declaró la identificación personal en el desarrollo de la investigación.
Se realizó una caracterización sociodemográfica donde se identificaron las siguientes dimensiones: edad, sexo, estado civil, convivencia familiar y tipo de fibromialgia, así como el nivel de actividad física de la muestra.
El cuestionario de impacto de la fibromialgia (FIQ)7) se empleó para conocer el impacto general de la enfermedad en el momento de la investigación; mientras la intensidad del dolor se evaluó mediante la escala analógica visual del dolor (EAVD).8) Se evaluó la condición física de los pacientes objeto de estudio a través de la selección de los exámenes correspondientes (batería de pruebas Senior Fitness Test).9
Como parte de la utilización de los métodos y técnicas de tipo empírico, se empleó la entrevista semiestandarizada que permitió realizar una entrevista individual con carácter explicativo, encaminada a aclarar dudas relacionadas con el objetivo de la investigación.
Mediante la revisión documental se pudo corroborar la información brindada por los pacientes; patentizar alguna no referida durante la entrevista y que estuviese plasmada en la historia clínica como documento oficial. En la etapa de implementación de los ejercicios físicos terapéuticos domiciliarios se usó la medición en sus dos momentos fundamentales (pre-test y pos-test).
Los métodos estadísticos matemáticos, específicamente la estadística descriptiva, permitieron el análisis de las medidas de tendencia central; mientras el empleo de la estadística inferencial facilitó el análisis de los resultados del prexperimento.
El procesamiento de la información se ejecutó a través del paquete estadístico SPSS en su versión 22.0 para Windows. Se recurrió a la prueba no paramétrica de McNemar-Bowker para el análisis del FIQ y la EAVD; y la prueba de Wilcoxon para contrastar la eficacia de los cambios producidos en la muestra.
En la planificación de los ejercicios físicos terapéuticos domiciliarios se tuvo en cuenta lo planteado por Porro y otros (2015).10) Estos se realizaron durante 12 semanas (desde el 5 de septiembre del año 2021 hasta el 5 de diciembre del mismo año). Los pacientes ejecutaron un calentamiento; seguidamente los ejercicios físicos terapéuticos y por último ejercicios de recuperación (Fig. 1).
Los ejercicios físicos se realizaron tres veces por semanas. La sesión tuvo una duración de 45 minutos, y se planificaron 15 ejercicios físicos terapéuticos.
Resultados
La tabla 1 muestra las características generales de los pacientes con fibromialgia. El análisis determinó que el promedio de edad de los pacientes fue de 47,85 años con una desviación estándar de 5,74. El 95,0 % de los pacientes fueron del sexo femenino. Con respecto al estado civil, es válido resaltar por la importancia de la investigación que el 60,0 % de los pacientes son casados, considerando que la eficacia de los ejercicios físicos terapéuticos en el domicilio depende también de los miembros de la familia.
En el indicador convivencia familiar, se percibe que el 90,0 % de los pacientes conviven con al menos un miembro conviviente. De acuerdo con el nivel de actividad física, el 20,0 % posee un nivel medio y el 80,0 % un nivel bajo.
El diagnóstico permitió identificar que padecen fibromialgia leve el 20,0 %, moderada el 65,0 % y de tipo severa el 15,0 %. Este es un aspecto distintivo que permite condicionar la planificación de los ejercicios fiscos terapéuticos a partir de las características de cada paciente.
Variables | Muestra: n=20 | Frecuencia (%) |
---|---|---|
Edad promedio | 47,85 años | DE: 5,74 |
Sexo | Masculino | 1 (5,0) |
Femenino | 19 (95,0) | |
Estado civil | Casado | 12 (60,0) |
Soltero | 5 (25,0) | |
Viudo | 3 (15,0) | |
Convivencia familiar | Sí | 18 (90,0) |
No | 2 (10,0) | |
Nivel de actividad física | Bajo | 4 (20,0) |
Medio | 16 (80,0) | |
Alto | - | |
Grado de afectación de fibromialgia | Leve | 4 (20,0) |
Moderada | 13 (65,0) | |
Severa | 3 (15,0) |
Como se expresa en la figura 2, 4 pacientes (20,0 %) resultaron estar entre 0 y 38 puntos, lo que identifica que los pacientes se encontraban en un impacto leve de la enfermedad; mientras que como resultado del pos-test, 15 pacientes (75,0 %) resultaron mejorar su estado con respecto a la evaluación inicial.
Se evidenció que el 65,0 % de los pacientes se encontraban en estado moderado de la enfermedad antes de la aplicación de los ejercicios físicos terapéuticos, mientras que después de haber aplicado el pos-test se percibió que solo el 20,0 %, o sea 4 de los pacientes se mantuvieron en esta escala, lo que determina que mejoraron su puntuación y con ello el estado general.
Los resultados muestran que de 3 pacientes (15,0 %) que se encontraban en estado severo de la enfermedad, solo uno de ellos resultó estar en este parámetro después de haber aplicado el pos-test.
A partir de los resultados anteriores, se consideró aplicar la prueba no paramétrica de McNemar-Bowker para contrastar los resultados entre ambas mediciones y conocer si existen diferencias significativas. Como resultado, se constató una significación asintótica de 0,02, lo que evidencia que hubo diferencias significativas (p = 0,005).
A partir de las mediciones realizadas correspondiente a la EAVD, la figura 3 muestra que en la aplicación del pre-test se observa un paciente (5,0 %) con analgesia o ausencia de dolor; mientras que en el pos-test resultaron tres pacientes (15,0 %).
