INTRODUCCIÓN
La gestión del conocimiento es el proceso que permite emplear de un modo eficiente los saberes y las experiencias en las organizaciones para crear y difundir información vital de manera sistemática y eficiente con el fin de lograr organizaciones agropecuarias que garanticen la disponibilidad sostenida de alimentos con calidad, nutritivamente adecuados y seguros. El déficit en la seguridad alimentaria es uno de los graves problemas que afecta a la humanidad desde la última mitad del siglo XX a causa del incremento de la población, a lo que se suma la actual crisis económica y los cambios climáticos, también pueden asociarse con la producción de alimentos y el déficit de acceso a suministros estables (Diouf, 2009; Rodríguez-Fernández et al., 2010).
En Cuba, garantizar la alimentación de la población es una cuestión de seguridad nacional por lo que se toman medidas de índole económico-productivas y la aplicación de políticas para incrementar la eficiencia en la actividad agropecuaria, asociadas a la gestión del conocimiento, lo que constituye un eslabón importante en el desarrollo de las organizaciones y los actores sociales. La gestión del conocimiento es una técnica efectiva que nace ligada al mundo de las empresas (Reyes-Pacios y Rueda-Martínez, 2016) y especialmente a las organizaciones. Desde el 2013 en la tercera fase de PIAL, se fomenta el Sistema de Innovación Agropecuaria Local (SIAL), lo cual fortalece al sistema de innovación vigente en Cuba e impulsa el desarrollo agroalimentario local. Para institucionalizar buenas prácticas socio-productivas en materia de gestión a nivel territorial y local. Entre los elementos claves que impulsan esta propuesta se pueden mencionar las Plataformas Multiactorales de Gestión (PMG).
La presente investigación se realizó para fortalecer el SIAL en su cuarta fase (2017-2021) teniendo en cuenta la gestión participativa de la innovación y el desarrollo a nivel territorial (Ortiz-Pérez, 2015). Esta propuesta toma como base las actualizaciones del modelo económico cubano y promueve los procesos de descentralización. En el proyecto PIAL aún se trabaja para identificar las dificultades, potencialidades y competencias de los actores involucrados en las organizaciones agrarias para trabajar con mayor énfasis en la gestión del conocimiento.
A nivel local las PMG facilitan procesos de innovación y apoyan aprendizajes colectivos, también pueden ser comprendidas como “espacio de concertación y articulación de actores y grupos de innovación, donde se concilian intereses, agendas, políticas, programas y acciones concretas, que responden y enriquecen las estrategias municipales de desarrollo” (Ortiz-Pérez, 2015: 12). Constituyen espacios locales en los que interactúan universidades, sector productivo, gobiernos locales, asociaciones de productores, consumidores y asociaciones de la sociedad civil, con el fin de contribuir a la solución de problemas y al desarrollo local.
En los últimos diez años las PMG constituyen un apoyo para el sistema de innovación agraria como espacios multiactorales de gestión desde diferentes miradas y enfoques. Reconocen que el conocimiento y las tecnologías no se crean y procesan en forma impersonal y abstracta, sino que son los resultados de interacciones y colaboraciones que ocurren entre diferentes protagonistas e instituciones involucradas.
Aun es incipiente la experiencia en Villa Clara con los procesos de gestión de los conocimientos respecto a otras provincias como Matanzas y Mayabeque, en ello radica la importancia de visibilizar los aprendizajes y la creación, recepción y transmisión de buenas prácticas que transformen la actividad de los actores sociales en esta región central de Cuba.
El objetivo general del artículo es caracterizar la gestión del conocimiento en las Plataformas Multiactorales de Gestión en Villa Clara. El artículo se estructura en función de la gestión del conocimiento y su importancia para el sector agropecuario cubano, los factores que influyen en la escasa visión sobre la gestión del conocimiento en la agricultura, las necesidades y oportunidades presentes en el sector agropecuario, siendo cuantitativa la metodología empleada en la investigación, lo que permite interconectar las explicaciones teóricas con las prácticas institucionalizadas por los actores en las PMG. Los resultados obtenidos indican la participación y horizontalidad de los productores en las Plataformas Multiactorales de Gestión de la provincia, además de que PIAL actúa como dinamizador de los aprendizajes y las buenas prácticas.
