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Revista Cubana de Enfermería

versión On-line ISSN 1561-2961

Rev Cubana Enfermer vol.30 no.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2014

 

EDITORIAL

 

Prevención del embarazo en adolescentes, un reto para la enfermería comunitaria

 

 

 

 

 


 

 

La adolescencia es objeto de atención de estudiosos de la psicología, pedagogía, biología, las ciencias médicas, la ética y la sociología; sus características e importancia se han abordado desde diferentes ángulos, como edades limites, tipo de enseñanza, desarrollo físico y sexual, estado de salud y tipos de relaciones que se establecen en la escuela, familia y medio social, que definen esta etapa de la vida.

El embarazo en la adolescencia trasciende la responsabilidad de ambos sexos en lo concerniente a la afectación de relación de pareja. Puede, además, perturbar la dinámica familiar, partiendo de conflictos derivados del evento causal, como por ejemplo, consecuencias orgánicas, psicológicas, educativas, sociales y económicas asociadas, ante la decisión de consumir el acto del aborto. En la mayoría de los casos la concepción del embarazo no es deseada, y todos estos procesos de cambios que se producen durante la atención a la gestante adolescente involucran al equipo de salud, entre los cuales se precisa como principal prestador de cuidados el profesional de enfermería. Por tanto, es necesario que el mismo esté debidamente preparado para enfrentar este reto, al ser la adolescencia un grupo de población vulnerable, derivado de cambios como las relaciones sexuales precoces y desprotegidas que adolecen de una adecuada orientación desde la familia.

El desarrollo que la enfermería ha alcanzado en Cuba permite ejecutar acciones de promoción y prevención asociadas al diagnóstico temprano, tratamiento y rehabilitación, donde se van integrando componentes higiénicos sanitarios y sociales desde el espacio comunitario. Al mismo tiempo puede lograr la participación activa de las masas en la solución de problemas de salud que se originan desde la familia, con el objetivo de lograr cambios positivos en el estado de salud de la población. La actividad de enfermería en la comunidad es, por consiguiente, de vital importancia, al poseer una sólida cultura general y la calificación técnica y científica necesaria que propicia la comunicación precisa en el ámbito personal y familiar comenzando con la oportuna visita domiciliaria, donde se ha de enfatizar en la atención al adolescente en riesgo. Esto implica que la práctica de la enfermería comunitaria exija, además, la identificación de necesidades definidas en el establecimiento de prioridades en relación a los problemas de este grupo poblacional y la aplicación de estrategias capaces de dar respuestas objetivas y factibles hacia la solución de los mismos, con apoyo de acciones educativas que conlleven a cambios tangibles en los indicadores de salud de dicha población.

El profesional de enfermería, que brinda servicios desde y para la comunidad, tiene la tarea de enfatizar de manera eficaz en la organización, movilización, concientización, y capacitación a los diferentes sujetos sociales involucrados. Además, debe tratar de lograr que estos se conviertan en transformadores de su propia realidad, en correspondencia con sus necesidades y demandas sociales. De esta forma, se podría dar un equilibrio biológico, psicológico y social que incida de forma efectiva en los programa propuestos por el Ministerio de Salud Pública y, así, evitar comprometer la salud de los adolescentes ante riesgos relacionados con la mortalidad materna, partos prematuros, malformaciones congénitas entre otros efectos negativos. El conocimiento sobre estos temas, de forma oportuna y dosificada, no debe ser descartado entre los pilares de la educación del adolescente, para que ello permita conductas sexuales responsables, que propicien un futuro con una salud sexual y reproductiva gratificante, enriquecedora y humanista.

 

Alfredo Emilio Morales López

Lic. Enfermería. Prof. Aux. MSc. Trabajo Social y Urgencias Médicas en Atención Primaria.

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