Introducción
El uso de la tecnología en el Programa actual de la residencia de oftalmología está marcado por el modelo del residente que se aspira formar, dado por una:
[…] sólida formación profesional que le permita conocer, valorar y transformar el estado de salud de la población, con un enfoque científico del proceso salud-enfermedad y de su naturaleza bio-psico-social. Al preservar, mejorar y restablecer la salud del ser humano, debe sustentar su actuación en principios y valores filosóficos humanísticos y éticos, con sensibilidad, integridad, entereza moral, altruismo y responsabilidad social, conservando la virtud esencial de todo científico que es la modestia.1
Para lograr este fin, dentro de sus fundamentos se plantea incorporar los adelantos en el conocimiento, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema ocular, del ojo propiamente dicho, así como de sus anexos. Para ello deben utilizarse los adelantos científicos técnicos más avanzados, en correspondencia con las condiciones propias del país y de cada localidad. Surge así una nueva perspectiva de estudio de estos aspectos con el uso de la telefonía móvil.
Por otro lado, durante la pandemia de la COVID-19 y la situación que generó, el cierre de las consultas externas alejó a los pacientes de los hospitales e institutos. El seguimiento solo se realizaba en las áreas de salud o en cuerpo de guardia, los residentes y especialistas se vieron solos al enfrentar diagnósticos y tratamientos en pacientes descompensados, sin poder contar con una segunda opinión.
Los pacientes no tenían forma de remitirse ni trasladarse, por lo que se puso en práctica tomar fotografías de las estructuras afectadas y compartirlas mediante los celulares con otros colegas a gran distancia (Telemedicina). Sin embargo, ni los residentes ni los especialistas contaban con la preparación necesaria para ejecutar tal acción. Por otro lado, esta práctica ya era utilizada por los oftalmólogos cubanos que atienden el programa nacional de retinopatía de la prematuridad, desde el taller de esta disciplina celebrado en 2017, al realizar retinografías con los celulares y consultar con los oftalmólogos de otras maternidades hallazgos al fondo de ojo de estos bebés, para decidir su criterio quirúrgico.
En el Hospital General Docente Enrique Cabrera, el centro oftalmológico cuenta con una cámara fotográfica no midriática que se encuentra en la consulta de neurooftalmología, y los oftalmoscopios binoculares indirectos no están acoplados a sistemas de videos; a su vez, estos han perdido sus visores por rotura. Por tanto, mostrar a los residentes las imágenes en tiempo real y las lesiones específicas en el fondo de ojo es difícil. Estos elementos afectan de forma considerable el desarrollo de las habilidades profesionales de los residentes de oftalmología.
A su vez, hay poco desarrollo de las habilidades profesionales con el uso de la tecnología. Solo se prioriza la gestión del conocimiento mediante el uso de los dispositivos móviles, lo que limita sus potencialidades en el proceso enseñanza-aprendizaje de los residentes, con insuficiencias en el desarrollo de estrategias didácticas que se diseñan por parte de los docentes del programa en el uso de nuevas tecnologías como la telefonía móvil.
Todos estos aspectos permiten sintetizar en la investigación la situación problemática de partida dada por las siguientes manifestaciones:
Poco desarrollo de las habilidades profesionales con el uso de la tecnología móvil.
Solo se prioriza la gestión del conocimiento mediante el uso de los dispositivos móviles, lo que limita las potencialidades en el proceso enseñanza-aprendizaje de los residentes.
Insuficiencias en el desarrollo de estrategias didácticas que se diseñan por parte de los docentes del programa en el uso de las nuevas tecnologías como la telefonía móvil.
El estudio teórico práctico realizado permite determinar una contradicción entre la formación que deben tener los residentes en oftalmología en cuanto al uso de las tecnologías, y la preparación real que poseen en función de su especialidad.
Por ello se estableció como objetivo identificar los referentes que fundamentan el uso de la telefonía móvil en el proceso de enseñanza aprendizaje del residente de la especialidad oftalmología.