Se concluye con retos para la gestión del conocimiento en las organizaciones agrarias cubanas de manera que permite a las instituciones, organizaciones y a los actores que forman parte del proceso del conocimiento, identificar las principales ventajas y limitaciones del sector agropecuario en la creación, contextualización, conservación, recepción y transmisión del conocimiento, ajustando las mismas en beneficio del desarrollo agrario.
MATERIALES Y MÉTODOS
El proyecto PIAL impulsa la creación de "entornos territoriales innovadores", para la formación de los actores locales y a su vez, el fomento de su creatividad en la búsqueda de soluciones desde un enfoque integral del desarrollo con dimensiones económicas, productivas, ambientales y socioculturales incentivando competencias y el aprendizaje experiencial y/o la socialización de las "mejores prácticas" como guía para la acción.
La gestión del conocimiento y la comunicación constituye líneas de proyección del proyecto en función de lograr el desarrollo agropecuario. En este sentido, como parte del eje de Gestión del conocimiento en Villa Clara, una de las provincias donde actúa el PIAL, se elaboró un diagnóstico del proceso de gestión del conocimiento y su contribución al sector agropecuario, el cual permitió identificar los tipos de conocimientos que requiere el sector agropecuario y las entidades vinculadas a él; los temas en lo que les interesa capacitarse a las organizaciones y quiénes son los que utilizan y aplican los conocimientos generados para el sector.
Con esta investigación descriptiva-explicativa se conoció el estado y funcionamiento de las PMG en cuanto a: qué actores e instituciones gestionan el conocimiento, con qué conocimiento cuentan, la evaluación sobre el proceso de gestión del conocimiento en los SIAL, los registros o archivos de experiencias, quiénes lo poseen o recepcionan, las vías para divulgar el conocimiento y qué nivel de satisfacción de las necesidades presenta el sector agropecuario en Villa Clara, en relación a la gestión del conocimiento. Además, se realizaron observaciones participantes en las PMG en cada municipio.
Fueron encuestados 25 miembros de la Plataforma Multiactoral de Gestión de los municipios: Santo Domingo (5), Placetas (4), Manicaragua (4), Camajuaní (4), Santa Clara (5) y Quemado (3); seis de los siete en los que actúa el PIAL en la provincia de Villa Clara. Fueron encuestados 18 mujeres y siete hombres que representan el 79 y el 21 % del total, respectivamente. Las edades oscilan entre 26 y 62 años, identificándose tres jóvenes en el rango de 15-30 años, 10 adultos en el rango de 31-50 años y 12 adultos mayores con 51 o más años.
Las ocupaciones de los participantes en la plataforma en base a la muestra seleccionada fueron: profesores (36 %), ingenieros (20 %) y funcionarios ideológicos (20 %), los técnicos medios representan el 16 % y productores el 2 %. Las PMG en la provincia están representadas mayoritariamente por los Centros Universitarios Municipales (CUM) con un 36 %, luego la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) que representa el 16 %, la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) y la Federación de Mujeres Cubanas (8 %); mientras que la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), las Delegaciones Municipales de la Agricultura (MINAG), y el Consejo de la Administración Municipal (CAM) están representados en un 4 %. Los encuestados con mayor cantidad de años de experiencias en estas instituciones y organismos se encuentran entre los 11 y 15 años que representan el 20 % del total.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La gestión del conocimiento y su importancia para el sector agropecuario cubano
La gestión del conocimiento se centra, prioritariamente, en buscar y seleccionar conocimientos clave para el desarrollo de potencialidades, competencias fundamentales y diferenciadoras del conocimiento individual y colectivo de la organización que puede ser beneficioso para su desempeño. Es una herramienta efectiva para localizar, recoger, organizar, clasificar, valorar, transferir y difundir el resultado de las opiniones, experiencias y puntos de vista que aportan todos los integrantes de la organización, para utilizarlas en la administración, producción y distribución del conocimiento en el sector agrario cubano.