De igual forma al comparar los resultados, un paciente (5,0 %) resultó tener dolor leve en el pre-test, mientras que en el pos-test, 14 pacientes (70,0 %) resultaron estar en esta escala. En el pre-test resultaron 15 pacientes (75,0 %) con dolor moderado, mientras que solo dos pacientes en el pos-test (10,0 %) refirieron estar en esta escala. Asimismo, se comprobó que tres pacientes (15,0 %) se encontraban con dolor severo; después del pos-test resultó solo uno.
A partir de los datos obtenidos se procedió a conocer la significación estadística del pre-test con el pos-test mediante la prueba no paramétrica de McNemar-Bowker y resultó tener 0,003 de significancia, lo que expresa que existen diferencias significativas en cuanto a la comparación de los resultados de ambas mediciones (p = 0,005).
Los resultados evidencian un discreto progreso de cada una de las cualidades físicas evaluadas mediante los respectivos test aplicados (Tabla 2).
Test | Medición | Media (DE) | Z | Significación bilateral |
---|---|---|---|---|
Pre- |
7,55 (1,356) | -3,978b | 0,000 | |
Pos- |
11,75 (1,118) | |||
Pre- |
420,60 (14,834) | -3,924b | 0,000 | |
Pos- |
440,70 (12,863) | |||
Pre- |
8,65 (1,182) | -3,975b | 0,000 | |
Pos- |
11,75 (1,209) | |||
Pre- |
-2,910 (1,523) | -3,882b | 0,000 | |
Pos- |
-1,400 (1,569) | |||
Pre- |
-2,100 (1,610) | -3,836b | 0,000 | |
Pos- |
-0,300 (1,835) |
Las capacidades que mayormente se vieron comprometidas fueron la capacidad aeróbica y la flexibilidad de brazos. Es necesario destacar que tanto la edad como la falta de actividad física de los pacientes durante tiempo prolongado incidieron en este resultado. De forma general se evidenció que existían diferencias significativas, ya que el valor de Z fue menor que 0,005 para su significación bilateral.
Discusión
El objetivo de esta investigación fue constatar la eficacia de los ejercicios físicos terapéuticos domiciliarios en pacientes con fibromialgia durante la COVID-19.
Los ejercicios físicos terapéuticos domiciliarios estuvieron orientados y estructurados de acuerdo con las características de cada paciente. Aunque no se habla de un programa en lo específico, sí se siguieron las pautas que permitieron la planificación de estos. La estructura y organización estuvo en correspondencia con investigaciones como las de Porro (2015),10Rodríguez, Gordo y Ramírez (2019)11) y Hernando (2021).12
Las características sociodemográficas de los pacientes evidenciaron que hubo un predominio significativo del sexo femenino, aspecto que se relaciona con los descrito por Nadal (2021).13 Al comparar el promedio de edad con la muestra del estudio de Hooten y otros14) es relativamente baja.
Los resultados expresados mediante el FIQ, enunciaron que el 80,0 % de dichos pacientes mejoraron clínicamente las puntuaciones generales del instrumento; aspecto que guarda relación con los estudios de Sañudo y otros,15) quienes observaron una mejora respecto a la puntuación FIQ basada en ejercicios aeróbicos y estiramientos.
Es válido señalar que el 20,0 % de los pacientes se mantuvo en el mismo rango de evaluación, lo que constituyó un aspecto distintivo de esta investigación. A consideración de los autores del presente artículo y su experiencia en el tema, lo anterior se debió a que 12 semanas fueron insuficientes para lograr cambios, ya que la edad y el tipo de fibromialgia no favorecían a los pacientes para lograr resultados más alentadores. La estadística inferencial demostró que hubo diferencias significativas de p = 0,002 para p = 0,005.
El análisis de los resultados de la EAVD demostró que el nivel de dolor de la muestra mejoró en un 100 %, de acuerdo con las mediciones de esta escala. Estos resultados son semejantes a los de Sañudo y otros,15) quienes obtuvieron una disminución significativa del dolor respecto a los valores iniciales.
Los resultados del Chair Stand Test, Arm Curl Test, Chair Sit and Reach Test & Back Scratch Test evidenciaron que los pacientes fueron capaces de mejorar, lo que se corroboró mediante la prueba de Wilcoxon, ya que los valores de significación bilateral estuvieron en 0,000.
A partir de los resultados constatados en esta investigación se comparó con los de Hernando en su estudio en 2021,12) quien desarrolló un programa de telerrehabilitación basado en ejercicio terapéutico aeróbico en pacientes con fibromialgia durante la COVID-19. Durante esta intervención se demostró que los pacientes mejoraron aspectos tales como mayor vitalidad, mejoras en la función física, la salud mental y la disminución del dolor corporal.
En correspondencia con 6-Minute Walk Test, los pacientes mejoraron como promedio 15,5 m. Este elemento se relaciona con lo expuesto en el trabajo de Izquierdo también en 2021,16) en este trabajo se encontró mejoras significativas superando así la diferencia mínima clínicamente importante, que va de 14 a 35 m para este test.
Cabe destacar que los ejercicios físicos se ejecutaron sin incidencias sobre el estado de salud de los participantes. Se realizaron todas las sesiones, y se llevó a cabo las mediciones correspondientes para constatar los resultados sin empeoramiento clínico de la sintomatología propia de la fibromialgia.
De forma general el ejercicio físico sistemático es una herramienta indispensable en el tratamiento a la fibromialgia a partir de los beneficios que reportan en estos pacientes. Así lo corroboraron Porro y otros10) y Castillo, Heredia, Valle & Marcatoma17) en sus artículos.