Métodos
Se realizó una investigación de desarrollo tecnológico en el campo de la educación médica superior, con el objetivo de identificar los referentes que fundamentan el uso de la telefonía móvil en el proceso de enseñanza aprendizaje del residente de la especialidad en oftalmología. Para ello se utilizaron métodos teóricos como el histórico-lógico. Este se aplicó en la elaboración de los antecedentes históricos del uso de las tecnologías en el proceso de enseñanza aprendizaje de los residentes de oftalmología; de manera puntual, en la introducción de la telefonía móvil.
Asimismo, se empleó el método analítico-sintético en la sistematización de los principales referentes teóricos de la investigación y construcción el marco teórico, que sustentan el uso de la telefonía móvil en el proceso de enseñanza aprendizaje de los residentes de esta especialidad. La modelación se hizo con el método sistémico estructural funcional, al establecer la estructura, y las relaciones entre los componentes teóricos y metodológicos del uso de la telefonía en el proceso de enseñanza aprendizaje de los residentes de la especialidad.
Técnicas y procedimientos de obtención de la información
Se consultaron diferentes fuentes para la obtención de la información sobre los referentes en el mundo y en Cuba, a través del acceso a revistas científicas que abordaban el tema investigado (todas indexadas (Scopus, SciELO, entre otras) en internet(, así como documentos rectores de la residencia de oftalmología, emitidos por el Ministerio de Salud Pública de Cuba. El proceso de búsqueda incluyó la identificación de artículos científicos, capítulos de libros, libros especializados y memorias de evento, que presentaran relación con experiencias relacionadas con las palabras clave y las preguntas orientadoras. De los estudios encontrados se excluyeron los documentos que no pertenecían a revistas indexadas, y de reconocimiento académico y científico o que no hubieran tenido un proceso de evaluación y control de calidad realizada por pares académicos.
Resultados
Al profundizar en la literatura científica con respecto al uso de la telefonía móvil en la educación superior, y de manera puntual en la oftalmología, se encontró que, en 2014, Sabido y Martínez2 propusieron el uso del teléfono celular como herramienta en las estrategias de aprendizaje como medio de enseñanza en el tratamiento al contenido en la educación superior.
Mendoza3) estudió el teléfono celular como mediador en el proceso de enseñanza aprendizaje, en cuanto a la necesidad de potenciar el uso del celular como una tecnología educativa más al servicio del aprendizaje. García4 expuso el uso pedagógico del celular en el aula para caracterizar los procesos de interacción social y de interactividad con la información.
Alonso y otros5 estudiaron la motivación de los estudiantes de quinto año en la rotación de oftalmología, a través del uso de la TIC, con una APK al móvil, para estimular sus deseos de aprender, de llevar a la práctica los conocimientos adquiridos, lo que logró su independencia cognitiva, y un hábito de estudio e investigación.
Al mismo tiempo, Arntz y otros6 abordaron la telemedicina en oftalmología, hicieron un estudio y evaluaron la satisfacción de los médicos participantes y los pacientes atendidos en un período de confinamiento de 10 semanas por las COVID-19.
Pasquel y otros7) estudiaron el impacto de la telefonía móvil en las actitudes culturales y conductas sociales de los estudiantes de la Universidad en Perú. Sus resultados evidenciaron el nivel de dependencia de los estudiantes con este dispositivo.
Por su parte, Lamadrid y García8 presentaron una estrategia de aprendizaje con dispositivos móviles en el Ministerio de Educación Superior de Cuba y concluyeron que era importante destacar la necesidad identificada de capacitar a estudiantes y profesores en el uso de las tecnologías móviles en el proceso de enseñanza aprendizaje; además, expusieron que, al tener en cuenta el papel protagónico de los dispositivos móviles en el proceso de enseñanza aprendizaje a modelar, resultaba fundamental el desarrollo de la dimensión pedagógica, teniendo en cuenta los nuevos modelos y las tendencias educativas, aún insuficientes para una preparación que favorezcan el uso didáctico de estos dispositivos en las aulas.
Existen varias publicaciones que abordan el sistema de aplicaciones desde los dispositivos móviles, para aplicar las técnicas de exploración oftalmológicas de manera general. Sin embargo, requieren de un análisis didáctico para introducir estos aspectos al proceso de enseñanza aprendizaje de la especialidad oftalmología.