Las autoras coinciden con la definición de Serna (2008: 120) al comprender a la gestión del conocimiento como: “el proceso a través del cual las organizaciones recopilan, sistematizan y difunden el conocimiento que les es útil para mejorar su actividad. Tanto por la amplia diversidad de fuentes y formatos en que se puede encontrar la información y el conocimiento como por la multiplicidad de actores implicados y, especialmente, por los valores y el cambio cultural que suponen, las iniciativas emprendidas en este ámbito son todavía muy incipientes en las administraciones públicas”.
Otros criterios importantes para la comprensión de la gestión del conocimiento son los de Nonaka y Takeuchi (1999) quienes establecen la complejidad del proceso desde los vínculos individuales-colectivos (Ej. Equipos de trabajo, departamentos, organizaciones, redes organizacionales, etc.) que muestra la complejidad de este proceso, a esto hay que sumar el capital intelectual como clave para la gestión según De La Torre (2016) y el capital humano como recurso vital (Torres-Briones y Rojas-Davila, 2017). La gestión del conocimiento requiere de sistematicidad y de generar competencias organizacionales que posibiliten perfeccionar los vínculos y las oportunidades de aprendizajes en el sector agropecuario (Hernández et al., 2019).
Sobre la gestión del conocimiento y el desarrollo de sus activos (talento, capacidades, calificación, competencias, habilidades, etc.) que posee la organización es preciso reconocer el vínculo con la estrategia organizacional “…sin la cual sería ilógico e ineficiente plantearse un proyecto de ese tipo. A través del conocimiento se da respuesta a las nuevas demandas de cambio y mejora o necesidades históricas de cambio” (García et al., 2017: 2).
Actualmente este proceso del conocimiento está más relacionado con el empoderamiento, las habilidades de los actores y sus relaciones de colaboración, de ahí que contextualizar los tipos de conocimientos va más allá de la búsqueda o recopilación de la información, importante y necesaria práctica que requiere rutinas organizativas y normas para documentar o almacenar datos (Godoy et al., 2016: 665), actuar y tomar decisiones en los gobiernos locales y las organizaciones agrarias.
Aún está pendiente la difusión de experiencias relacionadas con la gestión del conocimiento en el sector agropecuario, el estudio bibliométrico realizado por García et al. (2017), a partir de 286 artículos, publicados entre 2005 y 2011 en 11 revistas agropecuarias de gran impacto, consideró que la escasa visión sobre la gestión del conocimiento en el sector de la agricultura se debe a un conjunto de factores conexos, entre los que se destacan los siguientes: mayor atractivo económico en la industria y los servicios que en la agricultura; factores socio-psicológicos asociados a lo “tradicional”; la duración del ciclo productivo agropecuario hace más complicada su aplicación; las dificultades en el grado de aceptación de las tecnologías y nuevas prácticas por parte de los agricultores; el efecto que causan las circunstancias de incertidumbre y riesgos de la producción agrícola, asociadas a factores naturales (lluvias, sequía, temperatura, insolación, ciclos biológicos, etc.), y donde no basta con la trilogía capital-tecnología-mercado; menor vinculación de los productores con ofertas de superación, debido a las presiones que origina el propio proceso productivo; como consecuencia de todo lo anterior, la muy baja publicación de trabajos sobre el tema en el sector. Estos factores podrían indicar una resistencia al cambio; pues los agricultores tienden a rechazar las innovaciones que difieren de sus modelos tradicionales (García et al., 2017). Transformar esta cuestión favorecería la gestión del conocimiento para incentivar la participación e identidad con los procesos agropecuarios en la PMG.