Derivado del estudio teórico sobre el uso de la telefonía móvil, se concluye lo siguiente:
Constituye una nueva tendencia en la educación superior cubana y en la educación médica se plantea como alternativa para desarrollar los procesos de enseñanza aprendizaje.
Los estudios se centran en el uso de la telefonía móvil fundamentalmente para la socialización, comunicación entre los estudiantes, para la gestión de la información y como medio de enseñanza aprendizaje, lo que deja abiertas otras áreas de investigación por explorar como las restantes dimensiones: como objeto de estudio y herramienta de trabajo.
Existe consenso entre los investigadores que el uso de la telefonía móvil es un reto a la labor docente y que los profesores requieren de preparación para su implementación en el proceso de enseñanza aprendizaje.
La comunidad oftalmológica reconoce las potencialidades del uso de la telefonía móvil como herramienta de trabajo; sin embargo, se requieren, desde el proceso de formación del residente de la especialidad oftalmología, nuevas concepciones teóricas metodológicas que permitan su implementación.
Hasta mediados del siglo xix solo eran conocidas las enfermedades de los ojos apreciables a simple vista. Las afecciones profundas, que se revelaban por la pérdida de la vista, eran designadas con el nombre genérico de “amaurosis” y descritas fantásticamente. De manera que apenas se conocían más que las enfermedades del segmento anterior del ojo. La invención del oftalmoscopio en 1851 permitió explorar el interior del ojo. Desde esa fecha se abre una nueva época para la oculística. No se limita su utilidad al reconocimiento de las afecciones locales, sino que constituye un valioso medio de exploración para diagnosticar o confirmar diagnósticos de enfermedades que tienen localizaciones características en el interior del ojo.
Además, el oftalmoscopio permite inspeccionar directamente la circulación de la sangre en pequeños vasos terminales, y el tronco de un nervio en estado normal, mientras que, cuando está inflamado, permite ver la repartición de sus millares de fibras en la retina. La revolución creada por el nuevo instrumento justifica la división de la historia de la oftalmología en dos períodos: 1. Pre-oftalmoscópico y 2. Oftalmoscópico. Durante el primero, de muy larga duración, se ejercitó la sagacidad de hombres observadores, que dieron brillo a esta rama de la medicina e inventaron casi todas las operaciones que hoy se practican. En la época moderna, que constituye el segundo período, se han precisado los diagnósticos, así como las relaciones de las enfermedades oculares con otras generales, y se han mejorado los tratamientos.9
Hasta la primera mitad del siglo xix la práctica oftalmológica en Cuba estuvo a cargo de médicos de otras nacionalidades, que por diferentes razones se radicaron en la Isla. El año 1857 se considera el comienzo de la era de los oftalmólogos nacidos en Cuba. Entre las figuras más sobresalientes de estos comienzos están: Luis de la Calle, Carlos Eduardo Finlay Shine, Enrique López, Laura Carvajal, Horacio Ferrer Díaz y Santos Fernández.10
Mediante el análisis de la evolución histórica de la superación de los oftalmólogos en Cuba, se identifican tres etapas fundamentales: la primera se extiende desde la época colonial y republicana hasta el triunfo de la Revolución cubana; la segunda, desde 1959 hasta 2004; y la tercera, desde 2004 (con el inicio de la “Misión Milagro”) hasta la actualidad.11
En la década de los años 60, el examen oftalmológico quedaba limitado al uso del oftalmoscopio, la cartilla de pruebas y el tonómetro: las armas principales del especialista. El 14 de febrero de 1961 se crea el Instituto Cubano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer, como centro rector metodológico para la superación en esta rama en todo el país.11
Cuando surge la “Misión Milagro”, la oftalmología cubana no contaba con el desarrollo del presente, tanto en equipamiento como en preparación de los profesionales. Por lo que, ante la urgencia de la tarea, se reelaboró el plan de formación y la estrategia docente del programa de estudio de la especialidad. Esta etapa se caracterizó por el desarrollo tecnológico en la especialidad y la masiva formación de oftalmólogos.11
En 2004 la oftalmología cubana revolucionó, tanto por la adquisición del equipamiento como por la formación de sus profesionales; por ello se estableció esta fecha como inicio del estudio histórico lógico.
En una investigación realizada en 2021 por Fouces y otros9 acerca de la evolución histórica del proceso de superación de los oftalmólogos en Cuba, se aborda el desarrollo de la especialidad en nuestro país desde la etapa colonial y se señala que en 2004, a raíz de la llegada del Proyecto ORBIS Internacional (hospital oftalmológico volante que visitó el país(, se contó con la presencia de los oftalmólogos cubanos. Esto fue productivo desde el punto de vista científico y permitió que decenas de brillantes oftalmólogos norteamericanos y de otros países intercambiaran con sus colegas cubanos, lo que marcó un hito en el desarrollo profesional de la especialidad.
Este desarrollo fue a su vez la base del surgimiento de un programa de atención integral para pacientes con disímiles afecciones oculares, que desató una verdadera revolución en la especialidad, la “Misión Milagro”, tanto desde el punto de vista asistencial como docente. La Academia Americana de Oftalmología, impulsada por la pandemia COVID-19, promovió su uso a nivel internacional, fundamentalmente en Latinoamérica, donde los profesionales podían brindar servicios de atención médica a pacientes en una localización remota.12
Discusión
El uso de los dispositivos móviles, y en especial de la telefonía móvil, constituye una nueva tendencia en la educación superior cubana y en la educación médica se plantea como alternativa para desarrollar los procesos de enseñanza aprendizaje.14,15,16,17,18
La telefonía móvil es fundamental para la socialización, la comunicación entre los estudiantes, la gestión de la información y como medio de enseñanza aprendizaje, pero existen otras áreas de investigación por explorar: como objeto de estudio y herramienta de trabajo.
Existe consenso entre los investigadores en que el uso de la telefonía móvil resulta un reto para la labor docente y que los profesores requieren de preparación para su implementación en el proceso de enseñanza aprendizaje.13,14,15,16,17,18
En opinión de los autores de este trabajo aún son insuficientes acciones de preparación que favorezcan el uso didáctico de los dispositivos móviles en las aulas, lo que coincide con lo planteado por Lamadrid y García8
Los autores están de acuerdo con Vidal y otros13 cuando plantea que la rápida incorporación de estos dispositivos en todo tipo de actividades, personal, formativa, recreativa, económica, social; sin dudas lleva al replanteamiento de estrategias y modelos de trabajo diferentes, que incluyen el uso de estas en los procesos educativos de todo tipo. Se plantean nuevos retos a enfrentar que conllevan a la reformulación de estrategias didácticas en el uso de las tecnologías educativas.
La creciente disponibilidad y versatilidad de dispositivos móviles, tales como los teléfonos inteligentes (smarthphones, en inglés), Tablet, reproductores digitales de multimedia, los asistentes digitales integrados a los entornos personales de aprendizaje y otros, ya se utilizan como parte de las tecnologías educativas y se emplean en la enseñanza móvil: m-Learning como se le conoce en general, aunque la convergencia tecnológica actual evoluciona hacia la formación ubicua o u-Learning, ya que permite a los alumnos el aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen estas tecnologías en cualquier lugar u hora, para favorecer el trabajo educativo, y el aprendizaje creativo, significativo e independiente.13
Asimismo, se coincide con Romero-Rodríguez y otros,14 al decir que el uso del dispositivo móvil se ha multiplicado en los últimos años, y ha formado una parte esencial de nuestro día a día. En el ámbito de la educación superior se están empezando a introducir como una herramienta más para la mejora del proceso de enseñanza aprendizaje, denominado con el término mobile learning.
Sin embargo, aun cuando la comunidad oftalmológica reconoce las potencialidades del uso de la telefonía móvil como herramienta de trabajo, se requieren, desde el proceso de formación del residente de la especialidad oftalmología, nuevas concepciones teóricas metodológicas que permitan su implementación.
Para concluir, esta investigación permite determinar que existe una contradicción entre la formación que deben tener los residentes en oftalmología en cuanto al uso de las tecnologías, y la preparación que poseen para su utilización en función de su especialidad. A pesar de que existen varios estudios que demuestran la importancia del uso de la telefonía móvil en la formación de los residentes de oftalmología, como objeto de estudio y herramienta de trabajo, no se ha establecido la vía para incluirla como una de las tecnologías dentro de la residencia de oftalmología en nuestro país.