El estudio realizado identifica que los actores o instituciones que en mayor medida gestionan el conocimiento en la provincia Villa Clara son: las empresas agropecuarias (72 %), las universidades o sedes universitarias (68 %), las Delegaciones Municipales de Ciencia Tecnología y Medioambiente (CITMA) (64 %), la ANAP (60 %), las cooperativas (52 %). En esta tarea no constituyen actores punteros los campesinos (48 %), el MINAG y los gobiernos municipales (44 % respectivamente) y los institutos de investigación (36 %), ya que representan menos del 50 % del total.
Las universidades de la provincia no solo gestionan el conocimiento, además, constituyen la institución que genera, en mayor medida, el conocimiento; representada así por el 76 % de los encuestados. También son reconocidos los CUM como instituciones con protagonismo en la gestión del conocimiento; sobre todo en los municipios Placetas y Santo Domingo por el trabajo constante en la gestión de la ciencia con los centros de investigación, la realización de capacitaciones, entrenamientos y el apoyo a la introducción de resultados. El CITMA e institutos de investigación (Instituto Nacional de Ciencia Animal, Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales, Centro Experimental del Café en Manicaragua, Instituto de Biotecnología de las Plantas, Centro de Investigaciones Agropecuarias, Estación de Pasto y Forrajes de Matanzas) son reconocidos por los miembros de la plataforma como generadores de conocimiento para el sector agropecuario con un 48 %. En menor medida se identifica, con el 36 %, el campesino como sujeto que genera conocimiento. Aunque la intención de las PMG, como estructura organizacional dentro del SIAL, es propiciar de forma participativa que el conocimiento se gestione de abajo hacia arriba, la realidad está muy lejos de ello. Sin embargo, la eliminación de jerarquías y el desarrollo de relaciones horizontales permiten mayor comunicación entre los actores y las organizaciones.
Los tipos de conocimientos generados para el sector agropecuario del municipio se dirigen principalmente en el saber hacer, experiencias y habilidades de campesino a campesino (80 %), desde las metodologías e innovaciones (60 %) y las tecnologías (40 %). Es por ello que las vías para la divulgación del conocimiento en el sector son: la interacción campesina a campesino y mediante capacitaciones (80 %) y talleres (64 %). Esto demuestra que la interacción cara a cara entre productores y los intercambios con especialistas contribuye a la obtención (gestión) de conocimientos para el desarrollo agropecuario. En este sentido, es necesario potenciar la elaboración y distribución de manuales, folletos, libros y los medios de comunicación para transmitir el conocimiento y el saber, incrementar los cursos y superaciones con las juntas directivas y en las Asambleas de las organizaciones cooperativas.
Se identifican brechas en los registros de experiencias que evalúan a los archivos de las experiencias e innovaciones del sector agropecuario como buena y regular. Sin embargo, el 24 % desconoce de estos resultados y no responde; mientras que el 4 % evalúa de mal el proceso. Son los campesinos (68 %), universidades (60 %) y cooperativas (56 %) quienes divulgan los conocimientos fundamentalmente. No obstante, a pesar de las capacitaciones, no se aprecia la efectividad en la gestión del conocimiento en las PMG. Debido a esto, se necesita convocar a los especialistas con los que cuentan los municipios e incorporar a más agricultores, ya que no se abarcan todas las líneas del conocimiento y necesidades de los productores. El sector productivo en el municipio hoy requiere de más superación y capacitación, según refieren para ganar en mayor información y compromiso.
La escasa generalización de los resultados productivos en el sector agropecuario, impide que los conocimientos sean difundidos, por lo que se consideran insuficientes e ineficientes. La gestión del conocimiento requiere de un trabajo sistemático, organizado y de retroalimentación. Es importante la bidireccionalidad en la gestión del conocimiento, de productores - instituciones - sujetos - organizaciones agrarias - organismos y empresas para impulsar la ciencia y la tecnología en función de la producción. Este acercamiento debe estar nutrido de métodos novedosos, atractivos, prácticos, precisos, colectivos; que permitan en menor tiempo convertir en verdaderos receptores y ejecutores de los conocimientos a los actores e instituciones; para luego transmitir y comunicar el conocimiento generado en el sector agropecuario.
Los temas en los que cada municipio requiere capacitaciones son diversos, por ejemplo, Manicaragua solicita intensificar los debates sobre producción de cultivos varios en la utilización de semillas y clones, la seguridad biológica, sanidad vegetal y uso de los suelos. En el municipio de Quemado: semillas que se ajusten al territorio, manejo sostenible del ganado menor y la agroecología. Camajuaní: agroecología, adaptación y mitigación del cambio climático, preparación del suelo. Placetas: gestión del cambio, cómo los jóvenes pueden desarrollar el sector agropecuario con las nuevas tecnologías, transferencias de tecnologías, plagas y enfermedades, manejo del cultivo, nuevas tecnologías, género, sanidad vegetal y suelo. Santa Clara: conocer nuevas técnicas y nuevas variedades, cambio climático, hacer proyectos de desarrollo local, suelos y abonos orgánicos, sanidad vegetal, agroecología, semillas, uso adecuado de abonos orgánicos, producción de semillas, agro técnica en general, mecanización agrícola, trabajo y salario, economía y planificación, genética, pastos y forrajes. Cifuentes: les interesa el trabajo con el biogás y las mini-industrias para el cierre del ciclo productivo.
Sin embargo, en ninguno de los casos se identifica como necesidad los temas relacionados con el propio funcionamiento de las PMG. Debido a lo expuesto, sería fructífero abordar temáticas asociadas a la conciliación interés y políticas en la agenta local; así como la facilitación de cadenas agroalimentarias, la importancia y función de los grupos de innovación agropecuaria local y experiencias participativas a desarrollar para la difusión de la información y el conocimiento existente.
No obstante, la aplicabilidad del conocimiento en la provincia se evalúa como favorable (52 %) en tanto los conocimientos de la ciencia y de los propios productores son utilizados para solucionar problemas prácticos. Los campesinos (80 %) y las cooperativas (68 %) son quienes utilizan y aplican el conocimiento fundamentalmente. Las principales ventajas que identifica el sector agropecuario en la aplicación del conocimiento son: mejores rendimientos en los cultivos; los municipios poseen productores con experiencias en técnicas agropecuarias y especialistas capacitados; existencia de fincas ligadas a la investigación e instituciones que en su misión está la gestión del conocimiento; existen PMG en todos los municipios y financiamientos a proyectos locales.
En cuanto a las limitaciones en la gestión del conocimiento, existen barreras en su difusión entre productores, instituciones y empresas al interior de los municipios y entre ellos; igualmente, es insuficiente la capacitación, acceso e implementación de la tecnología para aplicar lo aprendido, participar en las experiencias y apropiarse del nuevo conocimiento.
CONCLUSIONES
La clave para la gestión del conocimiento en las PMG en el sector agropecuario de Villa Clara está en la difusión del conocimiento desde el co-aprendizaje como método esencial (creación, transmisión, recepción y aplicación del conocimiento). Debe existir una correspondencia entre teoría y práctica; expresada en el vínculo del conocimiento generado por los centros de investigación y el saber hacer de los productores. Las plataformas deben constituirse como principales actores en el registro y archivo del conocimiento generado a partir de las prácticas.
La comunicación (trasmisión y difusión) del conocimiento generado debe establecerse desde vías novedosas, prácticas y participativas. Aun hay que incentivar el protagonismo de los productores jóvenes en la PMG y reestructurar la concertación en estas plataformas municipales, impulsando la capacidad y receptividad de los gobiernos municipales, los procesos de aprendizajes e intercambios desde las metodologías participativas de PIAL